Me encuentro solo, muy solo, acostado sobre el techo del Templo de Géminis, observo aquel manto de oscuridad que cubre el cielo pero sobre todo me encuentro observando aquella estrella solitaria en el manto de oscuridad.

No puedo evitar pensar que aquella solitaria estrella se parece mucho a mi. 

Suspiro. Desde hace dos solitarios años las cosas entre Aspros y yo no han sido iguales. Más bien, Aspros no parecía ser igual.

No sabía en que momento cambio todo, solo supo que de pronto su hermano parecía querer buscar distancia, solo supo que de pronto su hermano parecía cambiar y empeorar cada vez más. 

-estrella ¿Tú también te sientes sola?-murmuro aquella pregunta, veo que la estrella brilla en respuesta. Eso saca una sonrisa que es cubierta por la mascara de cuero que aprisiona mi rostro-tomare eso como un "si"-    

-Defteros-tomo aire el cual llena mis pulmones, no esperaba oír la voz de mi hermano pues ya no me sentía acostumbrado, pues como dije las cosas entre él y yo ya no eran iguales, él ya no era igual-¿Qué haces aquí? Es muy tarde-me dice, quiero responderle con sinceridad pero como tantas veces he hecho, decido callar.

-tienes razón. Es muy tarde-