XIII

ERA MEDIO DÍA Y AÚN SEGUÍA EN EL ESTUDIO DEBIDO A UN INCENDIO en el set a las 7 am las filmaciones se han retrasado de algunas películas incluyendo en la que se encontraba Ariadna.

Uno de los asistentes le envió el mensaje que no seguirían grabando hasta que todo estuviera controlado lo cual impediría trabajar el día de hoy y que en cualquier momento de los próximos días los llamaría para continuar con la filmación.

Estaba en una llamada con Dante comunicándole la situación

Dante
¿Crees que no podrás viajar hoy?

Ariadna
No lo creo, sé que hoy y mañana no habrá grabaciones, pero no puedo asegurar que el domingo tampoco habrá ya que tendríamos descanso

Dante
Que mal, intenta reagendar
Para que puedas ir 5 días al menos

Ariadna
Lo intentaré, y no perder el ticket

Dante
Tienes una entrevista
Mañana, tendrás al menos
Tiempo para ello

Ariadna
Eso es verdad, salúdame a papá
Dile que intentaré ir lo más pronto posible

Dante
Claro, te avisaré cuando
ya despegué el avión. Me alegra que estés bien y que el incendio no haya sido grave

Fin de la llamada

—Ari

Era la voz de Trevor quien estaba con Emilia

—Chicos ¿Qué tal? —preguntó—¿Pudieron trabajar?

—Si, ambos—señaló Trevor—se supone que estaríamos todo el día

—Si—dijo con desilusión Ariadna—el incendio... que desafortunado ¿cierto?

Asentó Emilia—al menos no hubo heridos

—Y por eso y que salimos temprano hoy—Trevor y Emilia intercambian miradas—eso haremos una fiesta—responden al mismo tiempo con emocionados

—¡No puede ser! —ríe después de quedar ligeramente sorprendida—se sacaron algo positivo a esto

—Sí y además necesitamos algo de amigos, puedes llevar tu traje de baño si lo deseas

—No lo creo—ríe con una leve negación—no aseguró ir ya que Alex llega hoy a 8 y en vista de que no podré visitar a mi familia, no sé si quiera ir

—¿No iras a Fráncfort? —preguntó curioso Trevor—¿está todo bien?

—Hoy no, eso es seguro

—Con mucha más razón deberías ir y no quedarte en casa un viernes por la noche

—No sé qué quiera Alex—se encoge de hombros—creo que llegara cansado

Trevor soltó una carcajada—Alex nunca dice no a una fiesta y lo sabes—responde en tono de obviedad—le dejaré un mensaje sobre la fiesta y ve cómoda, nada sofisticado ni elegante puedes ir en pijamas si prefieres

Ariadna rio de manera burlona—lo consideraré—les da un abrazo—Gracias chicos

—Te esperamos allá

Al menos tendría algo en que entretenerse con amigos y Alex, Milo no estaría ya que llegara el domingo por la mañana

—Lleva a tu novia, por favor

—cuenta con eso—respondió Trevor

[...]

Estaba en la salida de espera del aeropuerto en busca de la mirada de su novio, notó que había algunos paparazzi cerca lo cual intentó hacer caso omiso a esto ya que siempre y cuando no estuvieran fuera de control, ni balanceándose sobre ella o empujándola de preguntas.

En el viaje de Alex intentaron tener la mayor comunicación posible, pero que no fue tan posible debido a las ocupaciones de ambos, no obstante, siempre le dejaba un par de mensajes en la mañana, tarde y antes de dormir. De alguna manera, parece ser que si lo estaba intentando.

Al fondo del pasillo ve a un chico pelinegro con un abrigo rojo y jeans, algo que siempre resaltaba en Alex era el color rojo. Con una gran sonrisa se acerca un poco más rápido al ver a la griega feliz

Se unen en un agradable abrazo, Alex dejó la maleta a un lado para llenar las mejillas de Ariadna de besos, ella inevitablemente sonríe, se emociona y se ruboriza. Momentos así eran los que hacia que ella se mantuviera con él, pues su trato siempre fue bueno... no siempre

—Como te extrañé—dijo Alex mientras aún la seguía abrazando, al desprenderse le dejo un pequeño beso en los labios. Ariadna sonrió

—¿Cómo estuvo el viaje? —preguntó la ateniense mientras caminaban hasta la zona de parqueo—¿Cómo está pey?

—El viaje provechoso y Peyton esta perfecta, aún tiene que grabar, ella regresará después, pero te manda abrazos, besos y te enviará un mensaje

—Claro que sí—dice emocionada—que feliz que estés aquí otra vez

—Igual cariño, te extrañaba

Mientras llegaban a la zona de parqueo, algunos paparazzi invadían su espacio, un par de guardias de seguridad tuvieran que ayudarlos a entrar. Alex se quitó el abrigo dejando solo su camiseta blanca y sus tenis en los asientos traseros del auto, se recostaron un par de segundos tomando un poco de aire debido a la estampida de paparazzi.

—Nunca pasa de moda eh—comentó

—No, nunca—ríe entre dientes—podemos ir por algo de beber o comer

—Sí, por favor

—Y también, solo si quieres—dice con sutilidad, como quien no quería la situación, pero si, arrugó su boca mientras miraba a Alex con ojos dulces —Trevor y Emilia harán una fiesta, les comenté que no creo que irías ya que estas cansado del viaje, pero...

—¿En serio? —dice en asombro—cariño, vamos la fiesta, son nuestros amigos, podemos ir un rato

—Está bien—Sonríe en grande y le da un pequeño beso en la mejilla a Alex. Al final cumplió su cometido

—Sacaré una camiseta cuando lleguemos y listo, ¡¡vámonos!!

En el camino solo rieron, conversaron acerca de las filmaciones, lo divertido que siempre es estar en el estudio y lo feliz que es siempre ver a tus compañeros y amigos, comentó acerca de cómo Milo se cayó de una bicicleta lo cual fue muy gracioso. El hecho de mencionarlo y saber que no estaría hizo que estuviera más tranquila.

En el camino compraron un par de papas para apaciguar un poco el hambre hasta llegar a la fiesta. Al momento de avivar, Alex sacó una camiseta para no verse tan descuidado para la ocasión, ahora feliz con la mano de la griega entraron a la fiesta que por lo que veían estaba muy genial.

Ariadna llevaba una blusa blanca con un poco de escote, una falda color crema de líneas azul muy oscura y un par de rojas que formaban unos cuadros y un par stan smith blancos.

Emilia se sorprendió al verla con Alex, estaba feliz al igual que Trevor.

—Te dije que Alex no faltaría a una fiesta

Los chicos mientras entraban al lugar se sentían muy bien recibidos. El lugar estaba lleno con varios barriles de alcohol, snacks y algunas personas en la piscina disfrutando de ella, Alex se reencontró con los chicos y todos conversando con él, lo que resaltó Ariadna es que no la dejó sola, esta vez la tenía a su lado.

En lo que iba de la noche los tortolos bailaron, rieron juntos y con sus amigos, en algunas ocasiones les salpicaba agua debido a las personas que lanzaban, sin embargo, no quitaba lo divertido que se pasaba.

Trevor y su novia bailaron un poco, Peyton List imitaba a sus amigos en un juego que habían inventado y Alex contaba un poco sobre Hawái

Ahora en el patio sentados, ella en sus piernas se encontraban con Zac un amigo de Alex, Keeyla y una amiga de Keeyla que había llegado a la fiesta, era una noche muy buena

Siente al fondo de la casa otro grito de emoción de algunas personas, incluso algunos a lanzar cervezas, dejaron arriba sus copas como manera de festejo, no pensaba que todos la estuvieran pasando también

—¡Hey! —exclamó Keeyla con una sonrisa de oreja a oreja—¡Es Milo!

Ahí entendió la griega que no era solo por la fiesta, también por su más reciente invitado que había llegado. La ateniense sintió que bajó toda su hormona de la emoción bajó para subir la de los nervios, trago en seco y empezó a ponerse algo incomoda

Me lleva el diablo

Ariadna no esperaba ello, los demás incluyendo a Alex emocionados por la llegada ¿Ella? Pues no sabía cómo actuar sabiendo que uno de los amigos más cercanos de su pareja era con quien ella se acostó incluso se masturbo había llegado, de hecho, no pensaba que llegaría.

Al dejar una pequeña vista a la casa puede ver al chico de 6'3 entrando y saludando con su carismática sonrisa, su energía que vibra transmitiendo emociones y su tacto a los demás, luego de verlo no sabía si alarmarse o si incluso emocionarse ¿Por qué debía emocionarse? Fue solo sexo, la emoción que sentía ¿lo era realmente o era una preexcitación?

Llevaba unos jeans, una camiseta de mangas largas negras, sus clásicos lentes, su clásica cadena que Ariadna recuerda perfectamente, pues la tenía a la vista cuando durmió en el apartamento de Milo, su típico par de tenis blancos converse

—Sí, le comenté de la fiesta—agregó Alex—su vuelo llegaba después del mío, un par de horas después

No se sorprende de Alex, es leal con sus amigos, pero ¿Milo? Esa es otra historia

El carismático chico de ojos color miel entró a la zona del patio saludando a los demás, le ofrecieron un vaso de cerveza que terminó al instante y demás quedaron perplejos pues si fue una sorpresa su presencia.

En unos segundos apareció Isabelle, la chica con quien salía que en algún momento fue amiga de Ariadna, que desprevenido tomó las mejillas del californiano para besarlo, por su reacción se impactó, pero no hizo caso omiso, pareciera que lo hubiera disfrutado

Ariadna hizo una pequeña mueca

—Clásico de Isabelle—comentó Keeyla quien, junto a Alex, Zac, Ariadna los veía desde el otro lado

Luego del acto el californiano ríe con los demás, se percata entre sonrisas y demás que la rubia de hace unos días estaba al otro lado del patio, se veía hermosa, esa falda le quedaba exquisita y ese tipo de diseños le gustaba, la manera como movía su cabello o como este era movido por el viento, un momento pensó en ir.

Quiso sonreírle, quiso sacarla de ahí para llevársela a otro lado, quiso levantarle esa falda y hacerle de todo, se da cuenta que está sentada en las piernas de Alex, él tensó su mandíbula, a pesar de todo ella aún era de él.

Tomó otro vaso de cerveza, posó su mano sobre los hombros de Isabelle y siguió dentro de la fiesta.

Ariadna chasqueo su lengua y sintió una leve molestia ¿sentía celos por eso? No tendría sentido, no le gusta en ese sentido le gustaba lo que Milo provocaba en ella, la forma en cómo la miraba, la adrenalina de que él sea descubierto, la forma en cómo se lo hizo hace unas noches... ella sacudió su mente e intentó no pensar en ello.

La noche cada vez transcurría mejor, la fiesta cada vez destacaba más, las personas en la piscina, los chicos bebiendo, algunas parejas besándose, otros que no eran pareja compartiendo labios de igual manera. En ocasiones Ariadna miraba a Milo, se veía tan sexy y estaba pasándola bien junto con Isabelle por lo que parecía, el californiano veía disimuladamente a la ateniense se tensaba al verla sentada en las piernas de Alex o cuando él le daba un beso; desearía ser él.

La griega se encontraba en el centro de la casa bailando junto con los demás, hace tiempo no disfrutaba de una fiesta, Alex con ella de igual manera seguía el ritmo; con las luces apagadas, sus amigos con ella al igual que su novio no podía pensar en estar mejor

Vio en la cocina a lo lejos a Milo besándose placenteramente con Isabelle, hizo que ella hiciera una mueca ¿Por qué reaccionaria así? Pero no pudo evitar sentir que algo no le gustaba así que intentó seguir bailando con Alex

En toda la noche no había conversado con Manheim y creía que no sería indicado, además él estaba en sus asuntos y ella en los suyos...

Isabelle era lo que fuere para él, con quien estaba

—Tengo algo de sed—comentó Ariadna en voz alta a sus oídos debido a la música

—Te buscaré un par de botella, no tardaré

Alex antes de irse planta un beso en la mejilla de la ateniense, en este punto la relación iba mejorando y ella debía enfocarse en eso

—¿Qué haces aquí sola? —preguntó Meg quién había llegado hace un rato. Esto sorprendió a la griega quien la abrazo muy a gusto

—Pensé que no vendrías, sé que también estarías en los premios

—Así fue y ahora estoy aquí, el fin de semana no tendremos filmaciones y los chicos aprovecharon desde el inicio— haciendo referencia a la fiesta, Ariadna asiente con una sonrisa—quieren ir a la playa mañana, por favor di que iremos

—Si insistes está bien, me encantaría, a decir verdad

Meg dio unos pequeños aplausos de la emoción para después abrazar a su amiga, un chico de la fiesta la invitó a bailar lo cual hizo que se perdiera a lo lejos

Ariadna siente como un par de manos avanzando por sus caderas en medio de la oscura zona de baile, siente un ligero apretón de estas lo cual hizo que especulara un sonido de gusto, recordó quien podría hacer eso y al momento de ello quitó sus manos para darse vuelta

—¡¿Estás loco, Milo?! —exclamó en preocupación. Miró a todos lados deseando profundamente que nadie viera lo que Milo había hecho, la angustia la atrapó

—Por levantarte esa falda si—respondió

Ariadna le lanzó una mirada fulminante pues entrecerró sus ojos—No puedes hacer eso aquí, Alex puede ver y...

—Tranquila—interrumpe—No hice nada comprometedor—dando un vistazo rápido a los demás, al ver que las luces ayudaban y no venía Alex tomó la mano de la griega para llevarla a una de las habitaciones del primer piso escabulléndose entre los demás y percatándose de que nadie pudiera ver—ven

—pero que...—balbuceo la griega, no puso, pero alguno, no quería llamar la atención así que siguió a donde la llevara el chico de ojos avellanas

Milo iba algo rápido evitando lo que pudiera, la griega negó sobre la mala idea, no obstante, no omitió el hecho de entrar. Al entrar Milo la dejo pasar primero y el cerro la puerta

La música se escuchaba, pero al menos podían hablar con facilidad.

—Milo si alguien nos vio entrar aquí te juro que te mató

—Nadie se dio cuenta, todos están ocupados en lo suyo y....—Milo antes de seguir hizo un pequeño escaneo de pies a cabeza de la rubia—me encanta esa falda

La actriz puso sus ojos en blanco—Por favor, Milo ¿Qué hacemos aquí? Déjame regresar antes de que Alex se dé cuenta de donde estoy y tu novia se enoje

Milo soltó una risa burlona—No tengo novia, Ariadna, si eso es lo qué te preocupa—recuesta su hombro a la pared cruzando sus pies de forma relajada—¿Estas celosa?

—No seas ridículo, no tenemos nada—bufeo

—¿Segura? —Milo se acercó y la tomó de la cintura para recostarla a la puerta, posó una de sus manos en ella la puerta y la otra permaneció en la cintura de la griega. A Ariadna esto le provocó un pequeño jadeo. El californiano miró a los ojos verdes de la griega que tenían ese fuego entre ternura y sensualidad—me vas a decir que realmente no pasa algo entre tú y yo cada vez que estamos cerca o debo recordarte...

Ariadna, aunque quería negar no podía, le encantaba que Milo dominará sus emociones y sus reacciones, cuando la toca, cuando se lo hizo la última vez

—Milo pueden entrar y nos pueden ver—musitó—no quiero problemas con Alex y mucho menos con Isabelle

—Sí estas celosa—sonríe de lado—me sorprendes cada día, Ariadna Karagiannis

—No tengo porqué—dice en fastidio— no eres mi novio

—Eso no significa que no lo estés, tranquila—el actor se acerca a su oído dejando a un lado unos mechones de cabellos. El aire del californiano erizó la piel de Ariadna al tenerlo cerca. —Tranquila—le susurró— ...ninguna me enciende como tú

—Que buen mentiroso eres

—Contigo no tengo porqué...—Milo bajo a las nalgas de Ariadna para apretar una de ellas—no estés celosa...

—No lo estoy—negó— no tiene sentido

—Miénteme lo que quieras, pero te conozco—la miró fijamente a los ojos. Ariadna quedaba tesa al verlo así de dominante, en el mejor de los sentidos— incluso tus miradas me dicen que sí

—No tengo razones, Manheim. Solo me gusta tener sexo contigo

Milo sonríe de lado. Eso le gusto a su ego. —Vámonos, déjame llevarte a donde pueda hacerte mía otra vez

—No puedo, estoy con Alex

—¿Segura? —Milo se posa en el cuello de la ateniense para dejar algunos besos—¿De verdad no puedes —le susurró para después morder ligeramente la punta de su oreja—¿o no quieres?

A la griega las piernas empezaron a temblar, como Milo podría hacerla sentir así, sintió como se humedeció levemente solo con aquel accionar del chico ¿Cómo esto era normal? ¿Así de atraída se sentida por él?

—Dame 30 minutos y te llamo

Milo asiente con una sonrisa pícara de esas, satisfactorio y orgulloso, se separó y abre la puerta para que pueda salir—Yo salgo en un rato

La ateniense nueva adentrándose a la fiesta buscando a Alex que ahora estaba en el patio con Zac conversando y una botella de agua, se veía tan bien ¿era correcto lo que estaba a punto de hacer? Por supuesto que no, pero la idea de jugar a las escondidas y escabullirse y volver a tener el mejor sexo de su vida era más fuerte que su sentido común.

—Ari...—le sonríe al momento en que ella se acerca—¿Dónde estabas?

—En el baño—mintió—la hilera para eso está horrible

—Lo sé, tuve que orinar afuera, toma el agua—le entrega la botella y pasa su mano por el hombro de la ateniense; siguió con la conversación con Zac muy entretenido

La griega en lo que pudo ver Milo volvió a la cocina con los demás y con Isabelle, la griega nuevamente cambió la vista, no le gustaba verlos juntos.

—Cariño, estoy cansada—comentó—quiero ir a casa

—¿Quieres que te lleve a casa?

La ateniense asiente y este responde con un gran gesto, dio la excusa de estar cansado de igual forma que ella, aunque sí lo estaba, pero no a tal punto, se despidieron de sus amigos y acordaron estar en la salida de mañana

En el camino Ariadna se quedó dormida, Alex no pudo evitar no verla y sentirse feliz, las cosas podrían mejorar.

Al llegar a casa, se sacó la ropa para lanzarse en la cama y sentir la frescura de esta, pensó en Fráncfort y que aún debía preparase para ello. Tenía una entrevista Mañana temprano así que iría mejor a la cama

Siente su teléfono vibrar

Mensaje de Milo

Milo M.
*Envío de foto
Estoy pensando en ti

La foto de Milo en su auto recostado en su auto no evito nuevamente el recorrido de fuego por sus venas, algo acerca de Milo siempre podría encender sus impulsos

Sus ojos color miel que inspiraba hasta los pensamientos más profundos de una mujer

Ariadna
¿Y la fiesta?

Milo
Aun sigue, solo cargo mi teléfono


No lo digas Ariadna
No lo digas...

Ariadna
Puedes cargarlo aquí si quieres

Milo
Tú solo dime

Por un momento pensó, sabría que sería una mala idea, pero como algo que eran tan bien estaba mal...

Ariadna
Ven

El mensaje bastó para que el chico emprendiera camino hasta el apartamento de la chica. En 30 minutos ya estaba en el apartamento de la ateniense placenteramente, ambos un poco alcoholizados hizo que fueran al grano de una vez

Milo solo lo encendió más cuando ella le dijo que pasara y verla con un camisón y ropa interior en la cocina. Milo la tomó en sus brazos para besarla y subirla en la barra de la cocina

Entre besos y caricias, la griega jadeaba placenteramente, su cuerpo reaccionaba a Milo de manera muy natural como si supiera que solo puede él activar esa parte de ella; al sacarle su camisón y ver sus pechos desnudos no dudo en apoderarse de ellos con su boca.

Ariadna acariciaba el cabello de Manheim mientras disfrutaba, él se percató que entre más jugaba con ellos con su lengua más placer sentía. Una debilidad que nadie había encontrado. Milo terminó en llevarla al clímax del placer cuando bajó su calzón para introducirse en ella.

Ella abrazó sus caderas con sus piernas para pegarse más a él, ambos jadeaban de placer, Ariadna gemía y apretaba sus manos disfrutando de la manera en que sólo Milo lo hacía. Al final terminó llevándola a su habitación para seguir haciéndola suya como siempre quiso... que Ariadna fuera suya.

Aunque el momento sólo duraba unas horas ambos lo disfrutaban, al acabar la griega quedó inmediatamente sucumbida en un sueño, a Milo no le quedó otra opción debido al viaje, ver a la rubia a su lado desnuda le fascinaba ¿Qué tenía ella que le gustaba desde que la conoció?

Al día siguiente al despertar Ariadna se percató de que Milo se quedó a dormir, la culpabilidad la invade a las 6:30 am lo cual requería un cappuccino o al menos un latte. Sigilosamente va a la ducha sin despertar al chico de los ojos avellanas

Al salir con toalla en mano, saca algunas cosas del armario

—Buenos días—

Esto hizo que se sobresaltara dejando caer lo que llevaba en su mano incluyendo su toalla

—Me gustan estos buenos días

Milo estaba muy placido en la cama, aun risueño por la mañana, se acomodó para quedar sentado en ella teniendo su espalda a la parte superior de la cama, acomoda sus brazos en su nuca.

La habitación del armario estaba casi en frente de la cama, lo cual fue inevitable para el no ver a la griega. Pará él cada vez que la veía le resultaba más sexy, más hermosa y el conocerla más le gustaba-

—Pensé que te irías al rato

—Nuevamente tus muy "placenteros buenos días" debo enseñarte modales, jovencita

—Por favor, Milo—Toma las cosas del suelo y empieza a ponerse su ropa—Sabes cómo funciona esto

Milo ríe entre dientes—¿Cómo funciona qué? —levanta su ceja, confundido—Me gustan esos botines, por cierto

—Gracias, debo salir tengo una aparición en un programa ahora en la mañana así que necesito que también vistas también

—Aún no has respondido mi pregunta—se levanta de la cama dirigiéndose a la habitación del armario

La griega al ver esto pone una cara de obvia—¿En serio, Manheim? ponte algo—Le lanza la toalla—No tengo tiempo para esto, compraré algo en Starbucks para llevar—tomó su bolso para salir de la habitación

Entre esto Milo se pone en medio evitando salir a la actriz: —Milo déjame salir

—Responde mi pregunta, rubia

—Milo no te hagas el ignorante, tú sabes qué es esto y que implica

—Te diré bajo mi perspectiva lo que somos, soy el chico que realmente te hace sentir bien, con el que tienes sexo placenteramente a escondidas ya que tu novio que por lo que he visto ni siquiera ha hecho que tengas un orgasmo ¿conclusión? Solo somos amigos, nena

Ariadna quedo perpleja y atónita ¿amigos? Lo dice tan natural, no esperaba menos por supuesto, pero ¿amigos? Es un título que entre ellos nunca se ha usado

—Eres increíble—en tono sarcástico—le da un pequeño empujón para poder salir y proceder a aplicarse algo de maquillaje en su tocador—ahora no tengo tiempo para esto—. Milo rio. —¿quieres por favor de verdad vestirte, Milo?

—Está bien—Milo obedece a lo dicho—¿Iras a lo de hoy con Alex?

Le resultó un poco sínico de su parte la pregunta

—Sí, después de esto —afirmo—¿Por qué?

—Me encanta verte en traje de baño—se encoge de hombros—Sobre todo la aguamarina, te resalta

—Bueno, ese no lo usaré—le sonríe en grande en forma sarcástica—quien lo diría

Milo negó con la cabeza después de ello, la mira a través de su espejo mientras se ponía su ropa después del momento excitante de ayer, ella se dio cuenta de eso y se sintió coqueta pues la mirada del chico de ojos avellanas la hacía sentir admirada como mujer, en sus ojos se veía que le gustaba. ¿Qué era realmente esto que pasaba aquí?

Después de terminar con su maquillaje sale a la cocina para recoger las llaves de su auto—apresúrate, Milo—Casi en forma desesperada le dijo al actor

Milo sale de la habitación terminando de ajustar sus pantalones y su cabello, le gustó ver su pelo descabellado.

—Te llamaré luego

Al momento de abrir la puerta del apartamento se topó con el agente de Ariadna que estaba a punto de tocar la puerta. Ambos quedaron sorprendidos, asombrados de hecho sin decir nada, su el agente quedó estupefacto por ello, congelado con la mano en el aire en forma de puño.

Ariadna bebía un vaso de agua que al momento de ver la escena terminó botando y escupiendo de su boca. Hasta el momento, la situación más incómoda para la griega

Aun con los ojos abiertos como platos el agente de Ariadna se hace un lado dándole paso al californiano que, con una sonrisa simple e incómoda salió del apartamento, antes de bajar le lanza un guiño a Ariadna en forma de despedida

Luego de eso el agente de la griega entró al lugar aún en shock, cerró la puerta y camino hacia la griega.

Ariadna seguía muda de la sorpresa, pero la expresión de su rostro de su rostro fue incomoda 😅 y algo graciosa, no esperaba esto ni mucho menos que su agente de apareciera en su puerta.

—Ariadna solo te diré algo...—a pesar de la situación su tono era tranquilo y pasivo por un momento—¡TE ESTAS COGIENDO A MILO MANHEIM! —gritó

—¡No! —respondió automáticamente—bueno sí—empieza a tartamudear—Bueno no, ok sí, ¡Si me estoy cogiendo al chico Disney! —exclamó y puso sus codos en isla de la cocina y sus manos en su mentón

—Ariadna como tu agente no debo meterme en tu vida, pero justo ahora.... NO DEBES ESTAR METIDAS EN ESCANDOLOS JUSTO EN ESTOS MOMENTOS DE TU CARRERA

—¡Lo sé! —corroboró—no quiero ser la próxima Kristen Stewart y sé que hago malo y justo ahora Alex y yo estamos en un momento muy bueno de nuestras carreras ...

—¿Qué tal si te sigues quejando en el auto? — tomo la mano de Ariadna llevándola a la entrada—no quiero que lleguemos tarde

—Está bien, pero ¿Qué haces aquí? —cuestionó— ¿Por qué no me dijiste que vendrías?

—Te deje un mensaje, tenemos reunión para la firma del contrato a las 11Pm, luego de tu entrevista iríamos hasta allá, pero no lo viste porque tenías el pene de Milo

Los colegas bajan del apartamento para dirigirse al auto que los esperaba afuera del edificio. Emprendiendo el camino hasta el lugar de la entrevista Ariadna le explica de manera muy resumida lo que ha pasado con Milo, la situación ya tenía casi dos meses desde que se conocieron

Ariadna y su agente eran cercanos, la confidencialidad era parte de su trabajo y pilar de una especie de amistad que tenían. Él nunca se metía en sus asuntos personales, a decir verdad, la entendía, sin embargo, siempre le ha comentado cuando el trabajo y los asuntos personales interfieren el resultado no es el mejor.

Tenían mucho de qué hablar...

[***]

El clima estaba de lo mejor, tenían el espacio solo para ellos. Los chicos se encontraban en un pequeño Yate que rentaron para pasar el día. Mientras algunos se lanzaban al agua, otros sólo gozaban del fin de semana que no debían trabajar...

Era la 1pm, Milo había llegado en un Jet Ski con Griffin hacia donde estaban los chicos los cuales los reciben con una cerveza, Isabelle subía al barco nuevamente percatada de los actores, pero su intención era hacia Manheim

—Hola Milo—Algo que caracterizaba a Isabelle era la forma en cómo se comportaba cerca de Milo. Su manera de saludar era muy coqueta, esperaba conseguir algo del chico de 1'90 metros

—Hola, Isabelle—saludó y plantó un beso en la mejilla— Qué linda estas—comentó

—Gracias, Milo, no henos hablado desde que te fuiste del festival

El día del festival era también el día de la premiare de la película de Alex y Ariadna, en un momento de impulso el regreso hacia la ciudad por circunstancias ya expuestas...

—Sí bueno—buscando alguna excusa—debía regresar por un asunto muy personal

—Lo supuse, no sueles perderte los festivales, no tuve la oportunidad de decirte que...—lentamente ella pasa sus dedos por el pecho de Manheim ascendiendo hasta llegar a su barbilla—te extraño... y mi cama también

Esto provocó tensión al actor, no negaba el hecho de que la ha pasado bien con Isabelle

—¿Ah sí? —cuestionó con picardía—¿Qué tanto?

—Puedo enseñarte... —musitó—Abajo hay un espacio donde puedo mostrarte

Una oferta tentadora—Vamos

Isabelle sonríe seductoramente, tomó la mano de Milo para llevarlo a los espacios de abajo del barco, Griffin se percató de ello, enseñándole el pulgar a Milo, este, sonrió

—Creo que podemos adicionar algo de diversión al día de hoy ¿No lo crees?

Al bajar las escaleras y meterse en un baño, Isabelle se acomoda sobre el tocador. Milo cierra la puerta y se topó con dicha imagen, se sorprendió, aunque se sintió esta vez algo extraño. —¿Te gusta lo que ves? —preguntó Isabelle

—Tú sabes la respuesta

Milo se acerca hacia ella, sí, le tenía ganas aún pues Isabelle le resultaba muy linda y el hecho de ser coqueta agregaba un plus

La castaña posó sus manos en las mejillas de Milo para besarlo con aquellas ganas que le ha tenido desde que lo conoció, Milo de alguna manera le corresponde acariciando sus muslos y parte de sus caderas,

—Vamos, Manheim, te siento cohibido, no es nada que no hayamos hecho antes

Isabelle sigue impregnada en los labios de Manheim al cual este de alguna manera empezó a responder de la misma manera.

Se escucha el leve rechinar de la puerta al abrirse lo que sobresaltó a los chicos. Milo e Isabelle miraron hacia atrás

Carajo. Pensó Milo

—Perdón, no quería interrumpir

A la vista Ariadna y atrás de ella Griffin con un gesto incómodo

—Eso trataba de decirte, Ariadna estaba ocupado—comentó Griffin

Ariadna cierra la puerta a lo que al instante Isabelle acercó al californiano para seguir. Para Milo fue el momento más incómodo, en otras circunstancias no prestaría atención a lo ocurrido, de hecho, es como si no hubiera pasado nada, pero de una manera extraña su mente le dijo que debía ir con alguien más.

—Creo que deberíamos ir arriba

—¿Por qué? —pregunto confundida. No era normal eso—por favor, Ariadna tiene pareja y lo entiende y Griffin es Griffin

Nuevamente abren la puerta lo que fatigo a la castaña, esta vez era Alex

—Perdón—ríe—pensé que Ariadna estaba aquí

Al cerrar la puerta Milo comprendido que lo mejor era dejar esto sin mayor camino, ayudó a bajar del tocador a Isabelle y acomodó su cabello

—Que caballero—comentó

—Siempre—le sonríe—vamos a subir en serio—agregó—ya te disté cuenta que no estamos en el mejor lugar

—Bien—dice resignada—pero lo dejaremos para después

Milo le lanza un guiño—Te veo arriba

Milo salpicó un de agua a su rostro al momento en que Isabelle salió del baño, no pensó que Ariadna lo vería en esas condiciones y mucho menos que el seguiría en algo con Isabelle. Tenía a dos chicas ahora que no sabía cómo lidiar, pero ¿Por qué se sintió extraño con Isabelle? No era la primera vez juntos, no estaba 100% metido en eso.

Acomodo su leve erección para que de alguna manera no se viera, de alguna manera notó que con Isabelle no era lo mismo, subió nuevamente a la parte superior y se topó a Ariadna recostada con vestido corto rosado pastel de flores ajustado a su cintura y suelto al final de bolero. La delicadeza de la griega la cautivaba, pensó en acercarse, pero, al verla con Alex y Meg no quería provocarle un momento incómodo.

Tomó asiento junto con Griffin en uno de los puestos del Yate

—Te interrumpieron eh—ríe—Incómodo—comentó en un tono gracioso—¿Estaban cogiendo ya?

—No, aún no

—Bueno—resopló— al menos Ariadna no te vio el pene

No es nada que no haya visto antes

Después del momento incómodo para los actores el día pasó tranquilo, los chicos se divertían, Alex se encontraba charlando con sus amigos y aprovechaba el tiempo para estar con Ariadna, aunque esta seguía algo inquieta por lo que pasó, pero intentaba no tener atención a eso, ella no debería porqué sentirse así, al final ella y Milo como charlaron en la mañana, no tiene nada en serio y ella ama a Alex.

En algún momento Milo intentó acercarse y conversar, pero era complicado, Ariadna lo evitaba e incluso desviaba sus ojos cuando el volteaba a verla, pues no quería llamar la atención de los chicos.

La rubia se encontraba en el agua gozando de los últimos momentos del día placenteramente, la satisfacción de relajación era nutritiva y el sol estaba en la posición ideal, luego de esto los chicos tenían pensado a terminar el sábado en casa de Emilia, otros sugirieron ir al póker, a Alex le emocionaba la idea, le sorprendía el hecho de cómo podía tener energías después de un largo viaje y una increíble fiesta

De la nada siente unos toques en su pie lo cual la alarmó, al voltear se encuentra el chico con quien pasó la noche, aquel de ojos avellanas que ha hecho tener un orgasmo, se sorprendió, pero al ver que era el recobro la calma, le resulto sexy las gotas de agua cayendo de su frente debido al mojado de su cabello le fascinaba

Ella rueda sus ojos al verlo

—Antes de que sigas evitándome...

—¿Que pasó, Milo? —respondió resignada—ya dije que lo sentía por interrumpir tu momento con tu novia y aléjate, me pegaras tu herpes

—¿Qué? —rio entre dientes—estoy más que seguro que estoy completamente sano

—No me consta, te acuestas con todas. Qué momento más incómodo...

—Sí que lo fue, creo que Isabelle no estará tranquila

—Ok, si eso era lo que querías decirme ahora quiero estar sola y tranquila—Ariadna se dio la vuelta dándole la espalda al californiano

—¿Por qué me evitas? —preguntó poniéndose en frente de la rubia nuevamente— digo, todos saben que no nos llevamos tan bien, pero antes no me ponías los ojos en blanco a menos que te molestara ¿Acaso estas molesta? —cuestionó

—No tengo razones, Manheim y creo que ya tuvimos esta conversación

—Sí, cuando desperté en tu cama... —musitó con una sonrisa

—Debería fumigar mi habitación y hacerme un examen de ETS

—Ay por favor—resoplo—¿Estas molesta? ¿Celosa? No deberías, tu estas con Alex—señalo a su amigo—y yo me retuerzo de cada vez que los veo, siempre te he querido mía a pesar de que estés con él

Tenía sentido para ella también, él podría estar con alguien, ella tenía pareja y era su amigo, él podría hacer lo mismo

—Haz lo que quieras...—dijo resignada—no significa nada

Milo niega con la cabeza para luego sonreír, sabía en el fondo que la situación fue inquieta para todos, se acercó ligeramente a la rubia, lo suficiente para estar cerca de su oreja y susurrar: —A ti, es la que quiero montar sobre el lavamanos

Ariadna escuchó y abrió sus ojos como platos perpleja por lo dicho, miró a todos lados esperando que nadie pudiera haber oído

—Tranquila—ríe—pero te ves linda así, deberías hacerlo más seguido

—Agg—expresó asquienta y pone sus ojos en blanco—Para ti todo es risa

Se acerca a las pequeñas escaleras del barco para subir a este y sentarse en la asoladoras ¿Cómo podría para él ser todo risas? Desde que lo conoció aquel fin de semana en su cumpleaños supo que era carismático, coqueto, egocéntrico, era tedioso, pero de alguna manera le gustaba el hecho de que estuviera tras de ella, sabía qué hacía mal pero no podía evitarlo.

Alex se acercó y tomó asiento a su lado pasando su brazo sobre sus hombros, esto provoco que se escapara de sus propios pensamientos

—¿Qué tal, cariño? —planto un beso en su mejilla—¿Te ha gustado el día de hoy?

—Sí—afirmó— mucho, pero me siento cansada

—¿Cansada? —cuestionó—podrás tomar un mini descanso de 10 minutos porque iremos al póker esta noche con los demás, un par de juegos tranquilos y regresamos a casa, me quedo contigo esta noche

—¿Póquer? —preguntó confundida, pero al final negó—estoy cansada, pero puedes ir tú lo sabes

—¡Vamos! —exclamó—anímate, solo un par se juegos y prometo que estaremos temprano en casa

—Alex...

—Por favor...—insistió seguido de dar besos en la mejilla de Ariadna—di que si

La griega rio de manera risueña, dejándose atrapar por la dulzura de los actos de Alex, en ese momento Milo iba subiendo las escaleras y se topó con la escena de los tortolos, esto hizo que se tensara su mandíbula y estuviera un poco serio

—Está bien—respondió resignada— pero solo un par de juegos

Alex y Ariadna quedan mirando el atardecer que caía en el horizonte mientras tenían un agradable momento, en este punto tal pensó la rubia, que, tal vez él sí lo estaba intentando.

[...]

Llegando al lugar del juego entraron la pareja del momento, en el lugar ya se encontraban muchas personas incluyendo los chicos en una mesa. Estaba Isabelle, Trevor, Griffin, Owen, Milo y Meg jugando, por lo que escuchó Meg no era muy buena, pero era entretenido para ella y para los demás verla perder

—Hasta que llegaron—dijo Trevor cuando los vio acercarse—pensé que no vendrías, Ari —se levantó para saludar con un abrazo

—Tuve que convencerla—respondió Alex—ya sabes cómo se pone

—Al menos tendré otra compañera para esto—ríe para después abrazar a la otra rubia—Me alegra verte, necesito hablar contigo, charla de mujeres

—Claro, cuando quieras

A su lado estaba Milo concentrado en el juego, le echa un leve vistazo a la rubia

—Milo.

—Karagiannis.

Un saludo bastante frio

Ari tomó asiento junto a Trevor y Alex, tenía casi a su frente al chico de ojos color miel, él como de costumbre riendo y sonriendo hacia los demás

—¡De eso estaba hablando! —exclamó emocionado al momento de ver cómo estuvo a su favor el juego—me merezco un trago, ordenaré algo

—Parece muy entusiasmado—comentó hacia Trevor

—Le gusta mucho, viene en pocas ocasiones con su madre, pero lo hace por diversión ¿Quieres entrar en esta?

—Claro—asentó—¿por qué no?

—¿Sabes jugar? —preguntó Meg—de ser así, dales una paliza

—Nociones—ladeo su cabeza— pero sí—afirmó—cuenta con ello

—No parece del tipo de mujeres de casino—agregó cortante Isabelle con la mirada seria y fija hacia la rubia. Ariadna entendió su intención, alzó una de sus cejas y tomó las cartas que le estaban siendo entregadas.

—Puedo parecer muchas cosas, pero al menos no hipócrita—murmuró Ariadna

Se podía sentir como cambiaba el ambiente debido a la actitud de Isabelle ¿Cómo fue posible que de un momento a otro dejaran ellas de llevarse bien? Sin darle mayor importancia empezaron la primera ronda y las siguientes apuestas

La rubia tenía pensado no jugar, pero unas rondas no le harían daño

Isabelle igualó la apuesta por ende los demás debían hacerlo, situación que no agradó a Trevor, pero al final todos lo hicieron, la combinación de las cartas era un misterio, sin embargo, cada uno intentaba hacer lo mejor de ello sobre todo Meg que era nueva en esto.

Primera partida ganada: Alex

Alex celebró con un shot y con un pequeño beso en la mejilla a su novia, Trevor solo pudo reír debido a que por un momento pensó que podría ganar

Siguiente partida, con las apuestas realizadas nuevamente más una repartición de cartas y cada jugador mirando esta vez nadie aumentó su apuesta y siguieron atentos a las cartas, haciendo las combinaciones de mejor valor con lo que se pudiere.

Segunda partida: Ariadna

—Ahora sí estamos jugando—Comentó mientras celebró con un mini baile

Esto provocó una risa en Milo, una rara sensación de felicidad en él, le gustaba verla feliz ¿Por qué? No lo comprendía, pues era raro ya que no le gustaba de esa manera.

Con las partidas siguientes la noche avanzaba entretenida para los amigos, risas, alegría, apuestas y dinero marcaron la velada. El marcador iba de esta manera

Milo 5
Alex 4
Trevor 4
Isabelle 5
Ariadna 5
Meg 2
Griffin 3

—¿Qué te parecen tus oponentes, Milo? —preguntó Alex—te han hecho interesante el juego

—Sí, han estado bien—ríe—han hecho competencia

—Deberíamos hacer esto mejor, ¿no creen? —pregunto con mucha capciosidad la protagonista de zombies

—¿Qué tienes en mente, Meg? —frotó sus manos con una sonrisa algo maliciosa esperando con intriga—me gusta tu iniciativa—dijo Milo

—La persona que pierda deberá ir al estudio en pañales

—¡De ninguna manera! —exclamó Isabelle—que horror, prefiero retirarme—soltó una risa

—Cobarde—Murmuró Ariadna hacia Alex que le hizo una señal de que mantuviera silencio y no provocar una pelea, aunque eso hizo que no pudiera mantener la risa oculta

—Yo le entro—dijo Milo con una sonrisa clásica de él ¿ego? Tal vez ¿Valentía? Posiblemente. —¿y tú, Karagiannis?

Por unos instantes lo dudó, ir al estudio en pañales sería un banquete para la prensa si la ve de esa manera, aunque no permitan entrar

—¿O te asusta perder?

Ahora si se volvió personal, Ariadna miro fulminante al actor, su mirada seria hacia el chico hizo que el sonriera de lado y levantara sus cejas, una señal perfecta de provocación de oponentes.

—Está bien, le entro

—¡Vamos! Se que podrías—Tomó Meg sus hombros como Rocky balboa apoyando a su mejor peleador

—Se que ganaras—le susurró Alex al oído—ya veras

—Suerte, Rubia—comentó Milo—la necesitaras

Inician las apuestas para los competidores, Ariadna estaba atenta y concentrada al movimiento de las cartas y posibles estrategias

Siente su teléfono sonar, a través de su watch visualiza el mensaje que recibió

Milo
¿Y si lo hacemos interesante para los dos?

Le dio un vistazo a Milo para darle una respuesta no verbal, claramente algo quería, la respuesta es un no. Estaba concentrado en el juego

—Suben las apuestas—dice el hombre de traje llevando las rondas

De igual forma subió la apuesta, no podía retirarse, volteó a ver al californiano que a escondidas parece que enviará otro mensaje

Milo
¿Te asuste, Rubia?

A pesar como se llevaban ahora podía ponerse irritable cuando quisiera, pero sigue siendo atractivo y no puedo negar que la adrenalina que siente cuando está los dos, esa calentura entre sus venas le inquieta.

Renegándose a sí misma y maldiciéndose por dentro por como caer, rápidamente toma su teléfono sin perder de vista la acción en la mesa

Ariadna
¿Que tienes en mente?

¿algún jugador se retira?

Ambos oponentes se miraron, Milo tenía esa mirada que ella reconocería, relajada, fresca, coqueta, inquietante y sobre todo sexy que le gustaba, sabía que no se retiraría y ella tampoco lo haría.

Alex y los demás sentían tensión debido a la partida, estaban intrigados por lo que se esperaba. Al ver que ninguno se retiraba el juego continúa

Otro mensaje de Milo

Milo
Si ganó, pasas conmigo la noche y parte del domingo, si ganas lo dejaré a tu consideración...

Con esa posibilidad de opción no dejaría pasarla, le echa un vistazo a Milo el cual ella asiente dando respuesta a su pregunta. Subió un poco más la apuesta a lo que Milo sin dudar la incrementó, sin más apuestas y con las combinaciones listas y realizadas esperando a sacar las cartas Ariadna tenía el latido de su corazón más rápido que el DeLorien en Volver al futuro

—¿Quién crees que gane—murmuró hacia Griffin la pelicastaña

—Milo es bueno—dijo Isabelle—no conozco de un todo a Ariadna, pero ha estado jugando bien, se ve difícil ahora

El primero en mostrar sus cartas es Milo lo que permitió a la griega respirar con profundamente y dejar luego sus cartas a la luz, momento que Alex y Meg abrieron los sus párpados

—¡Ganaste!

Ariadna al ver las cartas sintió que libero tensión para después reír con los demás

—Sabía que podías—le da un beso en la mejilla—lo siento, Milo, pero mi novia te arrebató

Milo asentó y sonrió —Reconozco un buen oponente cuando lo veo—le extiende la mano—buena partida, Karagiannis

Ariadna ve la mano y solo levanta una ceja y le sonríe fríamente

—Ay por favor—dice algo hostigada la rubia de The wínchester —Hasta cuando tú y Ariadna se empezarán a llevar bien

—¡No he hecho nada! —Milo se encoge de hombros—solo soy un buen perdedor

—Anda, Ari, no seas mala con Milito

—Bien—responde resignada y toma la mano de Milo y darse un apretón, Milo le lanza un guiño y sonríe

—No es difícil eh

—Creo que hemos tenido un día largo—agregó Meg—por mi parte me iré a casa, yo me retiro

—Sí, también yo—Trevor se levanta de igual manera

—Por favor, la noche aún es joven—dijo Isabelle—terminemos de beber la botella que quedó en mi casa

—Que buena idea—agregó—yo me apunto

—Yo sí me quiero ir casa, pero antes iré al baño—se levanta la rubia tomando las fichas que había ganado—se supone que serían algunas y no sé cuántas horas se nos ha ido aquí

—También iré al baño—dijo Meg—te acompaño

Las rubias caminan hacia el baño del casino que no estaba muy lejos, se veía a las personas ocupadas en lo suyo divirtiéndose en máquinas, Blackjack entre otros. El lugar era sencillo, pero tenía su toque mágico.

—Ari ¿Puedo preguntarte algo?

—Claro que sí ¿Qué ocurre?

—¿Por qué Milo y tu no se llevan bien? no pensé que te disgustara a tal punto

Ariadna recordó en principio las razones por las cuales antes de lo sucedido en la premiare no conversaba con Milo, después de lo sucedido hace casi dos meses en el cumpleaños del californiano ella evitaba enfrentarse a la realidad, haber besado a uno de los mejores amigos de su novio actual y que de alguna manera se sintió atraída por él.

Milo respetó la decisión de no hablar del tema de aquel fin de semana después de sus primeros encuentros en el estudio cuando ella notó que él era su coestrella, pero nunca dejó de decirle comentarios o acercarse sobre lo ella provocaba en él y lo bien que la paso aquel fin de semana, que le gustaba su andar y el rosado de sus mejillas, la silueta de su cintura y la forma de expresarse ante un tema que le gusté.

Lo bien que al final de la noche la pasó y la hizo olvidar aquel mal momento cuando vio a Alex besar a otra chica, aunque él lo niegue

Milo es gracioso, carismático y eso despertaba su sentido del humor, es coqueto, sexy y en eso de serlo sacaba un toque egocéntrico y eso le atraía, tiene iniciativa con lo que le gusta y quiere y eso le gustaba, es disciplinado con su carrera, tiene miles de cosas al mismo tiempo y cada una la resuelve al tiempo correspondiente y eso lo admiraba, aunque al principio pensó todo lo contrario, le gustaba su autenticidad.

Realmente no tenía una razón fáctica y válida para no agradarle Milo en realidad sólo no sabe cómo lidiar con lo que siente, se sentía confundida todo el tiempo desde que lo conoció, lo conoció en las peores condiciones y la química para ella, fue instantánea, pero ¿cómo decírselo a Meg? No sabría a quien más decirle sobre lo que estaba pasando solo a Dante y él no estaba ¿Ella entendería? Además de su agente que le recomendó no seguir para no arruinar su momento, pronto llegaría al clímax de ella.

—No es que no nos llevemos bien—Dice mientras lava sus manos—Es que solo me resulta muy egocéntrico y no me parece su actitud en momentos serios que sea gracioso

—Pero es ese Milo, busca que todos tengan una sonrisa y es muy amoroso cuando le importa a alguien

—¿Esa es otra forma de decir que es mujeriego? —ríe—Empezaré a usar esa frase

—Ay bueno—Se encoge de hombros mientras da unos retoques finales a su maquillaje—sería absurdo de mi parte obviar que últimamente está muy coqueto con muchas chicas y ahora es Isabelle

—No entiendo como sigue con él cuando el claramente tiene otro rumbo

—¿Ah sí? ¿Por qué lo dices? —preguntó—¿sabes algo que yo no?

Rayos. ¿Qué podría decirle?

—Pues... tu misma acabas de decir que es coqueto o presumido últimamente

—Sí, tienes razón... una vez quise decirle que no tuviera muchas ilusiones, pero como sabes antes que empezará a odiarte de una manera extraña, ella le ha gustado siempre Milo, no quisiera herirla

—Creo que ella se lastima así misma...

Al terminar las chicas y salir del baño, recostado con un hombro en la pared, pies cruzados mientras veía su teléfono estaba Milo, el tema de conversación de las chicas

—Milito—Dice con mucha estima Meg al verlo—¿Qué haces?

— Esperándote ¿De verdad no quieres ir con Isabelle y Griffin? —. Meg negó. —Vamos, son solo un par de tragos más, hasta Alex irá

—Creo que he tenido suficiente alcohol por el fin de semana—volteo a ver a la griega esperando una opinión—¿tú que dices Ari?

—También yo, quiero descansar, Alex conmigo no contará

—Está bien ¿Te llevo a casa?

—No te preocupes, Milito, me iré con Trevor estoy más cerca de su casa que tú de la mía, bueno, de la casa de Isabelle, ve y diviértete

—De acuerdo—Milo se acerca a darle un amistoso abrazo a Meg, una de sus amigas más cercanas

Meg toma curso hacia Trevor quien la esperaba afuera del lugar,

—Descansa, Karagiannis

Con una leve sonrisa se despidió siguiendo el mismo curso que tomó Meg, al verlo caminar sus impulsos aparecieron en ir tras él y devorarlo con besos, desprenderlo de su ropa y recordarle que tiene algo mejor que hacer.

¿Qué podría salir mal? Pensó

Ella suelta un chiflido el cual despertó la atención de Milo no dudo en voltear y ver que ocurría

—¿A dónde vas, Manheim? Si mal no estoy tienes una deuda que pagar

Milo sonrió—No pensé que me lo pedirías o tal vez sí, pero creí que tu orgullo era más grande

—Pensaste mal—levantó una ceja y sonrió, de esas sonrisas que sabes que traman algo

—Bueno, yo perdí, tú ganaste—se acerca nuevamente a la rubia quien estaba ahora cruzada de brazos—¿Qué quieres? Espera... —entrecerró sus ojos—¿no se supone que estas molesta conmigo?

—Define molesta—dice inocente, hizo una mirada hacia abajo con ingenuidad

—Pues en el agua no querías ni mirarme y me trataste de enfermo

—¿Y cómo se supone que debo estar si te vi en el baño a punto de cogerte a Isabelle?

—No es nada que no hayas visto antes además ni siquiera estaba desnudo

Ella pone sus ojos en blanco, sí seguía incomoda, pero no podía negar que el estar con él la ponía de mejor humor e incluso que él tenía razón en que no eran nada y no tenía motivos suficientes para enojarse.

—¿Qué quieres, Ariadna? Debo irme con los chicos

Eso era

Que no vayas con los chicos

—¿En serio? ¿Me quedo contigo? —pregunto extrañado—recuerda que tienes a tu novio, mi amigo afuera esperándote

—Y te recuerdo que quiere ir a beber y yo no, además, tengo hambre

—¿De mí? —sonrió con malicia

—No empieces—rueda sus ojos no sin antes soltar una risa burlona—Milo y baja el tono de voz, no quiero que algún paparazzi esta cerca y saque un artículo de chismes entre Hollywood

—¿Entonces? —ríe —¿Qué quieres?

—Yo me encargo, vamos afuera

Mientras caminaban hacia fuera del lugar la mente de la griega maquinaba de alguna manera como aprovechar la oportunidad de Milo, ella ganó y debía sacar fruto de ello, además quería descansar, ha sido un fin de semana largo.

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