Las cámaras y su jodido sonido comenzaron a inundar el lugar antes de que él y las jodidas plagas de atrás llegaran.

—¡Las votaciones son mañana! —anunció Mt. Lady.

Bakugou miró con atención a todos, obvio que su traje era el más jodidamente épico. Debe agradecer al diseñador, no pudo quedar más contento con el resultado, aunque había pedido quitar los dos puntos molestos en el, pero el diseñador insistió en dejarlos pues era la firma de su arduo trabajo, sabía que había más trajes por ahí con los jodidos puntos, pero nunca le importó.

—¡¡Hagakure Tooru!! —gritó la rubia de leotardo.

Todos los hombres aplaudían a los guantes y botas. Habían hombres y luego esos retrasados que eran fanáticos de alguien sin apariencia, y defendían el puesto de una inútil invisible.
Chasqueó la lengua, quería ir a trabajar, no quedarse en la ceremonia. Pero era necesario, era un requisito.

—¡¡Asui Tsuyu!!

Monoru Mineta saltó eufórico y aplaudiendo con otro montón de imbéciles urgidos.

Analizó el traje de la heroína Froopy y era algo bueno, aunque veía innecesarias las enormes gafas —pero todos decían lo mismo de las granadas en su cinturón–

—¡Su traje! ¡Whuaaaa! —sacó la lengua con la nariz sangrando el enano.

—Viejo, calmate  —se burló el rubio.

Katsuki sólo los mataba con la mirada, ambos eran tan estúpidos.

—¡Nuestra ganadora de la encuesta inicial! ¡¡Uraarakaa Oooochaaakooo!!

«¿La cara redonda? ¿¡Participó!?»

El rubio oxigenado miró avergonzando el suelo, como si ver a la chica le quemara. Cubrió su nariz para evitar el derrame.

La castaña rascó su nuca dando las gracias, tan jodidamente ella; estúpidamente tierna y con una gracia única que le colmaba la paciencia.
El alboroto por parte de los masculinos lo hizo mirar de nuevo; la tela pegada a su piel era jodidamente reveladora, el cinturón reafirmaba su trasero y el collar rosado en su cuello era putamente fetichista, más con la separación de colores rosas y negros que hacían imposible no poder dejar de mirar las curvas y senos de la joven.

Abrió los ojos cuando notó los dos puntos negros en su pecho. Definitivamente iría a partirle la cara a su diseñador, ya que el sujeto toma mucho en cuenta la imagen de a quien le diseñará y sexualizó mucho a la cara de ángel.

Frunció el ceño.

—¡Ahora a esperar las emergencias! —dijo Mt. Lady.

Todos comenzaron a dispersarse.

—¡Uraraka-san! —el rubio se acercó a la castaña.

Bakugou miraba indignado ¿Qué se creía esa zorra para hacerlo pudrirse en celos? Se dió la vuelta y caminó lejos.

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Miró como Katsuki le dió la espalda, quería quizá impresionar al rubio con su precioso traje. Su vista regresó al suelo afligida y Kaminari lo notó de inmediato.

—Oye ¿Estás bien? —ella enfocó su mirada en el rubio.

Bakugou siempre le escupía en la cara cada vez que llevaba a Melissa a la casa y se la comía a besos mientras ella usaba la caminadora.

Si, sí hablamos de ponerse al tú por tú, Ochako iba perdiendo.

Ella frunció el ceño. Denki es un chico muy dulce y divertido, amable y respetuoso; a pesar de sus miradas de más él conoce la palabra "límite".

Y ellos son humanos, poligamos por naturaleza, al menos eso se dijo en un intento de convencer a su moral que estaba a punto de ser tirada por los suelos.

—¡Kaminari-kun, perdóname!

El rubio alzó una ceja, no entendió las disculpas. Pero las almohadillas atraparon su rostro y lo jalaron al de la chica.

¿Inocente? Le quedaba en claro que la linda Uravity no lo era tanto, pues el beso fue de alguien con experiencia, sus labios bailaron y un segundo después la delicada lengua de la castaña lo profanó. Se sintió estúpido, pues la chica se le había adelantado. Y pues, él es el segundo héroe de la encuesta y no se quedaría atrás, así que jaló la figura de la mujer y la apretó contra su cuerpo.

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Bakugou se quedó mirando la escena, estaba sorprendo, dolido y resignado, él ya se la había hecho varias veces y ella se había contenido, pero su orgullo lo hizo ir más lejos llevando a la tonta de Camie al departamento. Estaba frustrado y enojado, tan celoso que ¿Quería llorar por...