•05"Siempre"
«1621»
Desde aquel primer reencuentro en persona que se hizo conocido tanto por sus padres como colonias vecinas y otros Imperios, ya ha transcurrido alrededor de todo un año completo; doce meses. No faltaba día alguno que se escribieran, enviarán o leyeran sus cartas, ni que seguirán avanzado en sus estudios pensando en el otro, y cada cuatro meses iban al territorio del otro para convivir más amena y personalmente, quedándose algunos pares de días residiendo en territorio vecino (de seis u ocho días aproximadamente). Conociendo poco a poco uno del otro y también aprendiendo a hablar, leer, escribir y pronunciar el idioma ajeno.
No cabe duda que su amistad se va fortaleciendo de poco a poco. A pesar de ser tan diferentes uno del otro y que al principio lo único que los hacía iguales es estar en el mismo continente y ser colonias. Pero sus demás diferencias no obstaculizo su relación que se va agrandando, fortaleciendo hasta el punto de hacerse más unidos y no solo colonias vecinas que todavía no gobiernan completamente su territorio.
Nueva España y Trece Colonias han quedado sin saberlo todavía o manteniéndolo en lo más profundo de su ser siendo desconocido para ellos, fascinados y cautivado por el otro.
Desafortunadamente; no es seguido como le gustaría visitarse, pues ambos están muy ocupados con sus propias colonias o territorios, entre otras cosas, pero cuando tienen la más mínima oportunidad, se ven y conviven, conversan de diversos temas, ríen y sin darse mucha cuenta, se coquetean y halagan mutuamente.
La distancia no es demasiada ya que son colonias vecinas por lo que nunca dejarán de estar comunicados uno del otro y pueden presumir visitarse en un corto período de días.
De momento, Nueva España había tenido la oportunidad de conocer al hermano de Trece Colonias, Acadia. Le agrado mucho oírlo hablar en francés y es más pequeño que ellos pero muy inteligente. No obstante, en caso inverso, Trece Colonias no ha tenido oportunidad de conocer en persona a alguno de los hermanos de Nueva España. El mayor motivo es que esto sería recorrer más distancia, además que estos no salen de su territorio sin aprobación y supervisión del Imperio Español quien no les deja. E incluso ha oído que ellos no hablan todavía bien y por completo el español, sino una clase de lengua antigua que solo Nueva España puede entender y traducir.
Por lo que de momento, solo se quedará con conocer a su vecino más cercano a las otras colonias se quedarán en un tiempo de espera largo.
Ahora mismo se encuentra en la biblioteca, como siempre estudiando mientras preparan su equipaje para su viaje de visita. En una hora debería estar listo su carruaje para salir y pasar tiempo con Nueva España. Sin embargo, le llego una noticia a él acerca de su vecino que visiblemente le preocupó.
—he is sick?(¿Está enfermo?)
—It seems. He's been in bed for days. (Eso parece. Lleva días en cama).
—It's very serious?(¿Es muy grave?)— pregunta severamente preocupado. ¿Le habrá dado alguna enfermedad contagiosa?
Que un Imperio, ciudad o colonia se enferme es de las cosas más inusuales que se puede ver. No es imposible, por lo general tiene que ver con lo que le está pasando a su gente para que afecte a la colonia. O quizá también pueda ser-
—Not so much anymore, but he's still sick. Do you want to risk? (Ya no tanto, pero sigue enfermo. ¿Quieres arriesgarte?)— le menciona su padre.
—Do I have a lot to do?(¿Tengo mucho por hacer?)
—I'll let you visit it. But study on the way(Te dejaré visitarlo. Pero estudia en el camino)— le recomienda.
El viaje hacia la capital o centro de Nueva España es un recorrido de tres días, quizás dos sino se pone a descansar por algunas horas. Pero piensa que en un futuro habrá medios de transporte más rápidos y quizás alguna día, ya no tarde tantas horas en viajar hacia por lo menos, la frontera de su vecino.
—I will do it (Lo haré).— le responde tranquilamente. Cierra su libro y decide llevarlo consigo para terminarlo en su viaje.
Quiere salir lo antes posible y darle una pequeña sorpresa Nueva España, además de averiguar si está enfermo de un simple catarro o algo más grave, y espera que no sea la segunda opción.
🌹🌹🌹
Cuando llegó al Palacio donde vive Nueva España donde fue recibido como es debido, se enteró rápidamente de que está enfermo la colonia, lo cuál es menos grave de lo que imagino. Solo le dio un fuerte catarro con un poco de fiebre alta, lleva posado en cama alrededor de seis días, ya casi una semana.
Al dirigirse al cuarto de Nueva España, le dijo a la servidumbre no avisarle sobre su llegada puesto quiere que sea una total sorpresa. No le importa verlo en paños menores o sin un traje elegante o más casual, solo quiere estar a su lado.
Primero tocó la puerta dos veces, el contrario gritó un "quién es", y Trece Colonias pensó en fingir una voz más grave para que creyera que es alguien diferente, quizás alguien de la servidumbre, también se percató de que no se escucha tan enfermo. De tanto pensarlo y perder tiempo, al final debido a los nervios, terminó diciendo un "soy yo", esperando que su acento no se marcará en una muy corta oración. Luego se sintió estúpido al decir solo un "soy yo", pues eso no revela quien es y duda demasiado que Nueva España lo dejara entrar. Rápidamente desecho la idea puesto su vecino respondió con un "pasa" lo cuál le asombró más.
No sabe si es bueno o malo que Nueva España dejé entrar tan fácilmente a alguien a su habitación, su intimidad, a cualquier desconocido extraño que diga un "soy yo". ¿O lo habrá reconocido?
—¿Qué haces aquí?— dice sorprendido la colonia de cabellos castaños cuando el rubio cerró la puerta detrás de si y se acercó hasta él. Eso responde a la pregunta de Trece Colonias, Nueva España realmente no tenía mucha idea de quién era y aún así lo dejó pasar.— ¿Cómo es posible que papá te haya dejado pasar?— cuestiona con cierta sorpresa. Su padre es muy estricto con las visitas cuando está en casa, más si se trata de un extranjero y todavía aún más si se encuentra enfermo.
Nueva España luce un tanto avergonzado que sea visto así, a tal punto que se cubre por completo con las sábanas y solo deja descubierta su frente. Trece Colonias se pregunta si está avergonzado por verse enfermo o por estar en paños menores. Pero no debería porque de ser la segunda, después de todo, ya están en confianza, ¿No?
—Soy muy convincente. Creo que ya no desconfiar demasiado de mí. — alardea sonriente. Poco a poco se va ganando la confianza y aprobación del papá de Trece Colonias.—¿Te sigues sintiendo muy mal?
—No es la primera vez que me da fiebre alta ni catarro, pero tampoco me ocurre con regularidad.— responde, luego de varios segundos por fin se destapa su rostro y mira a su vecino, quién tomó asiento en un sillón muy cerca de él. Solo a un metro de su cama. El rubio parece mirar sus manos aferradas a la sábana. —Solo necesito descansar y comer caldo de verduras con pollo.— agrega despreocupado. De vez en cuando se sorbe la nariz con un pañuelo que tiene. No se ve muy cansado.— ¿Qué tanto me miras?— pregunta apenado ante la mirada fija del contrario.
Ojos azul cielo no le quitan la mirada de encima.
—Tienes mocos. — dice burlón. Él no suele ser alguien bromista o humorista abiertamente.
—Porque todavía sigo enfermo. Ugh, da igual.— hace un mohín en sus labios, inflando sus mejillas "molesto".—¿Para que viniste hasta aquí? ¿No te dijeron que estaba enfermo?
—Para pasar rato contigo. Admito que en planes no estaba que tú estuvieras reposando en cama enfermo, así que tuve que modificarlo.
—¿Modificarlo?— arquea la ceja curioso y confundido.
—Soy tu mejor amigo, necesitas compañía. ¿Quién mejor que yo?
—Puedes contagiarte. El catarro se contagia de varias maneras y puedes durar hasta semanas con él.— le recomienda mejor alejarse. No quiere enfermarlo a pesar de que el catarro no es una enfermedad realmente grave y la fiebre alta ya se le haya bajado.
—No te preocupes por contagiarme, me recuperar en pocos días.— sonríe confiado. Ciertamente está tomando su distancia, está usando unos guantes blancos pero Nueva España duda que aquello sea suficiente.
Una de las tantas formas de contagiar el catarro es ante el contacto físico. Aunque no se sabe si debe ser un contacto que dure varios minutos o si con incluso dos segundos ya bastará.
—Eres muy terco.— reprocha Nueva España, no precisamente molesto, más bien preocupado pero recalcando la terquedad del rubio.—Luego no me culpes si te enfermas después. — dice cruzado de brazos, para después acomodarse en su cama y cubrirse con las sábanas.
—¿Acaso te irás a dormir temprano?— pregunta curioso el anglohablante.
No son ni las ocho de la noche y Nueva España ya quiere irse a dormir.¿Estará tan cansado o solo no quiere verlo?
—Tengo mucho sueño.— le responde soltando un bostezo largamente genuino.—Será mejor que vayas a dormir en la habitación para invitados. — le recomienda, recostado boca arriba.
—La verdad es que, cuando te sientas mejor, quiero salir contigo. — confiesa el de orbes azules un tanto ansioso. No se piensa ir hasta que Nueva España mejore y puedan salir juntos. Quizás deba admitir que su vecino tiene razón, es muy terco y no se cansará hasta obtener lo que quiere.
Aquello llamo bastante o lo suficiente la atención del castaño para levantarse nuevamente y mirarlo a la cara. No se sabe si ya no tiene sueño o solo quiere seguir escuchando a Trece Colonias hablar sobre sus planes de salida.
—¿Salir? ¿Salir a dónde?— cuestiona interesado y curioso la pequeña colonia.
—A dar un paseo por tus tierras.— responde poniéndose de pie, realmente quiere acercarse más al castaño pero esté lo evitará por no querer contagiarlo.— No conozco ni la mitad de tu territorio o de este lugar. He pensado salir en un picnic.
—Eso suena muy romántico para solo dos amigos. — dice pensativo ante la idea de salir con Trece Colonias, solo ellos dos. No es que le avergüence o desagrade la idea, le pone nervioso solamente el pensarlo.
—¿Desde cuándo cuestionas todo lo que digo?— arquea la ceja extrañado por el comentario de su amigo. Tiene ganas de darle un pequeño golpe, jalarle el cabello o quizás algo más con el que tenga que hacer contacto físico, y le da igual si está enfermo.
—¡Ay!¡Suelta mi mejilla!— exclama Nueva España entre sorprendido, avergonzado, nervioso y un poco enfadado por el jalón de mejillas que Trece Colonias atrevidamente le hace.
—Eres adorable mientras estás reposando en cama.— admite el rubio entre pequeñas risas. Más no en modo de burla, habla enserio aunque quizás el castaño no le crea.
—¡No seas tonto!— dice un poco desesperado, por fin Trece Colonias lo suelta de su mejilla la cual ahora está adolorida.— Es muy aburrido y horrible estar acá sin poder hacer nada. Pierdo tiempo estando varias horas en cama.— dice bastante molesto con la situación.
Con trabajo lo único que podría hacer de provecho estando en cama enfermo estos días, habría sido leer algunos libros pero sin forzarse a leer demasiado por tantas horas seguidas.
—Si te recuperas pronto, se puede salir de picnic. Así que dile a tu cuerpo que mejore. — le dice con una sutil sonrisa, como si aquello fuese tan fácil de hacer.
Nueva España hace una mueca en sus labios, y aunque esté tenía pensando volver a recostarse a la cama para dormir, no lo hizo. Como si se hubiera acordado de algo, se mantuvo despierto y puso un ensamble más serio.
—Hay algo de lo que me gustaría hablar contigo.
—¿Por qué tan serio, de repente?— pregunta aún con una expresión relajada y despreocupada. Sin tener idea de lo que Nueva España quiere decirle.
—Sabes que nosotros no nos ocultamos cosas. Y tú también has dicho querer saber mucho sobre mi historia, y aún hay un montón de cosas que no tienes muy en claro.— retoma el tema con una breve explicación de introducción a lo que quiere contarle, informarle.
—Correcto. — asiente, pues es cierto que hay muchas cosas que aún no sabe de él y se prometieron hace tiempo, no ocultarse nada.—Especialmente la relación entre tú y tu papá. Es un tema que tenemos pendiente.
Nueva España toma aire para relajarse, luego de varios segundos en pensarlo, confiesa:
—Mis hermanos y yo, no somos sus verdaderos hijos.
—¿Eh?— Trece Colonias hace una expresión rara, confundida.
—Es un tanto complicado de entender al principio.— hace una breve pausa. Se relame ligeramente sus labios para volver hablar. Pequeña acción que no pasa de desapercibido para el rubio.—
España nos hizo sus hijos a la fuerza.
—¿A la fuerza?— repite extrañado y sin poder creerlo. ¿Habrá escuchado mal?
Aún recuerda a las otras colonias "hermanas" de las que habla Nueva España, las que ocasionalmente le menciona en sus cartas.
—Ninguno de nosotros antes, era el hijo como tal del Imperio Español. No lo conocimos al nacer. Nuestros verdaderos padres murieron a su llegada. Nuestros imperios cayeron. — continúo explicando, apretando los puños con fuerza entre las sábanas y frunciendo el ceño ante un amargo y triste recuerdo.
Algo hizo click en la mente de Trece Colonias, juntando palabras claves como "caída" e "imperios". Recordó las civilizaciones de las que Nueva España le ha contado un poco, Aztecas, Mayas e Incas, principalmente esas tres.
—La caída de Tenochtitlan.— menciona lentamente, esperando no equivocarse.
—Correcto. Cuando te preguntabas porque nuestra relación con él no es muy buena o porque otros dicen que no nos llevamos bien o soy el hijo más rebelde que tiene, es por eso. Vi con mis propios ojos desde muy pequeño, como violentaron a mi gente en aquel entonces. Fue una total masacre. Mis hermanos eran más chicos que yo, no dudo que lo recuerden pero, ellos se han resignado en parte, ante la autoridad y poder de "padre". Pero yo... Yo no, no puedo olvidar lo que él hizo. Nunca lo perdonaré. — dice con tanto resentimiento en su ser, abrazándose así mismo para controlar un poco sus temblores.
Sus palabras suena tan duras consigo mismo, su voz empieza a temblar y sus ojos se vuelen cristalinos. En el interior quiere llorar, más no lo hace. Trece Colonias al mirarlo así, no sabe que decirle exactamente o como consolarlo. No quiere decirle un "lo siento" falso o fingir empatía, realmente quiere apoyarlo y estar ahí para él, no le gusta verlo llorar por amargos recuerdos del pasado. Él no sabe lo que es que tú gente muera por una masacre o la caída de algo muy importante para ti, pero no por ello significa que no le importe.
—Mexico, this is very hard for you, you don't have to continue ... You are sick (México, esto es muy duro para ti, no tienes que seguir... Estás enfermo).— le recuerda, hablando por fin en inglés y mostrando lo preocupado que está por él.
—Esto no es todo.— traga duro, se le ve todavía bastante afectado con el tema. Pasa algunos minutos para que se tranquilice y poder continuar hablando.— Si te cuento esto no solo es para que sepas mi crudo pasado, sino también de algo más que me enteré hace algunas semanas atrás. Y es en relación a ti.
—About me?(¿Sobre mi?)— pregunta a lo que el castaño asiente pensativo.
Trece Colonias no entiende en qué se relaciona el pasado de Nueva España con él. Hasta donde tiene memoria, nunca lo conoció hasta hace poco menos de dos años. Incluso hasta su padre debió conocerlo mejor que él.
—Yo y varios hermanos míos somos colonias adoptadas.— vuelve a mencionar afligido, pero a fin de cuentas es la verdad. No comparte ningún sentimiento verdadero ni profundo de familiaridad con quién es su padre ahora.— Porque antes del Imperio Español, teníamos una familia, creencias y cultura propia. Es por eso que él nos tiene muy supervisados, porque es precavido y quiere evitar que en algún futuro lejano o cercano, nos libremos de él. — hace una breve pausa. Pensando cuidadosamente lo que va a decir puesto es lo que tiene relación con Trece Colonias.— Sin embargo tú... Tú no eres una colonia adoptada. Tu si eres hijo "legítimo" del Imperio Británico. Pero las tierras que habitas actualmente, antes no eran de él.
—What?(¿Qué?)— expresa más confundido y hasta cierto punto indignado. ¿Cómo que aquellas tierras no son o eran de su padre? ¿Quizás le pertenecían al Imperio Francés? ¿Por qué Nueva España lo menciona y explica como fuera algo malo?
Por lo menos se siente tranquilo en la parte en qué él si es hijo del Imperio Británico y no es una colonia adoptada. Después de todo, poca es su familia. Su padre y su hermano Acadia. No sabe si contar como tío u otro "padre" al Imperio Francés, aún lo piensa seriamente acerca de ese tema.
—Antes de que nacieras, Trece Colonias, ya había nativos viviendo ahí. Que actualmente, ya no queda ninguno de ellos. — le informa seriamente.
—What happened to you?(¿Qué les pasó?)— dice con bastante asombró y extrañes, su padre nunca le contó que antes de que él naciera y que le diera el territorio en esa zona norte del continente, ya había gente viviendo ahí. Nacida de ahí pero que ahora, ¿Ya no están? ¿Qué les pasó entonces? ¿Por qué Nueva España se toma su tiempo en decírselo?
La intriga lo carcome, realmente quiere saber que fue lo que sucedió. Toda su vida ha creído, desde que le dieron su nombre apenas nació o se fundó, que todos los que viven ahí son llegados, descendientes del Imperio Británico o los ingleses.
—Mi padre fue "amable", a comparación del tuyo.— aclara su garganta, hasta para él es difícil de admitir la diferencia entre el Imperio Español y el Británico.—Mientras que el Imperio Español mató a miles de indígenas pero aún así dejó varios otros vivos, inculcando les su religión, costumbres, idioma y demás cosas, o incluso usándolos de esclavos, sin llegar a acabar por completo con los originarios del lugar, el Imperio Británico...
—What did my father do? I need to know, please New Spain, I will not tell anyone what you told me nor will I hate you for telling me the truth(¿Qué hizo mi padre? Necesito saberlo, por favor Nueva España, no se lo diré a nadie lo que me contaste ni tampoco te odiaré por decirme la verdad)
Aunque en lo profundo de su ser sospecha un poco de lo que pudo haber hecho su padre con los nativos del lugar, realmente no quiere creerlo y prefiere esperar a que Nueva España se lo diga.
—El Imperio Británico exterminó a todos. No dejó a nadie vivo. Quienes originalmente habitaron ahí, ya no existen más, están muertos. Con la llegada de los británicos para vivir ahí, tú naciste para ser dueño del territorio con la supervisión de tu padre.— concluye el delicado tema del qué tanto ha querido hablarle, dejando a un atónito Trece Colonias al conocer la verdad del pasado, al descubrir la oscuridad en su padre y la cruda realidad de quienes vivieron en la tierra que él representa ahora, están muertos.
Del exterminó llegó su nacimiento, y al imaginarse aquello realmente le duele y repudia saber los acontecimientos que sucedieron y los cuales apenas ahora se entera. Si no fuera por Nueva España,¿Su padre se le hubiera dicho? ¿O seguiría siendo un completo ignorante del origen de sus tierras?
—how did you discover all this?(¿Cómo descubriste todo esto?)— pregunta bastante pasmado todavía por la verdad, y curioso por saber cómo es que Nueva España se enteró antes que él.
—Hace tres semanas mi papá me lo contó mientras hablábamos un poco de las colonias vecinas y cómo es un conocido cercano de tu padre, no le fue ningún secreto. — suspira afligido. El viaje que su padre y él cada cierto tiempo se dan para charlar y ser más "cercanos", le da oportunidad de tocar cualquier tema que él quiera sin ser ignorado. —Yo no sabía de ello porque desde la caída de Tenochtitlan se me encerró aquí por varios años para no escapar, mientras me inculcaban sus costumbres, idioma, y demás cosas, no estaba enterado de las cosas que pasaban en el exterior.— revela con sinceridad.
Nueva España tampoco podía hacer mucho en aquellos tiempos. Antes de la llegada los Españoles, no conocía muchas civilizaciones vecinas más que los antiguos Mexicas, los Aztecas, los Mayas y los Incas a lo mucho, nunca supo que más al norte del continente habían más nativos. No tuvo oportunidad de explorar más allá, no tenía ni catorce años cuando comenzó la colonización.
—Con el tiempo, padre me permitió visitar a mis hermanos pero siempre acompañado. Hace apenas tres años es que tuve oportunidad de explorar por mi propia cuenta todo lo que es ahora el Virreinato de Nueva España, con una advertencia de mi padre de no alejarme demasiado de mis acompañantes y si, se enteraba que huí, me encontraría y me daría un severo castigo. — hace mención de ello con gran rencor ante las palabras de su padre. — No te lo quería decir en una carta, prefería que fuese en persona. Más físico e íntimo, personal.— agrega sincero.
Es increíble que hasta hace poco es que por fin le dieron un poco de "libertad" para explorar las limitaciones de su territorio, siempre acompañado y con varias advertencias que sonaban más a amenazas.
—Who else knows this?(¿Quién más sabe ésto?)
Para Nueva España es un tanto extraño como nuevo escuchar a Trece Colonias tan serio y enojado, especialmente si solo están ellos dos. Por una fracción de segundo, le dio algo de miedo y medito si estuvo bien que él haya sido quien le contó al rubio sobre los nativos originarios de lo que hoy es Trece Colonias. Piensa si no se habrá metido en algún problema, pero también que no está bien ocultarle estás cosas a su único amigo. No quiere perder su confianza, mucho menos su amistad.
—La mayoría de los Imperios, sino es que todos, lo saben. Pero la gente o la sociedad en los territorios, muy pocos han de saberlo. En cuánto las colonias... Según creo, sólo yo lo sé. No se si Terra de Santa Cruz lo sabe o tu hermano.— dice un tanto nervioso y temeroso de ésto.
Esta consiente de que su padre le dice muchas cosas a él antes que sus hermanos por diversos motivos, así que realmente duda que cualquier otra colonia lo sepa. Pero no puede decir lo mismo de Terra de Santa Cruz o el hermano de Trece Colonias, Acadia.
—I doubt my brother knows, my father wouldn't tell him. And even if the French Empire had told him, Acadia would have told me right away (Dudo que mi hermano lo sepa, mi padre no se lo contaría. Y aunque el Imperio Francés se lo hubiera contado, Acadia me lo hubiera dicho de inmediato).— explica seguro de sus palabras, pero todavía bastante afligido e impactado por toda la información que recién acaba de recibir.
Sin duda es un tema fuerte y muy delicado, desde lo de Nueva España con respecto a porque no ve a España como un padre, hasta los nativos que su propio padre al qué tanto admira y respeta, exterminó.
El Imperio Británico siempre le habló sobre tener mano dura pero, esto sin duda rebasó por todo lo que creía correcto.
—Supongo que si, los hermanos no deben ocultarse nada. Siempre deben apoyarse en todo momento y estar en las buenas y en las malas.— añade apoyando la confianza entre los hermanos. La unión que estos deben tener es sin duda ilimitada.
—I now ... I understand everything. Because you are not that close to your father or you do not respect him as such. (Yo ahora... Comprendo todo. Porque no eres tan cercano a tu padre o no lo respetas como tal).— dice cabizbajo.
—Solo quiero librarme de él. Aún es muy pronto para que la herida se cierre, perdonarlo por todo lo que hizo, todavía no puedo.— murmura en un tono triste y resentido. Dejar el pasado y ver hacia el "futuro", todavía no logra cerrar aquella herida que dejó la muerte de sus padres, de su familia, de su gente.
Para Nueva España es tan doloroso, porque no pudo pelear por su familia. Por su pueblo. Por su tierra. Y ahora, vive con aquel que hizo la masacre, vive con el nombre de "hijo". Como si fueran familia, él no lo siente así.
—There are still natives from the time of the Aztecs, right? (Aun quedan nativos de la época de los Aztecas, ¿No?)— pregunta el rubio pensativo.
—El mestizaje, sí. — asiente un poco más animado.— Es curioso porque ni los británicos ni franceses pensaron en mantener intimidad con los indígenas o nativos del lugar, pero los españoles, a ellos les dió igual mezclar su sangre. A ellos no les importo violar a las mu,— comienza a mencionar con picazón en la nariz y sus ojos cristalinos, realmente no quiso mencionarlo y un nudo se me hace la garganta que nunca termina la oración, no quiere recordar más otra vez.
—I know it must be very difficult for you, but I want you to know that you must not fall. Whatever happens, always stand up and carry on. I know it is difficult to forget, and forgiving costs a lot. So, never forget your roots, never forget who you are or who you were, or your civilizations, traditions or culture. (Se que debe ser muy difícil para ti, pero quiero que sepas, que no debes caer. Pase lo que pase, siempre ponte de pie y continúa. Se que es difícil olvidar, y perdonar cuesta mucho. Así que, nunca olvides tus raíces, nunca olvides quien eres o quien fuiste, ni tus civilizaciones, tradiciones ni cultura.)— menciona el rubio para acercarse hasta él, asentarse en las cobijas de la cama, inclinarse un poco y abrazarlo.
Nueva España no sabe que decir, le sigue doliendo recordar todo lo que he pasado, a pesar de los años y las décadas, no es un suceso que pueda olvidar tan pronto. Lo ha dejado marcado para siempre o por lo menos, para los siguientes años.
Busca reconfort en los brazos del ingles, incluso se le olvida por ese pequeño momento que sigue enfermo, lo único que quiere es aferrarse a alguien. Sus hermanos no están con él.
—Nunca olvides tu historia. — le susurra hablando en español sin dejar de abrazarlo. Lo único en lo que puede pensar es en el calor y el sutil aroma que desprende el castaño.
—Por favor, nunca me abandones. Quédate a mi lado. — pide en tono bajo, sin pensarlo, entierra su rostro en el cuello del rubio en busca de más protección y su calor.
Trece Colonias se pone nervioso, su corazón late con fuerza y rápido, incluso cree que late con tanta fuerza que se debe escuchar en toda la habitación aunque sea exagerado. No quiere concentrarse en las emociones que siente en estos momentos, solo quiere corresponder el cariñoso gesto de su amigo.
—¿Y que hay si me enfermo? ¿Me cuidarás?— le dice en un tono divertido, para ocultar su nerviosismo y molestar un poco al castaño. Que el ambiente dejé de ser tan melancólico.
—Tonto.— le responde mientras lo aparta un poco de él, sin deshacer el abrazo por completo. Pero ahora sus rostros están tan cerca que no evitan sonrojarse al mirarse en los ojos del otro y de inmediato, mirar hacia otro lado.
Pasan varios segundos para que alguno de los dos dejé la repentina timidez y hablé para romper aquel silencio que se vuelve incómodo.
—Just kidding. Regardless of the years, centuries, the time or future battles, I will always, always stay by your side. You will never stop being my friend (Solo bromeó. Sin importar los años, siglos, la época ni futuras batallas, siempre, siempre me quedaré a tu lado. Nunca dejaras de ser mi amigo).
Siempre es algo que suena tan lejano, duradero y tentador. Inmutable.
Y ojalá que aquello que dice ahora mismo no sea una mentira. Porque hace sonreír a Nueva España al escuchar aquellas palabras.
—D-De hecho, esté año se conmemora cien años de la caída de Tenochtitlan. — balbucea un poco al principio debido al sonrojo que todavía posee y los nervios, pero logra decir algo que es importante para él compartir.
Es increíble que ya hayan pasado cien años, un siglo desde la caída del Imperio Azteca, y aunque los Españoles lo celebran con motivo de festejo y algo de que sentirse orgullosos, él solo lo recuerda y lamenta en silencio. Honrando en su memoria aquellas familias que murieron.
En este entonces, Nueva España todavía no le ha terminado de contar acerca de sus festividades originarias y que aún se mantienen. El como ellos conmemoran a sus fallecidos ciertos días del año.
—Oh, eso es,—
No termina de hablar cuando el sonido de la puerta se hace presente, alguien tocando la madera para avisar su llegada.
Es el Imperio Español.
🌹🌹🌹
Palabras: 4,914
Fecha de publicación: martes 02 de noviembre del 2021.
Escritor: JaquiiAleWorld
Fandom: Countryhumans.
Nota del escritor:
El capítulo más largo que he escrito de este fanfic, hasta hora. Casi 5,000 palabras, wow.
Feliz día de muertos ✨👏!
Ojo, se que el día de muertos dura más día de lo que uno cree, se supone que inicia desde el 27 octubre y termina hoy 2 de noviembre.
En fin, no se cuándo volveré actualizar~ andaré ocupado con la universidad y otras cosas, así que no vemos!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top