018.
ZAYN.
—¿Puedes parar? Me es dificil desplazarme a tu velocidad y equilibrar la pila de libros en mis manos al mismo tiempo. —me quejé.
Liam me miró y pude ver la sonrisa diabolica en sus labios un momento antes de que me atrapara en sus brazos y comenzara a cargarme al estilo princesa, mis libros aferrados en mis brazos aun—. Listo —anunció—. Problema resuelto.
—¿Que rayos crees que estas haciendo, grandisimo idiota? —chillé, revolviendome en un intento de bajarme—. Dejame ir.
—Shhh —pidio—. Deja de gritar, la gente nos mira.
Rodé los ojos. Si, la gente nos miraba porque estaba siendo cargado por el idiota numero uno a través de la escuela llena de estudiantes. ¡Estabamos dando un maldito espectaculo, era obvio que nos estaban mirando!
Estreché los ojos y lo fulminé a través de mis lentes—. Ba.ja.me.
Sonrió—. Eso.no.sucedera. —dijo en el mismo tono.
Dios, como odiaba no haber aceptado ir a las clases de karate que mamá habia querido que tomara, me hubiesen ayudado mucho en ese tipo de situaciones. Pero seamos realistas, ¿quien hubiese dicho que yo iba a ceder ante los ojos de cachorro apaleado de Liam? Nadie, porque él era un estupido y yo era aun más idiota por seguirle la corriente.
Me revolví en sus brazos nuevamente, intentando huir pero teniendo mis manos aferradas a mis libros y poca habilidad fisica, la tarea de escapar se volvia basicamente imposible.
—Estamos llamando la atención, no me gusta toda esta atención —me queje, evitando ver alrededor para no ser realmente consciente de todas las miradas puestas en nosotros.
—La gente nos mira porque hacemos linda pareja —aseguró.
—No, nos miran porque nos vemos ridiculos en esta posición. Tu eres ridiculo, bajame ya.
Me miró sin borrar la sonrisa—. No lo creo, se siente bien cargarte.
—No me siento bien siendo cargado como una damisela en apuros —estreché los ojos hacia él—. Puedo asegurarte que poseo todas las partes de la anatomia necesarias para ser hombre y antes de que hagas una de tus propuestas totalmente fuera de lugar y obsenas, te advierto que no te dejaré ver ningun punto de mi cuerpo que este siendo cubierto por la ropa en este momento.
—Cariño, ya he visto tu mercancia y aunque es un buen botin en el que quiero poner mis manos, no creo que sea el lugar apropiado para hacerlo —me guiño un ojo—. Quiero terminar la secundaria sin accidentes, ¿sabes? Un escandalo sexual podria ser mi perdición.
—Este tipo de chismes podria ser perjudicial para lo que sea que planees para tu futuro, así que bajame.
Miró alrededor, al parecer sopesando sus opciones antes de suspirar—. Bien —me dejó en el suelo—. Tu ganas.
Me cruce de brazos, dandole una mala mirada al darme cuenta de que estabamos frente a mi casillero. No, yo no habia ganado, últimamente no estaba ganando absolutamente nada por mucho que Liam quisiera hacerme creer lo contrario. No era estupido, aunque Liam quisiese pensar lo contrario, no lo era.
—Eres un idiota. —mascullé. Abriendo el casillero, arroje mis libros dentro y rebusque por los cuadernos que necesitaria para mi primer clase.
—Tu me quieres así. —gruñó, abrazandome por la espalda y metiendo su rostro en mi cuello.
Su aliento caliente golpeo mi piel y no pude evitar el chillido que se me escapo seguido de la tonta risita. Tomando su cabello, lo aleje de mi cuello con rapidez mientras sofocaba mi risa con mi otra mano.
Elevó una ceja hacia mi entre curioso y divertido—. ¿Que fue eso?
—Alejate de mi cuello. —gruñí cuando logré recuperar mi compostura, dedicandole una mirada significativa.
La sonrisa que me dedico, me dijo que él no se olvidaria de ese pequeño detalle que habia descubierto sobre mi. Mierda. La campana llamandonos a clase hizo eco en el lugar, salvandome de lo que fuese que pasaba por la mente de Liam.
(...)
—¡No, basta, Liam, dejame!
Las risas estupidas se escapaban de mis labios sin ningun permiso, los espasmos de la risa recorrian mi cuerpo mientras intentaba quitar la cabeza de Liam de mi cuello. El idiota habia descubierto mi punto sensible, siempre habia sido demasiado cosquilloso en ese sector en particular, el simple hecho de que respiraran sobre mi piel lograba que estallara en risitas tontas. Era un rasgo estupido y totalmente vergonzoso.
Ahora, revolviendome debajo de Liam en un intento de escapar mientras escuchaba mis risas tontas hacer eco entre los estantes de la biblioteca, me daba cuenta de que deberia acostumbrarme a ello porque Liam no iba a dejarme en paz en un corto periodo de tiempo.
—Tu risa es hermosa. —halago en un susurro.
Jale su cabello con un poco más de fuerza—. Ya dejame, por favor —rogue—. No más cosquillas, por favor.
—Ow, pero realmente me gusta ese sonido. —se apartó, enseñandome un pequeño puchero.
—No me importa lo que te gusta, vas a matarme asfixiado si sigues de esa manera —jadee en busca de aire.
—Pobre pequeño nerd —dejo un beso en la punta de mi nariz, aprovechando mi momento de debilidad por la falta de oxigeno—. Te dejaré en paz por ahora pero no creas que lo olvidaré.
Le di mi mejor mirada enojada y lo único que gane fue un beso que me dejó más jadeante de lo que estaba anteriormente. Poniendo mis manos en su pecho, estaba debatiendome entre empujarlo o acercarlo más para seguir con el beso cuando escuché el carraspeo sobre nosotros. Liam a diferencia de mi, no lo escuchó o decidio ignorar a nuestro publico porque no rompió el beso hasta que alguien lo jaló desde atras.
Sentandome rapidamente, coloque mis lentes bien sobre mi nariz y observé con el rostro rojo de verguenza al amigo de Liam, Louis, y otros jugadores mirar hacia nosotros con expresiones divertidas.
Liam no parecia perturbado por ellos—. ¿Que diablos quieren? Estaba en medio de algo importante.
—Si, estoy seguro de que estabas a punto de tocar uno de sus organos vitales con tu lengua —Louis rodó los ojos con exageración antes de mirar alrededor—. Ni siquiera era consciente de que teniamos una biblioteca.
—Eso es porque eres un idiota —Liam se sentó sobre su trasero y me arrastró hacia la V que formaban sus piernas, evitando el escape que habia querido hacer hacia las estanterias cercanas—. Tu no te vas hasta que terminemos nuestra conversación anterior.
—¿Cual conversación? —pregunté confundido—. Tu estabas intentando ver hasta donde podias llegar con tu lengua en mi garganta y yo estaba intentando no asfixiarme mientras lo hacias.
Mi declaración me gano un par de risitas disimuladas y una sonrisa de Liam—. De esa conversación hablaba —me dio un guiño—. Volveremos a ello en cuanto estos idiotas se larguen.
—Tengo la impresión de que te quedaras sin lengua si sigues con esa idea. —bromeo Louis, mirando entre nosotros.
—Nah. Zayn ladra pero no muerde.
—Yo no ladro. —lo miré confundido.
—Es una expresión, cariño —explico con suavidad.
—Oh. —sentí mi rostro colorearse nuevamente. Diablos, debia comenzar a salir más o seguiria pasando este tipo de vergüenzas.
Liam rio, apretandome contra su pecho antes de mirar a sus amigos—. ¿Que sucede? ¿Me buscaban?
—Si —Louis, al parecer el lider del grupito, asintio—. Necesitamos que dejes de intentar follar a Zayn en el suelo de la biblioteca y vuelvas a los entrenamientos, necesitamos a nuestro arquero.
—Edison dijo que podia tomar mi lugar por un tiempo.
—Edison no podria atrapar una pelota ni que le pegara en el medio de su fea cara —intercedio otro de los chicos.
Louis asintió—. Necesitamos que muevas tu gordo culo a la cancha antes de que nos dejen en verguenza en el partido del sabado.
—Lo siento, mi agenda esta ocupada.
El ojiazul se paso una mano por el rostro con frustración—. Estoy seguro de que Zayn no se enojara si practicas con nosotros un par de días, solo hasta que el partido pase, Liam, realmente te necesitamos.
—Yo no pue...
—Hazlo —interrumpi. Gemi interiormente al ver que tenia toda la atención sobre mi ahora pero me obligue a seguir hablando, mirando a Liam sobre mi hombro—. Solo serán un par de días, te necesitan, deberias hacerlo.
—Tu lo que quieres es escapar de las clases de educación fisica.
Puse los ojos en blanco—. Si te hace sentir mejor, puedo pedirle a Safaa que me ayude con eso.
Esa frase logró que algo brillara en sus ojos—. Siempre pudiste pedirle ayuda a Safaa, ¿verdad?
Selle los labios hermeticamente al darme cuenta de mi error. Mierda. Ignorando su pregunta, intenté alejarme de sus brazos pero me lo impidio. Aun así, no me reuní con su mirada nuevamente mientras lo escuchaba hablar con los demás, aceptando las practicas e ir al partido del sabado. Solo cuando se fueron, logré escapar de sus garras pero me atrapo de un pie cuando estaba gateando lejos.
—Ven aquí —me jaló hasta que estuve acostado debajo de él—. Contesta mi pregunta.
—Si, eres idiota.
—Esa no —fruncio el ceño—. Jamas te he preguntado nada de eso. Me refiero a lo de Safaa. Siempre pudiste pedirselo a ella, ¿verdad?
Me negue a contestar eso y él solo rio antes de comenzar a fastidiar con mis cosquillas nuevamente. El humano era un ser extraño a mi parecer. Buscabamos lo que no podiamos tener y cuando lo teniamos, no lo aceptabamos. Siempre habia deseado a alguien que pudiese leerme con facilidad, que me quisiese lo suficiente para esforzarse en conocer mis rarezas y me ayudara a salir de mi soledad.
¿Iba realmente a rebajarme a los seres humanos promedio y cometer el mismo error egoista? ¿O iba a aceptar que, tal vez, Liam era exactamente lo que habia estado esperando?
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