028.

ZAYN.

Corriendo escaleras arriba, entré a, lo que habia decidido llamar "departamento" entre comillas, de Liam y cerré la puerta detrás de mi. El chico habia salido para buscar el desayuno, ya que casi habiamos incendiado la cocina cuando intentamos prepararlos nosotros mismo. La señora Payne, lo siento, Karen, iba a estar muy enojada con nosotros cuando volviese de trabajar y descubriera que las hermosas cortinas de su cocina habian sido reducidas a cenizas. Liam habia dicho que no le importaria, no parecia estar alterado por ello pero habia llegado a la conclusión de que el chico no era capaz de sentir tal emoción.

La casa era silenciosa, mis pasos eran los únicos que se escuchaban mientras me acercaba a la mesa y dejaba la jaula de Orion sobre la superficie. Safaa habia llevado la jaula a la casa de Liam hacia poco tiempo, ella habia dicho que estaba preocupada porque el animalito no habia comido cuando le arrojó comida, así que habia decidido que lo mejor era que lo tuviese yo. Habia agregado las palabras "por si algo le sucede", no entendí el significado pero su tono era un tanto sombrio cuando las pronunció.

Llegando a las ventanas, abrí las cortinas para poder tener una mejor visión del orejón pomposo. Mis ojos se abrieron de par en par cuando el roedor se quedo quieto en su lugar, respirando de una forma extraña. Me sorprendió el sentir miedo de que algo le sucediera porque vamos, a mi realmente no me gustaban esos bichos pero realmente no queria que algo malo le sucediera.

Tomando el telefono cercano, marque el numero que Liam me habia obligado a aprender de memoria. Ni siquiera lo deje hablar cuando contestó—. Liam, algo malo le pasa a Orión.

—¿Orión? —repitió—. ¿Tu conejo?

—Si, Safaa lo trajó hace un momento, dijo que queria que yo lo tuviese por "si algo sucedia", no sé que quiere decir, Liam, pero su tono no era el de una persona que piensa que algo bueno sucedera. Creo que quiso decir que Orión morira pero no puedo decirlo con exactitud, no soy bueno leyendo entre lineas...

—Zayn, cariño, calmate —pidio con suavidad—. Estoy entrando en la cochera en este momento, estaré contigo en un minuto, no desesperes.

—Apurate —sollocé—. No quiero que la bola de pelos se muera, Li.

—Yo tampoco, nene —susurró—. Estoy llegando, ya estoy aquí.

—No, no estas aquí porque si no yo te veria y no te veo, porque seguramente solo entraste a la casa y no... estoy divagando —me acerque a la jaula, viendo como Orión parecia seguir respirando de la misma manera—. ¿Por qué me regalaste algo que puede morirse? ¿Acaso no pensaste en que me doleria perder al orejón?

La puerta se abrió y un agitado Liam entró, dirigiendose directamente a mi, rodeandome con sus brazos—. Estoy aquí, cariño.

—Es tu culpa —golpee su pecho con el telefono, enojado por las lagrimas que corrian por mis mejillas—. Tu me lo diste y me dijiste que me encariñara con él y ahora se va a morir y me duele.

Él solo me apretó más fuerte, balanceandose suavemente antes de acercarse para mirar más de cerca—. Zayn, nene, Orión no esta muriendo.

—¿Uh?

Me miró, riendo mientras secaba mis lagrimas con sus pulgares—. Creo que vas a tener que buscarle un nombre de chica a tu conejo —apuntó a la jaula—. Orión acaba de ser mamá.

—¿Que? —me acerqué, viendo de cerca mis ojos se ampliaron al ver los pequeños animalitos pelones—. Tuvo bebes, la bola de pelos procreó.

Liam rió—. Louis la consiguió en la granja de su tia, cariño, supongo que Orión tuvo una noche loca antes de llegar a ti.

Me rasque la nuca, confundido antes de mirarlo—. ¿Ahora que?

—Puedo conseguirte otro conejo si eso deseas, uno que sea macho.

—No —sacudí la cabeza—. Me gusta este.

—¿Seguro? Cuidar de ella y sus bebes será más dificil, vas a tener que tocarlos en algún momento.

Parpadee hacia la jaula—. Yo puedo regalarlos cuando tengan edad —lo miré nuevamente—. Me ayudaras a cuidarlos, ¿verdad?

—Claro, nene. —rio—. Seremos sus padres o abuelos, como prefieras.

Me incliné para mirar más de cerca nuevamente—. Creo que no tenemos suficiente pelo para ser parte de su familia.

—La familia no se trata de compartir sangre, Zayn, sino de amor —besó mi cuello con suavidad.

Lo miré sobre mi hombro y sonreí, las definiciones de Liam me confundian a veces, ya que iban en contra de las que habia leido en el diccionario, pero poco a poco iba viendo el mundo a su manera. Y... me gustaba. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top