✗Rebobinar✗
Recordó las palabras de Denki, quizá ambos no eran algo serio y las cosas funcionaban porque no había ataduras.
Sonrió recordando las tonterías de Kaminarl al estar ebrio, incluso había sido lindo ver la cara de idiota del chico.
Casi suelta una carcajada ante el recuerdo pero, cuando sintió las grandes manos rodear su cintura casi muere del miedo.
—¿De qué te ríes, cara de ángel? —gruñó el cenizo escondiendo su rostro briago en la nuca de la chica.
—¿Qué haces aquí?
—Ya no aguantaba más dormir sin ti, esperé ésto dos años y seis meses. Además siempre tienes esa mala costumbre de dejar la puerta abierta ¿A caso me esperabas? —dijo burlón la última pregunta.
Uraraka sintió su rostro arder.
—Quisieras —contestó.
Su corazón saltó millones de veces; la sensación de estar con Bakugou le dolía y gustaba al mismo tiempo.
Bakugou apretó más el cuerpo de Uraraka contra el suyo y no pudo evitar dar un ligero gruñido, se sentía tan bien.
—No hagas eso —chilló más nerviosa que nunca, sentía que su corazón saldría por su boca.
—No puedo. —La estrujó más contra él.
—¡Whaaaa! ¡Katsuki! —berreó hecha un manojo de nervios.
—Hehehehe~ —rió.
—Estás muy ebrio, ve a tu habitación —apretó las sábanas cuando el aliento caliente del cenizo rozó su nuca.
—Tu también estás ebria.
—Pero no tanto.
—Sólo por hoy, por favor, cara redonda —su voz raspó haciendo que Ochako cerrara los labios y que mordiera su labio inferior con la cara roja y la mirada acuosa, se estaba muriendo de vergüenza.
Bakugou se movió y suspiró en la oreja de la castaña –siempre lo hacía hace dos años para ver su reacción–.
—Wuaaa —chilló encogiendo el cuello,— hace cosquillas—. Dijo divertida.
—Exageras.
Ochako se quedó inmóvil frente a Katsuki, evitó mirarlo a los ojos –siempre le resultó intimidante hacerlo–.
—Ya verás —dijo acercándose al cuello de Bakugou y sopló en su cuello.
—No jodas —dijo ansioso— eso da nervios.
—Da cosquillas, no nervios —corrigió.
Bakugou volvió a hacer lo mismo, pero ésta vez la agarró mejor para que no lograra huir.
—¡Detente! —chilló inflando las mejillas.
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