El cenizo la miró a los ojos, retandola a seguirlo.

—Cara redonda.

El aroma a cerveza la hizo recordar que ambos estaban briagos. Lo miró seria cuando él se acercó a sus labios y los rozó anunciando lo que se avecinaba.

Habían pasado dos años desde que él se había ido y eso originó lágrimas y acomplejamientos, por supuesto, incluso se alejó de muchos amigos por él. Pero eso quedó años atrás.
Ahora estaba viviendo su sueño: ser una heroína profesional de rescate, exactamente lo que quería.
Han pasado los años en los que se sintió insegura de lo que quería y hace siete meses despertó encontrándose con su objetivo bien marcado en la mente. Bakugou había regresado y eso fue algo tan, agridulce.
Llegó con la frente en alto y ahora con Camie a su lado.

—Estuve esperándote todo el tiempo —gruñó Katsuki para después aventurar su lengua entre los labios de Ochako.

Los miró a los ojos y él los cerró para perderse en el momento.

¿Cómo puede ser tan egoísta?

Ella sabe perfectamente que no hay un patrón en esos ojos carmesí; su orgullo y egoísmo le hicieron perder todo: Eijiro construyó una gruesa muralla entre él y  Bakugou, pues en cuanto el cenizo comenzó a salir con la chica que amaba desde secundaria cayó en cuenta de que jamás le importó que él fuera su mejor amigo, su único amigo.
Sus acciones hicieron que Uraraka perdiera contacto con todos: con Momo, con su mejor amigo, con Kirishima, con Mina...

El silencio surgió del beso. La respiración de Bakugou comenzaba a ser más rápida. Tomó el rostro de Uraraka para pegarlo más a él.

Fingir que estaba bien es egoísta y ella no lo es.
Katsuki comenzó a perder el control y la pegó más a su cuerpo, mientras una de sus manos comenzaba a acariciar la espalda de Ochako.

Él debe saber que el mundo no se inclina a su alrededor:

—Bakugou —lo llamó cuando el beso se aligeró para tomar un descanso.

Las líneas querían ser borradas entre ellos dos y lo sabe perfectamente, tanto que la asusta.
Se alejaron hace un tiempo; fue lanzada lejos de él de la manera más brusca posible: insultos, malas miradas y el impedimento de contar su versión de la historia.

¿Qué es lo que Bakugou pensaba y piensa? Se dijo en sus adentros cuando el cenizo comenzó a besar y morder su cuello.

—Por ella, por ellos —lo empujó— por respeto a Camie, a Kirishima, a Todoroki, a Denki. Y por respeto a mí como mujer —se alejó— terminemos ésto.

Ellos se habían perdido hace mucho y hace poco decidió ir hacia delante, aunque no pueda desaparecer los sentimientos por él de un momento al otro; el tiempo pasa lento y eso puede hacerla fuerte.

Lo miró decidida a los ojos y por primera vez logró decifrar su mirada. Dolor, eso es lo que logró entender.