Nocturno

Capitulo semi-especial (Parte 1)

digo semi, porque iba a ser un especial, pero quedo mas como historia asi que es la mezcla de ambos :3

La segund aparte si es especial en si jiji

Letra cursiva con subrayado: pasado

Letra normal: presente

*Si piensan que el pasado es poco detallado en ocasiones, es porque eso lo irán sabiendo entre la historia :3

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La luna decoraba la estancia con delicadas pinceladas de luz, actuando coquetamente sobre la piel expuesta del mayor, quien se encontraba durmiendo en la habitación.
A diferencia de Izuku, quien apreciaba la imagen que la noche le entregaba, la varonil y artística figura de Takeshi cubierta solo hasta las caderas de una oscura sabana negra, y como sus cabellos contrastaban con la blanca almohada.

Aquella pintura ante los ojos del menor era uno de sus mayores tesoros, compartiendo espacio junto a la imagen de su madre sonriendo. Después de todo ser capaz de verlo tan tranquilo, en paz y con la guardia baja debido a la confianza que le tenía, era un honor que no cualquiera era capaz de obtener y era esta pequeña acción, quien traiga suaves recuerdos de sus primeros momentos juntos.

Aun recordaba cuando lo conoció por primera vez, los colmillos blancos, las heridas en todo el cuerpo, el cabello bajando de sus hombros, enredado como paja; sus manos magulladas y quemadas, sin zapatos y vistiendo solo un conjunto viejo de una camiseta y un pantalón que estaban rotos por todas partes.

Ese dia estaba jugando en el parque, solo, sin ningun niño que quisiese jugar a los héroes. Aunque lo entendía, se acaba de mudar a ese sector y el no conocía a nadie, solo a su mami y a sus juguetes. Por ello jugaba solo, creando personajes imaginarios que le contestaban y usando a su peluche como el fiel compañero que lo ayudaba a salvar a las personas.

Y durante ese juego, en un pequeño descuido, su conejito cayó entre unos arbustos y cuando decidió buscarlo, fue cuando lo encontró. Un joven mayor a él, con el cabello negro cayendo sobre sus hombros, uno de sus ojos estaba cruzado por una cicatriz, su cuerpo estaba lleno de heridas y algunas incluso abiertas; era muy delgado y a pesar de tener la piel morena eras capaz de notar cada vena y hueso, indicando su baja salud.

Pero aquello no fue lo que sorprendió más a Midoriya, sino fueron sus ojos. Todo un cuerpo demacrado, un cuerpo desgastado que contenía con firmeza un par de ojos deseosos de vida. Mientras el dulce capuchino del derecha brillaba con desconsuelo y determinación; la hoja congelada de la izquierda era fría y salvaje; formando una mirada llena de sentimientos que inundaban la pequeña mente del menor.

-Tus ojos son bellisimos- Soltó de golpe al pequeño de ojos verdes, quien anonadado por esos ojos se acercó lentamente, notando como aquel chico se alejaba con cautela, como si en cualquier momento le saltara encima y mordiera su cuello, a pesar de ese peligro se acercó. Suponiendo que aquel lobo herido no le dañara.
Y como pensó, así ocurrió. Fue capaz de acariciar aquella mejilla, fue capaz de acercarse mucho mas y sin motivo aparente lloro. Lloro fuerte y reclamo, sintiendo el dolor de ese Takeshi que acaba de conocer, y sufrió; sufrió una doceava parte del total de aquel dolor y aun asi sentia que podia desfallecer.

Y en la actualidad aun sentia que podia morir, cada vez que su amado Takeshi le contaba algo nuevo de lo que sufrió a manos de esas personas, si es que se les podía llamar así, volvía a llorar, pero ahora en su pecho y no a la lejanía.

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-Conejito...hey conejito debemos levantarnos- La ronca voz mañanera del pelinegro, acariciaba con ternura la oreja del menor, quien se aferraba con una sonrisa en el pecho de su pareja.- Se que estas despierto, genio- Y un beso cerca de las comisuras de los labios , hizo reír al de mejillas estrelladas.

-Eres muy cómodo- Digo soñoliento, mientras se sentaba sobre su pareja de manera inocente, mientras Takeshi apreciaba la cara de sueño, el cabello revuelto y el pequeño rastro de saliva que salia de la boca de su pequeña pareja.

-Eres toda un belleza- Soltó un risa suave y juguetona, mientras se sentaba rápidamente para besar los pequeños labios de Izuku, quien se derritio en la ternura del beso y la protectora presencia de su esposo.-Ahora si, Buenos días-

-Buenos días- Izuku, aprecio a su esposo, su cabello estaba creciendo y tenía un rasposo camino en la barbilla, indicando que quería crecer barba en la zona, barba que Takeshi solía cortar para no molestarlo a él cuando lo besaba o acariciaba su rostro.- ¿Dejarás tu cabello crecer?

-No lo se, tenerlo corto me recuerda cuando tu madre solía usar sus tijeras y cortarme el pelo...es algo extraño. No se si se moleste si lo dejo largo-

-Bueno a mi madre le gustabas cuando estabas sano. Te corto el cabello para sanar las heridas en tu cabeza-

-Si, aun lamento haberle mordido cuando aplico el alcohol, pero realmente no entendia lo me decia- Takeshi estaba apoyando en el hueco que dejaba el hombro y cuello del menor, inhalando su fragancia natural, que se mezclaba con la suya cada vez que dormían juntos.- Gracias a ustedes empecé a creer en los demás-

-No olvides agradecerle a papá, él fue quien te trajo a Japón y te coloco ese bello nombre que tienes-

-Jamás olvidaría, lo que el viejo hizo por mi-

Takeshi suspiro, recordando la primera vez que había visto a su padre.
Ese dia no habia tenido que trabajar, lo cual era bueno, su piel podía descansar, su cuerpo no tendría aromas hostigantes, no habra más heridas o dolores en su cuerpo, no tendría que correr de un lado a otro, no tendría que clavar sus colmillos o garras en humanos inocentes. Pero todo aquello podía significar dos cosas; los abuelos jugarian con el o llamaron a una persona con poder y le entregarian su mejor mercancía, Noix.

Un golpeteo en su jaula, le indico que debía abrir los ojos, y así lo hizo. Su abuela sonreía con todos los dientes a la vista, acariciando su rostro como al mayor tesoro que esta poseía o como lo veía él, su mayor mercancia. Sacó una llave de su cuello y abrió la jaula, dejandolo salir, su piel desnuda al tocar la fría porcelana tembló, pero su expresión se mantuvo fría y concentrada.

Poco después, su abuela le vestía con un traje elegante, como si fuese una muñeca de porcelana. Le colocó zapatos de cuero, junto a unas calcetas largas,seguido de un collar de oro unido a una cadena y al terminar empezó a maquillarlo, tapando las cicatrices del rostro y dejando un delineador en sus ojos. Apenas era un chico, no sabía su edad exacta, pero suponía que era joven y aun así, era tratado solo como un producto.

Cuando su abuela finalizó, lo guió hacia el cuarto rojo, un cuarto con una gran cama fomada de las sedas más finas, decorados de oro y marfil junto a muchos utensilios que decoraban el resto del lugar, como si fuese un simple cuadro artístico. Pero en el cuarto había algo diferente; tres hombres, uno de cabello rojo intenso con una mirada fría y calculadora, otro de cabello rubio con los ojos completamente negros y el último, un hombre de cabellos blancos con unos ojos rotos, como si hubiera perdido algo valioso.
Takeshi sonrió, al menos las personas rotas no eran tan rudas.

Y así era. Cuando era el turno del hombre de cabellos blancos, este le pidió que se vistiese, que el solo quería hablar. Le preguntó si sabia latín o francés, Noix contestó que lo básico en cada idioma, debido a sus escapes a la biblioteca. Aquello ocasionó una risa vacía en el hombre, quien acarició el cabello del menor, no con deseo, no con asco...simplemente con fraternidad. El joven de piel morena lo observó, notando que ese hombre miraba en él, alguien que este había perdido.

-Quizás mi hijo hubiera tenido tus mismos cabellos... negros como los de ella-

-Si quiere, puedo actuar como su hijo- Y al decir esas palabras vio un pequeño grito de ayuda en los ojos rojos, un brillo que aclamaba cariño familiar, de la misma forma que el pedia.

El resto de la tarde se dedicaron a hablar, no sin antes presentarse. El hombre de cabellos blancos se llamaba Asbret Vilrelish y como para Noix era difícil de recordar, le dijo White, Asbret White por su cabello. 

Nuevo nombre que hizo llorar un poco al hombre de blanco, debido a que era la segunda persona que había mencionado ese juego para cambiarle el apellido.

...

-Pero nunca supe, el motivo de que estabas tan herido y muy lejos del aeropuerto-Pregunto Izuku, mientras apreciaba como los músculos de su pareja se tensaban al hacer la rutina de ejercicios que hacía cada mañana.

-Papá tuvo que comprarme para buscar mi liberación. A pesar de su quirk, la anciana tenía un empleado con un poder similar a una barrera,asi que como podrás suponer no era fácil salir- Takeshi volvío a flexionar sus brazos para hacer otra barra- Pero no pensamos que ella tambien tenia clientes aqui en japon. Cuento corto, nos atacaron en masa, el viejo me dejo escapar mientras se encargaba de los demás...el problema, me habían drogado para facilitar mi captura y termine dormido en un tren bala, desperté y camine por las calles, tirandome en aquel arbusto en donde me encontraste al dia siguiente.-

-¿Por que no me lo habían contado?-

-No es una historia tan increible...ademas lo importante es que salio bien y estamos los tres juntos ¿No?- Takeshi termino de hacer sus flexiones en barra y se acerco a Izuku, quien se sonrojo al tener semicuerpo desnudo ante el.

-Hace unos minutos te sentaste sobre mi...y no te sonrojaste-

-No te burles- Izuku inconscientemente inflo sus mejillas, haciendo que Takeshi les diera un suave mordisco en ellas- Jajajaj Nii-san-

El moreno, aprecio aquella ligera risa y volvió a atacar la mejilla estrellada de su pequeño sol, pero esta vez con besos. Besos que al inicio eran simples y puros, pero que al paso del tiempo deseaban mas.
Terminaron uniendo sus bocas como dos piezas perfectas de un rompecabezas, permitiendo que sus belfos acariciaran por completo a los contrarios y sus manos se buscaran en recorridos de piel. Cuando sus manos se encontraron, se miraron a los ojos, sonriendo al sentirse tan cerca, dejando escapar parte de sus almas en un suspiro que era devorado por el otro y cerrando ese pequeño juramente en un beso más profundo. 

Takeshi término sobre Izuku, devolviendolo a la cama, separándose de el, solo para que éste tomase aire, pero en un pequeño descuido, presiono una zona que no debía recorrer aún, o al menos eso le decía su conciencia. Aquel suave roce, ocasionó uno de los sonidos más encantadores y pecaminosos que el mayor había escuchado; un ligero gemido, oculto entre la vergüenza y el placer de un ser tan puro como era Izuku.

Este al oirse, sintio como una ola de pudor le llegaba al cuerpo, una pequeña ola que se mezclaba con un mar de sensaciones que aun no comprendía. ¿Como habían empezado esto?, estos movimientos, sus cuerpos sintiendose, sus bocas en un continuo reencuentro y sus manos enlazadas; si antes solo estaban conversando.

Pero todo aquello le menudeaba.
Ahora solo quería sentir, la sensación de la piel caliente de Takeshi sobre su cuerpo, como aquellas manos grandes y magulladas le acariciaban con cuidado, como esos ojos no dejaban de mirarle, de cómo  ambos sonreían tras cada beso, como su esposo, le quitaba la camiseta del pijama, para empezar un recorrido de besos sobre su piel, preocupándose de aquellas cicatrices que el tiempo había dejado.

Se sentía tan bien para ambos que no notaron como un par de ojos les miraban de la puerta de la recamara.

-Gracias por el porno en vivo, pero...les recuerdo que es Domingo, día familiar...no de tortolos- La voz adormecida del peli purpura, estaba llena de burla y malicia. Como si disfrutara encontrar a sus "primos" en situaciones vergonzosas o hacerlos pasar rabia/vergüenza.

-Izuku te recordamos que Takeshi es una bestia...y sabes que los animales la tiene ...bueno grande- Monoma siguió con la burla del peli purpura, mientras con sus manos suponían el largo del miembro del mayor de la estancia.

-Denme razones para no matarlos ahora- El gruñido de Takeshi no fue sorpresa de nadie, después de todo aquellas interrupciones se habían hechos continuas y agotadoras para el legal del grupo.

-Son mis amigos- 

-Soy tu primo-

-Soy pupilo de tu padre-

Respondieron casi al unísono, por suerte Takeshi ya estaba acostumbrado a la sincronía de esos tres, así que solo termino suspirando, mientras peinaba su cabello hacia atrás, ante la atenta mirada de Izuku.- Me ire a bañar con agua gélida-

-No era necesario esa información-

-Tampoco verte tan temprano, pero aquí estamos Neito- Y tras eso, beso nuevamente los labios de Izuku y se retiró.

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Izuku se vistio rapidamente, y bajó al comedor, seguido de sus dos amigos, quienes mantenían una especie de actuación cursi, sobre el momento que habían apreciado hace unos minutos. Los dejo estar, eso mantenía a ambos alegres a costa suya, pero con una sonrisa; además ver a Monoma un domingo tan temprano en la mañana era algo extraño.

-Esto...Neito. ¿A que horas llegaste?-

-El idiota me despertó a las 3 de la mañana- Respondió Shinso, mientras bostezaba, seguido de su pequeña gatita que había estado todo el tiempo en su cabeza.- Más encima Taiza en vez de alejarlo, le ronroneo-

-Es que me ama. No puede evitarlo- Neito recibió un suave empujón del joven de quirk mental y una sonrisa de su parte, una sonrisa con dos significados.

-Pero eso es muy temprano. Y si ibas a venir, hubiera pedido a Takeshi que te trajera o a uno de los choferes, es peligroso el trayecto a tales horas-

-Lo se, pero tenia necesidades de prioridad-

El pequeño de las estrellas iba a preguntar sobre ello, pero al notar al pequeño Kei jugando en la sala de estar, comprendió de inmediato. Colocó su mano sobre el hombro de Monoma y lo apretó, demostrando sin palabras que estarían siempre que necesiten. El rubio le sonrió y decidió alejarse un poco de sus amigos para jugar con aquel pequeño, que fingía que las muñecas eran guerreras que luchaban junto a un dragón.

El peliverde espero a que su amigo se concentrará en su hermano menor por completo, para preguntar a su fiel consejero la situación. No uso palabras solo lo miro.

-Tenía golpes en la espalda, diferentes objetos al parecer...el...protegió a Kei otra vez-Shinso, tembló de rabia, soltando un gruñido mientras el de ojos jade, le tomaba la mano para calmarlo- Kei solo había mostrado los aretes que le habían regalado en el colegio sus amigas, dos gatitos rubios muy lindos...pero su padre...ya sabes como es él-

-Hitoshi. Recuerda que en unas semanas iniciamos con el plan, pronto caerán...todos quienes nos dañaron, todos esos héroes falsos y villanos sin motivo de existencia.-

-Déjame al padre de Neito a mi. El será mi primera melodía- Arrojo de golpe, con una mirada filosa y una sed de sangre que nadie había visto antes en el.- Acabare con el.-

Los ojos de Izuku se abrieron, no por la decisión de Shinso, sino por la elección del final de aquel hombre de apellido Monoma. Hitoshi había escogido acabar primero con aquel demonio en piel de samaritano, en vez de la bruja de su progenitora. Aquello era realmente un cambio de tonada en el oji-morado, un cambio que le había fascinado.

-Chicos, el desayuno ya esta listo- 

-¡Papa! Buenos días- Izuku se lanzó a los brazos de su padre y sonrió feliz al sentir las caricias de su protector. - Comeremos con Mitsuki ¿Verdad?

-Asi es, ella nos espera en el jardín. Ha colocado una flor en cada puesto, incluso para Kei-

El menor de los Monoma alzó su mirada y sonrió alegremente a White, quien se acerco y lo tomo en brazos, acariciando sus cabellos semi-ondulados- ¿Quien es?

-Es un hada de la música que vive en mi cerezo-

-¡¿Enserio?! Nii-san porque no me habías dicho de esa hada- El pequeño inflo sus mejillas, enterneciendo y calmando los corazones de todos.

-Porque a diferencia de mi...no es un hermano mayor tan genial-

-Wooo...hoy tienes orejas de pantera, Ta-nii- Takehi se acerco y dejo que el menor jugara un poco con ellas, sacando algunas risas tímidas de este.

Al paso de unos breves minutos, ya todos estaban sentados en la  mesa del jardín, la cual estaba debajo del gran cerezo que gobernaba aquel extenso terreno que Asbret denominaba jardín. Había pastelitos, diferentes tipos de leche y tè, sandwichs caseros   una suave melodía que viajaba en el viento.
Todos empezaron a comer junto a una conversacion afable, llena de risas y sonrisas. Recuerdos del pasado o de la infancia que compartieron, decidios a mantenerse así de unidos y que la próxima vez que vinieran a comer con Mistsuki, Mei tambien tendria que estar.

Asbret, era el único en silencio, apreciando las dulces melodias que le rodeaban, las notas de cada instrumento en esa mesa y como su familia a pesar de estar en continua guerra con la vida, se mantenían firmes y con una sonrisa en el rostro.

-Es lo que siempre quisimos- Susurro para así, sabiendo que el único que lo escuchaba era Takeshi, quien le entregó unos golpecitos en el hombro con su cola de pantera, la cual termino enredándose en la muñeca de White, dándole de alguna forma la estabilidad que Asbret requería cuando sus sentimientos se empiezan a descontrolar.-¿No es así hijo?

Takeshi miro a White y luego al árbol; para finalmente responder. -Así es, papá....mamá-

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Bueno di varias pistas en este capitulo....me pregunto si se habran dado cuenta.

Les pido disculpas (realiza una dogeza) por la demora y no daré excusas porque bueno..todo el mundo tienen su problemas.

Espero que le haya gustado el capitulo

Finalmente la pregunta: esta definirá la dirección de semi-especial 2 asi que...quizas sepan de muchas otras cosas o quizás prefieran ver y saber algo en especial jeje

¿Contrato de sangre  o Juramento de almas ?

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