VII
SE ENCONTRABAN EN EL AEROPUERTO TODOS DE LA FILMACIÓN, algunos con caras de desvelo, otros de sueño y uno que otro tranquilamente
En la sala de espera Meg, Trevor y Emilia estaban echados a perder. Meg entró a la habitación a las 3 am, lo bueno es que sería un vuelo largo y todos podrían descansar, pero en el ambiente a pesar de que en el fondo todos querían sentir la silla del avión para reposar, se sentía una tensión entre Alex y Ariadna, él intento acercarse y ella lo esquivo, se aferró a Trevor quien la recibió en sus brazos como un buen amigo.
Meg aún no entendía lo que sucedía al igual que Milo, pero tenía suposiciones
Ariadna llevaba un abrigo hasta la cadera y unos lentes de sol oscuro, disimulando la cruda que llevaba consigo, llevaba un vaso de café large que bebía pacientemente
Si estaba fuerte el coctel
Milo se encontraba con Jenna e Isabelle conversando, él sentado junto a Isabele y ella posaba su mano en su pierna, de vez en cuando echaba un vistazo hacia Ariadna
Aun con resaca sigue siendo hermosa
Trevor y Ariadna se encontraban recostados a la silla, Trevor dormido esperando el llamado
El teléfono de Ariadna despertando accidentalmente a Trevor, esto le resultó gracioso. Algo bueno para variar, pensó
Ariadna Karagiannis
Hola papá
¿Cómo estás?
Prácticamente bien, cansada
Estábamos filmando en otra
Ciudad ¿Y tú?
Eso leí en las páginas de
Farándula que aún no
Se cómo manejar esto
Llamando Instagram
La próxima vez que nos
Veamos te explicaré
Espero que sea pronto
La próxima semana viajaré
A Fráncfort
Por el cumpleaños de
La abuela Anne, creo que
Podré sacar un espacio, no
Estoy muy segura
Está bien, haz lo que puedas
Buenos días, pasajeros del Vuelo 851A con destino a los Ángeles, por favor, abordar a través del Pasaje B
¿Estás en el aeropuerto?
Sí, iré de regreso a California
OK, te llamaré en cuanto pueda
Viajaré a París y te llamo
Cuando aterrice
Está bien, besos *
Fin de la llamada
Aún directo seguía siendo su padre, resultaba algo gracioso después de todos estos años, ella tomó su bolso, su manta para dormir y su café termina de beberlo.
—Trevor, despierta, debemos irnos—le da unos toques. No despierta aún. —Trevor—mueve un poco su hombro
—¡Trevor! —. Le grita Emilia desde lejos. Él agitadamente despierta como un susto
—Vamos, Trevor—dijo Ariadna— yo estoy igual o peor que tú—agarró su teléfono y su boleto.
Con pesadez y dificultad se levanta junto con los demás hacia el pasaje que conduce al avión. —Tengo mucho sueño, Ari—el pasa su brazo por sus hombros—¿Me das de tu manta para dormir?
—Claro—le entrega su boleto y su teléfono—para eso estamos
Ya quería estar sentada, arroparse y caer en 6 horas de descanso, pues lo necesitaba y no habría nada que pudiera quitarle esas ganas
O eso pensó hasta que volvió a ver a Alex
Mierda
Recordó la ateniense que compartía asiento con Alex y esto sólo aumentó su dolor de cabeza
—Trevor, necesito que hagas algo por mí
—Cualquier cosa excepto que requiera mucho esfuerzo, solo tomé una ducha y 15 minutos de sueño, Ari
Alex iba atrás junto Jenna, él miraba hacia adelante confundido aún por qué no quería charlar con él. Él le envió muchos mensajes intentando entablar una conversación la cual ella respondió con una sola oración
No quiero hablar contigo, tú sabes el porqué
No omitía el hecho de querer abrazarla y preguntarle qué pasa, a que se debía esa distancia, pero todos se encontraban con una cruda, sueño e incluso resaca. No quería invadir su espacio.
—Quiero que cambiemos de asiento—murmuró—esperaba que nadie escuchara mucho menos Alex
—¡¿Qué?!¿Por qué? —exclamó; ella hace un gesto de silencio con su dedo para no llamar la atención. —Ok, perdón, ¿Por qué quieres cambiar de asiento?
—¿De verdad me estas preguntando eso? —se saca los lentes y levanta una de sus cejas con cara de obvia
Ahora Alex en la puerta de al avión charlando con la azafata y a su vez miraba hacia Ariadna y Trevor, e porrista de Zombis se percata de ello, entendiendo el porqué, él sabía lo sucedido y fue testigo, fue el primero en ver lo que ocurría con Alex
—¿Está segura que tu asiento es con Alex?
—Es lo más probable, le escribiré a Jenna
Saca su teléfono y envía rápidamente un texto, esperaba que aún no hubiera apagado su móvil
—Si es con él, no te preocupes— le entrega su ticket—se lo qué pasó ayer y no quiero que estés mal
—Gracias, Trevor—Le da un abrazo—eres el mejor
—Pero... con una condición
—Ay no, por qué—se quejó para después poner carita de puchero con carita triste—no, sin condiciones
—Entonces no hay cambio
Ariadna arrugo su frente con pesadez pues lo que menos quería era complicar más su situación, ya era evidente que sucedía algo entre la pareja del año
—A ver... ¿Qué seria?
—Me prestas tu manta en el vuelo, en serio necesito dormir
El teléfono de Ariadna suena, Jenna había respondido el mensaje
Jenna
34B
A la mierda. Pensó
—Bien—resignada ella toma el boleto y le entrega la manta—al final, tengo el 34A y el 34B—gracias de nuevo
—Gracias a ti—este pone la manta encima de su cabeza como si fuera una capucha—nos vemos después
Ari resopla y camina hacia el avión, pasando por la verificación del asiento con la asistente de vuelo.
Muchas personas del avión se acomodaban para dormir, algunos por lo que se escuchaba le solicitaban amablemente a las asistentes bebidas como café o té. Era un vuelo lleno por lo que se veía. Alex se percató de la entrada de Ariadna, su mirada se iluminó al verla, ella pone sus ojos en blanco y sigue su curso. Trevor tomó asiento junto a él.
50B era su asiento, estaba al fondo de avión topando con una de las paredes de éste, se encontraba solo el espacio lo cual alivió su malestar. Su cabeza poco a poco empezaba a doler
Al menos los asientos sólo eran 2
Miró por la ventana a un paisaje aún oscuro con algunos vuelos por salir y algo nublado. Al recostarse cerró los ojos pensando nuevamente en lo ocurrido e intenta no derramar lágrimas, no podía creer que sucedía...
—¿Se te perdió algo, rubia?
Aprieta sus ojos mostrando fastidio y un poco de vergüenza, ligeramente recuerda que él la vio en su estado
No, tu
El pelinegro de ojos Avellanas de 6'3 de estatura cubría su vista. Llevaba una campera y un suéter gris de cuello en circular, dejaba ver sus clavículas un poco su pecho. Le resultó bastante sexy. Llevaba una cadena metalizada oscura alrededor de su cuello, unos jeans rotos y sus típicas zapatillas blancas, sacaba de su mochila una manta y unos Airpods
—Te escucho, Milo
—Estas ocupando mi asiento
No puede ser
—¿De verdad? —alza sus cejas entrando en un pequeño estado de Shock. Él asiente con una sonrisa de lado
Debe ser una puta broma
—Tranquila—guarda su mochila en los gabinetes de encima para equipaje de mano—me quedo en este ¿Estás segura que éste es tu asiento?
—Sí—afirmó—...por desgracia—Susurró
—¿Y estás segura que quieres estar aquí?
—Absolutamente no—le sonríe en grande—. Milo notó su sarcasmo. —pero no tengo de otra...—murmuró
—¿Pero ¿qué?
—Nada—nuevamente le sonríe. Él solo soltó una risa para después negar con la cabeza—siéntate
Pero Milo sabía que relación existía entre él y la ateniense, pues no se convenció de su sonrisa—Tal vez yo me equivoqué asiento—revisa su ticket—esté es mi asiento—confirmó—¿Dónde dejaste a tu novio?
—Esta vez no estamos juntos en el avión—mintió, aunque para disimular lo "triste" de la situación hace un leve puchero
—Te ves linda cuando haces eso con los labios
—No empieces, Milo—pone sus ojos en blanco—me duele un poco la cabeza
—Bueno, tendrás que soportarme por un poco más de 6 horas—le lanza un guiño—prepárate. Ariadna puso sus ojos en blanco e hizo como si el no estuviera a su lado
Se escucha el ruido de las puertas al cerrar y como el avión empieza a moverse
Pasajeros del Vuelo con destino a los Ángeles, estamos a punto de despegar, les recomendamos abrochar sus cinturones, apagar sus móviles o activar el modo avión y seguir los pasos de nuestra...
Mientras la asistente de vuelo seguía el típico discurso de seguridad la ateniense acomodo su cabeza para descansar y relajarse, Milo acomoda su manta para sí mismo y se coloca sus Airpods
El movimiento del avión cada vez era más rápido, en unos minutos después ya se encontraban por los aires y con ello, las luces del avión se apagan dejando algunas dejando cierto par cada cierto número de asientos encendidos. Esto alertó un poco a la actriz ya que sentía ráfagas de luz aun en sus ojos esperando a que cayera profundamente.
Al abrir sus ojos se encontró con la vista hacia la ciudad, era hermosa e intrigante, se deslumbraba cada vez que veía una ciudad y sus luces, a pesar de que a veces ella sentía que su vida era la de un nómada, le gustaba la idea de llegar a un nuevo lugar y que tiene mucho por descubrir. Milo la miró, sonrió, resultando para él, uno de los actos más puros de ella, su fascinación a la inmensidad.
Ella nuevamente se recuesta e intenta dormir y recuperar energías a pesar del ambiente tenso entre ella y el californiano, él imita lo mismo. Ella saca sus zapatos y acomoda sus pies debajo de ella.
Milo rio entre dientes, la ateniense extrañada de esto lo miro de reojo y trató de ignorarlo, hacer como si no estuviera al lado de la única persona que no soportaba en estos momentos, pero el hecho de que cualquiera cosa del californiano le era incomodo decidido confrontarlo.
—¿Qué te es tan divertido? —frunce el ceño y se acomoda para mirarlo a los ojos
—Nada—sonríe de lado—¿Por qué?
—No ha pasado nada gracioso y justo al verme es que ríes—le señalo— ¿Qué te es tan gracioso?
—¿De verdad te diste cuenta que era por ti? Ves como estas tan pendiente de mi
Ariadna rodo sus ojos y le saco el dedo del medio—si tengo que soportarte en las siguientes horas al menos exijo respeto
—Nunca seria capaz de hacer algo que no estes cómoda
—¿Entonces a que se debió la risa? —preguntó—así estaré cómoda
—Te ves linda cuando te pones seria—comentó, cambiando drásticamente la conversación
—Agg—expresó en forma de fastidio—olvide que contigo es imposible, eres un fastidio
Mio ríe después de ver como ella rodo sus ojos—Ariadna simplemente me resulto adorable como pones los pies en tu asiento como una niña de 7 años
Ariadna no dijo nada solo lo miro extrañada y luego para sí misma ¿Se veía adorable al hacer eso? Alex pensó que al hacer eso tenia sueño o miedo del vuelo, no dijo mucho pero su expresión hacia el de fastidio cambio, de hecho, se tranquilizó
—Está bien—se acomodó una vez más para mantenerse cómoda
—¿Por qué lo haces? —preguntó Milo
Ella rueda sus ojos —no es tu asunto...
—¿Y que sí lo es?
Alguien a lo lejos hace un sonido invocando silencio, Ariadna y el californiano se alarmaron al escuchar como les ordenaban de alguna manera hacer silencio, voltearon hacia aquel gesto y bajaron un poco la cabeza de manera involuntaria, como si no quisieran ser vistos.
—¿Por qué debería ser tu "asunto"? —musitó— no hables tan fuerte
Entre susurros y murmurios siguió la conversación
—Lo que concierne a ti me interesa, así de simple.
—¿Ah sí? ¿Tu trabajo es ser un paparazzi? No gracias, ya tengo suficientes
El ríe para después negar con la cabeza—¿Por qué no lo admites?
Que gran forma de cambiar un tema
—¿Admitir que, Manheim? —levanta una ceja, miro con disgusto a Milo, con odiosidad como si quiera no tenerlo cerca
¿o si quiere?
—Qué te gusto—le sonríe de lado con un toqué seductor—solo admítelo
—No admito lo que no es cierto—Cambia su mirada nuevamente hacia la vista dejando una ciudad latina atrás
—Bueno, admitamos algo—pone uno de sus Airpods en el oído de la ateniense. Ella se extraña ante el gesto, miro de reojo con cierta prevención. —Esa canción es muy buena
No era la primera vez que escuchaba a FINNEAS, le agradaban ciertas canciones
—No me sorprende este estilo de canciones en ti
Milo con aquella pregunta quedo en confusión—¿Por qué? —extrañado de lo que decía
—Le enseñas estas canciones a las chicas y se rinden por ti, clásico juego de un mujeriego
—¿Por qué sigues insistiendo que soy mujeriego? —preguntó entre risas
—Porqué con medio cast de tu película anterior te besaste, porqué un día salías con Melody may, la modelo y al día siguiente te vieron con Isabelle besándose
Milo levanta una de sus cejas en picardía—Entonces me estas siguiendo
—Agg—expresó con un gesto de asco—todo lo dices a tu favor—decide no prestar más atención a sus babosadas y prefirió darle la espalda
—Tranquila—Se acerca a ella apartando los mechones de su cabello de su oreja, el hecho de que ella estuviera de espalda no sería impedimento, le susurra sutilmente—ninguna me gusta como tú
—Sí claro, cierra la boca además quiero descansar e invades mi espacio personal
—Puede ser—pone su mano en el mentón de ella, haciendo que ella voltee a mirarlo. Solos ojos de ambos se conectaron por unos segundos, él estaba cerca de ella, el tener cerca a Milo solo la confundía más, sobre todo lo que sucedía ahora con su novio—No te negare que me gustas desde la primera vez que te vi...
Su corazón empieza a latir, sus pensamientos a colapsar sobre lo que puede ser. El cambia su vista a los labios de la rubia tentando a tomarla de las mejillas y devorarla con un beso
—Ari...—esbozo con suavidad, lentamente él se acerca a ella con la mirada fija en sus labios, la ateniense se dejó llevar por sus impulsos sin tener idea de lo que hacía con el corazón latiendo a mil por segundos, cierra sus ojos y entre abre involuntariamente sus labios.
Siente el pequeño roce entre sus narices percibiendo el aroma el uno del otro
—Ves como esperas por mi...—le susurró entre sus labios—después no admites que te gusto—comento orgulloso de si
Eso solo impulso a Ariadna a empujarlo y a levantarle el dedo del medio, llena de disgusto y furor—Eres un idiota, Milo Manheim y siempre lo serás, jamás estaría con un egocéntrico como tú y déjame en paz
Ella niega con la cabeza y la recuesta a la ventanilla. Resopla. Ahora no quisiera pensar en nada más
Milo ríe por su actitud, en el fondo sentía que ella aun sentía la misma química pasional, pero también pasaba por su mente si debería desistir después de todo.
¿Qué pasa si no tengo suficiente de ti? Pensó Milo, recordando aquella noche
Ella cierra sus ojos, despejando su mente y queriendo relajarse hasta caer en un mar de sueños, Milo le echo un leve vistazo y de alguna manera le resulto lindo el verla relajándose, decide en un último acto, tomar la pequeña manta que llevaba consigo para dormir y la reposa sobre ella, cubrirla para que estuviera más cómoda en el vuelo y sobre todo en su sueño, él al final se cruza de brazos para perderse en su música y en lo posible, en un sueño porvenir.
[...]
Después de casi 7 horas de vuelo y 1 hora en el tráfico la ateniense ya se encontraba en casa, su apartamento tenía una buena vista era acogedor y cómodo
El dolor de cabeza era menos, aunque seguía siendo insoportable, debía hacer las compras pues no había nada para comer o beber así que opto por dejar las valijas en la habitación para recostarse en la cama, se sintió tan placentero al momento de caer en ella y que tendría un día de descanso de la película. En unos días ya era la premiare de su última película y debía preparase.
Su agente al igual que las personas tenían la expectativa de que ella llegara junto con su coestrella, Alex Aiono
En algún momento antes del sábado debía hablar con su agente para confirmar esto, por mucho que lo evitará también debía hablar con Alex sobre lo que pasó en el viaje
Recordó nuevamente lo sucedido, a pesar de todo no le sorprende, pues no era la primera vez que sucedía
Siente una presión en el pecho como estuviera algo que no la dejara respirar, su corazón empieza arrugarse y sus ojos a cristalizarse, pero debía mantenerse fuerte y firme ya que al final del día las cosas pueden estar bien, decidió desviar el dolor y dejarlo a un lado puede dejarse llevar, era la primera vez que lloraba y sentirse cómoda en ello. Abraza una almohada para desahogar y amortiguar sus dolores.
(***)
Milo llegó a su apartamento, pasó en su auto por minimarket para no tener que salir en el día, en la noche haría un delivery, se dejó caer en el sofá, sintiendo la sensación hogareña de casa finalmente después de largos días de trabajo, en ello, siente algunos mojados en su mejilla y una lengua muy en particular.
Louie
—¿Qué tal, pequeño?
Su fiel amigo que llevaba a todas partes, pero en esta ocasión no pudo ya que necesitaba algunos permisos que no tenía
—Llegaste al fin—se acerca hacia Milo su madre, Camryn, su inspiración para empezar en el mundo del espectáculo, pues de ella conoció que la actuación y la música son parte de su vida. El californiano dichoso comparte un abrazo largo con su madre, a pesar de ser una mujer alta, el actor aun sobre pasaba con sus 1'90 metros de altura
—Hola mamá
—Qué bueno verte de nuevo, Louie y yo te extrañábamos—correspondió el abrazo
—También yo, ya quería llegar—echo un leve vistazo a la vestimenta de su madre lo cual le resulto extraño ya que llevaba un traje de investigadora— ¿Saldrás a trabajar?
—Sí, debo ir a los estudios, solo estuve estos días para cuidar a Louie, pero ya que volviste debo volver a mi apartamento y a trabajar ¿Cenamos el fin de semana? —. Milo asiente. —Escuché que andas saliendo con Isabelle Jane
—Es solo una amiga, mamá, con quién me divierto—encoge sus hombros—y a veces...
—No quiero saber tus formas de divertirte, Milo—interrumpe a lo que Milo soltó una risa—recuerda que sigo siendo tu madre
Ambos se despiden con otro abrazo para después quedar en el apartamento con su querida mascota. Al rato de descansar debía comprar otro vuelo para el domingo e ir a filmar la siguiente temporada.
Al menos ya iba por mitad de grabaciones de la película con su coestrella de Grecia. Recordó cómo estaba cuando la encontró en el restaurante.
¿Debería enviarle un mensaje y saber de su estado? No quería resultar impertinente, seguía sin comprender qué ocurría cuando pensaba en ella. Trataría de no pensar en ello
Hace una mueca y envía un texto a Isabelle para este en el apartamento con él
.
(***)
Ariadna se despierta con una horrible pesadez, el llorar y la resaca no hacen la mejor combinación, al menos sintió qué se desahogó sus penas.
Echó un vistazo hacia la ventana, estaba oscureciendo y su apetito empezaba a surgir. Toma su teléfono para ordenar un delivery de la primera opción que encuentre
Pizza
Tenía algunas llamadas perdidas de su agente, debía llamarlo para ver si existía un espacio para viajar a Fráncfort y unos textos de Alex qué leería en un rato
Se levanta de la cama para tomar una relajante ducha mientras espera por la pizza, pues sentía que era justo y necesario después de un fin de semana de trabajo, decepción y sobre todo de Milo.
Su teléfono empieza a sonar como un tono que reconocería de quien era la llamada
Alex
Dudo seriamente en responder, si debía enfrentar la verdad de una vez o si aún no estaba dispuesta a luchar contra lo obvio
Después de sonar por un rato, contestó
Alex♡
Hola, cariño
La voz de Alex era suave y calmada, algo que siempre le gustó
Ariadna
Hola
¿Cómo estás? Te he
estado enviando mensajes
Estaba dormida, estoy
cansada
También yo
¿Podemos hablar?
Era ahora o nunca
Sí, te escucho
¿Puedo ir tu apto?
Sí, te espero
Esta bien, te amo
Fin de la llamada
La pesadez de sus ojos pasó a su cabeza, sería la primera vez que hablaría con Alex acerca de todo incluso sobre lo que pasó hace un poco más de un mes. Sacó su ropa para ir al baño y tomar una relajante ducha y pensar en cualquiera cosa menos en Alex.
Con algo de música de su teléfono, procede a tomar una ducha y lavar su cabello. La música saca el mejor humor a cualquier persona
I'm good yeah i'm feeling all right..
Una canción que podía activar a cualquier persona
El agua recorriendo su cuerpo permitía sacar la mejor sensación sobre todo en el calor de la ciudad, le encantaba ducharse antes de dormir, era fresco para ella y amaba hacerlo con música.
Call out of work can't be bothered...
Le sorprendió el cambio de genero de su lista de reproducción, de una canción activa a una en un tono más bajo
FINNEAS le gustaba mucho, sus melodías suaves encendían algo en ella, hace tiempo no lo escuchaba
So what if one night is never enough?
Seguía la letra y la música que sentía que la llevaba a otro mundo, un ritmo más pasional.
Esa última le recordó a Milo, cada una de las veces qué le había dicho que le manifestaba lo que ocurría estando cerca de ella o lo qué hacía
Recordó la vez qué lo conoció, la vez que decidió bailar con él tan cerca el uno del otro y la afinidad que sentía, la adrenalina de cuando lo besó.
Las veces que la tocaba y acariciaba su cuerpo en el beso, su sensual sonrisa de lado, cuando le guiña, cuando hacía que se sobresaltara, cuando la ponía nerviosa ...
Cada una de esos momentos sacaban la ferocidad de la ateniense, de alguna manera se excitaba
Cuando Milo pasaba su mano por su cabello, cuando le susurra al oído
Admite que te gustó, solo admítelo
Detestaba cuando le decía eso, le parecía egocéntrico, pero no negaba que su seguridad y la forma como la intimidaba le resultaban tan varonil
De un momento a otro cada una de estas situaciones llevó a Ariadna a bajar lentamente su mano hasta su intimidad. Con la canción a su ritmo y recordar a Milo Manheim hizo que gozará de cada parte de sigo misma
Acariciaba, frotaba y disfrutaba de su zona y el placer que esta le proporcionaba. No entendía hasta qué punto deseaba eso
Era de las mejores emociones que podía tener el ser humano.
Soltaba pequeños jadeos al pasó que recordaba los momentos en que él la hizo sentir así... una noche nunca fue suficiente
Agarró con un poco de fuerza su pequeña esponja de baño que tenía a un lado con cada pequeño espasmo que soltaba su cuerpo hasta qué llegó al clímax con un leve gemido. Con el paso del agua corriendo cayendo sobre su rostro apreció la relajación de su cuerpo, intentando recuperar el aliento.
Termina de lavar su cabello y ducharse rápidamente, en cualquier momento podía llegar la pizza. Unos toques en la puerta apresuraron su actuación, moría de hambre y sólo quería comer para lanzarse nuevamente a la cama.
Con pantuflas en sus pies y su pijama puesta corre hacia la entrada para recibir su pedido
—Al fin... oh eres tú—dice sin mucho ánimo. De cierta manera se notó la desilusión
Alex
—No esperaba esa reacción—ríe nervioso y algo confundido—pero pensé que me esperabas
—Sí, lo siento, solo que ordené una pizza, muero de hambre y aún no llega. Tranquilo, pasa
—Gracias
Alex le resulto dulce ver a su novia en pijamas con su cabello envuelto en toalla y sus pantuflas en forma de botitas
—¿Muy cansada?
—Demasiado, solo quiero dormir hasta el sábado a la premiare ¿Quieres algo de tomar? Aunque tampoco hay mucho para escoger
—No, sólo quiero—se acerca y la toma de las manos. Ari hace una pequeña mueca. —hablar con la persona que quiero y me diga que pasa
Eres un canalla. Suéltalo, Ariadna
—¿Qué pasó en el viaje, Alex?
—¿Sobre qué? —frunce el ceño como señal de estar confundida—no entiendo—ladeo su cabeza
—Tú sabes perfectamente— la ateniense se cruza de brazos optando por una posición más seria—no hagas la situación más incomoda de lo que ya es
—No entiendo de que me hablas, Ari—expresó confuso
—Te vi coqueteando con una chica en la disco
Alex parpadea sorprendido, casi perplejo—pensé que dormías esa noche—respondió suave debido a la noticia que estaba recibiendo
¿Es acaso una señal de culpabilidad?
—Eso pretendía, pero quería acompañar a mi novio un rato ya que no hemos tenido un momento como pareja y me topó con la escenita
Alex pasa su mano por su cabello—Ari nunca correspondí a eso, me conoces
—¿Igual que lo qué pasó hace poco más de un mes?
El rostro del chico cambió de confusión a sorpresa, tensa su mandíbula para después apretar sus labios—Ari yo...
—Te escucho—interrumpió de manera abrupta. Alex la miró casi en shock. —o me mentiras que besaste a una chica en el cumpleaños de Milo en Angel's—con las manos cruzadas entre si
—Ok, admito que estaba muy muy ebrio ese día—asentó. Ariadna bajo sus ojos con cierta pesadez al escuchar aquellas palabras. —y recuerdo a una chica rubia que se me acercó y... —continuo
—Ay por favor—interrumpió y replico— Alex, deja de balbucear y dilo—insistió
—Ari no lo recuerdo—toma asiento en el sofá decepcionado de sí mismo con las manos en la cabeza—recuerdo a una chica, pero no un beso
—¡Martin Alexander Aiono yo te vi! —expresó, con firmeza y molesta—¡Te vi con mis propios ojos! —se señaló así misma agobiándose de la situación
Una de las cosas que mas le dolía y le molestaba a la ateniense es que se rieran de ella, más bien, que las personas quieran pasar por encima de ella
—Ari de verdad no recuerdo haber besado a otra chica ese día, es más, nunca te he sido infiel a pesar de que nos hemos distanciado por nuestro trabajo ya sea por qué me voy o tu
—¿Y después de lo qué vi se supone que debo creerte?
—Sabes que nunca te he fallado
Sabes en el fondo que si
—No puedo afirmar eso—se encoge de hombros—además de tu reputación...
—¿Desconfías de mí? —dice estupefacto, con des concertación y su mirada estaba en asombro—¿en serio?
Asentó, aunque no quisiera hacerlo—Con lo que vi en el viaje no puedo afirmar que confío 100% en ti
—Yo confío en ti, Ariadna
—¿seguro? —levanta una ceja—porqué cuando esto empezó no me tenías mucha confianza y siempre he dado lo mejor de mí
—¡También yo! —afirmo—lo sabes
—¿Y las cosas te están saliendo bien?
Alex niega con la cabeza para después resoplar, mete las manos a sus bolsillos mirando a su pareja que se veía decepcionada, su rostro caído—Ahora mismo no, pero de verdad no te he sido infiel, puedes preguntarles a las personas con las que estuvimos ese día o no sé
—No tomaré esa posición—le interrumpe—es absurdo, además los demás no tienen porque saber que pasa, te digo lo que yo vi, es todo
—No era yo, Ari... no tengo razones para mentirte
—No sé si deba creerte—pasa su mano su mano por su cabeza como signo de estar absorta, frustrada y dudosa—no es la primera vez
Alex se acerca para tomar de sus mejillas y plantar un beso en su frente—Admito que la chica del bar me coqueteó, pero no correspondí y de verdad no he besado a otra persona, Ari
Unos toques en la puerta interrumpen la conversación incomoda de la famosa pareja
—Debe ser la pizza
Alex se acerca a abrir y paga la orden—te propongo esto, comemos la pizza, puedo pedir otra si aún tenemos hambre, vemos alguna película
—No lo sé, Alex, ahora mismo estoy muy confundida yo...
Alex interrumpe sus palabras con un pequeño y dulce beso. Esto a Ari la animó un poco—prometo no quedarme, quiero estar con mi novia ahora mismo
Ariadna miro a los ojos a Alex, no sabía si creerle, ese día había visto de espalda a un chico que ella reconocía que era él ¿Debería creerle? Tenía mucho que pensar y razonar, con la premiare a la vuelta de la esquina y la presión de Hollywood no sabía si debía dar el pequeño salto de fe y creer en él
Debía recordar exactamente lo que pasó ese día, si era Alex o no, aunque perfectamente recuerda con quién pasó la noche...
Milo
También había bebido demasiado después de ver a Alex con otra chica, nunca ha estado con otro hombre diferente a su pareja, aunque ese día el californiano sacó a relucir sus mayores deseos, aún debía responder sus preguntas acerca de Manheim
Por una noche quería algo de paz y tranquilidad, asiente a lo que dice Alex y este la besa nuevamente un poco más largo esta vez
Alex compra unos refrescos y un par de snacks para ver la película. Con pizza en mano y un musical a su frente, Ari tuvo una pequeña relación, tenía dudas si debía confiar en Alex y por un instante recordó por quién se tocó esta noche.
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