Dahira Negra
"Retumba la tormenta
Por la bóveda del cielo
Y sobre la impetuosa
ráfaga del llanto
Cabalgarán
deidades, deidades del invierno
Hacia las montañas
alcanzando el cielo"
...
...
"El susurro de los árboles
silencio aquel aleteo
que marcaba el ritmo
del ultimo corazón"
...
...
"La luna que nos ve,
nos brilla ante el cielo
Hacia el camino de plata
que al lobo guió..."
Un joven de cabellos celestes bebía una cerveza, mientras otro lanzaba dardos a diferentes fotografías colgadas en la pared, riendo cuando acertaba a los ojos o el cuello.
Su risa no era extravagante o estruendosa, más bien era una risa casi apagada, como si lograr dar en esos puntos fuesen tan fácil para él, que ya no tenían mucha gracia.
-Si estas tan aburrido...¿Porque no vas a matar con tu amigo delincuente?-
-Papá pidió que viniera en su lugar, tenía una cena con la perra de Marron para conseguir más detalles-
-¿Aun no la matan?- Pregunto sorprendido Shigaraki. Después de todo cada vez que hablaban de la mujer que dio a luz a Shinso, los ojos de Izuku se volvían tan oscuros como el vació del infierno, o al menos a si le gustaba decir al Sr. White.
-Izuku digo que matarla no era suficiente- El pelinegro dejo de lanzar los dardos y se sentó en una de las mesas con bastante elegancia a pesar de sus ropas. Dejo salir una cola felina y unas garras grandes y negras. Y alzándolas como si alcanzaran algo, apreto su mano con fuerza, dejando que las garras cruzaran diversos puntos de un cuerpo imaginario.- Jugaremos con ella...de la misma forma que hizo con el padre de Hitoshi.
-¿Jugar? Izuku- El menor hizo una pequeña pausa y jugo con la mano de su padre -No creo que el sea capaz de torturar a alguien...no como All for One-
-¿Porque debería hacerlo igual que tu maestro?- Los ojos rojos miraron la sonrisa gatuna del moreno, causando una extraña corriente en su cuerpo- No son iguales, son diferentes...y eso querido Tomura, es lo maravilloso de las personas.-
-Odio cuando hablas como tu padre-
-El me recogió, deberías entenderlo-
- Y lo hago, pero yo no hablo como el sensei-
-No, no lo haces. Eres mucho más...como decirlo ¿Nervioso?- Takeshi salto agilmente hacia la mesa del bar para quedar a espaldas del alumno del mal supremo, divirtiéndose con el pequeño grito de este, al notar el repentino cambio.- Y claro...- se acerco al oido del menor y le susurro- El puede controlarte...en cambio a mi, bueno soy una bestia ¿No?-
Shigaraki se quedo callado, pensando en esa pequeña, pero gran diferencia. El no era "hijo" de All for One, solo un niño que recogió de las calles bajas. En cambio Takeshi e Izuku si son "hijos" del Sr. WHite.
Él no solía salir a la calle, hasta que conoció a esos dos.
Él no se quitaba la mano de su padre, excepto cuando ellos estaban con el.
Él cumplía con las peticiones de su maestro como si fuesen leyes, un mandamiento divino; todo lo contrario a Izuku o Takeshi, ellos decidían si aceptar o no algo.
ÉL era....¿Una marioneta?
-Pero sabes querido amigo- El de ojos heterocromatico tomo el rostro de Tomura y lo hizo mirarlo fijamente, sin apartar la mirada- Izuku es bueno cortando los hilos-
Y eso ultimo, causo una sonrisa en la blanca y rota piel.
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-Así que ese fue el motivo porque golpearon a Monoma. Me siento mal, si yo no hubiera regalado el vestido a ...-
-Pudo ser peor...eso dijo, pero sabes, yo se que el agradece que hayas actuado así con alguien tan importante para él. No cualquiera acepta con tanta facilidad algo...que la sociedad no ve bien-
-Si, lo se. Yo pensaba así, mis padres igual hasta que Izuku apareció en nuestras vidas.- La pelirosa ajusto sus gafas con dedicación y continuo- Me salvo, me mostró que la gente es diferente y siempre lo será. Me enseño que yo no era rara, que no estaba mal amar las herramientas, el aroma a aceite de auto, y ser...
-Uno mismo-La pelirosa sonrió con alegría y salto sobre su amigo, haciendo oídos sordos antes las quejas del pelila, quien intento botarla muchas veces, cansándose por no poder quitársela de la espalda.- Ya, ya...mucho aprecio-
Y antes de que la oji-dorada lograra burlarse del agotamiento de su querido amigo, una dulces risas llamaron su atención. Inmediatamente bajo de la espalda de Shinso y corrió a abrazar a la dulce criatura que venia corriendo.
Era una linda pequeña de cabellos rubios, con horquillas en tonos pasteles, sus ojos celestes brillaban al ver a los amigos de su hermano y su lindo vestido blanco combinaba perfectamente con su mochila con alas.
-Nii-san me compro esta mochila, le dije que no gastara su mesada en mi, pero dijo que era un regalo por no poder ir conmigo a visitar a los abuelos-
"Si supiera que su padre encerró a Neito, y si no fuera por Izuku el hubiera pasado toda la semana encerrado sin comida o agua" Pensó el oji-morado mientras acariciaba el cabello del menor.
-¡Kei! No corras tan despreocupadamente, el viento pudo levantar tu vestido- Menciono algo exaltado Neito, mientras miraba a cualquiera que se hubiera fijado de más en su lindo hermanito, causando ternura en Shinso por lo protector que podría ser Monoma.
-¿Eh? pero si llevo shorts debajo. Izuku me dijo que si usaba vestido o falda era mejor con algo abajo, así podría correr y divertirme-
-Por eso yo llevo pantalones- El orgullo de Mei por usar pantalones y no vestidos fue algo extraño, pero entre esa mente extraña y el pequeño ángel se entendían.
-Si, pero los vestidos y faldas me gustan mucho. Además solo puedo vestir así con ustedes, no quiero ... que los demás se burlen- Tras esa frase unas manos acariciaron el suave cabello de Kei, quien sonrío al ver a su hermano alli, junto a él.
-Ya sabes, nadie puede tocar a mi hermanito si yo estoy aquí- Dijo mientras abrazaba al menor quien sonreía por los mimos de su amado hermano.
-Ya, hermanos amorosos. Empecemos a caminar o nos perderemos la película-
-Pero Izu-nii aún no llega-
-Él vendrá más tarde, prometió acompañarlos al parque y a las demás actividades, después de ....cumplir con ciertas tareas-Respondió el más alto del grupo mientras aceptaba la mano pequeña del Monoma menor.
-Espero que no sea nada difícil, las matemáticas son complicadas, pero Izuku es inteligente....podría ser tarea de ¿Química?- Los celeste ojos observaron a la chica, que al entrar en pánico golpeo con fuerza el brazo de Monoma, quien no pudo quejarse para no asustar a su hermanito.
-Así es. Tiene tarea de Química e Historia; cuando termine vendrá-
Y tras esas palabras, los cuatro jóvenes se dirigieron al cine, siendo observados por unos cristales opacos y una mentalidad dañada por los años.
Un hombre robusto, por la comida y una calvicie notoria en su cabeza, era quien estaba tras esos cristales y sonría al imaginar lo que podría hacer con esos quirk, que separados no parecían tan peligrosos, pero juntos podrían ayudarlo a subir otro eslabón en aquella pirámide social en la cual vivían.
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"Mariposa encantada,
vuela alto, hazlo ya
alcanza las estrellas
que el lobo aullara"
Un joven de cabellos verdes y estrellas en su rostro cantaba con tranquilidad a la espera de sus acompañantes, admirando el ritmo de la cuidad a esas horas, muy diferente a la música que se formaba en el establecimiento o las melodías que sonaban en su casa.
Era curioso como a la misma hora y en la misma cuidad, ocurrían tantos sonidos diferentes y aún más que en esos mismos segundos ocurrían tantas historias en todas partes del mundo. Tan impresionante como común, al igual que el aleteo de una mariposa.
-Disculpa por la tardanza, Eimi se quedo pintando- Izumi sonría algo apenado por tardar más de lo propuesto, pero ver la bella sonrisa del peliverde lo calmaba y a la vez le maravillaba.
-Era ...muuuy impotante- Explico la dulce niña, dejando ver el diente que faltaba al sonreir-
-Importante-
-Si, eso...como dice nii-san- Digo con orgullo la pequeña mientras soltaba la mano de su hermano y con algo de timidez infantil estiro su bracito, acercando un dibujo a Izuku.-Somos los ...¡los tes!. Mirra, pincesa Emi, principe Izuku y caballerro Izumi.
La pronunciación de las palabras no era perfecta, pero se dejaron el claro el mensaje, cautivando el noble corazón del oji-verde, quien al ver el dibujo algo deforme, y bastante subjetivo de la niña sonrió enternecido.
Su media hermana, le había hecho un dibujo y para Izuku aquello era una muestra de cariño enorme, después de todo, el hacia eso para Takeshi cuando era niño y en ocaciones aún lo hacía.
-Es maravilloso. Incluso nos hiciste como héroes-
-¡Poque lo son!- Grito con entusiasmo la menor, dejando ver, que en sus ojos tanto, Izuku como Izumi eran grandiosos.
La conversación entre la pequeña de coletas y el niño de pecas de estrella continuo por unos buenos minutos, sin interrupciones de Izumi, quien observada todo con maravilla. Su hermanita era bastante tímida con los desconocidos, pero desde que conoció a Izuku ella quedo prendida de él; al igual que el mismo.
Por eso, le había pedido una especie de cita a Izuku de una manera más suave he indirecta. Solo tuvo que llegar un día a su salón de clases (que para su suerte), en ese momento el guardián de ojos morados no estaba, y pedirle amablemente que si podía acompañarlo a llevar a su hermanita desde el jardín escolar hasta la academia de baile donde estaba inscrita. También agrego que la pequeña Midoriya amaría tenerlo allí, sospechando que Izuku al ser un ángel era bueno con los niños.
Y acertó.
Izuku sonrió con entusiasmo al saber que iría a una academia de baile y que podría acompañarlos.
Paso los siguientes tres días desde el confirmación, con euforia.
El no lo comprendía, pero aquel chico quiera estar a su lado lo hacia feliz. Aunque en muchas ocaciones su felicidad era tan grande que Uraraka y Tsuyu; ambas chicas de su salón; le preguntaban que lo mantenía tan contento. El como mal mentiroso, prefirió un día soltar verdad y les dijo sobre la "cita", logrando atraer a medio salón sobre el. Se coloco tan nervioso que llego a desmayarse y perdió las ultimas horas, recostado en la enfermería.
-Izumi...hey Izumi.-El menor de los White al verse ignorado sonrió travieso y miro a Eimi, quien sabiendo que hacer copio la acción del mayor. Un abrazo de oso para el chico que empezó a dar suaves murmullos.
-Wahah...¿Q-que hacen?-
-Te quedaste murmurando y aunque se que es común al pensar, debemos partir. Con Eimi pensamos en comprar un algodón dulce antes de llegar a su academia-
-¡Dulce!-
-A ya veo, si me parece bien. Eimi la mano, debemos partir- Y con esa frase la dulce niña tomo tanto la mano de su hermano como la de Izuku, iniciando con la pequeña salida.
Pasearon entre risas por las calles de la cuidad. Tanto Eimi como Izuku sonrojando a Izumi, quien intentaba que su hermana no soltara, sobre el amor platónico que tenía con su compañero de ojos verdes.
Izuku sonreía y hablada de los heroes que tenía en la clase, al igual que sus compañeros. Eimi, de las ganas de cumplir 4 para saber cual seria su poder, aunque no se le entienda mucho por su problema con algunas letras.
Y en cambio Izumi prefería escuchar a ambos, le encantaba. Era como si Izuku fuese alguien de otro planeta, con tanta fascinación por lo que descubría y su hermanita no se quedaba atrás. Por cada nuevo dato entregado por el mayor de los tres, ella miraba sus pies intentando memorizar las palabras mencionadas, con pasitos contados.
Aunque cuando tenía que seguir la conversación hablaba de sus compañeros y profesores, apreciando como Izuku le escuchaba con entusiasmo y pregunta más cosas sobre ellos. Incluso durante la conversación logro descubrir que su querido principe era amigo de la infancia del chico explosivo del salón.
-Es que...¿Enserio? No puedo creer que alguien como tu hayas sido amigo...bueno de un chico así-
-Kaachan es difícil, pero cuando lo conozcas mejor sabrás que es una buena persona.-
-Mhh, no es por incomodar o hablar de tu viejo amigo, pero es un chico complicado, no se acerca a nadie del salón. Sino fuese por Kirishima, Uraraka o Denki estaría solo en su puesto, amargado por todo el día-
-No es bueno habla mal de gente que no esta, nii-san- La pequeña pelinegra inflo sus mejillas y apunto a su hermano con uno de sus dedos- Malo, malo...nii-san malo. Le diré a mamá-
Izumi miro a su hermanita y con una muy mala actuación, fingió miedo ante la "acusadora" mirada. Haciendo un trato con ella.
Le compraría una nube de azúcar en forma de flor gigante, si no le decía nada a mamá.
La de mejillas estrelladas asintió con entusiasmo y miro a Izuku.
-Asi se controla un nii-san- dijo con orgullo mientras alzaba su carita hacia arriba con entusiasmo, sacándole risas enternecido al peliverde.
Sus hermanos no eran malos...
Por lo que conocía, no eran como su padre biológico.
Pero ¿Como sería su madre?
¿Sería tan dulce como la suya?, ¿Sabría cocinar?, ¿Sabría contar historias en la noche? o ¿Hacer todos los disfraces posibles con los restos de tela que habían en la casa?
¿Hubiera recibido aquel chico de ojos vacíos en su casa?
Tantas preguntas en un corto tiempo no le hacían bien.
Cada una de ellas le entregaba un sin fin de escenas de su mamá, de su sonrisa, de su cabello largo y sedoso.
De sus juegos de héroes, de como con paciencia le enseño a leer y escribir.
La extrañaba.
A pesar de los años, la necesitaba.
Necesitaba su calor, su risa, sus ojos brillantes...pero se la habían rebatado hace tiempo.
-¿Príncipe?- La pequeñas manitos de Eimi estaban tirando de la polera de Izuku, mientras sus ojos mostraban preocupación y un aire a llanto.
¿Porque lo miraba así?
Supo la respuesta cuando Izumi seco sus lágrimas con un delicado toque.
-Perdon..es solo que recordé a mi mamá.-
-¿Esta muy lefos?-
"El cuerpo desaparece y se aleja, pero el alma se mantiene siempre a arraigado a tu corazón"
-No lo esta, pero me gustaría poder abrazarla.-
-Mama es buena con abazos, ella puede abazarrte-
-Tu mama es muy buena-
-¡Ashi es! Nii-san...habla-
-Esto...bueno- El Midoriya de cabellos negros no sabía que hacer realmente. Hablar de su mamá, frente a alguien que quizás no tenga o que está lejos; no parece una buena idea, pero esos ojos verdes querían saber.
Y si Izuku quería conocer algo, Izumi buscaría donde fuese necesario por él.
-Mamá es muy buena. Incluso cuando papá viajaba a Japón y nos dejaba unas semanas; ella no se entristecía o se enojaba, en cambio me decia que papá se esforzaba por nosotros.-
-¿Viajar a Japón? Pero...son japoneses-
-A si, pero cuando era muy pequeño papá consiguió un traslado a Estados Unidos. Tenía la posibilidad de viajar solo, pero prefirió llevarnos con él- Izumi se detuvo, para señalar los dulces que comprarían y tras pagarlos continuo- Eso fue realmente genial, conocer un nuevo lugar, pasar las vacaciones juntos, ir a parques temáticos y celebran nuestros cumpleaños en familia...papá prefirió llevarnos para estar juntos en vez de irse solo-
"¿Cuando viene papá?- Preguntaba un pequeño niño de cabello verdes a su mamá.
-Papa vendrá en unas semanas-
-Se perderá mi cumpleaños-
-Izuku, cariño. Papá trabaja arduamente para darnos una buena vida- la dulce mujer acaricio la mejilla de su pequeña luz, mientras le secaba las lágrimas que bajaban por sus mejillas estrelladas
-Pero me siento solito, todos con mami y papi -
-Amor mio- Inko abrazo a su hijo y le lleno el rostro de besos dulces- Mamá no permitirá que te sientas solo"
-Asi que es un padre presente ¿Eh? Eso es genial-
Todos lo que pasaban por allí, al escuchar esa frase; sentían la alegría del joven de ojos esmeralda al saber que su amigo tenía una buena familia. Se mostraba en sus brillantes ojos, en su sonrisa angelical y en sus mejillas rosadas.
Todos veian esa máscara y no al pequeño que lloraba con impotencia desde dentro de aquella oscura habitación.
Un pequeño que solo quería recibir las buenas noches de su padre, una simple llamada de buenos días...un simple te quiero.
Frases que jamás llegaron.
-Izumi...me gustaría saber más de tu familia y claro acompañarte a dejar a tu hermanita más seguido-
-¡¿En-enserio?! Esto...emhh me encanta....dijo nos encantaría-
-Eimi se comerrá todo el dulce....-
-¡Hey! Yo lo pague merezco o un trozo-
-Principe Izuku ¿Quieres?- La pequeña de coletas estiró la nube de azúcar hacia el mayor, para que esté recogiera- Puedes escogerr color favoito-
-Gracias Eimi, pero aquí no esta mi color favorito- Al percatarse de la confusión de la pequeña el menor de la familia White sonrie- Me gusta el dulzor del un capuccion y la frialdad de una hoja congelada.
-Esto...es...no entendí-
Izuku río mientras daba suaves palmadas en la cabeza de la menor. Recordando cuando el no entendía nada de nada, cuando todo era un misterio y cuando vio por primera vez esos ojos vacíos.
-No demoremos más y vamos a la clase de baile. No queremos que nos castiguen ¿Verdad?
-No...no quedo. Nii-san saludo dapido- Y con jaloneos débiles y azucaradas sonrisas, los tres jóvenes fueron al establecimiento de baile para ver a la menor dar sus primeros pasos.
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-¡Se me hizo tarde! Debería estar con Hitoshi y los demas hace 1 hora-
Izuku Midoriya suele ser muy puntual, especialmente con su familia y amigos.
Pero tenía una debilidad, los héroes.
Cuando planeaba irse de la clase de baile de la pequeña Eimi, noto que una de las madres en la sala, fue una heroína de rescate en la época escolar de All Might. No aguanto las ganas de hablarle y se despidió de sus medio-hermanos para correr hacia ella.
Le pregunto sobre su quirk, sus batallas, entrenamientos, de todo. Incluso hablaron de la tragedia de Fukushima, donde le hablo de un héroe que fue capaz de absorber la radiactividad para salvar a las personas, pero con la consecuencia de perecer al finalizar.
Aquello para Izuku fue completamente nuevo.
No había noticias, informes, o comentarios de aquello.
Y quizás eso fue lo que más le gustó, que ese hombre fue un héroe, pero no para televisión, no para la fama; lo fue porque era lo correcto y murió protegiéndo, no solo a las personas también a la naturaleza.
Esa pequeña clase fue un lujo, pero ocasionó la situación de ahora.
Tener que correr para llegar a tiempo y pasar tiempo con sus amigos.
Si seguía con el ritmo en el cual estaba llegaría pronto, quizás en unos 5 minutos.
Pero el destino parecía no querer aquello o simplemente hacerlo encontrarse con esos ojos tristes.
Mientras caminaba hacia la esquina que le permitía cruzar a la plaza, un auto paso a toda velocidad; chocando con otro y causando el levantamiento del primero.
El cual, debido a la velocidad, y el choque, desvío su camino hacia la vereda*, directo a un hombre que estaba quieto con un bastón delgado en las manos.
No pensó. Actuó.
Su mente apagó los sonidos, el auto chocando, los gritos de las personas, el llamado en busca de héroes, el propio latir de su corazón debido a la adrenalina y hasta la respiración de su ser.
Todo se apagó, todo menos la capacidad de sentir el frío.
¿Frío?
Izuku, a pesar de aún no conectar todo sus sentidos, abrio los ojos lentamente, apreciando al hombre del baston oculto entre el suelo y su pecho.
Ambos estaba bien y no había más daño que algunos rasguños, eso le alegraba mucho.
-¿Acaso quieres morir?- Una melodía fría y distante resonó por la mente del peliverde, rompiendo aquel alejamiento ante al sonido y trayendo lo nuevamente a la tierra.
Alzó su mirada y lo que vio fue a un príncipe maldito con su propio muro de hielo.
-¿To-todoroki?- Dijo su apellido con cautela, después de todo no sabía cómo reaccionaria ante él, pero a pesar de la mirada llena de odio, rabia y angustia; se podría encontrar un pequeño brillo de preocupación y adrenalina. ¡Gra-Gracias!
-Nada que gracias...lo hice solo porque ...fue todo nuy rápido, mhh-
-¿Qué pasó? ¿Por qué me empujaron? ¿Por qué hace frío?- El hombre del baston empezó a girar la cabeza de un lado a otro, palpando en el aire y a sus alrededores. Se detuvo al sentir el hombro de Midoriya.- Por favor cuéntenme-
-Iba a morir atropellado- El bicolor fue claro y preciso. Sin cambiar su tono de voz o intentar apaciguar la situación.
El rostro de aquel hombre se volvió pálido, sus manos empezaron a temblar y su boca aunque quería decir palabra se trababa.
Claras muestras del miedo que se mantuvo en su cuerpo y recién podría salir.
-¿No vio el auto?-Nuevamente el bicolor hablo, acercándose a la persona que temblando en los brazos del peliverde.
-¡Todoroki!-
-¿Qué?-
-No seas grosero-
-No fui grosero-
-Lo fuiste es que ...es que acaso...
-No discutan por mi culpa, por favor. - El extraño hombre se levantó con mucho cuidado, botando algunas hierbas de sus ropas ¿O piel?. Obviamente con la ayuda de Izuku, que al ver su actuar comprendió la acción.- Al no usar lentes oscuros no se nota, pero un ciego siempre va con su bastón.-
-Yo...no sabia- El de cabellos bicolor sonaba realmente arrepentido- No sabía...que..Mhh-
Y así duro unos buenos minutos, incluso cuando la policía pidió declaraciones a ambos, al hombre y demás testigos; Todoroki aún no sabía cómo disculparse adecuadamente, por lo que solo dejo las cosas así, escapándose en un suspiro, como siempre.
O eso tenía planeado.
-Mi amigo es algo tímido y lento para algunas cosas...quiere pedirle perdón por tratarlo así. Realmente no quería ofenderlo-- Una voz suave y melodiosa fue suficiente para que el ciego aceptará las disculpas como tal.
-Aunque realmente comprendía la extrañeza del joven- Explico el hombre- Los discapacitados no deberían ir solo y mucho menos si sus quirk no les ayudan a vivir el dia a día.
-No diga eso. Quizás usted no pueda ver lo físico, pero si mas allá de una persona. No necesita de la portada de alguien o lo material;. E como actúa, su personalidad y su forma de ser primero...eso es bueno, muy bueno.-
-Que gentil eres...incluso con un extraño- La mano del hombre se levantó lentamente y bajo buscando la cabellera del menor, al encontrarla la acarició con una sonrisa- Jóvenes como tú necesita este mundo. Por ello, extiende tu mano, por favoe.- Y cumpliendo con la petición le dió la mano al hombre, quién al sentirla, la envolvió entre las suyas. Izuku las miro detenidamente, eran algo verdes, suaves al tacto y se sentían húmedas al igual que el pasto en la mañana. Seré el pasto se abrió, y sintió como caían pequeñas cosas enbsus manos- Son semillas de bardana, de seguro a unos jóvenes héroes como ustedes les servirán-
-¿Es una planta?-
-Espere...las saco de las manos...como...dígame- Los ojos del menor de los White brillo intensamente, ansioso por lo que acaba de ocurrir.
-¿Seguro que quieren saber el quirk de un hombre como yo?
-¿Es un hombre planta?- La inocente pregunta del menor con su sonido calmo y serio causo una risa en los otros dos acompañantes.
-Algo así joven- El hombre estiró su mano en busca de Todoroki, quién algo tímido y receloso se acercó. A la vista de Izuku era como ver a un gato herido intentando confiar en un humano.- Unas para ti también.
- Oh...gracias-
- Y contestando a su gran duda, mi quirk me permite desarrollar semillas de cualquier planta que coma, siempre y cuando tenga sol y agua...No es un gran poder, no es vistoso o muy funcional-
-¡Se equivoca!-
El grito del peliverde sobresalto a los dos oyentes y llamo la atención de algunos curioso por el accidente.
-Esto...Su poder es increíble, no solo lo distingue también ayuda mucho. Puede crear huertos enormes de alimentos para la gente que no tiene- Izuku habéis los brazos, provocando una pequeña brisa que savudio parte del polvorado corazón del hombre- Puede formar bosques donde ya no hay...crear praderas verdes y preciosas, listas para calmar a cualquier corazón roto...no se sienta menos.
-Joven...¿De que sirve si soy ciego? ¿Si no tengo dinero para el terreno?-
-Una mariposa es pequeña, vive poco y no se sabe mucho de ellas, pero pueden sacar una sonrisa de la gente. Los árboles no pueden mirar, no tiene dinero y aún así entregan sombra a quien esta cansado, fruto a quien tiene hambre y representan firmeza a las adversidades.... Confie en su poder, su físico no dice quién es señor. Lo dice que es lo que hace, como vive.....esto...y-yo-
Cuando el pequeño discursos termino, muchas personas observaban con asombro al pequeño de mejillas estrelladas.
Unas palabras tan simples, tan sinceras y poco producidas, habían llegado a sus corazones. Haciéndolos cuestionar muchas cosas, como su actuar, el uso de sus poderes o hasta el mismo hecho de cómo actuar dia a día.
Todos miraban a un joven brillante con grandes alas, con un posible quirk impresionante y dulce sonrisa segura.
Pero para los ojos de Shoto, era como ver una pequeña mariposa rodeada de arañas. Una mariposa de alas rotas haciéndose la fuerte.
Y lo comprobó cuando todos se fueron, porque en esos brillantes ojos, en esas firmes palabras y dulce sonrisa; se había ocultado un murmullo inseguro.
Pero había algo más.
-¿Todoroki?- Izuku pregunto y Shoto sin más lo observó. Cómo si su mente actuará por sí misma, porque ya se estaba preprando para marchar.
-¿Qué ataque es más peligroso? ¿El de una avispa o el de una mariposa?-
-¿Una mariposa?-
Y esa sonrisa trizo parte de su témpano.
Cualquiera pensaría que respondió con una estupidez, y el mismo se sentía estúpido, pero había algo...algo en ese extraño chico que no lo relajaba.
Qué lo hizo responder lo tonto o quizás lo más listo, en esa pregunta.
¿Será la forma que brillaban sus ojos?
¿La sensación de calma al escucharlo hablar?
¿O ese miedo de que todo lo que creía se rompiera por ese indefenso ser frente a él?
Quiso preguntar, pero un pequeño corrió preocupado a los brazos del peliverde,seguido de otros tres adolecentes que empezaron a revisar a Izuku.
Quitandole la posibilidad de seguir escuchando esa extraña y agradable voz.
P
ero dándole una mezcla rara de vacío, confusión y felicidad al ver a todos ellos preocupados por Izuku.
Eran diferentes, claramente de diferentes cursos e incluso había un niño que, por lo que observaba, podía ser el mismo con los grandes, sin temor.
¿Cómo se sentiría ser uno mismo, y que tener personas que te acepten por ello?
Retumba la tormenta
Por la bóveda del cielo
Y sobre la impetuosa
ráfaga del llanto
Cabalgaran
deidades, deidades del invierno
Hacia las montañas
alcanzando el cielo"
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Perdón por la tardanza han pasado tantas cosas que ufff sería un lío contarles.
Pero regrese!!
Cómo estuve desaparecida mucho tiempo les daré un regalito. Decidan aquí cual podría ser :3
Disculpes las faltas ortográficas o gramaticales...escribí el capítulo mientras viajaba y bueno; soy de las personas que si no están cómodas se narran horrible.
Vereda: Acera, sendero
Algodón o nube de azúcar: dulce hecho con caramelo en hilo, suele tenee colores y super dulce. (Es solo azucar xp) En ocasiones tienen sabores.
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