007.

ZAYN.

—Gracias por traerme.

Mantuve mi mirada en mis rodillas mientras jalaba el bloqueo y me arrojaba fuera del vehiculo. Muchos podrian asegurar que estaba corriendo pero yo no corria, además de que mis piernas se sentian como malditos fideos y me dolian lugares de mi anatomia a las que nunca les habia prestado especial atención. ¿Ya dije que odio los deportes? Bueno, realmente los detesto con toda mi alma.

El portón se abrió con solo un empujón que me hizo fruncir el ceño, debia repetirle a Safaa lo peligroso que era dejarlo abierto, la chica parecia no entenderlo realmente. Recorriendo el corto camino de entrada, me acerque a la puerta y rebusque mis bolsillos por mis llaves. Una respiración caliente en mi nuca me tuvo dando la vuelta y frunciendo el ceño.

—¿Que haces?

Liam sonrió brillantemente—. Me he dado cuenta de que eres un pequeño maleducado, así que he decidido autoinvitarme para ahorrarte la verguenza cuando te dieras cuenta de que no lo habias hecho y me habias dejado ir sin invitarme siquiera un refresco.

—No pensaba invitarte, no porque sea maleducado sino que no queria —apunté a la calle—. Vete.

—Nop.

Ajuste mis lentes y coloque las manos en mi cadera—. Esto podria ser considerado como violación de propiedad privada, podrias ir a la carcel.

—Tu no me denunciarias. —aseguró.

—¡Por supuesto que lo haria! —hice un movimiento con mi mano, como si lo espantara—. Vete.

—No me iré hasta que me invites un refresco al menos. He estado corriendo detrás de ti y cargandote cuando te caias toda la mañana, necesito refrescarme.

—Nunca me cargaste y no te daré nada —golpee mi pie en el suelo, mirando hacia arriba a su rostro—. Largate.

—Eres un malagradecido.

—Ya te di las gracias, ¿eso no es suficiente? —chillé.

Tocó mi nariz con la punta de su dedo indice, sonrió—. Tus mejillas estan rojas, compañero.

—No me digas... —mis palabras se cortaron cuando la puerta se abrió detrás de mi. Dedicandole una mirada fastidiada, me voltee y sonreí—. Hola, mamá, no sabia que estabas en casa.

—Acabo de llegar, cariño —contestó con ese tono amable que siempre habia adorado. Su mirada oscura se posó en Liam, como si estuviese midiendo algo antes de sonreir. Mierda, eso nunca era bueno para mi—. ¿Quien es tu amigo?

—Nad...

—Liam Payne —el castaño se adelanto, extendiendo una mano para estrecharla con la de ella—. Es un placer conocerla, señora Malik.

Y su sonrisa se hizo aun mayor, mierda multiplicado por dos.

—Dime Trisha —pidio antes de hacerse a un lado—. Pasa, por favor, estaba a punto de hacer el almuerzo para Zayn, puedo hacerte algo a ti tambien.

—No, mamá, él ya se...

—¡Me encantaria!

—...iba —mi voz se perdió en la nada cuando Liam pasó frente a mi y entro a la casa.

Gruñendo entre dientes, los seguí hasta la cocina y observé con mala cara como la traidora y el metiche se instalaban en una afable conversación. Habia que ver, traicionado por mi propia sangre, mi procreadora, la mujer que me habia dado a luz, ¿que clase de madre era la que me habia tocado? ¡En mi propia casa! ¿Que era este gusto amargo que sentia en mi boca? Oh si, traición, la más pura y vil, traición. Okay, eso sono demasiado teatrero para mi gusto pero daba lo mismo.

Mamá comenzó a moverse por la cocina, buscando y sacando cosas para hacer el almuerzo. Liam por su parte se sento en la isla, como si fuese su maldita casa y comenzó a hablar con la mujer amigablemente, contandole algo sobre el estupido juego que practicaba y las estadisticas del mismo. Lo odiaba, realmente lo hacia. ¡Era un imbecil con mayuscula! ¿Como los demás podian soportarlo? Era simplemente insoportable, despreciab...

—¡Zaynie! —mamá palmeo sus manos frente a mi rostro, logrando que diese un salto hacia atrás sorprendido. Ella se rio suavemente.

—¿Uh?

—Te dije que fueses a darte una ducha, apestas. —arrugo la nariz.

—¡Mamá!

—Nada —movio las manos hacia mi—. Ve a darte un baño, yo le enseñare donde esta el otro a Liam, talvez le quede algo de la ropa que dejo tu hermano.

—¿Tienes un hermano? —Liam parecia realmente curioso cuando me miró.

Estreché los ojos en su dirección antes de voltearme y correr hacia las escaleras. Liam no tenia ningun derecho a meterse en mi maldita vida, estaba muy bien antes de que él entrara en ella, ¿por qué no podiamos volver a eso? Yo estaba muy feliz de ser ignorado por su grupito de cabezas huecas, ahora parecia estar en el ojo del huracan y Liam era quien me habia arrojado hacia allí. Habia escuchado varios chismes de nosotros siendo amigos, lo que significaba que pronto estaria en los cuchicheos de toda la maldita secundaria. ¡Yo no era su amigo y no queria ser el chisme del día!

¡Queria mi vida de nerd nuevamente!

Entré a mi habitación y azote la puerta cerrada, quitandome los lentes los deje sobre el escritorio. Arrancando la sudada camiseta por mi cabeza, la arrojé dentro del cesto de ropa sucia, mis pantalones le siguieron cuando logré quitarme los tenis. Metiendome en el baño, encendí la ducha y me arranque los boxers de un tirón, metiendome debajo del agua fria a drede. Ni siquiera me moleste en cerrar la cortina ni la puerta, estaba demasiado ocupado congelando mi culo con el agua helada.

El frio siempre lograba aclarar mi mente, me estaba congelando pero no me importaba. Tenia que encontrar una forma de librarme de Liam, estaba seguro de que su compañia me causaria problemas tarde o temprano. Joder, me causaba problemas ya. No me creia totalmente que el entrenador solo encontrara mi ficha medica solo por un tropiezo, habia estado engañando al instituto por casi tres años para librarme de hacer gimnasia, ¡no era posible que me atraparan gracias a un simple tropiezo o casualidad!

Liam tenia la culpa, él siempre la tenia, era tan simple como eso.

Populares. Jodidos idiotas nenitos de mamá que se creian mejor que los demás. Ese era mi problema, esos estupidos snobs que pensaban que nadie le llegaba siquiera a la suela de sus malditos zapatos de marca que cuestan un dineral. ¿Pero a quien le importan esos tontos? A mi personalmente, no me agradaban y menos aun me gustaba el tener a uno de ellos pegado a mi todo el santo día. ¿Acaso no existia algun tipo de regla que nos mantuviera separados? Si no la habia, alguien debia escribirla.

No era como en las peliculas, no me malentiendan. Ellos no nos trataban mal y arrojaban nuestros libros al suelo mientras reian. Sino que más bien, solo no teniamos nada en común, era como intentar cruzar a un sapo y un perro, no combinan. Los nerds y los tan trillados "populares" no se juntan. ¿Acaso no les han enseñado nada las estupidas peliculas estadounidenses sobre clases sociales?

—Zayn, tu madre me envio a... —me sacudí de mi estupor cuando escuché a Liam entrar al baño. El chico se detuvo en la puerta, observandome con una ceja alzada, el hecho de que no habia cerrado la cortina le daba una vista entera de mi cuerpo desnudo.

Fruncí el ceño ante su atrevimiento, mi voz tembló cuando chillé—. ¡Ve-vete!

Los ojos de Liam se ampliaron—. ¿Que jodidos? —se acercó a mi rapidamente, metiendo su mano abajo del agua aunque le di una mala mirada, de igual manera la quito rapidamente—. Sal de ahí, pequeño torpe, vas a enfermarte. ¿Por qué jodidos estas bañandote con agua tan fria?

—N-no me ha-hables así —lo miré mal, maldiciendo mi tartamudeo y el agua helada golpeando mi cabeza.

—Te hablo como quiero cuando te comportas como un niñito malcriado —cerró las llaves, envolviendo una de las toallas que tenia en sus manos a mi alrededor. Chille e intente alejarme pero me sacudio—. Quedate quieto, esto no esta en discusión, tu culo esta congelandose ahí dentro así que sal.

—Pu-pudrete. —susurré, mis labios temblaban y estaba apretando los dientes para evitar el castañeo.

Él puso mala cara—. Sal de la ducha, Zayn.

—N-no.

—Que quede claro que te di la opción —apunto antes de tomarme en sus brazos con facilidad, en cuanto mis pies dejaron el suelo comencé a revolverme. Me sacudio de nuevo—. Quedate quieto, deja de comportante como un bebé.

Apreté mis labios juntos, dedicandole una mirada enojada. El calor de su cuerpo se sentia bien contra el mío pero no habia jodida manera de que lo aceptara, era lo suficientemente testarudo para morirme de frio antes de decir algo como eso.

Dejandome sentarme en el borde de la cama, paso sus manos por mis brazos con fuerza hasta que un suave calor comenzó a acariciar mi piel bajo la toalla. Hizo lo mismo con mis muslos, riendo ante mi expresión fastidiada cuando baje mis propias manos sobre mi entrepierna para evitar su toque. No sabia si Liam era gay o no pero no queria averiguarlo de igual manera.

Colocó una mano en mi mejilla e hizo una mueca—. Aun estas congelado, maldición —me jalo a sus brazos, obligandome a esconder mi rostro en su cuello.

Sople contra su piel, causando un sonido de pedorreta que lo hizo carcajearse—. Sueltame, idiota, estas dejandome sin aire.

—No es cierto, solo estoy abrazandote.

—Me apachurras —aseguré, revolviendome suavemente—. Ya estoy mejor, dejame ir.

Se aparto y me miró con ojo critico—. Tus labios aun estan azules.

—No hay manera de que te deje calentar esa parte de mi anatomia.

—No me estaba ofreciendo —rio el imbecil.

Le fruncí el ceño—. Eres un fastidio.

—Tu tambien me agradas.

Gruñi, golpeando sus manos cuando intento volver a frotarlas sobre mis brazos—. Ya estoy mejor, deja eso.

Tocó mi mejilla—. Aun estas frio. —intenté morder su mano y él la quito—. No hagas eso.

—Deja de tocarme.

—Estoy intentando ayudarte —aseguró.

Estreché los ojos hacia él—. Ya me ayudaste, dejame en paz.

—Aun estas frio. —apunto con una sonrisa de come mierda—. Y si quisiera tocarte, simplemente haria esto.

Antes de que pudiese preguntar a que se referia, se abalanzo sobre mi, llevandome de espaldas a la cama con él encima y colocó sus labios sobre los mios suavemente. Okay, esto no era para ayudarme al calentamiento... aunque estaba calentando una parte exacta de mi cuerpo.

No, esto no debia suceder, esto estaba mal.

Liam Payne me estaba besando. ¡El muy jodido me estaba robando mi primer beso!

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