Capítulo XXXI
He regresado a mi departamento una semana después, tras vivir esa semana libre con él ya incorporado al hospital me ha hecho meditar mucho mi respuesta.
¿Realmente me quiero casar? ¿Por qué ahora parece menos horrorizante pero sin dejar de serlo? Es cierto, se trata de Matt, alguien con quien cualquier mujer soñaría casarse, ¿pero yo también sueño eso? ¿no nos estamos apresurando demasiado? Ahg, mi cabeza ésta hecha un lío.
Mi organismo ya ha metabolizado los medicamentos, por lo que ya no necesito una elevada cantidad de psicotrópicos para estar calmada.
-¿Qué haces aquí? -indago frunciendo el ceño al ver a Matt.
-Smith pidió verme, ¿y tú? -responde con curiosidad.
Abro la boca para responder pero la puerta de la oficina se abre dejando ver a un hombre canoso y trajeado.
-Entren -nos ordena y por su tono serio intuyo algo malo.
El olor a café es lo primero en recibirnos cuando entramos a la pomposa oficina de nuestro jefe. Éste nos pide que tomemos asiento frente al enorme escritorio y obedecemos.
-¿Y bien? ¿Cuál es el motivo por el cual nos citó a la doctora y a mí? -escudriña el cirujano a mi lado notando el escrutinio de nuestro jefe.
Mis palmas empiezan a sudar y las froto discretamente sobre mi pantalón para secarlas.
-¿Me creen estúpido? -Eleva una ceja y sus labios dibujan una línea recta libre del carisma que lo caracteriza.
-Por supuesto que no, ¿a qué se debe su interrogante, doctor? -pregunto con calma y sin entender.
-Dos de mis mejores cirujanos deciden ausentarse, lo que me pareció bastante inoportuno pero dado a que tú jamás pides vacaciones -Mira a Matthew y luego a mí-. Y lo de usted era un asunto bastante delicado, según me indicó...
-Así lo era -afirmo con convicción.
-¿En serio? -dice y no paso por alto el deje de ironía en su voz.
-¿A qué viene todo esto? -interviene mi novio-. Hice uso de mi derecho al pedir unos días. ¿En qué me involucra esto con la doctora Smith? -Habla con tanta seriedad que me pone aún más nerviosa.
El director presiona sus labios y abre su computador, teclea algo y luego gira la portátil en nuestra dirección.
Mi boca se abre y miro a nuestro jefe entendiéndolo todo tras unos segundos.
La pantalla muestra una publicación en las redes donde está Matt en lo que parece ser un bar y mi querídisima hermana está tomada de su brazo.
Mierda.
Yo los mato.
-El que mantengan una relación no es mi problema en tanto esto no perjudique a mi hospital -habla el jefe-. Y el que ustedes dos se ausenten con mentiras solo por una escapada perjudica a mi hospital. Ambos son los mejores cirujanos en su área y dejaron tiradas cirugías muy importantes por irse de fiesta. Tratamos con la vida de personas, es nuestra responsabilidad velar por su salud -enfatiza y yo siento que me congelo.
-No es lo que piensa, esa no soy yo, se lo aseguro... -Me detengo en seco al notar la mirada de «esta mujer me cree idiota»-. Es mi hermana -explico y froto mi sien, exasperada.
-Y Miller tiene los ojos cafés -suelta con desdén.
Suspiro y evito mirar a Matt quien al parecer decidió dejarme abogar por ambos.
-Revise la foto, no es mi nombre el que aparece en la etiqueta, es el de Brenda Smith -murmuro entre dientes.
Él parece no creerme, sin embargo, me otorga el beneficio de la duda y teclea un poco más.
Mi mente empieza a dar muchas vueltas.
Si no me cree podré optar por el hospital donde trabaja Liam, lo cual no me emociona pero no es una mala opción.
Por otro lado está Matthew... Sé que ha trabajado duro por el puesto de jefe de cirugía y esto podría perjudicarlo. Esa fue una de las razones por las cuales él aceptó mi decisión de ser discretos en el trabajo.
Definitivamente necesito que me crea.
Percibo la mirada de mi novio y cuando siento que va a intervenir decido hablar nuevamente.
El doctor parece asimilar la nueva información pero sigue pareciendo molesto.
-Como verá, entre el doctor Miller y yo solo existe una relación estrictamente profesional -afirmo sintiendo el peso de la mentira recaer sobre mis hombros, al igual que la mirada de mi ahora prometido.
-Igualmente debe compensar el tiempo perdido, será la cirujana encargada de dirigir a los nuevos residentes de su especialidad -dictamina y yo acepto mi sentencia en silencio.
-¿Qué? No puede hacer tal cosa. Es una responsabilidad que le quitará más tiempo y la doctora dispone de tiempo limitado... -Lo miro esperando a que se calle pero está tan concentrado en su argumento que tarda un momento en percatarse-. Digo... Por lo que escuché decirle a otro colega la señorita es además de médico, empresaria -intenta enmendar.
Nuestro ahora verdugo sonríe con diversión.
-Perfecto, entonces corrijo: ambos serán mentores. La doctora los dirigirá y tú la suplirás cuando se necesite, cuando no estés en consultas de medicina preventiva -Se pone de pie y mi novio brinca en su asiento.
-¿Qué? Yo no tengo tiempo para eso. Soy un cirujano de prestigio, no pertenezco a la medicina preventiva -Su tono altanero y arrogante me deja un poco descolocada.
Smith arquea una ceja en su dirección.
-Entonces entenderás que será todo un honor para los nuevos residentes de cirugía tenerte como guía y para los pacientes de medicina preventiva tener a un médico de tu nivel -Sonríe con suficiencia y el rostro de Matthew se va tornando rojo.
Decido intervenir, todo estaba bien antes de que mi médico favorito dejase salir ese lado suyo tan arrogante y despectivo.
-Acepto mi actividad, no es necesario que... -Empiezo a excusar pero me veo interrumpida por mi superior.
-Mi querida doctora, no es una petición, es una orden que no está a discusión. Ahora si me disculpan, debo ir a una reunión -Se dirige a salida y nos abre la puerta, echándonos educadamente.
Salimos y siento a Matt pisándome los talones por lo que decido salir al multipisos.
Cuando llegamos me freno y él se detiene al tiempo justo antes de tropezarme.
-Yo los mato, a ambos -Lo señalo amenazándolo cuando me aseguro que no haya nadie-. ¿Cómo se les ocurre? Se supone que tú y yo solo somos colegas, nada más. ¿Crees que esto no afectará en el cargo que aspiras? ¡Por Dios, Matt! Piensa un poco, serás mi superior -Hablo demasiado rápido y él solo me mira de brazos cruzados a cierta distancia de mí.
Comienzo a caminar de un lado a otro recalcándole los motivos por lo que nuestra relación debe ser sumamente discreta en el ámbito laboral.
-¿Terminaste? -Levanta una ceja y lo miro mal pero me callo-. Bien, lo siento, no sabía que Smith vería la foto, fue algo que hice sin pensar en medio de los tragos de esa noche, ¿vale? Sabes que jamás te causaría problemas a propósito.
-Matthew, no has entendido. Has dedicado tu vida profesional a este hospital para obtener el cargo de jefe de cirugía, no me perdonaría que perdieras esa oportunidad por mi causa y justo cuando estás a un paso de alcanzarla -explico mirándolo a los ojos.
-Te ves linda cuando te preocupas -Sonríe de lado.
-¡Miller! -Lo regaño-. Te estoy hablando en serio.
Él se acerca a mí y me rodea por la cintura.
-Amor, todo estará bien, tranquila. Deja de intentar controlar todo porque no eres la mujer maravilla. Eres una maravillosa mujer, sí, pero no tienes superpoderes -Acomoda un mechón detrás de mi oreja-. Ahora cálmate que sigues al borde de la histeria.
Suspiro cuando él se acerca a mis labios.
-Doctor Miller, acabo de asegurarle al dueño de este hospital que nuestra relación es estrictamente profesional -susurro.
-Pues que mentirosa eres -susurra también y me da un fugaz beso-. Ve, salva muchas vidas y hazme sentir orgulloso.
-¿Acaso no lo estás ya? -digo intentando ser divertida.
Me da un repaso con la mirada.
-Mucho.
Me sonrojo y me marcho.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top