Freunde (amigos)


Abro las ventanas para dejar que los sutiles rayos del sol iluminen mi habitación, sin prestarle atención a las quejas de Lynn para que cierre las ventanas, sé que Lynn no se levantará no sin antes dormir sus ocho horas reglamentarias, impuestas por ella para que su piel se regenere. Cumpliendo todas esas rutinas que lleva religiosamente para mantener su cutis impecable.

Ella se quedó a dormir anoche en mi casa después de ver varias películas de antaño de las que papá colecciona y reímos tanto con algunas cosas, que en ese entonces parecían "inapropiadas" que las lágrimas no faltaron.

Cuando nos dimos cuenta de que no contábamos con las suficientes provisiones para sobrevivir a otra tanda de películas, tomé la tarjeta de crédito de mi papá para pedir: pizza, donas, helado y por supuesto chocolate y gomitas. Ahora que lo pienso consumimos más chucherías que otra cosa, pero, sí que nos entretuvo la quijada.

Hoy creo que podrían pasar cosas extrañas... ¿Por qué lo digo? Púes, me levanté temprano porque llevaré a cabo mi plan contra mis amigos, es una pequeña broma que ideé para ellos. Soy la que menos molesta de los tres y es bueno sentirse un poco mala de vez en cuando.

El día está más que espléndido para mí, tal vez será mi nuevo estado de bipolaridad o esa vocecita inquietante que me susurra que estoy así porque volveré a ver a Wrathly. Comienzo mi día tarareando Perfect de Ed Sheeran.

Ordeno un poco mi habitación tratando de hacer el menor ruido posible. Aún Lynn sigue tirada en mi cama durmiendo, la veo girarse de lado a lado tratando de escapar de la claridad que se filtra por mis ventanas.

Anoche decidí olvidar mi altercado con la víbora roja. No le daré la importancia que no se merece. No es mi amiga, por eso la coloqué en mi lista de personas no gratas junto con Emily. Salgo de mi habitación rumbo a la cocina, abro la nevera para tomar un poco de yogur.

Mi plan para hoy es dar una caminata con Lynn y Luccas por las Cataratas del Rhin que se encuentran en el Alto Rhin; Es algo que tratamos de hacer siempre, según Luccas ayuda a liberar endorfinas o lo que sea que libere, el punto es que te hace más feliz así que cada 15 días hacemos una rutina juntos, ya sea de ejercicios, visitar una atracción, expo de carros para Luccas, etc.

Dejo el vaso en el fregadero, miro el reloj de la cocina que marca las 7:00 a.m. froto mis manos emocionadas, ya es hora de ponerme a trabajar. Lo común es que mis amigos estén despiertos a esta hora aunque hoy es domingo, día de descanso impuesto por Dios y ellos lo saben. Antes de irme de la cocina, abro una gaveta para tomar una bocina anti violadores que me regaló mi tío Albert. La escondí aquí cuando les dije anoche que iría a la cocina a buscar más comida.

Me deslizo súper despacio por la habitación con bocina en mano, Lynn continúa durmiendo. Tomo el teléfono y le marco a Luccas con el altavoz activado así mataré a dos pájaros de un solo y perfecto tiro. Pasan varios timbrazos antes de contestar, al escuchar su voz presiono inmediatamente la bocina. Lynn cae de la cama desorientada y escucho a Luccas maldecir en su idioma además del ruido de una lámpara al caer.

Quedé privada de la risa, mis ojos se inundaron de lágrimas. Debí de haberlo grabado. Me acerco a Lynn para ver porque aún no se ha parado y me encuentro con que se volvió a quedar dormida. ¿Cómo es posible? Tomo una almohada y le pego mientras le grito:

— ¡Despierta condenada floja!

Ni se inmuta la condenada. Por lo menos veo que está viva. Me encojo de hombros y decido ir a darme un baño mientras dejo que Lynn en "descanse en paz". Me tomo mi tiempo al eliminar las impurezas de mi piel. Al terminar de ducharme, escucho ruidos por lo que asumo que Lynn se despertó, aplico mis cremas humectantes con olor a vainilla recordando las palabras de Wrathly en el proceso.

Me pongo una piyama color amarillo patito con figuras de girasoles. Tomo una toalla para secar mi pelo preparada para lo que venga cuando abra la puerta. Giro el manubrio y lo que ocurre a continuación me toma desprevenida.

— ¡A ella!

Gritan Lynn y Luccas al mismo tiempo y, antes de que pudiera decir algo soy amordazada y amarrada a una silla mientras ambos se colocan frente a mí muy al estilo de la mafia rusa. Mirándolos bien, parece que mi venganza les dejó unas ligeritas secuelas porque Luccas tiene el labio superior hinchado de manera muy graciosa y Lynn tiene un chichón del lado derecho. Hago un verdadero esfuerzo por no reír, que importa ya se lo merecían así que me río a mis anchas.

—Pesca—Luccas dice mi nombre muy "calmadamente" para luego gritarme al tiempo que señala a su rostro—. Mira lo que le hiciste a mis sensuales labios.

Lynn rueda los ojos y le da un tingola en la oreja.

— Concéntrate ego maníaco. El punto es que Peach nos pida disculpas y admita que somos los mejores amigos del mundo—. Dice mientras me quita la cinta.

— ¡Auch!

Me quejo sintiendo un hormigueo doloroso en los labios. Mi padre abre mi puerta, analiza la escena que estamos montando. Lynn como si nada vuelve a poner la cinta y sonríe.

— Solo quería ver porque tanto ruido—dice—. Me imagino que están ensayando para una escena de teatro, no los interrumpiré más. Quedan en su casa, chicos.

Mi padre se despide de mis amigos al cerrar la puerta.

—Gracias, señor Hoop —. Le contesta Luccas mientras se tira en mi cama, señala mi muñeca favorita mientras pasa su dedo pulgar por el cuello junto a su sonrisa maliciosa.

Lo mataré antes de que destruya a mi querida muñeca. Así que empiezo a mover la cabeza frenéticamente y a hacer ruidos para que me quiten la cinta adhesiva de la boca. Lynn vuelve a quitarme la cinta, si continúan así estos dos, harán que deje mis labios pegados a la cinta adhesiva.

—Está bien— les digo derrotada mientras me escuecen los labios. —Perdón por la broma.

— ¿Escuchaste algo Luccas?—le pregunta Lynn a Luccas.

Esté niega con la cabeza y se encoge de hombros en cambio Lynn se acerca a mi cara y entrecierra los ojos:

— Querida, ¿Puedes hablar un poquito más alto? Sabes que Luccas está medio senil.

Resoplo por la nariz. Tenía que saber que no podía escaparme de esto tan fácil como pidiendo una disculpa.

— Ustedes son los mejores amigos de todo el mundo — Digo entre dientes —. Ahora por favor pueden desamarrarme.

—No lo sé Lynn, suena falso—añade Luccas peinando mi muñeca con los dedos.

— ¡Por favor! —le suplico—. Ya no puedo sentir mis brazos.

Lynn mira a Luccas que le dice que me deje un poco más, ¿Desde cuándo Lynn hace lo que dice Luccas? Aparto mi mirada de ellos y empiezo hacer pucheros.

—Está bien — dice Lynn mientras me desata—. Lo hago no porque te lo merezcas Peach.

—Sabía qué harías algo, pero no que serias ¡tan creativa! —Me defiendo a la vez que me remuevo en la silla—. Cielos, si solo les faltó ponerme una lámpara en la cara.

Salimos dos horas tarde de mi casa, además Luccas anda con un cabreo monumental. Subimos las escaleras que nos conducirán a las cataratas del Rhin. Estas pueden ser observadas desde el lado norte o el lado sur. Muchos eligen el lado norte porque pueden aprovechar y entrar a los restaurantes o tiendas de recuerdos.

Nosotros en cambio subimos por el lado sur. Desde este lado se aprecian mejor la cantidad de agua y saltos de que lleva esta parte del río con sus 150 metros de ancho y 23 metros de alto.

—No entiendo por qué siempre tenemos que iniciar más tarde de lo planeado—. Se queja Luccas que sube dos peldaños más que nosotras—. Todo esto es tú culpa Strega.

—Lo que paré tu llanto, Luccas—le contesta Lynn sin inmutarse ante sus quejas.

—Siempre tienes que retocarte algo..., entiéndelo a nadie le importa si te cepillaste las pestañas o no—Luccas está que arde del enojo —. Hoy vamos a hacer una caminata, no iremos a un desfile.

Luccas continúa quejándose. En cambio me concentro en escuchar el ruido que produce las caudalosas aguas. De repente Luccas se detiene.

— Y ni crean que les volverá a funcionar el numerito ese que me hicieron aquella vez.

— Supéralo ya Luccas— Le dice Lynn un poco cansada de sus quejas —. Además de que tanto te quejas si al final te hicimos un facial. Deberías agradecer que tengas amigas como nosotras.

El día que menciona Luccas fue una que le hicimos perder una exposición muy importante de vehículos de lujo. Nadie puede sacar a Lynn de su casa sin antes cumplir con todos sus pasos de belleza, cuando llegamos ya todo había pasado. En compensación Lynn le hizo un facial mientras que yo le masajeaba los pies.

— Si con facial te refieres a la cosa verde y pegajosa que me pusiste, no tengo nada que agradecer—Luccas bufa y luego suelta una risa seca—. Me dejaste la cara roja como un ¡TOMATE!

Y así pasamos nuestra caminata, entre las quejas de Luccas con su labio hinchado; Lynn con un chichón en la frente y rebatiendo a las quejas de nuestro amigo. Entro mis manos en mis bolsillos mientras los dejo solos.

Comencé mi día torturando y siendo torturada por mis amigos, esperando con anhelo mi próxima cita secreta con Wrathly. Me pregunto: ¿Qué hace Wrathly cuando no nos vemos? Espero que la pase tan bien como yo.

Entre las quejas de mis amigos tomo mi celular, porque escuché que me entro un mensaje. Me detengo para leerlo detenidamente, al hacerlo me deja boquiabierta.

— ¿Qué te pasa Pesca? — me preguntan ambos.

—No es nada chicos— Les contesto, mirando hacia un punto muerto. — Es solo que acabo de recibir un mensaje de parte del señor Kauffmann.


Glosario:

Tingola: Es un golpe seco que se da en el gaznate de una persona, en los hombres casi siempre se les da en la zona conocida como la nuez de Adán. Se propina con el dedo índice o mayor, impulsándose con el dedo pulgar.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top