Primer Encuentro.
Dipper al dar media vuelta se encontró con un chico rubio que se parecía a Bill, sólo para comprobar miró su celular buscando la foto que le había pasado hace tiempo. Observó la foto y luego al rubio frente a él, así pasó por unos momentos hasta que sus ojos se abrieron a tope.
—Soy yo, idiota.— Dijo el mayor con el ceño fruncido acompañado de una sonrisa juguetona.
—¿Bill?— Susurró mirando de arriba a abajo al chico sintiéndose como si todo fuera en realidad un sueño. —¡Bill!— Exclamó corriendo hasta él con ambos brazos extendidos y al estar cerca brincó sobre este obligándolos a caer sobre el suelo.
Ambos estaban riendo mientras se abrazaban con fuerza no queriendo romper aquel lazo. Recuerdan como se daban "abrazos virtuales", en los que consistían en abrazar el celular en sus pechos al mismo tiempo. Pero ahora este abrazo no era virtual, era real.
—¡Eres enano en persona!— Comentó enternecido Bill aún rodeando sus brazos con fuerza por la espalda del castaño.
—Cállate, al menos no soy teñido.— Se burló separándose un poco del otro tocando su cabello. —No puede ser. Tienes bonitos ojos.— Agarró el rostro de Bill entre sus manos y miraba con profundidad aquellos ojos ámbar que el otro poseía. —Creí que eran pupilentes.
—¡Hey! No soy superficial— Comenzó a reír por como el otro le analizaba por completo como si quisiera grabarlo en su memoria por siempre, y no lo culpaba. Él hacia lo mismo, mirando al chico que estaba por detrás de una pantalla ahora en persona era como una alucinación. —Para ser pequeño tienes gran fuerza— Y en parte era cierto, como podía aquel enano tumbarlo al suelo.
—Fue la adrenalina del momento.— Sonrió aún no creyendo que esto fuera real. Los dos no lo creían.
—No me lo creo.— Dijeron al mismo tiempo para luego reír tontamente. La verdad tenían un millón de pensamientos y tantas cosas de las que querían hablar pero las palabras no salían. Sentían que el momento se arruinaba en cada segundo que pasaba y no decían nada.
—Entonces... Habías comentado algo sobre anomalías— Comentó el castaño parándose y ofreciendo su mano al rubio, quien no dudo en tomarla aún sorprendido por la fuerza que Dipper tenía.
Se le quedo viendo pensando que era muy lindo en persona hasta que el castaño carraspeo.
—¡Oh! Sí, anomalías— Sonrió aún sin soltar la mano del menor que al parecer se rió por lo distraído se veía.
—Bill deja de mirarme así, soy real— Se burló moviendo su mano de arriba a abajo frente la cara del otro.
Bill sólo rodó los ojos y miró a su alrededor olvidando por unos momentos en donde se encontraban.
—Pino, seguimos perdidos...— Murmuró buscando una salida. Sintió como Dipper le apretaba la mano y le jalaba para que se volteara. —¿Qué pasa?
—¡Mira!— Susurró con toques de emoción señalando por entre los árboles a un unicornio, Bill prestó más atención al rostro del castaño que a la criatura. Podía ver a la perfección como sus ojos chocolate se dilataban... Basta esta siendo demasiado cursi.
El castaño tomó su celular y colocó la opción de cámara, al parecer le tomaría una foto. Pero luego Bill recordó un detalle importante.
—¡Pino! No debes usar el...— Demasiado tarde, la fotografía se tomó y un gran destello blanco salió de esta. —Flash.
El unicornio se volvió histérico y cegado por la luz comenzó a patear uno que otro pino, a lo que escuchó un pequeño "ouch" por parte de Dipper.
La criatura miró a el par de jóvenes con los ojos dilatados por la luz y un extraño humo salió de su nariz mientras movía su pata en la tierra.
Dipper abrió la boca para decir algo pero no hubo tiempo para hablar en estos momentos, así que Bill empezó a correr sujetando de la mano al contrario. Ambos corrían a la par mirando por encima de sus hombros esperando a que aquella bestia no les estuviera siguiendo, pero claro que lo hacia.
Mientras Bill miraba por donde pisaban, Dipper se encargaba de lanzar uno que otro objeto al unicornio.
—¡N-no hagas eso!— Gritó jadeante el mayor por aquella maratón que la criatura les estaba dando.
El castaño hizo caso a sus indicaciones y paró con el ataque.
—¿Entonces qué hacemos?— Le gritó de vuelta sintiendo que en cualquier momento se tropezaría con algo.
Pareció una eternidad lo que le tomó al rubio de pensar en algo hasta que su bombilla se prendió. —¡Tomale otra foto!
El castaño no entendía a la perfección cual era el plan que el otro quería llegar pero Bill debe conocer más sobre las criaturas así que no reclamó nada. Asintió con firmeza y con su mano temblorosa sujetó el celular. Dio media vuelta y presiono el botón de cámara sacando de nuevo el destelló que cegó nuevamente al unicornio.
—¡Bill lo logré! ¿Ahora qué?— Volteó a ver al rubio, seguían corriendo hasta que llegaron al límite, donde había terreno abajo. —Oh no...
Ambos cayeron rodando colina abajo, fue una larga caída hasta aterrizar contra los arbustos.
Salió Bill de los arbustos buscando a su amigo con la mirada, hasta que vio una mano salir de estos de manera dramática. —¡Pino!— Gritó acercándose a la mano hasta que el castaño dio un brinco aún con su mano alzada.
—¡Chocala!— Exclamó, realmente asustando al otro. Recibió un golpe en su cabeza. —¡Hey! ¿Qué te pasa?
—¡Me asustaste! ¡Creí que te habías ahogado!— Se cruzó de brazos dejando salir un puchero.
—¿En las hojas?— Alzó una de sus delgadas cejas saliendo de entre ellas ahora afrimando que el rubio era más infantil en persona.
—Eso da lo mismo, ¿te hiciste daño?— Salió igualmente de entre las hojas hasta llegar al castaño y tomarlo de los hombros buscando alguna herida.
—Estoy bien, tranquilo— Rió acariciando los brazos del mayor en un intento de calmarlo. Miro su alrededor, no habia ni un árbol, solo césped.
El rubio miró igualmente el lugar y alzó ambas cejas con sorpresa. Estaban con una encantadora vista del puente con forma de ovni.
—Lo había visto desde lejos, pero jamás creí que fuera tan fascinante de cerca.— Murmuró extasiado por la vista, sentándose en el césped y mirando la sorprendente figura.
—Igual que tú— Contestó Bill sentándose a su lado viéndolo fijamente a los ojos.
El castaño sonrió con ternura intentando ocultar el leve sonrojo de sus mejillas, esa frase en parte era literal.
—Nada mal para ser mi primer día por estos lugares y parece que eres un "buen" guía de turismo— Hizo comillas diciendo aquello con sarcasmo.
Bill rodó los ojos dejándose caer en el césped. —Pero disfrutaste de aquello, ¿no?
—Pues si, fue divertido...— Se dejó caer de igual manera usando su mochila como almohada.
—Oye, lo que dijiste por nuestra llamada... ¿Es cierto?— Colocó sus manos en su pecho mirando al cielo.
Dipper se cubrió el rostro con su gorra. —S-Si, aunque se me sale lo poeta en momentos así.
—Pues me gustaría ver salir al Dipper poeta de nuevo— Confesó girando su cabeza para ver al castaño y fruncir el ceño. —¿Qué tienes?
—Es que es demasiado raro e irreal estar hablando contigo aquí, en lugar de solo mensajes de texto. Parece que es mas fácil hablarte por texto que en persona...
Después el celular del castaño sonó con el típico timbrado del mensaje, sonrió y retiró la gorra de su cara sacando el celular sólo leyendo el mensaje por la pantalla.
B. Cipher: »Para mi también lo es, aunque puedo acostumbrarme a aquello con tal de estar contigo«
8:50 pm
Por primera vez sus cuerpo tembló ansioso al recibir un mensaje de él.
Todo iba bien, pero lo que Dipper no sabía era que alguien le había estado marcando al teléfono. Mal momento el haberlo silenciado.
Para a los que les guste el AU de Mafia, he subido una nueva historia sobre eso. Los invito a leerla, es Billdip e.e♥
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