28/Septiembre/2026

Querido Logan,

Tus palabras no han sido menos que música para mis oídos, y yo amo la música.

¿Mencioné cómo la música y escribir eran mi escape perfecto? Pues recibir tus cartas y leerlas con una gran sonrisa se volvieron parte de esa lista de escapes. Un día es difícil y pesado hasta que me topo con tus letras.

Lo siento de antemano, pero creo que estarás haciendo la función de psicólogo.

He tenido un par de días pesados. Conocer a alguien de manera romántica puede traer ciertos pensamientos a mí que preferiría dejar de lado. Nada más y nada menos que todas aquellas personas que me lastimaron en el pasado. No quiero salir lastimada, y mi interior está intentando buscar una excusa para rendirme trayéndome recuerdos amargos.

Seré específica, pues me gustaría que tú también lo fueras.

Como mencioné en otras cartas, siempre era yo la que amaba más y daba más de mí. Esa es mi perspectiva, y la vida no me ha permitido ver la perspectiva de aquellas personas, pues además siento que no tienen una, fue tan insignificante lo nuestro que ni siquiera tiene espacio en su mente para mí como ellos en la mía. Siempre me preguntaba: ¿qué hice mal? Y nunca he podido descubrir la respuesta.

Sin embargo, tú sabes lo mucho que ciertas relaciones marcan. Mi caso no es diferente. Pero conmigo cambió para mal, aprendí muchas cosas, recaí en otras. Esta personita del pasado me ayudó a mejorar, pero cuando se fue solo me rendí. Me volví mucho más insegura que antes de conocerlo, y creo que cometo más errores de los que aprendí.

Incluso a este punto tú deberías pensar que soy una chica rota que busca salvación, o que viene cargada de muchos problemas. En realidad no, solo que no me he dado el tiempo para sanar pues no he tenido necesidad. Soy feliz, eso es seguro, pero supe poner ese dolor de lado.

¿Qué dices? ¿Todavía quieres hacer esto?

Con cariño, Chica del café.