Ambiguo

Cuando Eijiro terminó de desayunar vio fijamente a su madre, admirando esa sonrisa brillante y sus cabellos negros, brillantes como seda . Su abuelo decía que tenían la misma sonrisa, pero el joven pensaba que la sonrisa de su madre era brillante y gentil, no como la suya que parecía algo a temer.

—Eijiro, ten. Hice unos bocadillos para tus amigos.—Un hombre de avanzada edad se acercó a él, dejando una pequeña caja de madera con algunos bocadillos sencillos, pero bellamente decorados.—Los hice con sus gustos, como me dijiste

—Muchas gracias abuelo...no tenías que ser tan detallista.

—Un verdadero hombre lo es con lo que le importa...y a este viejo le importan los amigos de Eijiro.

Kirishima sonrió ampliamente, abrazando a ese hombre tan importante en su vida y guardo la caja con cuidado en su mochila. Al terminar se despidió de su abuelo y madre, se colocó sus zapatos y salió de esa pequeña casa-restaurant que tenían.

Fue trotando por el entusiasmo hasta el terminal del tren y se subió a el, para llegar a la academia, notando como su teléfono se llenaba de notificaciones por sus amigos.
Con calma los fue leyendo, queriendo reír al ver la desesperación de Denki en no encontrar sus cosas o como Mina se quejaba de que su cabello no le respondía aquella mañana.
También sería comentaba cosas debes en cuando y Uraraka acompañaba a Mina y Denki en sus boberías. El único que no hablan era Katsuki, pero en los detalles de los mensajes se podría notar como los leía igual. Hasta que colocó un sencillo mensaje.

"Estarán bien, idiotas. Nada puede vencerlos, ni siquiera su propia estupidez"

—Bakugo...tan amable a su forma.—Comento al aire, mientras sonreía al ver su nombre en el chat. Sonrisa que borro al notar que la había formado y dándose un buen golpe en sus mejillas despertó de su ensoñación.

Siguió su viaje en calma, dando su asiento a una mujer embarazada y luego ayudando a un anciano a tomar un asiento cercano a la puerta. Esos pequeños momentos ya eran cotidianos para él, y le gustaba hacerlo; ayudar a quien lo necesitará.
Quizás por eso quiso ser héroe, porque a pesar de no tener la autoestima o la valentía como otros, el quería dar un paso a quien necesitara ayuda, aunque esta no pudiera pedirla.

A llegar a la estación de destino se encontró con su amiga castaña, quien no espero ni un segundo y corrió a sus brazos, desesperada por la mañana tan abrumadora que tuvo.
—¡Es que se me quemó! Me quede dormida mientras cocinaba mis huevos y ahora tendré que comprar una sartén nueva...no tengo dinero para eso...y sabes..mi cabello no esta como quería...parecía que tenía vida propia.—

Kirishima solo la escuchaba y comentaba debes en cuando, incluso se ofreció a peinarla y así lo hizo. Ayudándola a calmar su traviesos cabellos, mientras se ofrecía a ayudarla a comprar la nueva sartén.

—¿Enserio?...gracias Kirishima.

—No hay de que...para esos están los amigos...y como buen hombre debo ayudar a mis amigos.

—Como buena mujer ayudare cuando sea necesario.

—Lo se, siempre lo has hecho.

Ambos sonrieron alegres al verse y continuaron el camino a la UA, sin temor de que la gente los viese tomados del brazo o dándose ligeros golpes de hombros entre ambos. Se habían hecho muy buenos amigos y se podían sincerar bien entre ellos.
No había secretos, solo apoyo y entendimiento.

—¿Por que mierda llegan tan tarde?.—Bakugo los miro, mientras se cruzaba de brazos. Estaba enojado o mas bien irritado.

Aunque era comprensible, estaba con compañeros que no suele comunicarse, Tokoyami que dormitaba sentado en su maleta, Izumi que nadie sabia porque odiaba tanto, Iida y Momo que a revisaban algunos papeles y con Shinso, que sorprendentemente estaba tranquilo, mientras Denki le conversaba entusiasmado.

—¡Denki!—La castaña le grito a su amigo, quien de inmediato se le acerco y con un alegre grito choco las cinco con ella.—¿Y ese milagro de verte tan temprano por aquí?

—Hey, eso daño mi corazón..Shinso..—Kaminari volvió a acercarse al pelimorado, apoyándose dramáticamente en su brazo.—Mi amiga acaba de lastimar mi alma.

—¿No era el corazón?.

Mientras ellos tres se mantenían en una conversacion amena. Bakugo tomo del brazo a Kirishima, acercándolo aun mas a el.—¿Qué demonios hicieron esta vez?.

—Nada...enserio, nos hemos portado bien.

—La ultima vez que me dijeron que se portaron bien, rompiste un cuchillo por usarmucha fuerza y casi cortas a Uraraka.

El pelirrojo suspiro y sonrió avergonzado.—No fui yo esta vez..y ella estaba cansada...solo que..

—Solo que...

—Se quedo dormida y quemo su sarten.

Bakugo lo miro fijamente, se notaba como el entrecejo se fruncía y sus manos apretaban sus brazos para no causar una explosión por las molestias.—¡Cara redonda!

Y la nombrada dio un salto en su puesto, notando la penetrante mirada de su amigo en su espalda. Así que sin pensarlo dos veces empezó a correr, intentando escapar del posible discurso de autocuidado del rubio y sus gritos de rabia.

—Woo,¿Qué paso esta vez?—Ashido se acerco a Kirishima, apoyándose en su hombro y viendo como su explosivo amigo, correteaba a la inofensiva castaña. Era como ver un perro rabioso detrás de un pequeño hámster.

—Un pequeño accidente de cocina.

—Enserio, debes tener mas cuidado ambos.—Ahora era Sero quien se acercaba a ellos con su bolso en la espalda.—Si les pasa algo nosotros tendremos que controlar a Bakugo.

Kirishima solo rio. Intentando acallar los latidos rápidos de su corazón al saber que el era importante para Katsuki. Todo ante la fija mirada de Hitoshi, quien sonrió al percatarse de los ligeros detalles de ese grupo. 
Había sido buena idea, ir con la clase A, no solo vigilaría a Izumi, sino también podría conseguir mas pistas de como mejorar a Bakugo Katsuki, para convertirlo en el héroe que Izuku necesitaba.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

-La noche anterior-

El sonido del cristal golpearse en si, fue el indicio de un brindis en aquel bar. Uno que conllevaba promesas a un obra de teatro bien planeada y finalmente lista para su debut principal, debut que abriría los ojos a una escenario mas amplio para todos los criminales en ese lugar.

Unos bebían cerveza, otros vodkas, unas bebidas mas preparadas y los menores de edad una simple bebida. Aunque a Toga le llamaba la atención los sabores de los licores, así que iba saltando entre todos para probar un poco. 
A diferencia de Izuku, quien disfrutaba su jugo de frutas con tranquilidad. Su padre le permitía beber vino y unos licores dependiendo de la comida o celebración, pero siempre era a su elección, si no quería, no bebía.

—¿Estas seguro que quieres ir antes?—El peliverde miro detrás de el, notando como Dabi se sentaba a su lado con la cerveza sostenida por las puntas de sus dedos y como alguna grapas de su muñeca se soltaban levemente.—Si te descubren no te cubriré.

—No debes hacerlo, se cuidarme solo.—Fue mas afilado de lo que tenia planeado, pero siempre era así al hablar con el dueño del quirk de fuego. Sus ojos fríos, su comportamiento orgulloso y juguetón, eran características que combinaban tan bien con Takeshi, que no importaba cuanto pasara, siempre lo mantendría en alerta.

—Lo se...no eres un bebe mimado.—Bebió un buen trago de su cerveza, intentando no tocar mas allá del vaso para evitar calentarlo.—Lo digo por el...no le des preocupaciones.

—Mira quien lo dice, el primero que lo saca de sus casillas.

Verde y turquesa se miraron fijamente, con una sonrisa en el rostro que intentaba ocultar esa guerra silenciosa que cumpliría otro año mas en pocos meses. Pequeño enfrentamiento silenciosos que fue interrumpido por una Toga alegre que abrazo a Izuku, pidiéndole permiso para probar la bebida dulce de Kenji.

—Bebe si quieres, yo me encargo de que estés bien.—Dabi fue quien respondió, mostrando esa protección que solía ocultar.

—Gracias Dabi.—Y rápidamente volvió a dar un brinco para abrazar al pelinegro quien soltó u quejido de molestia al tenerla tan cerca, pero dejo que ella calculara el tiempo de ese abrazo antes de alejarse.

—Eso fue muy amable.

—Amable mis bolas, pero tendrás que cuidar tambien...no pienso ser el único despierto con el cadaver gris.

—¿A quien llamas cadaver, tostada quemada?—Shigaraki dio un golpe a esa cabeza con su vaso, ojala pudiera usar su mano, pero como era el estúpido mejor amigo de Takeshi no podía.—Izuku, si quieres también puedes, no le diremos nada al perro pulgoso.

—Prefiero no tomar, además me agrada verlos asi a todos. Tranquilos y seguros en estas cuatro paredes, siendo ustedes mismos.

Un silencio se hizo en el bar, no era pesado, era suave, contrarrestando con las apariencia de todos.—Eres horrible, Midoriya. Te amo.—Twice sonrió alegre mientras le servía su bebida a Toga.

—Eres un chico muy gentil...ojala fuese mas hermosa para ti

—Kenji-san, usted es hermosa. Solo que a mi me gustan los hombres.—Sonrió ante la mujer, quien dio un brinquito de emoción y una gran sonrisa amplia. Emocionada, tomo el brazo de Spinner y le comento lo alegre que estaba en esos momentos, el joven del quirk de lagarto sonrió ante ellos y afirmo lo mencionado por su pequeño jefe.

Así continuaron, conociéndose un poco mas. 
Traspasando la lineal de vida personal y laboral, para atreverse a dar pasos seguros a sus metas descabelladas. Y para Shigaraki aquello era algo que nunca pensó, estos criminales a su lado podían ser compañeros para un buen tiempo o quizás hasta de por vida. Y le gustaría, tener aliados cercanos que no duden en seguirlo, para acabar con todos y todo.

Paso el tiempo y casi todos quedaron durmiendo sobre las mesas o sillas del bar. 
Kurogiri no se preocupo por ello, tenia un bar y era común las peleas o clientes que se quedaban dormidos después de una borrachera, pero estos clientes también eran aliados, así que les busco mantas para abrigarlos, y almohadas para dejarlos cómodos. Recibió la ayuda de Dabi, quien a regañadientes lo hizo, como si intentara hacerse el rudo.

Todo eso mientras un peliceleste y un peliverde miraban el cielo nocturno, mientras sus palabras fluían con calma. Ya no hablaban dos amigos de la infancia, hablaban dos aliados en búsqueda de un juego destructivo.

—Dejame repetirlo. Mientras yo busco a Bakugo Katsuki, tú estarás salvando a alguien...¿Pero a quien?

—Aliados, entre todas esas personas podemos hayar buenos aliados. Se que para ti será dificil confiar en ellos, por eso serán mis piezas, si ellos fallan o no se unen yo me haré cargo.

—Matara a cualquiera que se vuelva una poedra en el zapato Izuku.

—Y tienes todo el derecho.—Izuku se acercó a Shigaraki, roxo suavemente la mejilla de este en una caricia ligera, causando que esos ojos rojos se fijarán en cada parte de el.—Tu quieres ser la nueva cara del miedo...y yo haré que te conviertas en ello. Solo confia, te convertiré en el rey del mal...sobrepasaras a tu maestro.

Los rubíes brillaron ante aquellas palabras y el deseo de poder se reflejó en su expresión.—¿Cuál es el precio?

—Solo déjame eliminar basura que no nos sirva directamente...y guiar. Soy tu mayor arma, estoy entre jóvenes que están recién conociendo la vida real, entre héroes que finguen ser maestros... entre la generación que puede ser tu mayor pesadilla o aliado.—Izuku miró hacia el cielo, mientras estiran sus brazos hacia arriba, como si quisiera alcanzar las estrellas.—Dame el tiempo y tendrás hasta un héroes entre tus manos.

Las esmeraldas brillaron como el filo de un cuchillo, junto a una dulce sonrisa y gentil movimiento de cabeza. Era tan lindo, la imagen de Izuku debajo del manto estrellado combinaba perfectamente con sus mejillas, con esa aura de respeto, miedo y añoranza que causaba el menor.

—Tomura-niisan. Esto será divertido.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Cuando Izuku abrio sus ojos se percató del abrumador verde envolviéndolo. El aroma era apacible, suavemente envolvía su cuerpo y lo liberaba de ese sueño pesado.

Quizás no fue buena idea viajar directamente a la zona del campamento después de trasnochar con la liga de villanos, pero necesitan hacerlo para conocer el terreno de antemano.
Para su suerte los alumnos aún no llegaban así que se permitió una pequeña siesta, y ahora despertaba por el ligero bullicio llevado por el viento.

Dejo su mochila en una rama de un árbol y se dispuso a trepar en busca de una rama alta y frondosa para no ser visto. Tantos años jugando con Takeshi en el bosque detrás de casa, le había enseñado el arte de trepar como un animal, sigiloso y precavido.
Cuando se encontró en una rama firme, saco de su bolsillo un pequeño monocular de gran alcance y observó.

Por lo que podía apreciar, el entrenamiento había iniciado antes de lo calculado. Pero no sé preocupo, por las vestimentas sucias y poses de agotamiento, fue una prueba sencilla. Quizás se usó el poder de Pixie-Bob, lo había estudiado de antemano y le permitía a la heroina controlar flujos de tierra y crear Golems de esta. Bastante interesante, pero no de mucha ayuda en sus metas.

—Que lindo mi hermanito.— Sonrio al ver a su medio-hermano agotado, con sus ropas manchadas y aún asi con las energías suficientes para alejar a Mineta de las chicas.— Que caballero, eso debió aprenderlo de su madre.

Siguió mirando, fijando la mirada en un joven de cabellos bicolor, quien se mantenía alejado de todos. Quizás al verlo tan lejano, tan perdido, ayudo a la deducción de enviarle un mensaje y percibir la respuesta gestual.
Lo vio buscar su celular, y leer el mensaje para notar un aura calma en el, quien de inmediato respondio.

"Con tus palabras, ¿Como no voy a esforzarme?"

—Que forma de responder.—Sonrio ante el gesto antes de continuar con su seguimiento, de manera sigilosa y calma.

Los siguió con la mirada, hasta perder a todos dentro de la edificación.
Lo común, sería seguirlos o espiarla más de cerca, pero no. El haría lo lógico, buscar un lugar lejano, alto y seguro para poder observar sin problemas.

Y lo hago pronto, gracias a las instrucciones de su esposo y compañero. Era una especie de risco con una amplitud perfecta para un pequeño campamento o para esconderse antes de sorprender.
Observó en el lugar una pequeña cueva, lo suficientemente profunda para ocultarse de la lluvia y lo suficientemente grande para que un adolescente entrará.
Aunque si este era muy alto ya no podría.

—Un niño podría esconderse aquí.—Siguio observando, notando una almohada al fondo junto a una manta y una pequeña caja.—¿Sera acaso su escondite?

El peliverde, curiosos solo como el, se adentro lo suficiente para sentarse sobre la manta y tomar la caja, abriendo no sin antes disculparse con el viento, por entrometerse.

—Esto es una joya.—No pudo evitar exclamar, pequeño recortes de periódicos, dibujos infantiles y una foto de dos héroes sosteniendo a un niño de cabellos negros y mirada afilada. —Asi que aquí se esconde.

Sonrió ante la desviación de su plan. Originalmente buscaría a Ragdoll, y uno que otro alumnos a su favor, pero esta caja le había mostrado otro camino. — Señorita Mandalay...déjeme hacerme cargo de su pequeño.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

"Recuerda mantener cerca a Shoto, no te distraigas tanto con Kaminari"

Hitoshi suspiro al leer el mensaje, el no se distraía con el rubio. Era él quien se le acercaba, quien iniciaba una conversación o simplemente lo llevaba a grupos del curso con la intención de socializar.

—Hey, Shinso. Aún no estás listo....debes acelerar, no tenemos toda la noche

—Quizas no quiera desnudarse frente a nosotros.—Comento al aire Hanta, intentando apaciguar el ambiente abrumado que mantenía Shinso.

—Hay, no te avergüences. Todos somos hombres.—Denki sonrio ampliamente, mientras se apoya en el hombro del pelimorado.—Y si es por tu amiguito, relájate...no creo que sea pequeño.

—¡Kaminari!—Sero lo golpeó fuertemente en la cabeza, pidiendo disculpas a Shinso por el comportamiento de su amigo.—Perdonalo, de seguro de pequeño se cayó. No lo sabemos.

—No te preocupes...un amigo es igual.—Respondio suave, intentando verse más sociable, más abierto a conocerlos.

—Mh, ¿Entonces entraras?.

—Si, pero no es necesario que me esperen.

—Ahora somos amigos, los amigos se esperan.

Shoto al escuchar eso miró a su alrededor, la mayoría de chicos ya estaba listo y salían con sonrisas, conversando con otros. Los únicos allí dentro eran ellos cuatro, ya que Denki esperaba a Shinso y Sero a Kaminari; y bueno...al no le esperaba nadie.

—Si Izuku estuviera aquí.¿Me esperaría?

—¿Dijiste algo Todoroki?

Al parecer lo había dicho en voz alta, y aquello le ocasionó algo de vergüenza, por lo que terminó de cambiarse y salió del camerino. Haciendo oídos sordos a los gritos de Denki.

—Que difícil es...al menos tu no te escapas.

—Lo haría, enserio que lo haría.

Y con esa respuesta Kaminari empezó a reír. De alguna manera el pelimorado siempre respondía tan directo y sorprendente, que no podía evitar tontear a su lado para ver sus acciones, como respondía.

—Que cruel eres y yo que iba a darte parte de mi cari...—Normalmente tontería, seguiría con ese juego simple que hacia con quiénes veía como amigos, pero ver el cuerpo firme y blanco de Hitoshi, lo dejo perdido. No pensó que aquel chico delgado tuviera el cuerpo tonificado, incluso más que él, pero lo que le llaman más la atención era una cicatriz de unos 7 cm en su espalda baja.

—¿Q-que te...?

—Lo normal para un héroes, me sobre-exigi y me termine golpeando.—Respondio en calma, mientras terminaba de desvestirse y se colocaba la toalla alrededor de su cintura.—Ustedes también tienen ¿No?

—Pero no tan grandes.—Esta vez le respondió Sero.—Debes tener más cuidado, tu cuerpo es parte del trabajo en el futuro.

—Si, lo tendré. Tranquilo, ya me regañaron lo suficiente.—Sonrio al recordar a su mejor amigo con un pequeño mohín al verle y a Neito correr de un lado a otro en busca de desinfectante y regañandole con una amabilidad sencilla.

Sonrisa que Kaminari y Sero vieron, sorprendidos y agradecidos de verlo más cercano. Aunque no se lo dirían para que no escapará.

Finalmente todos los estudiantes se encontraban ya en las termas, disfrutando de las cálidas agua y conversaciones amenas.
Denki jugaba con la cola de Oijiro, Izumi conversaba con Shoji e Iida, Bakugo se mantenía sentado en la orilla descansando, intercambiando algunas palabras con Kirishima y Aoyama descansaba junto a Koda, quien le prometió cuidarlo de los golpes de calor.

Estaban tranquilos, al menos hasta que uno de ellos empezó a subir el muro que los divida con las chicas.

—Que asco.—Shinso lo dijo en voz alta y el resto de alumnos del salón A, no pudieron debatirlo, la acción de Mineta era irrespetuosa.

—¡Bastardo baja de allí!.—Bakugo intentaba formar unas explosiones con sus manos, pero el agua no se lo permitía.—Te molere a golpes.

—Eso no es de hombres...hey

A pesar de que algunos le gritaron, el bajo del salón, igualmente siguió subiendo, hasta llegar al punto más alto, dispuesto a mirar a sus compañeras, pero un pequeño de ojos afilados lo detuvo.

—Primero aprende a ser una persona.—Y golpeó su cuerpo para botarlo hacia las aguas.

Y se iba mantener las cosas así, con el pequeño sobrino de Mandalay como heroe, pero se terminó tropezando y cayendo del muro.

Izumi se levantó directamrnte a proteger al niño de su caída, pero fue Kirishima quien llegó primero y alcanzó a proteger la cabeza del menor con su quirk

—¿Qué le habrá pasado?

—Es joven, quizás un golpe de calor por las temperaturas.

—Lo llevaré dentro.—Kirishima sin dudarlo tomo al menor y corrió dentro del recinto, no sin antes acomodarse adecuadamente la toalla para evitar accidentes.

Todos miraron al joven pelirrojo, actuar y aún así se quedaron en las aguas, principalmente para regañar a Mineta.

—Tiene muy buenos reflejos.—Comento al aire Todoroki, mientras miraba sus manos con un ligero enojo. —Yo quizás le hubiera hecho daño.— Continúo, recordando como su padre le dañaba con aquellas llamas y como la borrosa imagen de su hermano mayor se quemaba ante sus ojos.

Mientras tanto, dentro del recinto, un pequeño pelinegro descansaba sobre el sillón principal. Mientras una mujer de cabellos castaños, acariciaba sus cabellos.

—Gracias Kirishima.

—No hay de que. Admito que me sorprendió verle allí.

—Bueno, el siempre a sido protector con la gente.

—Bueno...lo decía mas porque cuando llegamos parecía odiarnos.

—Oh.—La mujer sonrió, llevando su vista a un recuerdo aún vivido en su mente y cuerpo.—No es eso, es solo que....ha estado rechazando a los héroes desde hace un tiempo.

Eijiro se sorprendió, ¿Como el sobrino de una heroína estaría tan alejado de ese mundo?, o más bien, ¿Por qué quisiera alejarse?. Y antes de preguntar, la mujer le sonrió antes de responderle a esa silenciosa duda.

Kota, como era nombrado el menor. Era hijo de la hermana de Sasaki, quien junto a su marido eran un dúo de héroes reconocidos como "Water hose", heroes que habían perdido su vida contra un villano de rango A. Muscular.
Eso había ocurrido hace ya dos años, cuando Kota tenía 3, pero la herida y soledad del menor se mantenía fresca.

—Todos los recuerdan como grandes héroes, por su sacrificio, halagandolos por su decisión, pero Kota no. Se enfrenta a la perdida entre pena y rabia, mezclada con el miedo de un niño al verse solo.—Mandalay suspiro, y volvió su mirada a Kirishima. Mirada que había estado en su sobrino desde que empezó a narrar la historia.—Se que puede ser algo grosero con ustedes, pero es un buen niño, solo esta herido.

Eijiro miró a Kota, recordando un día frió de invierno. El estaba sentado en una banca esperando, mientras la nieve caia y congelaba su nariz. Kota tuvo que pasar por algo similar ese dia, espero y espero, pero sus padres nunca llegaron.—Lo se, no es fácil seguir adelante. Pero si lo apoya de seguro podrá volver a sonreír.

Que gentil era ese suave corazón. Pensó la adulta, al ver esa sonrisa brillante y sentir esa aura acogedora. Quizás, solo quizás, si su sobrino crecía con alguien así a su alrededor, sonreiria de nuevo.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

A la mañana siguiente, Kirishima intento entablar conversación con el menor. Pero solo recibió patadas, pisotones y malas palabras; gestos que hicieron reír a sus compañeros y a la alegre Pixie-Bob, pero a él le entristecía.
Quería ayudarlo, quería mostrarle lo increíble que eran los héroes, ¿Pero como?

—Primero preocúpate por tus clases extras, cabello de mierda.

—Es un niño complicado, pero si pudiste acercarte a Bakugo, se que podras con él.

—No me compares con un crío, cara redonda.

—Pues aveces no veo la diferencia.—Y tras eso, la chica empezó a correr alrededor de Eijiro, usándolo como escudo de un Bakugo, que para sorpresa de sus propios compañeros estaba con una sonrisa, algo temible, pero sonrisa al fin y al cabo.

—Kirishima déjala de protegerla

—Kirishima protegeme, por favor. Me quiere hacer polvillo.

—Solo será un leve castigo.

Eijiro sonrió al verlos comportarse así, así que solamente los encerró en un gran abrazo de oso, haciéndolos sonrojar. Bakugo, le maldecía mientras intentaba desviar la mirada, mientras Uraraka sonría nerviosa por la cercanía con ambos chicos.

—¡Ustedes tres, dejen de coquetear y vayan a entrenar!.—La voz de su profesor, interrumpio su pequeña burbuja. —Y Kirishima no pierdas el tiempo, tienes clases extras, tanto físicas como intelectuales. Si yo fuera tu, estaría avanzando.

—Si, Aizawa-sensei.—Y con gesto militar Kirishima se despidió de sus amigos para adelantarse a su práctica especializada. Poco después los otros dos también fueron a sus respectivas pruebas para mejorar.

Cuando los jóvenes se fueron, la noble heroína de los cayos, Mandalay, se acero a Shota. Quien la vio de reojo esperando que hablara.
—Pensaba, que quizá Kirishima pueda acompañar a Kota. Quizás así se sienta más cómodo con tantos alumnos aquí.—

—Es una buena accion, pero mis alumnos vinieron a practicar y mejorar...no pueden ir haciendo recados.— "Y mucho menos cuidado de un niño que, tú deberías cuidar", quiso decir, pero sus modales fueron quienes lo evitaron.—Pero Izumi o Shinso pueden ayudarte, están menos ocupados que el resto. Los puedes encontrar cerca del comedor exterior.

—Gracias, Aizawa.—Formo uno sonrisa, mientras se dirigía al lugar mencionado.

Allí, se percató de ambos chicos. Uno con una sonrisa dulce, intentando formar figuras de fuego entre todas las pequeñas fogatas y otro algo alejado del fuego, intentando dormir sobre una mesa.

—¿Ustedes son Midoriya Izumi y Shinso Hitoshi?—Pregunto con una sonrisa a los dos alumnos.Ambos chicos asintieron sin moverse de sus lugares. Preocupados más por entregar y dormie que con lo que ocurría al exterior. —Me gustaría pedirles un favor...cuando se tomen un descanso pueden ir a dejar estos bocadillos a mi sobrino. Suele jugar cerca de una montaña por allá.—Señall mientras, colocaba la pequeña bandeja con bocadillos en la mesa en donde dormía el pelimorado.

—No hay problema.—Midoriya le sonrió como un sol, mientras creaba pequeñas aves de fuego a su alrededor.—¡Nos encargamos de cuidarlo! Tengo una hermanita de una edad cercana, será divertido.

Enojado.
Así se sentía Shinso en esos momentos, al recordar que el bastardo del padre de Izuku tenía otra familia "feliz" a su cuidado y como aquella Georgina prefeeia que unos extraños fueran a ver a su sobrino es vez de ella misma.
De seguro si fuese un entrenamiento en casa, el Tío White los iría a ver el mismo, aunque estuviera ocupado con papeleos o trámites complicados.

—Ellos solo usan masc...¿Eh?—Hitoshi reviso su celular, sonriendo ante el mensaje, dejo salir un poco de aire en un suspiro.—Si así lo quieres.

Habían pasado dos horas desde que iniciaron el entrenamiento en la mañana y aunque los chicos del salón B recién llegaban, se decidio tomar una país para descansar.
Muchos aprovecharon para reunirse con sus amigos más cercanos, y conversar de una variedad de cosas, otros prefirieron descansar bajo la sombra de un árbol y los poco quisieron mantener sus cuerpos en tensión.

Entre estos últimos se encontraba Bakugo y Todoroki. Ambos practican con un barril de agua y se notaba en sus cuerpo el sudor y el cansancio. Aún asi se mantenían firmes y continuaban.
Pero había una diferencia abismal entre embos, mientras el rubio ceniza tenía a sus amigos alentandolo, o conversando junto a él, Shoto estaba solo, escuchando como todos formaban grupos.

No es como si sintiera mal, el nunca ha sido muy comunicativo y además, el no había entrado a la academia para hacer amigos, pero al estar tantos días almorzando o pasando el tiempo libre en ese extraño grupo dirigido por Izuku, hacían que ahora mismo se sintiera solo.

—¿Sigues entrenando Todoroki? Realmente crees que eso hará que el salon A sea mejor..pues te equivocas el salón B será el triunfador...—Esa voz, ese tono. Todoroki alzó la mirada notando una sonrisa burlona y una mirada segura de color plata.

—Monoma.

—Obaviamente...yo el grande Neito vine a buscar al pequeño Todoroki.

—Estoy entrenando

—Si ya lo vi, pero si sigues sin descanso dañaras tu cuerpo.—El rubio se acercó aun más a Shoto, notando como este estaba en un barril grande con agua, y al ver abajo noto el fuego.—¿Estamos en la edad medieval? ¿Que demonios es esto?

—Es para mejorar mi resistencia a las temperaturas.

—Pues es tonta, Izuku haría un mejor plan de entrenamiento.—Monoma sonrió al notar aquel cambio de expresión en el menor, de pasar de unos ojos frios, criados por el avance a unos gentiles y cálidos al recordar a cierto chico sonriente.—Ven, busquemos a Shinso.

El bicolor lo miro algo extrañado, pero lo siguió. Salió del barril y busco una toalla para secarse, escuchando cómo el rubio seguía con su palabrería y quejas.
Lo siguió en silencio, notando cómo todos los grupos eran por salones, y que ellos dos eran los únicos que no pertenecían al mismo. Y quizás fue ese detalle que inicio un pequeño intercambio de ideas entre los alumnos, pequeños gestos que el menor de los salones logro percibir.

—Hitoshi...Esperaba que me recibieras con un abrazo o al menos con tu presencia.

El nombrado estaba junto a Izumi, conversando al parecer. Y cuando escucho la voz de su amigo solo suspiro agotado, antes de darle una suave sonrisa.—Es mucho trabajo...al menos me queda quieto para que me encontrarás rápidamente.

—Ja, ja ja....si súper favorable.—Y tras esa burla pequeña se lanzó a los brazos de Shinso, quien a pesar de aparentar queja, no lo hacía. Sentir a Neito cerca de el, después de tanta lejanía se senria bien.—Traje al cachorro de Izuku para que descansen bien.

—¿Cachorro?

—No te quedes allí parado, Todoroki. No aguantaré solo a Neito.

Izumi los vio, percibiendo una especie de muralla a su persona, pero eso era imposible. Hace unos segundos conversaba perfectamente con Shinso y estaban disfrutando, así que quizás la sensación era porque el no solia hablar con Todoroki, aunque pensará que era genial.

—¿Y de que hablaban?

Izumi iba a responder, pero se quedo callado. ¿De que estaban hablando?

—De que nos gustaria mejorar y hacer...cosas simples.

Todoroki se acercó lentamente a los tres chicos, siendo colocado rápidamente en la conversación guiada por Monoma.
Sonrió al sentirse cómodo, y deseando que cierto peliverde estuviera a su lado.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Lejos del campamento un niño de cabellos negros, miraba el bosque con cierto pesar. Recordando cuando sus padres solían caminar con él entre los árboles, subiéndolo para alcanzar las frutas o cuando en sus días de descubrimiento encontraron un río y jugaron todos con el agua.

—Son unos mentirosos...dijeron que estarían siempre a mi lado.

Kota podría tener 5 años, ser un niño ante el mundo, pero su corazón y mente se habían apretado con tanta fuerza que el ya no podía simplemente sonreir y jugar como antes.
Y no era solo por sentirse huérfano, o solo a pesar de estar con su tía y compañeros de trabajo. Era porque simplemente no se entendía.

Cuando vio a los alumnos, quiso acercarse, su lado inocente quería prefuntar sobre sus poderes, que le gustaban y quizás tener entre ellos un "hermano mayor" para no sentirse solo. Pero al mismo tiempo sintió rabia al verlos, tan alegres, despreocupados, como si su trabajo fuese destacar y mejorar, nada más.

¿Ellos pensarían en sus familias al escoger ese trabajo? ¿A caso quieren dejar a hermanos llorando, a padres ahogados en pena o hijos huérfanos? No pensaban en lo difícil de todo, así que por eso se alejó, no quería verlos.

Aun asi fue a cuidar a las chicas, recordando que su padre le decía que a una mujer se le cuidaba aunque fuese fuerte, por respeto. Allí se encontró nuevamente con algo asqueroso, ¿Cómo dejaba la sociedad que alguien así fuese héroe?. Si sus pensamientos eran tan vacíos, tan asquerosos.

—Son todos unos tontos...no entienden nada.

Abrazo sus piernas en busca de calidez, aunque solo se sintió más solo. Sus lágrimas estaban ya cayendoby su estómago resonaba por el hambre. —Siempre me olvida.—Se dijo a sí mismo, al recordar que su tia siempre trabajaba, que apenas conversaban y que siempre intenta obligarle a pensar bien de los héroes. El queria pensar por su cuenta, el quería almuerzo en compañía, el quería jugar con alguien....el simplemente quería dejar de estar solo.

—Disculpa. ¿Estás bien?

El menor dio un brinco por el susyo al escuchar una voz nueva, miro por sobre sus brazos y noto a un chico de cabellos verdes, pecas raras en sus mejillas y grandes ojos redondos.

—N-no te acer-acerques...y-yo...y-o...—¿Gritaria?¿Lloraría? Sería tonto, aunque lo hiciese nadie iría a por el, estarían más preocupados por esos estúpidos alumnos que de un niño solo en el bosque.

—Perdon no quería asustarte...es que estaba leyendo en esa pequeña cueva y escuche un sollozo.

—Yo no estaba llorando

—Nl es necesario mentirme...también soy bueno para llorar.

—Yo no soy un llorón.—Esa mirada era tan gentil, su sonrisa afable era dirigida a el, pero no era por pena, no era por melancolía, era una sonrisa sincera que no buscan excavar bajo las heridas.

—Yo si.—Rio suavemente, mientras se sentaba junto a Kota, sacando un paquete de galletas de su bolsillo.—¿Quieres compartirlas conmigo?

—¿Eres un duende? O...¿Un espía?

El joven río, sincero, causando una suave sensación de calidez en el corazón de Kota. Una calidez que aumento al sentirse una caricia en su cabeza. Era raro, pero no se sentía mal.

—Dejame presentarme. Soy Izumi, encantado de conocerte.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Solo dire, qué ame como pensaron responder a la pregunta. Pero estas seguros que era para esa pareja en particular?

Hay más posibilidades jijiji

Y si, al fin en el campamento, no mencionaré lo normal o todo lo que se vio en la serie porque en este caso Izuku no está presente ...legalmente hablando.

Ya en el próximo y mas cosas estarán más claras, porque quizás este capítulo fue confuso.
Perdón, suelo escribir de esa manera.

Y su super pregunta!!
¿Ragdoll, Mandalay , Pixie-Bob o Tiger?

¿Control o Caos?

Takeshi: beso a todos...se les ama

Luna: abrazos gigantes y ustedes son super estrellas, jamás lo olviden.

Pd: perdón por faltas ortográficas.













Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top