019.
LIAM.
—¿Que harás para navidad?
Mi pregunta intentó ser casual cuando me arrojé en la cama de Zayn, mirando distraidamente dentro de las paginas de una vieja revista de modas que habia encontrado perdida por allí. Por el rabillo del ojo pude ver a Zayn volteando su silla de escritorio en mi dirección, su mirada creando huecos en mi nuca.
Habian pasado dos semanas desde que habia decretado que eramos pareja y la relación no habia cambiado mucho desde entonces. Zayn habia comenzado a hablandarse un poco con respecto a los limites autoimpuestos por él y eso era lo único que necesitaba. Moverme a pasos de bebé me alteraba un poco pero eso era lo que el chico necesitaba, si me movia rapidamente podria perder todo el avance hasta el momento por lo que estaba apegandome al plan de ir lento.
Cuando pasaron unos minutos y Zayn no contestó, finalmente me giré a verlo solo para encontrar una mirada desconcertada en su rostro. Dejando la revista, me senté en el borde de la cama y lo miré—. Hey, ¿que sucede?
—Nada —sacudió la cabeza, dandome un breve vistazo antes de voltearse nuevamente a su escritorio donde un montón de libros esperaban por él.
Lo miré extrañado, dandome cuenta al instante de que no habia contestado mi pregunta. Podia dejarle pasar muchas cosas pero necesitaba la respuesta a esa cuestión en particular. La navidad seria en una semana y mamá ya habia estado preguntando si Zayn cenaria con nosotros, la mujeres estaba inventando las excusas más tontas para obligarme a llevar al moreno a casa. No era que me negara a eso pero queria que el chico se sintiera mejor en nuestra relación antes de pasar a conocer a los padres oficialmente.
Yo ya habia conocido a la madre de Zayn cuando me habia autoinvitado, a su padre lo habia encontrado por casualidad cuando estaba marchandome luego de pasar a dejar al moreno en su casa. El hombre habia estado de pie en el camino de entrada, observando entre nosotros con una ceja alzada cuando me giré para irme luego de robarle un beso al moreno. Aun me causaba diversión el ver la expresión horrizada de Zayn al darse cuenta de que habia sido atrapado por su padre.
—Uh, hola papá —habia balbuceado, moviendose incomodo y por una vez desde qu elo habia conocido, sin muchas palabras inteligentes que soltar. Hizo un gesto hacia mi con su mano—. Este es Liam.
—¿Y Liam quien es exactamente? —el hombre, que guardaba un fuerte parecido a Zayn, dio unos pasos más cerca mientras miraba a su hijo con intensidad. Aun así, no parecia molesto por lo que habia visto, más bien estaba curioso por la escena.
Zayn habia rascado su nuca con nerviosismo, observando la punta de sus tenis—. Él es...oh...mi novio. —las palabras habian salido bajas y temerosas pero al menos las habia dicho y eso me hacia sentir como un maldito ganador.
Yaser, como se habia presentado luego, me habia observado con una expresión de sorpresa antes de murmurar algo parecido a "Ni siquiera sabia que era gay" antes de extender su mano hacia mi para estrecharla. El hombre se tomó todo con mucha tranquilidad pero no me libre de la fuerte amenaza de patearme el culo si lastimaba a su pequeño retoño. Sabiendo que jamás le haria daño a Zayn intensionalmente, sabia que estaria en buenos terminos con sus padres.
Pero el haber conocido a ambos desembocaba en que mi madre quisiese conocer a Zayn, lo que me ponia en un aprieto en cuestión de que debia presionar un poco al chico para conseguirlo.
—Zayn —llame con suavidad, ganandome un murmullo de reconocimiento—. No contestaste mi pregunta, ¿que harás para navidad?
Lo observé golpear la goma de su lapiz contra las paginas del libro que estaba leyendo antes de que suspirara, sus hombros cayendo en derrota—. No lo sé —me miró sobre el hombro, sus mejillas rojas—. Nosotros no celebramos la navidad, Liam, no tengo idea de que se supone que deberia hacer ese día.
—Tu... —abrí la boca y la cerré nuevamente, mirandolo extrañado—. ¿No lo celebran? ¿Porque no lo hacen?
Se encogio de hombros, girando la silla—. No lo sé, nunca lo hicimos.
—¿Ni siquiera de pequeño? —pregunté aturdido—. ¿Nunca creiste en Santa Claus?
—No —negó—. Aunque dejame decirte que la idea me parece interesante, la imaginación de un niño puede ser increible si es capaz de creer que un hombre de complexión tan robusta es capaz de entrar a una casa a través de la chimenea. Eso sin contar con el hecho de que deberia cargar con una bolsa muy grande si tiene la misión de entregar regalos a todos los niños del mundo. Es interesante, muy interesante.
Lo miré por un momento con la boca abierta—. No puedo creer que acabas de analizar a Santa como si fuese un bicho de laboratorio.
Parpadeo hacia mi, empujando sus lentes por su nariz—. Oh, lo siento, ¿arruine algun tipo de recuerdo preciado de tu niñez? Si lo hice, realmente lo lamento, no fue mi intención.
—No, no es eso, es solo que...
—¿Que?
—No lo sé, no veo como un niño puede crecer sin la ilusión de la navidad y de tener regalos de Santa —confesé.
—¿Crees que si mis padres me hubiesen mentido sobre la existencia de un hombre gordo que irrumpe en tu casa a medianoche y deja regalos sin pedir algo a cambio, algo en mi hubiese sido diferente al crecer?
Dudé un momento, decidiendo ser sincero—. Creo que pudiste haber sido un poco diferente.
Me miró con intensidad por lo que me parecieron horas—. Bien, eso no sucedio. Mis padres siempre han sido sinceros conmigo y mis hermanos y crecí siendo la persona que tienes frente a ti. Si no te gusto, sabes donde esta la puerta, puedes marcharte cuando gustes. —dicho eso, se volteo hacia sus libros nuevamente.
Suspiré, preguntandome como rayos me habia metido en un lío sin siquiera haberlo intentando. Dios, debia pensar mejor mis palabras antes de hablar con Zayn. Al menos hasta que fuesemos capaces de conocernos y reconocer nuestras verdaderas intenciones.
—No quise decir eso, me gusta la persona que eres en este momento y no cambiaria nada de ti —me acerque, descanzando mis manos en los reposabrazos de su silla antes de inclinarme para dejar un beso en su cuello—. Es solo que me gustaria que hubieses sentido la emoción que siente un niño gracias a Santa y toda la cosa de la navidad.
Lo observé escribir en su libreta por un momento antes de que se detuviera y mirara hacia arriba, a mi rostro—. ¿Es esto tan importante para ti, Liam?
—Lo es.
Asintió suavemente, apartando la mirada como si estuviese pensando en ello antes de volver a mirarme—. Lo siento pero ya no soy un niño, no puedo creer en algo que sé que es mentira.
—Lo sé —acepté—. Y no te lo estoy pidiendo.
—¿Entonces que quieres que haga?
Lo pensé por un momento pero la idea ya estaba en mi mente desde hacia dias—. Festeja la navidad conmigo.
—No sé como se hace eso. —susurró.
—Yo te enseño, no te preocupes, mi pequeño nerd —dejé un beso en su frente—. Te enseñaré todo lo que hay que saber sobre la navidad.
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