Vale, que conste que voy hasta arriba de azúcar y lo escribí mientras que tenia que estudiar para un examen de filosofía y la verdad ando mental break down.

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Un joven drone peliplateado estaba apoyándose en una esquina, a ambos lados tenía dos estanterías llenas de libros. El joven con ojos blanco llenos de felicidad y calma se encontraba leyendo un libro, una parte en concreto le llamo la atención, le lleno de temor, desesperanza y le hacía sudar frio.

Aunque de forma paradójica, una extraña... Sonrisa se le dibujaba en el rostro, sus ojos se hacían mas grandes y estaban mas atentos a los pequeños detalles.

La llamada de Cthulhu.

H.P Lovecraft

Capítulo 2

El 1° de noviembre de 1907 la policía de Nueva Orleáns había recibido un alarmado mensaje de la región pantanosa del Sur. Los colonos, gente primitiva, pero de buen natural, descendientes en su mayor parte de Laffite, eran presas del pánico a causa de algo desconocido que había invadido la región durante la noche. Se trataba en apariencia de un culto vudú, pero de una especie más terrible que todo lo que ellos conocían. Desde que el malévolo tamtam había comenzado a sonar incesantemente en aquellos bosques oscuros donde nadie osaba aventurarse, habían desaparecido varias mujeres y niños. Se habían oído gritos irracionales, chillidos desgarradores y cantos lúgubres, y unas llamas diabólicas habían bailado en la espesura.

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En la sala principal de una especie de mansión, había una sirvienta de pelo blanco con dos coletas que recogían su cabello, ojos blancos y una estatura de 1.56m. Esta muchacha había ido a buscar a su (amor) compañero mayordomo.

Esto debido a que, dentro de unas horas, la cena debía estar lista y uno de los pocos que sabia cocinar era este chico.

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Tras unos pocos minutos esta señorita llego a una enorme puerta de roble tallada con símbolos ilegibles que solo el mayordomo era capaz de entender. Alrededor de la damisela había unos candelabros transparentes cada uno con 3 velas la central más grande y prominente.

Al abrir la puerta lentamente, un sentimiento de satisfacción y relajación se propagaba por los cables de ella.

Ella llamo al joven unas cuantas veces, pero este no respondía. A ella le resultaba extraño cuando no estaba haciendo algo (lindo) raro, usualmente estaba leyendo.

Entonces ella decidido deambular un poco por estas librerías. Algo en ellas era extraño, cada paso que dabas te sentías observado, y esto era en si mismo anormal puesto que solo el mayordomo era el que normalmente estaba aquí el Solo. Los largo y angostos pasillos eran agobiantes, pero el olor que desprendían a libros viejos, nuevos y... licor era sumamente relajante, en este lugar también estaba el sótano, donde normalmente se encerraban a los dornes "rebeldes" que hacían mal su trabajo. Pero este característico olor era propio del muchacho, el normalmente se encargaba del, bar-café, así que por donde el iba solamente se desprendía un olor a licor del bueno, normalmente Vino de la Rioja que solía beber la señora de la mansión.

Aquella cruel y déspota mujer solo desprendía olor a etanol, era simplemente una alcohólica empedernida. Pero cuando este olor lo echaba su (cariño) estúpido compañero era relajante, embriagador incluso, le relajaba los sentidos y le hacia sentir feliz y... cariñosa.

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Cuando el chico estaba por terminar el tercer capitulo y estaba sumamente atento a lo que acontecía.

La imagen en cuclillas, de cabeza de pulpo, cuerpo de dragón, alas escamosas y pedestal con jeroglíficos, se conservaba en el museo de Hyde Park. La examiné con cuidado y descubrí que estaba exquisitamente labrada, y tenía el mismo profundo misterio, terrible antigüedad y sobrenatural rareza de material que el ejemplar más pequeño de Legrasse. Para los geólogos, me dijo el conservador del museo, la estatua era un enigma monstruoso, y juraban que no había en el mundo una roca parecida. Recordé, estremeciéndome, lo que había dicho el viejo Castro a Legrasse a propósito de los primeros Grandes Antiguos: "Vinieron de las estrellas y trajeron consigo sus imágenes".

Recibió una patada que lo derribo, atónito volteo la mirada y sus cálidos y dulces ojos se encontraron con los fríos y extrañamente afectuosos de su "amiga", como él la llamaba.

-Oh, Hola J. ¿Qué tal como te va? - Dijo el mayordomo

J: -Idiota. Acaso no ves la hora, tenemos que hacer la cena inútil-

-Perd...Perdón, lo lamento, me distraje con un libro interesante. Vamos- Esbozo una sonrisa y procedió a pararse, ya completamente erguido, le sacaba una cabeza a J. Midiendo unos 1.73m.

Sin apartar la mirada ninguno de los dos, J al vislumbrar esa hermosa y tierna sonrisa, esos dulces y amorosos ojos que de verdad se preocupaban por ella. Solo produjo que su núcleo se derritiese, sus nervios se intensificasen y su reparación se volviese más pesada y entrecortada.

Ella lo negaba, pero, realmente estaba locamente enamorada de él. Su personalidad arrogante y narcisista no le permitía demostrarlo de forma pura, ella era lo que llamaban una Tsundere. Su única forma de demostrar aprecio era patearlo, insultarlo y acosarlo. Ella era algo competitiva y posesiva.

Verlo a él en el suelo tumbado solamente le producía placer, ver a esta tierna cosita hacerse bola, temerle y respetarla solo la hacia sentir feliz y amada. Ella en verdad apreciaba su aprecio hacia ella, pero de igual forma que lo disfrutaba, también sufría al golpearlo, irónico ¿no? Pero en serio, su núcleo sentía punzadas, ella trataba de reunir el valor para confesarle sus sentimientos, pero siempre se acobardaba. Incluso, le era más fácil decirle que no a su amiga/dueña Tessa que poder confesarse a este chico de sus sueños.

Al salir de su fantasía amorosa, ambos caminaron hacia la cocina, ella un poco más tensa y "ansiosa".

N, antes de salir dejo el libro en su estantería, que extrañamente tenia el numero 666, Libros de terror cósmico.

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Desde una esquina oscura de la biblioteca, se encontraba una damisela, una sirvienta de 1.52m con una mirada de rabia, sus ojos blancos se tornaban en rojizos, en sus manos portaba una cámara y cuatro fotos de aquel mayordomo estaban en sus manos.

Se enfureció al ver que su amiga y camarada se llevaba su único anhelo, felicidad y "amante", como ella lo concebía.

Lentamente ella salió unos minutos después de que ellos se fueran, aun enojada. De un bolsillo saco unos lentes circulares los cuales se puso lentamente y con cuidado en su visor. Estos se los regalo su "cariñito" al darse cuenta que ella tenia una especie de ceguera parcial, estas gafas le ayudaban, pero lo mas importante es quien se las dio, ella las adoraba y amaba, las cuidaba como si fuesen sus retoños.

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Ya en la cocina.

N saco de la nevera unos entrecots, cebolla, pimientos y champiñones.

La carne que anteriormente la había dejado marinando, la llevo a una parilla a fuego medio y las salpimentó. Corto en julianas las cebollas y los pimientos, con un poco de azúcar, sal y agua con aceite, las salteo en un sartén para sofreírlas.

Los champiñones, los baño en nata y leche condensado, cocinando en una olla en el proceso, bañando el resultado con un poco de parmesano rallado.

Una vez hecho cado una de las cosas las sirvió.

En dos platos había un entrecot con la salsa de champiñones y parmesano rodeado de las julianas.

En otro había lo mismo salvo por la salsa, a Tessa no le agradaba los champiñones, así que a ella le preparo una salsa barbacoa y baño el entrecot con ella.

J tampoco se quedo parada, aunque no se le diese bien cocinar, ella preparo una ensalada cesar. Como ella termino antes que N, solo se quedó allí observándolo, también vio como este separaba otros tres platos similares al de Tessa para que ellos puedan comer.

...

...

Sin que se diesen cuenta, V entro en la habitación, se sentó al lado de J y ambas con amor y expectación observaban a aquel lindo dron.

Ambas por dentro babeaban, pero no por el delicioso plato que preparo su amado, sino por el mismo, algo dentro de él, las calentaba, las excitaba y ponía locas. Ambas con lunatismo se imaginaban ahí con el besándose y llevándolo un pasó más.

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Ambas salieron de su fantasía porque N exclamo

-En qué momento llegaste aquí, V-

V: -hu...oh hace nada, quería ver si necesitabais ayuda-

J: -Joder, V no me pegues esos sustos-

N solo procedió a reírse, aquella dulce carcajada solo las calentaba más, las ponía felices y... cachondas, pero muy contentas, sobre todo.

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Una vez que los padres de Tessa se fueron a descansar y Tessa a ducharse. J y V procedieron a lavar los platos (vale sé que esto es sexista), porque N es el que mas trabajo al hacer la cena y estas querían ayudarlo, para que este se figara en ellas en un sentido más sentimental.

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N había vuelto a la biblioteca, pero al buscar el libro que le intereso, no encontró nada, el sitio donde lo dejo, estaba completamente vacío.

Esto le extraño, pensó que se había equivocado y cuando se disponía a volver a buscar una voz chillona grito su nombre y capto su atención.

Tessa: -NNNNNNNNNNN, sal. -

Ella estaba recién bañada, con el pelo mojado y aun con gotas de agua, su característico olor a canela era más prominente y su mirada se centraba en un punto como si supiese que N fuese a salir de ese camino.

N salió y recordó, hoy era noche de película y le tocaba decidir a él, eso le entusiasmo y le dejo muy contento.

Al salir del callejón, Tessa corrió y abrazo a N, ella era un poco mas baja que él, tan solo media 1.62m. Aunque, a pesar de esta pequeña diferencia, fue capaz de levantarlo del suelo y agitarlo de lado a lado.

El corazón de ella latía con fuerza y en su cara había una enrome sonrisa de felicidad.

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Espero les guste si no es así, pues F. Inserta meme de Spiderman bajo la lluvia caminando depresivamente.

Gracias por leer