IX
1 mes y 3 días antes
ARIADNA CAMINABA HACIA EL ESTUDIO DE GRABACIÓN CON UN VASO DE CAPPUCCINO. La filmación había empezado hace un par de semanas. Eran las 8 am en los Ángeles, un día un poco soleado, pero nada nuevo, hoy tendría que filmar con una persona especial, Alex, su actual novio
Hace poco habían terminado de grabar una película en la cual ambos eran protagonistas, desde ese entonces se le han visto juntos. Se sentía suertuda de haber quedado nuevamente en una película con su pareja, aunque esta vez el no obtuvo el papel estelar, también contó con la participación de Trevor que conoció en la película anterior, ya tenía una trayectoria sobre todo por la película de Disney Zombi.
Conoció a Meg Donelly protagonista de la Película Zombie de Disney y actual protagonista de la serie Winchester de Warner; la rubia y ella se habían hecho últimamente muy amigas desde el fin de semana cuando Milo, amigo de su pareja celebro su cumpleaños en la casa de campo y luego con las lecturas del guion.
Su coestrella aún no llegaba, no había estado en las lecturas del guion debido a un viaje de trabajo, su amiga Meg le comentó que era un chico muy cómico, divertido y un poco coqueto, pero un amigo muy leal, caballeroso y es un gran apoyo cuando se trata de trabajo. Aun no sabía quién era su coestrella, solo escucho muy buenas referencias de él.
—Buenos días—dijo en voz alta al momento de entrar al estudio con una sonrisa. Los demás le corresponden
Allí se encontraba Meg al parecer ensayando unas líneas, su amiga mas reciente, le agradaba encontrarse a alguien como ella que ya conocía de antes, al escuchar y ver que ella quedo confirmada para este proyecto la hizo sentir contenta.
—Hola rubia
—Hola rubia—le sonríe para después darle un beso en la mejilla—¿Estas lista para hoy?
—Más que lista—respondió con emoción—me encanta que podamos filmar nuestras escenas juntas
—A mí también. ¿Quieres que almorcemos juntas? —preguntó
—Obvió sí—asentó— pero también le confirme a Alex que almorcemos juntos
—Dile que vaya, no hay problema
—Buena idea, le enviaré un texto
—¿Y ya conociste a tu Nico Alexander—preguntó en un tono pícaro—aunque claramente ya sabes quien es
—No—rueda sus ojos y dice resignada—al parecer sigue de viaje y por eso no hemos filmado escenas juntos. Tiene mucho trabajo—responde en tono irónico—Que falta de responsabilidad
—Últimamente sí está ocupado, Ari, creo que terminó de grabar una serie para Paramount y será la portada de una revista así que tiene una sesión muy grande, de hecho, ya lo sabes porque lo hablamos un poco la otra vez
Ariadna quedo confundida pues no tenia idea de quien hablaba—¿De quién? ¿Y Cómo lo sabes? ¿Estás interesada en él? —le da un toque en el hombro
—No—. Ambas ríen. —solo somos muy buenos amigos, los mejores de hecho, lo conoces Ariadna, para aclarar—se acercó un poco más a la ateniense— Isabelle sí está muy interesada en él ¿la conoces? —musitó
—Claro, es una chica muy agradable y creo que me menciono ello—recordó vagamente—me agrada
—Hablando de Isa—hace una seña—ahí viene, tengamos un pequeño momento de mujeres
Isabelle era una chica muy conocida instagramer muy sexy, había protagonizado una película en Netflix y uno que otro papel pequeño—Hola rubias—toma asiento en frente de ellas—¿Qué cuentan?
—Conversábamos de que aún no conozco a "Nico alexander"—hizo comillas con sus manos
Ella abre los ojos estupefacta, asombrada de hecho—Cómo que aún no conoces a Mil....
Desafortunadamente el asistente del director las interrumpe al acercarse
—Buenos días, lamento interrumpir pero empezaremos a grabar y abordaremos primero Ariadna y Meg,luego con Alex que ya está próximo a llegar, entonces a cambiarse
—Por supuesto—respondió emocionada
De camino ahora a casa uno de sus puestos para su preparación, Ariadna camino a su camerino y las demás chicas también
—Buenos días baby
Era su novio, Alex Aiono aparece a su vista con una gran sonrisa y la sorprende con un beso
—Hola cariño—le sonríe sin ganas, aun recordaba lo que pasó hace unas semanas a pesar de no haber hablado
—¿Cómo estás? Recuerda que almorzamos juntos hoy
—Las chicas quieren que almorcemos juntas también, las invite para que estén con nosotros
—Claro, lo que tú quieras—le roba un beso. Ella responde sin ganas, aunque intenta disimular
Alex notó su sin sabor y preguntó—¿Estás bien?
—Sí, es un leve dolor de cabeza que acaba de darme, debo ir alistarme—mintió
—Está bien, Te amo—le dio un beso en la mejilla—toma algo por favor
Ella al escuchar hace una mueca, rueda sus ojos y se muerde el labio inferior de su molestia, prefirió seguir curso a su camerino, intentando no regresar y decirle que sabía lo que pasó, lo que hizo y que era un idiota, un cobarde por no querer decirle.
Ariadna entro a su camerino con el corazón en sus manos, cansada —piensa que soy una tonta y no sé lo que hizo—tomo asiento en frente del tocador—¿Cómo puede actuar como si no hubiera ocurrido nada? —pensó en voz alta
Sus ojos empiezan a cristalizarse, sintiendo un golpe en su pecho qué se hunde más y más, a pesar del dolor ella tampoco era 100% santa, aunque fue llevada por los impulsos, pero ¿La vida en ese aspecto debía tratarla de esta manera? Su impulsividad fue debido a lo que vio de Alex.
Se arrepiente, por supuesto, pero ¿Acaso Alex no?
—¿Quién habla tan fuerte?
Un chico de cabello castaño oscuro con una camiseta blanca y jeans rotos aparece a la vista de Ariadna que lo visualiza a través del reflejo del espejo
Ella se sobresalta ante ello. ¿Qué hacía el en su camerino? Estupefacta se levanta de la silla impactada para enfrentarlo.
Le resultaba familiar su rostro, de hecho, demasiado, sabía que lo había visto antes, pero en ese momento no recordaba donde, el chico llevaba unos lentes de sol y al levantarse del sofá en que se encontraba y ver su altura y morfología se asombro porque por su mente entro en juego al creer quien ella pensaba.
Alguien que pensó que había dejado atrás
—¿Que haces aquí? —preguntó confundida y con algo de molestia. Cualquiera lo estaría cuando un desconocido entra solo así a tu espacio
—La pregunta es qué haces tu... —se levanta del sofá para quedar en frente de ella y quitarse los lentes de sol, el chico se sorprende al percatarse de quien era, queda boquiabierto y perplejo, aunque no fue de disgusto: —Ariadna... —dijo atónito
Al momento en que él se quita los lentes Ariadna da un paso hacia atrás, sintió que vio un fantasma, su corazón pasó de tristeza a latir mil por segundos de la sorpresa—Qué haces aquí en mi camerino, Milo?
—Este es mi camerino, Ariadna—Afirmó
—No, este es el mío—el insistió asegurando su afirmación
—No—negó, con ello decide acercarse a la puerta principal para señalarle el letrero de atrás de ella que llevaba el nombre del californiano
—Pero qué... no, no—niega con la cabeza incrédula de la situación—yo me subí ayer aquí
—Tal vez los cambiaron, yo acabo de llegar prácticamente
Joder
—Espera... —se detuvo para analizar y esclarecer— ¿Tu eres Nico alexander?
—Sí claro—Aseguró—todos lo saben
Ella toma asiento y niega con la cabeza. Debes ser una broma de mal gusto. —¿Es en serio, Milo? —preguntó una vez más ya que aún no lo creía
—Sí—afirmó—¿Por qué? ¿Te sientes nerviosa por trabajar conmigo? —se acerca a ella lentamente fijado sus ojos en los de ella, toma su mano para levantarla
—No... no... —el tono de su voz demostró los nervios que ella empezaba a tener. Milo recostó su hombro en la pared escuchando con atención. —No lo sabía—se encoge de hombros—que eras Nico, además no has estado en las lecturas del guion, menos podría saberlo—. Milo rio entre dientes. A Ariadna le resultó muy sexy
—¿No revisaste las primeras páginas del guion? —preguntó
—Ay por favor, Milo—le lanzo una mirada obvia no sin antes rodar sus ojos—sabes que nadie lee las primeras
Milo soltó una pequeña risa—Qué bueno que te divierte mi negligencia—respondió irónico
—Yo no puedo creer que nos encontremos de esta manera después del fin de semana de mi cumpleaños—. Ella rueda sus ojos y sonríe leve. —Me gusta cuando haces eso
Ari se ruboriza un poco, pero intente mantener la razón antes que la emoción—Esto tiene que ser una broma, Milo, esto es algo de mal gusto ¿cierto? —dice algo paranoica—Alex no puede saber esto—señaló
—¿Saber qué? —cuestionó—¿Qué soy tu coestrella? Ariadna él fue de las primeras personas en saber
—Que me lleve el diablo... —. Milo ríe. —¿Podrías dejar de reírte? No le veo lo gracioso
—Oh créeme que sí lo es—ríe nuevamente—en serio no entiendo que te preocupa, Alex no sabe lo que pasó
—Debí leer las hojas de los personajes ... —Ariadna pasó su mano por su cabello dejando a muestras su estado de intranquilidad—podría esperar a cualquier persona menos a ti
—Ya estamos aquí, tranquila, tal vez sí, tal vez no debiste leer eso, no interesa—ladeo su cabeza y sonrió de lado—. Esa sonrisa de lado que inspiraba masculinidad, cierta dulzura y picardía. — por cierto, ves muy hermosa hoy
Milo se acerca de manera sutil y prudente, reposó sus manos en la cintura, la ateniense quedó casi anonadada cuando se acercaba como si no supiera que hacer cuando estuviera cerca.
—Gracias, Milo— sonrió, no puso, pero alguno cuando el dejo caer sus manos, de hecho, le gustó
—Estuve de viaje y no pude evitar no pensar en ese sábado
Sentía el calor de sus mejillas por la adrenalina que empezaba a subir, el hecho de que pusiera sus manos en su cintura que empezaba a acariciar la relajaba, no distinguía si incluso la excitaba
—Milo detente... —musitó, tragó en seco, pues luchaba contra lo que su cuerpo pedía, no podía evitar sentir esa atracción hacia el actor
Él frunce el ceño—¿Es lo que quieres? —el actor reposa sus manos en las mejillas de ella, levantando su mirada y hacer contacto con sus ojos
—Estoy con Alex, lo sabes.
La mirada de Milo fue desconcertante y confusa—¿Siguen juntos después de lo qué pasó? ¿Lo perdonaste?
—Eso no te concierne, Milo
—¿Al menos hablaste con él?
—No, no sé si quiera tener esa conversación—Ella toma asiento para poner sus manos en su rostro, pensativa sobre Alex y ella
—Entonces termina con él—levanta sus hombros— sencillo
—Sí claro—rueda sus ojos—y acostarme contigo—le sonríe sarcástica
—¿Por qué no? —ladeo su cabeza algo extrañado—ganas no te faltaban ese día, además, estabas ebria y no me gusta de esa manera
Ella se ruboriza al recordar el día que estuvo con Milo, la manera en que lo hizo y en que situación—No seas ingenuo y no quiero hablar de eso
—¿Por qué no? A mí me gusto lo de la otra noche... —Pasa la yema de sus dedos por las mejillas de Ariadna—Me gusta cómo reacciona mi cuerpo a ti
Ella tenía casi en su frente la mitad del cuerpo del actor. Hacía su frente tenía cerca la cremallera de Milo, Recordó aquellas sensaciones de esa noche cuando Milo la besó y tenía ganas de más
Ella zafa de sus pensamientos sus impulsos
—Milo pronto llegará la maquilladora y no quiero hacerla esperar
—Podemos aprovechar el tiempo que quedé
Ari se ruboriza, aunque sabía que no era correcto, niega con la cabeza para caminar hacia la salida del camerino
—Luego hablaremos de esto
Ella cierra la puerta en shock por ver a Milo dentro del estudio. Como podía tener al chico que besó hace unos días como coestrella.
A unos pasos estaba su lugar para prepararse, dentro de él toma se recuesta en el sofá intentando captar la idea tener al amigo de su novio trabajando juntos
No puede negar que le atrae la forma en cómo le coquetea desde la primera vez que lo vio, no podía dejarse provocar de él
.
Presente
Pasado mañana sería la premiare de la película ya filmada donde era protagonista con Alex, su proyecto anterior. Eran las 8pm y aun seguían en el estudio, las estrellas iluminaban la noche y radiaban por su presencia, era un adorno perfecto en la naturaleza.
Estaba en la cafetería del lugar terminando un Hot Hog, era lo único que quedaba en el lugar, casi todos se habían ido y la producción pidió a unos pocos que se quedaron para terminar la última escena del día. La noche era tranquila, el viento soplaba a tal manera que purificaba el alma, el sonido de las hojas y el olor del mar cerca del estudio era perfecto, estaba sola disfrutando de lo que podía era su cena
Alex aún trabajaba en sus escenas juntos a los demás
—Ari— llamó la atención de Justin quien pasaba por el lugar—no sabía que seguías aquí
—Espero a Alex—le sonríe—pero tenía hambre así que mientras espero como algo ¿y tú? ¿Ya te iras?
—Sí—afirmó—es tarde ya y quiero descansar
—Está bien, nos vemos mañana
Antes de irse y tomar rumbo a casa Justin se acerca a la griega y toma siento a su lado—Ari solo quería comentarte que hiciste un excelente trabajo en el viaje junto a tu escena con Milo, sé que no se llevan bien—ríe cuando recuerda los momentos en que ella y el californiano discutían— sé que es difícil haber hecho algo donde requería que guardaras tus emociones, quería felicitarte por eso
—Gracias, Justin—hice el intento, lo viste, de llevarme lo mejor que pueda con mi coestrella—rueda sus ojos para después reír ambos—sigo sin entender como lo toleran
—Lo sé, tenía el presentimiento de que se llevarían mejor al final—se levanta del asiento para emprender su camino
—¿Ah sí? —cuestionó—¿Por qué lo dices?
—No lo sé, siento que sus personalidades no van al margen, eso está clarísimo—ríe—pero bajo mi opinión profesional si me permites, los opuestos siempre son mejor, nunca veras al polo positivo atraerse por el positivo, nunca te sorprenderá el eclipse si nunca juntas la luna y el sol, sobre todo sabiendo que son opuestos
—Entonces ¿Milo y yo somos un eclipse? —carcajea—eso sí es nuevo
—Más o menos, son ideas locas en mi cabeza cuando intento organizar una escena como la de ustedes, de odio y amor, de pasión con furor... un fenómeno
Ariadna niega con la cabeza—sigo sin entender—ríe una vez más—Milo y yo... —hizo retrospectiva de los momentos difíciles con Milo, se agarraba de aquellos para no pensar en otros—simplemente no podemos
Que buena manera de simular
—No estés tan segura, además—agregó—la vida es más loca de lo que crees—le señalo y le lanza un beso de despedida—descansa
—Buenas noches, Justin
Ariadna aún con risa en el rostro debido a la respuesta de Justin termina de hot dog.
Un fenómeno. Pensó en voz alta, para Ariadna el único fenómeno era el tormentoso de Milo cuando era insoportable, no obstante, en el viaje su comportamiento con ella el día que estaba muy mal fue algo que reconoce que un gran acto que no pudo decirle en el vuelo
¿Por qué se agarraba de lo malo? Tal vez porque no quería recordar lo bueno y no hacer lo correcto
Ahora camino al sector donde estaba grabando Alex pensó realmente como Justin podría decir eso, para ella, Milo era sólo un hombre más en la lista de tarados en el mundo, tenía todo aquello que no le gustaba en un hombre
Son un fenómeno, pensó en voz alta. Por favor, un día sacara de quicio a alguien, eso si es ser un fenómeno
—¿Con quién hablas?
Ariadna se sobresalta al escuchar esa voz, ella se voltea topándose al californiano con un vaso de café en mano, llevaba unos jeans rotos de las rodillas, clásicos tenis blancos y una camiseta gris oscuro, sus lentes clásicos de la misma manera colgados en el borde de la camiseta, al igual que la cadena que llevaba en su cuello. Estaba sentado en una banca del lugar poco iluminada
—¿Tú que haces ahí... a oscuras? —preguntó con su corazón aun agitado por el susto—¿Por qué estas a oscuras?
—No lo estoy, esta esa lámpara de ahí que ilumina el camino-señaló-sé que no hay nadie más por aquí por eso pregunté con quién charlaba
—No te interesa, Manheim—se da la vuelta para seguir su camino—adiós
—Touche—respondió Milo sin mucha importancia y siguió bebiendo su cafe
La mente de la actriz al verlo recordó lo que había pasado en el viaje cuando estuvo mal por Alex, fue muy caballero y gentil de su parte, por lo que vio los demás no lo sabían así que también fue muy prudente de su parte no decir nada ¿Debía regresar y decirle algo respecto?
No lo hagas
No lo hagas
—Por cierto—se regresa un poco hacia donde se encontraba sentado el chico de ojos color miel—nunca te agradecí por ayudarme en el viaje en mi estado... ya sabes
—Ebria—sonrió de lado—estabas ebria
—Eso—le señala—fue un acto muy lindo
—De acuerdo—asentó— no pasa nada—le lanza una agradable sonrisa—¿A dónde ibas? Por favor no me mandes al diablo ahora por esa simple pregunta
Ariadna soltó una risa burlona—Al set a esperar a Alex con él
—pff—bufeo—tendrás que esperar un poco más de lo que piensas—se recostó sobre la banca con sus manos en el cuello, optando una postura relajada—no saldrán hasta las 9:30
—¡Que?! —exclamó—no creo que pueda estoy muy cansada—replico
—Yo estoy esperando a Isabelle, le debo un par de favores así que, si quieres irte con tu noviecito, busca un lugar cómodo porqué la noche aún es joven—saca sus Airpods de su bolsillo—hay otra banca por allá por si buscas donde sentarte
—Gracias
Milo asiente para después incorporarse cómodamente y estar en su teléfono. La griega camino a la banca dicha estaba un poco más oscuro lo cual no emocionó mucho a la griega, sacó su teléfono para percatarse de la hora, aún faltaba mucho para que saliera.
Negándose por dentro, un poco incomoda por lo que haría, con un poco de inocencia y precaución se acerca al californiano sentado escuchando música mientras bebía de su café. Milo levantó la mirada, frunce el ceño debido a tenerla en frente
—¿Qué ocurre? ¿Está ocupado?
—No, en realidad está oscuro y a veces hay animales merodeando debido a la naturaleza que hay aquí y...
Milo levanto la ceja debido a aquella respuesta—¿Tienes miedo, Karagiannis? —cuestionó
—Pff No como crees—se cruza de brazos y evade la mirada del chico de ojos Avellanas—por supuesto que no
—No importa si no lo quieres admitir, no es la primera vez que lo haces—ríe—puedes sentarte
A pesar de lo pequeña que era, Ariadna optó por el extremo de la banca dando una ligera distancia entre el californiano, para ella un momento incómodo, para Milo intentaba ignorar lo que sentía estando cerca de ella que aún no entendía lo que era, pero no quería hacerla sentir incomoda, era más complejo.
Permanecieron en silencio por 10 minutos, Milo escuchando música, Ariadna mirando las estrellas y gozando de la tranquilidad de la noche
Un par de ocasiones Ariadna lo miró y él a ella, aunque no lo reconocieran, aunque evadían la mirada cuando él otro quería hacerlo
—¿Qué haces? —preguntó amable el actor
—Solo disfrutó de la tranquilidad de la noche ¿y tú?
—Disfrutó de la música—señalo su teléfono—es agradable la noche y más con música
—¿Te gusta mucho?
—Sí—afirmó—es como la actuación, es parte de mí, como los árboles parte de la naturaleza ¿Me entiendes? La noche parte de la naturaleza
—Lo entiendo, por cierto—miró su panorámica, la vista—esto es genial, no sé porque nunca me había sentado aquí en la noche, las estrellas están—levantó su mirada—hermosas...
—La última vez que vimos las estrellas fue cuando estábamos en la casa de campo
Ariadna recordó aquel fin de semana, el día que lo conoció, aquella noche del viernes recostada en el césped descansando mirando las estrellas y él se sentó a su lado. Fue la primera vez que sintió una chispa, una que no debía, pero simplemente pasó.
—Lo recuerdo—asentó—fue una noche hermosa
Milo miró a la ateniense, la forma de sus labios era deseable para el californiano en esos momentos, siempre la ha deseado. La mirada placentera hacia la infinidad del cielo al Californiano le recordó esa noche juntos en el césped, estaba interesado en sus palabras cuando se sentó junto ella, le resultó preciosa verla con el cabello en el césped lleno de algunos pétalos que caían de los árboles.
Seguía para él igual de preciosa
—Sí, lo es
Ariadna se percata de la mirada del chico de ojos color miel, su mirada esta vez fue dulce, algo que era la primera vez después de todo que la veía. Sintió por un momento que se le cortaba el aire cuando conectó con sus ojos, aquellos que la han confundido y han sacado lo más salvaje de sí misma ¿Era correcto sentir que quería acercarse, sentarse en sus piernas y besarlo? No, no lo era y ambos lo sabían, ella zafa de sus pensamientos aquella idea, recordando a quien le pertenece su corazón
—Debo regresar con Alex, mirar si terminaron de filmar
—¿Segura? No creo que hayan terminado, Isabelle me hubiera enviado un Texto
—Quiero verificar—se levanta de la banca un poco inquieta—se supone que ya deben terminar y debo estar con él. La actriz quería huir de ese momento que la colapsaba de emociones
—¿En serio? Porqué creo que estas donde deberías estar
La rubia no supo que decir, pero su cuerpo si, sus mejillas se ruborizaron, aunque quisiera ocultarlo para Milo fue evidente.
Ella recuerda su posición, da la vuelta para caminar hacia Alex, su novio, pareja, amigo y amor, pues eso era lo que deseaba, llegar a casa, descansar, incluso de ser posible que le hiciera el amor, era a quien deseaba...
¿...o no?
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