Los medios se volvieron locos con la boda de Uravity y estuvieron jodiendo con eso por casi un mes entero.

Todos ya tenían bien definido su futuro.
Todoroki se había vuelto más cercano a Ochako de nuevo, incluso todos ya estaban en contacto con Bakugou, nunca como antes.

Seis meses después:

La boda de Eijiro y Mina fue una locura total, realmente tiraron la casa por la ventana, fue épica y todo héroe asistió.

Incluso todos terminaron siendo enviados a casa en taxi, nadie quedó en condiciones de conducir.

—¿Para cuándo tu boda con tu gato? —se burló Shoto acurrucandosé en el medio de una Ochako adormilada y un Denki dormido por completo.

—Jodete —gruñó Katsuki tirado sobre el asiento copiloto. Coño, todo le daba vueltas.

—Silencio —demandó Iida conduciendo.

Kaminari se había vuelto buen amigo del mejor amigo de su esposa y casi no chocaban cuando querían atención de la castaña.

Llevó su mano a sus labios —ay no, me siento mal —susurró asustada.

—¿Ochako? —Todoroki miró el malestar en las facciones de la castaña.

—¡Blheeeeeeee!

—¡Jajajaja, mierda! —comenzó a reír a carcajadas el cenizo. —¿Eres la del exorcista, cara redonda? —Se volteó a ver la cara pasmada de Shoto que había sido vomitado en todo el pecho. —¡Jajajajajajajajaja! mierda, como la amo. —Sacó su smartphone y apuntó capturando el momento.

—Lo siento Todoroki —chilló Ochako.

—N-no te preocupes —dijo quitando su camisa de sobre su cuerpo.

—¡No puedo llevarte sin camisa dentro de mi auto! —regañó Iida.

Denki, debido al escándalo, abrió los ojos con trabajo y se acurrucó mejor en el hombro de Uraraka. —Amor, soñé que un hombre de lo más sexy se quitaba la camisa en el auto.

—¡Jajajaja, lo tengo en vídeo! —festejó Katsuki.

—Eres muy homosexual —dijo Shoto.

—¿Homosexual? —abrió lentamente los ojos mientras acomodaba su cabello. —¡Kyaaa! ¡Un hombre sexy! —abrazó a Ochako cubriendo su cara. —¡No lo mires!

Listo, ya,
Bakugou casi se orina.

Llegaron al departamento de Todoroki:
—Ya me voy Ochako, —anunció besando la mejilla de ella.

—¡Hey, ese beso duró demasiado! —se quejó Kaminari inflando las mejillas.

—¿También quieres uno?

—Que gay —masculló Denki.

El recorrido continuó.

—¿Te sientes bien? —el rubio se recargó en su esposa.

—Bebí demasiado.

—Te hubieras visto en la boda, cara de ángel, sacaste los pasos prohibidos—se burló Katsuki.

Llegaron a su departamento y se bajó despidiéndose a su manera.

Era tan vacío sin ella.