Islas

Cada persona es un mundo nuevo. Una isla perdida en el mar; llegan visitantes que solo pasan como el viento; otros se hospedan y la dañan...

,pero siempre habrá alguien que llegue a cuidarla

...

Narrador Onmiciente:

El viento mecía suavemente las hojas de los arboles, dejando caer lentamente algunos pétalos de aquella delicada flor que crecía en abril, una flor tan frágil y bella como la vida.

Junto a los pétalos que ya caían, unas flores fueron depositadas a los pies de dos lapidas. Ambas de un bello color blanco, luminoso y acordé a las personas que representaban. Una de ella estaba adornada con bellas flores de colores vibrantes, la otra de bellas estrellas que endulzaban la frialdad del mármol. 

A sus pies, luces que jamás morían y siempre flores llenas de vida; para demostrar que aunque sus cuerpos ya no estuvieran junto a ellos, sus almas y amor perdurarían en la mente de sus hijos.

"Midoriya Inko"   "Shinso Kaichi"  Padres que dieron todo por sus luces.

Ambos hijos estaban dando honores a sus padres, como lo hacían cada fin de semana, como lo hacían cada vez que llegaban de un entrenamiento o de algo que sus padres indicarían peligroso. Siempre les contaban que hacían; incluso cunado Shinso llego a la vida de Midoriya, de inmediato le contó a su mama sobre su, ahora, mejor amigo.

-Me hubiera gustado que estuvieras allí mamá. -Dijo de manera melancólica el peliverde, mientras acariciaba con cuidado la lapida- Bueno, no es un matrimonio oficial, pero...lo será pronto. A los 15 se puede y papá me dio su bendición.-El joven Izuku se tapa la cara con vergüenza- Me encantaría preguntarte tantas cosas mamá, se que papá, los tíos...hasta Shinso lo intenta, pero no puedo saber todo así.

-Su hijo es complicado Sra.Inko...pero hago lo que puedo - Comento Shinso a la lapida de la madre de su mejor amigo- Aunque sigo sin entender que los hermanos se casen-

La risa del oji-esmeralda envolvió esa pequeña y dulce burbuja que mantenían- Bueno, es cierto es algo raro...pero estoy seguro que me hubieras apoyado. Y no se preocupe Tio Kaichi, yo estoy cuidando bien de Shinso, si se llega a casar yo estaré con el apoyándolo siempre-

-Yo también lo haré.- La calmada voz de Takeshi entro a ese pequeño mundo, causando una sensación de calidez en los dos jóvenes- Señor Kaichi, velare de su hijo también. Se que se lo he dicho antes, pero hay que repetir ,a veces, las cosas.

El mayor se sentó junto a Izuku, quien de inmediato apoyo su cabeza en su hombro, acariciando las morenas manos y trazando pequeños caminos en esos dedos largos.-Sra. Inko disculpe que no haya venido antes o después del matrimonio con Izuku; ha pasado mucho.

Los tres chicos siguieron sentados allí, conversando con ambos padres, con sus almas. Mientras los cuerpos de los tres jóvenes estaban uno junto a otro, dándose un apoyo silencioso, pero que disfrutaban. Después de todo, eran ya una familia.

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-Vayamos por un helado antes de ir a casa- 

-Mhh, no tengo energías para caminar- Y a pesar de las quejas del más alto, no soltaba la mano de su mejor amigo, quien lo guiaba por las calles de la cuidad- Izuku...mi cuerpo sigue doliendo-

-No es mi culpa, Takeshi dijo que debías hacerlo todos los días.-

-El sueño me gana. Ademas que iba  saber que si me detenía el cuerpo dolería más-

-Entrenamiento básico, Shinso- Se quejo el más bajo, quien miraba a su extraño amigo bostezar y estirar cual gato- Vamos por el helado y luego a descansar.-

-Pido dormir en la cama de Takeshi-

-Sabes que es mi esposo-

-Pero su cama es la más suave-Un suspiro de agotamiento salio de la boca del pecoso, cuando se trataba de lugares para dormir, Shinso siempre iría al mas cómodo, aunque sea la cama del esposo de su mejor amigo.-Además siempre duermes allí, tu cama es adorno en tu cuarto-

-No puedo negarlo, es que...o mira mira- Derrepente el peliverde fue corriendo a una gran pantalla, para mirar una entrevista de All Might, el héroe numero uno de japón y uno de los pocos héroes que el muchacho seguía admirando.

-Izuku no buscábamos un helad..-

-Mira ese no es Midoriya. Tiempo sin verte- Una voz interrumpió al pelila, era un joven delgado, con dientes prominente y saludaba con burla hacia ellos-Hey Katsuki, mira quien...

-¡Deku! ¡Quítate no dejas ver!¡Maldito nerd!-Un joven rubio grito sin control y se acercó rápidamente a la pantalla, alejando al pecoso con las leves explosiones de sus manos.

-Esa no es manera de saludar-

-¡No te metas ...Mhh tu debes ser el raro que adopto el viejo de Deku!-Sus manos se acercaron a él, imponiéndose ante el chico de ojos morados, quien lo miraba con desgano. Daba más miedo su nueva familia sonriendo, mientras tenían cuchillos en sus manos que el rubio gritándole y mirándole con ojos demoníacos.

-Emhh...Kaachan es el Shinso, es mi ¡Ahah!- El pequeño grito de Izuku al sentir una explosión muy cerca de su cara lo hizo callar, para mirar como los dos compañeros del rubio se reían a carcajadas por la cobardía que les mostraba.

-¡Que mi vieja me diga cosas de ti, no significa que me importas! Más te vale que tu estúpida idea de entrar a la U.A haya terminado- Una mano del rubio empezó a hacer presión en el hombro izquierdo del peliverde, quien lo miraba fijamente, ocultando sus ansias de defenderse- Pero es mi sueño desde..

-No tienes quirk, no sirves. Si te atreves a intentar ingresar. ¡Te matare!-Y sin más, los tres chicos se fueron, dejando a los otros dos desconcertados por la extraña y repentina situación.-Izuku, ¿Porque no te defendiste?-

-Kaachan se irrita con facilidad. -Dijo con clara tranquilidad-Es gracioso verlo enfadado ¿No crees?- Los ojos del pecoso estaban algo opacos,  haciendo que el más alto recordara como el joven frente a el, había matado tres personas a los 11 años; indicándole que estaba algo enojado por la actitud de su supuesto amigo de la infancia.

-No te ve hace dos años y reacciona así. ¿Seguro que no tiene problemas?-

-Sabemos del otro porque la mamá de Bakugo siempre llama a casa; aunque desde que Kaachan empezó a ignorar mis invitaciones a mi cumpleaños, las fiestas de casa o hasta de navidad;  ya no intente molestarlo más. Quiza la tía le comento que estoy estudiando para la U.A y allí su reacción-

-Sigo sin entender su comportamiento- El joven de cabello lilas, realmente estaba extrañado. Lo poco que sabía del rubio era que el joven de cabellos peliverdes admiraba su orgulloso actuar y su fuerza; pero que no compartían vivencias de hace años.

Quiza si Izuku no hubiera perdido a su madre, estarían en el mismo colegio, quizá hasta podría pensar que se convertirían en amigos; pero para Shinso ahora, Bakugo era solo un chico que necesita un golpe en su orgullo. Un golpe muy grande.

-Vamos por ese helado-Y tomando la mano del oji-esmeralda se dirigieron a la heladería.

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-¡Shine!- Un grito hizo temblar la casa de los Bakugo con fuerza, el único hijo de la familia esta irritado, furioso y atrapado en un complejo de pensamientos en estos instantes.

Hace dos años que perdió todo contacto con el pecoso, quemando sus invitaciones, dejando su celular sonar al ver que era el nerd quien lo llamaba y llendose por la puerta trasera cuando venía de visita. El no quería estar con el bicho raro, el no quería andar de buen samaritano solo porque había perdido a sus padres y no lo haría aunque su madre se empeñara en contarte cada estúpida acción del menor.

-Sus estúpidos ojos...¡Se estaba burlando de mi!- Golpeo con fuerza la pared de su cuarto, tomando aire con gran fuerza. Quiza sus amigos eran muy idiotas para notarlo, pero esa voz temblorosa, ese cuerpo que se ocultaba lo más que podía y esos supuestos ojos lleno de miedo eran una fachada; una estúpida fachada. Lo noto al acercarse, esa sonrisa de calma, como si no le importara lo que hace a simple vista, como si no importara haber perdidos a sus padres, como si no le importara las miradas que lo juzgaban cada vez que tomaba la mano de algún hombre. Midoriya le estaba indicando claramente que el no daría paso atrás, y eso le irritaba, siempre le irrito.

Odiaba esa parte de él. Odiaba que se levantara tras una golpiza y sonriera después, odiaba que continuara con el sueño de ser héroes cuando no debería serlo jamas. Pero odiaba mas que nada, que él no supiera de su lugar, él siempre estaría por debajo de los demás, un quirkless jamas seria alguien y bien lo sabían todos; pero no el idiota de Izuku.

-Veras que seré el numero uno. Espero que disfrutes ver a todos los demás sobre ti, ¡Maldito nerd!- Inhalo con suavidad y tomo un vaso de agua.

Necesitaba calmarse, gritar tanto podría hacer que su garganta doliese y eso no seria bueno para los exámenes; ya que le molestaría y no podría dar su 100%.

Se acostó en su cama, más calmado y diferentes escenas de su infancia con el mocoso de pecas persiguiéndole llenaron su mente. 

-Yo seré el héroe numero uno-Termino diciendo mientras elevaba su brazo y empuñaba su mano con fuerza- Mírame.

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La danza era expresión corporal. Era hacer que los cuerpos hablaran solo con el movimiento, a veces eran acompañados de música, pero un baile bien ejecutado no lo necesitaba; ya que seria el mismo cuerpo quien entregaría cada nota, formando así una melodía que se tatuaría en la memoria del observador.

Después de todo, la danza junto a la música, siempre fueron un deleite para el ser humano. Y unir ambas a la perfección, era crear un hechizo de encierro en la cual nadie quisiera irse, ya que nadie querría perderse el ligero movimiento, el compás de los sonidos y como los cuerpos se fundían en cada paso.

Y era lo ocurría ante los ojos de Shinso, quien había caído nuevamente por la danza de cuchillos y espadas que ocurría frente a él.- Es impresionante-

-Algún día tu podrás danzar así, solo necesitas más practica- La grave voz del Sr. White entro al cuerpo del menor, causando una ganas incontables de cumplir esas expectativas, si el lograba hacer aquello podría servir muy bien a su mejor amigo.

Así que con un suspiro y dispuesto a no perder cada detalle, siguió observando la peligrosa danza frente a él.

Podía sentirlo, el par de ojos que lo miraban con detalle, como recorrían su cuerpo en cada movimiento; uno lo estudiaba, el otro lo admiraba. Ambas sensaciones eran diferentes, pero cálidas al corazón del peliverde, quien, a pesar del cansancio continuaba en esa peligrosa, pero atrayente danza.

Tomo con fuerza sus cuchillos y volvió a dirigirse a Takeshi, dispuesto a atacarlo. Su brazo izquierdo se dirigio con velocidad al cuello del otro, mientras su brazo derecho protegía su estomago, sabiendo los movimientos de su ahora esposo. 

Takeshi, giro rápidamente su cuerpo, y se alejo para evitar algún corte, admirando el porte de Izuku quien ya a sus 14 años tenía una presencia inaudita al atacar.

Se acerco corriendo con velocidad, mientras dirigía su katana al abdomen del menor, quien lo detuvo con su cuchillo y saco la segunda espada que lleva su cinturón, la desvaino y coloco rápidamente en dirección al cuello del pelinegro.

Dos pasos hacia atrás.

Iban tan rápido que no percibían ya el dolor de sus cuerpos, o el ligero filo de los cuchillos en sus pieles. Les gustaba todo esto.

Les gustaba, la sensación de estar en peligro y a la vez de seguridad que les causaba la mirada del contrario.

Una sonrisa en ambos rostros, indico nuevamente un ataque. Midoriya ahora usaba la katana y Takeshi los cuchillos, intercalando los pasos, los movimientos que eran perfectamente sincronizados, como una danza practicada por miles de años. 

Un intento de golpe cruzado por parte del mayor, provoco que el menor diera una voltereta hacia atrás por seguridad, aprovechando de usar alguna otra arma que estuviera por la zona de practica. Al sentirla bajos su pies decidió quedarse allí, con la katana frente a el para recibir el golpe de las garras de Takeshi.

Uno, dos tres.

Los pasos continuaron, Izuku se defendía mientras, Takeshi atacaba en diferentes ritmos, hasta que un ligero susurro, cambio la melodía. El arma que Midoriya sentía en su piel era un látigo de cuero, que en un movimiento elástico del menor, fue hacia sus manos y con fuerza rompió el aire del lugar y rozo la mejilla del moreno, causando una leve cortada en esta y una sonrisa deseosa adorno el rostro del mayor.

Ahora era una danza entre el látigo de Izuku, y la felinidad de Takeshi.

En un arrebato de movimientos, el mayor recibió el látigo en su brazo, aprovechando aquello para atraer el cuerpo del menor al suyo, lo tomo de la cintura jugueteando con sus garras en la suave piel, mientras su boca dejaba un ligero beso en el cuello.

Pero aquel  juego no iba a ser permitido, un movimiento rápido y ligero; libero al peliverde, que al estar desprotegido fue rápidamente a tomar un pudao* , justo a tiempo para evitar el katar* de Takeshi.

Aprovechando su ligereza y estatura, fue moviéndose hacia la zona central, esquivando los ataques de su "hermano" y riendo por la subida de adrenalina en su cuerpo.  Uso la zona de madera de su arma para defenderse y la punta metálica para ir en contra del mayor, causando una leve ventisca por la velocidad de los movimientos de ambos.

Y aunque sus cuerpos pedían más melodías, la danza debía acabar.

En un ligero y sorpresivo movimiento, Takeshi quedo de pie sobre la zona cercana al metal del  pudao, llevándolo lejos con una patada y yendo rápidamente contra Izuku.

Quien, a pesar de golpear el suelo con su espalda, detuvo el katar que iba a su cuello. 

El fin de aquel concierto llegó, dejando pequeños espasmos en las mentes de los dos artistas. Takeshi dejo el katar a un lado, sin quitar sus ojos del pecoso e Izuku, se quedo apreciando la heterocromatica mirada del otro. Sus respiraciones estaban intranquilas, envolviendo al otro en una sensación extraña para ambos, sus bocas estaban a punto de rosarse, sus cuerpos estaban cada ves más cerca y sus corazones latían al mismo compás.

-¡Si van a besarse, háganlo rápido!- La voz de Shinso resonó entre ambos jóvenes, sonrojando al menor en el proceso, quien a pesar de la vergüenza acepto con gusto los labios de su esposo al terminar aquella practica.

-Has mejorado de maravilla Izuku. Sin duda eres un orgullo mi pequeño hijo - El Sr. White fue corriendo a abrazar a su hijo menor y empezó a llenarlo  de abrazos cariñoso, sin importarle que el sudor manchara su costosos traje.

-Si quieres podemos practicar, Hitoshi- Takeshi se acerco a su "primo" y le estiro una daga

-Te vez cansado y no quiero...-

-No lo estoy. Además tu mismo querías mejorar en cuerpo a cuerpo ¿Verdad?...Vamos que no debemos perder tiempo-

Shinso sonrió al notar la preocupación hacia él, y su sonrisa se incremento a recibir el apoyo de Izuku en un caluroso abrazo. -Estaré apoyándote-

-Izuku deberías bañarte- Fue el ligero reclamo del adulto.

-Después- Comento entre jadeos el peliverde, mientras se sentaba y recibía la botella de agua de su "primo"- Déjame mirar, así aprendo más y podre enseñar a Hitoshi algunas cosas...tu mismo me enseñaste que..

-Siempre tengamos un ojo en nuestra gente- Le continuo White, sabiendo que no importaba que dijese- Vigila el entrenamiento y báñense antes de ir a cenar-

Los tres chicos asintieron, mientras iban a sus posiciones. Shinso y Takeshi en medio de la zona de pelea, mientras Midoriya los miraba fijamente para no perder ningún detalle de la posible melodía que crearían sus dos chicos favoritos.

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-Entonces no han hecho nada más que besarse- Afirmo la pelirrosa mientras abraza su almohada.

-No, solo abrazos y besos. Okey, aveces besa mi cuello, peor nunca ha hecho algo más....acaso n soy atractivo-

-Recién tienes 14 Izuku. Él lo sabe y no adelantará los sucesos-Respondió con obviedad el peli-lila mientras le robaba el paquete de papas fritas al rubio que se encontraba costado en la cama de Izuku. 

-Pero, es mayor. Los mayores necesitan bueno, esas cosas...esto, necesitan ya saben...y Takeshi bueno es algo...es primavera y...quizá necesita- Empezó a murmurar Midoroiya mientras sus mejillas se teñían de tonos rojos y sus dedos jugaban con con la polera de su pijama.

-Sexo...Takeshi necesita relaciones sexuales eso intentas decir ¿No?- Y nuevamente Shiso fue demasido sincero- El esperara, no debes apresurarte-

-Incluso quizá esta acostándose con otras personas...hasta Tomura ¡Auch! ¡¿Porque hiciste eso loca de las maquinas?!- Grito el rubio mientras acariciaba la zona golpeaba

-No permitiré que le metas cosas negativas en su cabeza- Digo como toda una guardiana la pelirosa mientras tiraba la oreja del rubio.

Izuku se había quedado callado, pensando en esa posibilidad. Takeshi desde que se "casaron" no hacía trabajos que necesitaran de servicios sexuales, pero el instinto a veces le jugaba en contra y solía amarrarse cadenas o tomaba relajantes para calmar a los millones de animales en su cuerpo. También pensaba sobre la sinceridad del mayor, jamas le mentía, aunque doliera la verdad, siempre iba por la verdad por delante...pero a veces el miedo de no ser lo suficientemente maduro le carcomía.

-Discúlpate Monoma. Ahora- La suave voz de Hitoshi, sonaba en esos momentos un poco más ruda de lo usual, indicándole al nombrado que su supuesta broma no era agrado de nadie.

-Perdón Midoriya, dijo lo primero que pienso y...No era mi intención incomodarte- Y allí estaba el verdadero Neito Monoma, un chico que sabía de sus errores, pero fingía demencia para verlos.-Pero es que siempre hablas de él y sobre eso...Estamos los amigos, adiós parejas.-

Izuku sonrió. 

Conoció a Monoma al entrar a secundaria, quizá si hubiera decidido seguir a Kaachan no lo hubiera hecho, pero estar en otra secundaria había calmado algo las aguas entre ellos, permitiendo que sus discusiones solo fueran gritos.

Volviendo con el rubio, que ahora estaba molestando a Shinso colocándole una orejas de gato. Lo conoció poco después de entrar a su nueva secundaria, era del salón 3 y a pesar de su popularidad siempre almorzaba solo, ya que nadie podía aguantar la sádica personalidad del oji-gris. 

Por eso y su constate sinceridad ante todo; trajo consigo curiosidad el peliverde, quien a pesar de los reclamos y advertencias se acerco a Neito, dispuesto a ser su amigo.

No fue sencillo; no le contestaba las preguntas, lo ignoraba o simplemente se burlaba de él, pero el paso del tiempo empezó a aceptarlo en su mesa, dejandole hablar todo el tiempo.

Muchos decían que no lo escuchaba, incluso Monoma decía que hablara mas solo para causar ruido, pero la verdad era diferente.

 Siempre lo escucho, cada palabra que decía y hasta memorizo algunas conversaciones para resguardar datos y así tener temas de conversación.

Pero tampoco fue sencillo que Neito se quedará.

Shinso no estaba muy de acuerdo con la decisión de  Midoriya en traerlo al grupo, mucho menos con las constantes burlas  y frases sádicas que soltaba el rubio de ves en cuando, pero era grato tener alguien que los defendía cuando ellos ya no tenían las fuerzas para silenciar las voces molestas.

Además, si Izuku le hablaba era por algo, el nunca hace algo sin motivos y el siempre aceptaría lo escogido por Midoriya, cual mantra sangado.

Al paso del tiempo, Neito empezó a copiar los quirk de los demás solo para usarlos durante 5 minutos y así Midoriya pudiera notar cada detalle visible o las sensaciones que sufría el cuerpo del rubio. Aquel acto había sido el que Shinso necesitaba para apaciguar su alarma de guardián y empezar a sonreír al oji-gris; después de todo copiar tantos quirk cansaba de manera obvia al rubio, pero lo hacia cada vez que podía para alegrar al pecoso, que lo tenía hechizado.

Después de todo, Izuku Midoriya fue el primer amigo de Monoma Neito. Un chico sádico con un gran corazón.

-Okey, me siento desplazada- La queja de la pelirrosa, fue dirigida a los tres chicos que estaban en un enredado nudo, intentando quitarse las frituras entre ellos. Monoma estaba acostado en el suelo, con sus piernas enredadas entre las de Shinso, quien estaba sobre Izuku, el mismo que estaba apoyando su rostro en el pecho del rubio,mientras su brazo seguía estirado en dirección a la bolsa de papas fritas que tenía Monoma en su mano.

-¿Perdón?- Dijeron al unisono los dos chicos más tranquilos, todo lo contrario al extrovertido nuevo amigo- Pues quédate observado.

Y un gran golpe, cortesía de uno de los babies de Mei, golpeo la cabeza de Neito, quien de inmediato se quejo; permitiendo que Midoriya le robara la bolsa de frituras.-No es justo que solo yo reciba los golpes

-Izuku es un amor, no lo golpearía. A Shinso lo hago sufrir de oras maneras, te tocaron los golpes cariño-


Un quejido seco salio de los labios del rubio, causando las sonoras risas del extraño grupo de amigos- Ni siquiera se porque soy vuestro amigo...solo recibo maltratos- Exagero mientras tomaba su cabeza y miraba al cielo como todo un actor.

-Eres sádico y masoquista, por eso- La respuesta del pelilila causo que rápidamente le rubio se lanzara sobre el, para desordenar su cabello mientras los otros dos reían y compartían los dulces.

Mientras ellos sonreían y disfrutaban de la compañía de los otros; un joven de cabellos negros observaba la luna adornar el cielo nocturno. Alzó su mano izquierda y aprecio el anillo que adornaba su dedo, sonriendo a ante ello y la dicha que le causaba oír la alegría de su bello conejito.


Esa pequeña isla tuvo muchos habitantes que la dañaron.

Quitaron cuanta pureza que tenía.

Dos guardianes intentaron todo para que volviera a brillar, pero faltaba algo

La isla empieza a amarse 

..Y..

Entonces es cuando la naturaleza decide.

Dejarse llevar por el hombre o empezar a luchar por lo suyo.


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Capitulo nuevo. Ligero nuevamente, porque no me gustan tantos dramas juntos.

Además quería que supieran un poco de la vida cotidiana de Izuku.

Sobre la pregunta de las flores, lo verán en unos capitulo más adelante jiji

Próximamente les traeré un especial de Takeshi. 

A pesar de ser un Oc y a simple vista una molestia para las parejas típicas de la serie, es alguien que necesito que conozcan más.

Glosario: 

Katar: arma blanca, utilizada principalmente en Persia. Corresponde a una daga de hoja ancha con empuñadura en forma de H. Suele usarse con guante, pero si tienes buen agarre no lo necesitas.

Se uso como representación de garras.

Pudao: arma blanca, original de China. Muy similar a una lanza, pero con la punta de una espada curva con anillos, para cortar huesos de animales grandes. Era utilizada para cortar las patas de los caballos en las guerras. Su bastón es de un a tres metros de largo y es un arma que solo pueden usar personas capaces o con gran fuerza.

(Midoriya sabe usarla por la practica desde pequeño)


¡Nos vemos!

Preguntas aquí...algunas las responderé otras no :P

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