🍹Capítulo 8: Reconciliación

< Alerta de contenido smut, leer bajo su responsabilidad >

El auto ya estaba apagado, la tormenta aún caía sobre las calles nocturnas, y dos amantes estaban a punto de volver a unirse como uno solo.

No solo habían extrañado sus corazones, los sentimientos que nacían solamente estando juntos, esa chispa de vida que los hacía explotar de felicidad, y esa conexión irrompible que compartían desde siempre. No.

Ellos también extrañaban los besos ajenos, el como podían formar batallas de lenguas llenas de satisfacción y confianza, extrañaban las caricias deseosas y los apretones en su piel, los roces indecentes y las provocaciones. Jungkook extrañaba la manera en como Taehyung lo dominaba y lo tomaba duramente.
Y Kim echaba de menos sentir lo caliente y estrecho que podía ser su Jungkook en la cama.

Sentimentalmente se amaban y adoraban.
Físicamente estaban locos el uno por el otro.

—No sabes cuántas noches he soñado con esto...—dijo Taehyung después del primer beso desesperado que compartieron—Te he besado tantas veces en mis sueños, que te asustaría el número...

—Me asustaría más que jamás me dieras todos esos besos en la vida real...—respondió Jungkook con una sonrisa, mientras abrazaba por el cuello al contrario—Tambien he soñado contigo muchas veces, demasiadas...

Kim repasó con la mirada cada facción del rubio, tomándolo de las mejillas y mordiendo ligeramente su propio labio inferior; le encantaba cada detalle de Jeon, desde sus ojos grandes y brillantes, hasta los lunares que adornaban su rostro.
A su vista, era simplemente perfecto.

Volvió a besarlo con deseo y desespero, llegando al nivel de un beso francés, sin soltar sus mejillas y sin dejar ninguna distancia entre ambos.
Jungkook por supuesto lo correspondió, aferrando sus manos a la ropa y cuello de Kim, e incluso dejando un poco su asiento de piloto para acercarse más.

Y aún así, eso no sería suficiente.

—Ese asiento trasero se ve prometedor...—sugirió Tae en un susurro entrecortado, muy por encima de los labios rosados de Jeon.

El rubio solo asintió con rapidez, soltando al peli negro por un momento y pasándose con cuidado a los lugares de atrás; por suerte el auto no era tan compacto, y no le costó mucho trabajo cambiarse de sitio sin tener que bajar del vehículo.
Taehyung lo imitó, pasando primero su torso y luego las piernas, quedando de este modo sentado junto a Jeon, o bueno, ambos estaban casi recostados ya.

Se quedaron lado a lado, mirándose unos segundos.
Ambos querían unirse, deseaban volver a hacer el amor como antes, pero todavía existía aquella pequeña duda en sus cabezas: "¿Y si el otro no quería?"
Quizá los besos solo habían sido un impulso, o el único contacto que tendrían.
Tal vez alguno no estaba cómodo.
O quizá, deberían de dejar de pensar en las preferencias ajenas sin preguntar antes, simple.

Y por supuesto, Taehyung fue quien decidió cuestionar antes de continuar.
Lo que menos quería era incomodar a su Jungkookie, y prefería recibir un "No" a un "Detente".

—Eh... Kookie...—susurró Kim, acercándose un poco más al rostro sonrojado del rubio—¿Qué te gustaría hacer ahora?... Porque bueno, estamos solos, muy juntos y...—lo miró a los ojos, esperando no estarlo incomodando ya—No haré nada que tú no me pidas, sabes que tú eres primero que todo...

Y ahí, Jeon sonrió con ternura y la respiración un poco agitada.
Cuánto había extrañado esa actitud de Taehyung, siempre dándole la prioridad en todo y respetando sus deseos.

¿Su respuesta?, un beso lento y profundo.
Lo tomó de las mejillas con suavidad, empezando con un beso pequeño y dulce, para después irlo convirtiendo en uno francés sin acelerar el ritmo, solamente sintiendo como Taehyung lo correspondía y envolvían sus lenguas en movimientos suaves y cálidos.

Pasados unos segundos que parecieron eternos, Jungkook se separó un poco, solo para poder hablar y dar una segunda respuesta, ésta vez verbal.

—Me encantaría que me digas un te amo... Y que me hagas tuyo de nuevo.—dijo Jeon con los ojos brillosos y mordiendo levemente su labio inferior, mientras repasaba con la mirada el rostro de Kim, desde sus iris oscuros, hasta esa boca que adoraba sentir.

Taehyung sonrió ante ello con felicidad y alivio, sabiendo que estaban en el mismo canal, y que finalmente, había llegado el momento que tanto habían esperado.

—Te amo Jungkook.—y acto seguido, volvió a unirlos en un beso, ésta vez, más apasionado que el anterior.

El peli negro tomó a Jeon por la cintura, atrayendolo más hacia él, mientras que el rubio aferró sus manos a la espalda de Kim. Se inició una escena de besos desenfrenados y deseosos, en la cual no hubo tiempo ni siquiera de tomar aire o de separarse por más de dos segundos; sus manos trataban de quitar la ropa que comenzaba a estorbar, y el auto se llenó del sonido característico del momento: jadeos, respiraciones agitadas y pequeños gemidos provenientes de Jungkook.

Pronto la ropa superior de ambos cayó al suelo del auto al haber sido quitada por ellos mismos; Jeon le quitó la camisa con cuidado y deseo, dándole algunas caricias por los brazos y espalda cuando la sacó de su cuerpo por completo; Taehyung estuvo a punto de desgarrar la ropa que el rubio portaba, pero trató de no hacerlo, y solo la quitó rápidamente y la lanzó a algún lugar.

Pasados unos minutos, Jungkook tuvo la iniciativa de hacer avanzar la situación.
Se separó de aquellos besos incesantes, miró a los ojos a Taehyung, y con su experiencia en mente, subió a su regazo sin avisarle.

—Sabes perfectamente qué es lo que me encanta, ¿verdad?—dijo Kim con una sonrisa y la respiración más rápida.

—Lo tengo aprendido, mi amor.—Jeon separó sus piernas, y se sentó de frente a su chico, sin recargar por completo su peso.

Se dejó caer solo lo suficiente para que su trasero rozara de forma exacta el miembro cubierto de Tae, para de ese modo provocarlo. Tenía completamente memorizado el como hacer que el peli negro subiera su temperatura y acabara por tomarlo como a él le gustaba.

Jungkook comenzó a hacer movimientos lentos y tortuosos sobre la entrepierna de Tae, formando patrones de círculos y luego de vaivén para variar; se mantenía en posición con las rodillas sobre el asiento y sus manos rodeando los hombros del mayor, sin quitar los ojos de él.
Por supuesto que eso encendió a Kim en cuestión de un minuto.

—Tú quieres que te dé duro, ¿cierto?—siseó el peli negro, apretando con sus manos las caderas de Jeon.

—Nada me gustaría más...—jadeó comenzando a desabrochar el pantalón de Taehyung sin dejar de moverse sobre él.

—Con mucho gusto, corazón mío.

Finalmente, Kim quitó su cinturón, bajó lo suficiente sus pantalones y boxer, y le reveló a su chico lo que tanto ansiaba.
Jungkook no esperó una invitación, pues inmediatamente él mismo sacó rápidamente sus propios pantalones y boxers, quedando completamente expuesto ante el peli negro, y por supuesto, tomando entre sus manos el miembro de éste.

Ni siquiera la apariencia y tamaño se le habían olvidado, pero claro que era feliz de estarlo viendo en vivo de nuevo.

Usó un poco de saliva para lubricar el miembro, usando también sus manos para darle unos segundos lentos de masturbación; erecto estaba ya, pero él quería explotar toda la capacidad que sabía que tenía.
Jungkook besaba a Taehyung con deseo mientras movía sus manos de arriba a abajo marcando breves infinitos sobre el miembro, haciéndolo delirar.

El peli negro aferraba sus manos a las caderas y muslos contrarios, buscando comunicarle lo excitado que se encontraba y que por favor lo dejara entrar ya.
Jeon entendió el mensaje después de algunos minutos.

—¿Qué deseas, precioso?—se atrevió a preguntar el rubio, alzando un poco su trasero para comenzar a posicionarse correctamente dónde quería.

—Romperte.—contestó con la voz grave y ronca, tomando con una mano su miembro ya listo, y con otra el trasero de Jeon, apretando la zona.

—Hazlo... Sabes cómo me gusta.

Y ahí, Taehyung ya no pudo controlarse más.

Llendo un poco despacio, bajó a Jungkook sobre su pene, comenzando a entrar en él lentamente para evitar lastimarlo. Creyó que estaría algo desacostumbrado a su tamaño y se forzó a si mismo a no ser una bestia tan rápido.

—Oh dios...—Jeon aferró sus manos al asiento a cada lado de la cabeza de Kim, soltando jadeos pesados y gemidos que ya no podía ahogar—Habia olvidado... Lo grande que eres...

—Y yo lo estrecho que te pones...—y al decirlo, terminó de entrar.

Ambos soltaron sonidos bastante fuertes y mostraron expresiones que delataban su deseo.
Taehyung jadeó grave y cerró los ojos un momento, disfrutando de lo cálido y apretado que se sentía estar dentro del rubio.
Jungkook echó la cabeza hacia atrás, abriendo los ojos y la boca al mismo tiempo, soltando un gemido muy sonoro y agudo, pues ciertamente, era un dolor placentero el cual había extrañado completamente.

—Brinca conejito...—ordenó Kim con la voz ronca, sujetando con firmeza el trasero de Jeon en ambas manos, y haciéndolo subir un poco.

Y el conejito obedeció.

Usando la fuerza de sus piernas y sujetándose de los hombros de Tae, empezó a dar cortos brincos sobre él, primero lentos y pausados para poder acostumbrarse al tamaño y a ese pequeño dolor.
Podía sentir como el miembro completamente erecto e hinchado se movía dentro suyo, como salía y entraba ligeramente en cada movimiento y lo bien que lo empezaba a abrir. En definitiva amaba la sensación, pero solamente si era Taehyung quien se la provocaba.

Jungkook emitía jadeos pesados y gemidos cada vez más fuertes, mientras que su rostro se tornaba rosado y sus ojos se cerraban cada ciertos brincos. Trataba de mantener contacto visual con el peli negro, pues sabía que eso lo volvía loco, más cuando estaba montándolo.
Y por supuesto, Taehyung no se encontraba tan cuerdo; mordía su labio inferior mientras repasaba con la mirada todo el cuerpo y rostro de Jeon, sin poder contener por completo sus jadeos y leves gruñidos.

Aprovechó los movimientos lentos de su chico para agregarle más acciones a la posición.
Con un brazo rodeaba la cadera contraria para evitar que se detuvieran los brincos, y con su otra mano tomó a Jungkook por el cuello —sin causarle daño claramente—, haciendo que se acercara aún más a él; le dejó marcas en el cuello, clavícula y parte del pecho, para después besarlo con intensidad sin soltar sus agarres.

Al rubio le encantaba sentir como Tae lo ahorcaba mientras lo penetraba, era una sensación increíble.
Y aún más cuando lo besaba al mismo tiempo, se sentía en el cielo.

Correspondió el beso entre gemidos, decidiendo aumentar la velocidad y profundidad de sus movimientos; Jeon empezó a brincar más rápido haciendo que la punta del miembro tocara más adentro de su entrada, y que el resto lo abriera aún más de una forma demasiado satisfactoria para ambos.
Kim gimió ronco disfrutando de lo apretado que se encontraba su pene.
Jungkook gimió aún más que antes, sintiendo como éste separaba su entrada y lo llenaba por completo.

Después de unos minutos, el rubio se cansó un poco de saltar por su cuenta, por lo que se detuvo brevemente, dando solamente movimientos lentos de adelante hacia atrás para causar fricción.
Tae entendió el mensaje, y entonces fue su turno de trabajar.

Lo tomó por la nuca y el cabello sin provocarle dolor, y sujetó con más firmeza su cadera y parte de su trasero.
Apegó el pecho de Jungkook contra el suyo, y volviéndolo a callar con un beso, comenzó a moverse él; Taehyung empujó su cadera hacia arriba, haciendo que su miembro entrara por completo en Jeon, y ahí inició su turno.

Movía su cadera y pelvis con ayuda de la fuerza de sus piernas, sosteniendo el cuerpo de Jungkook para que no se levantara demasiado ante las embestidas, provocando que su miembro no saliera tanto de él y, por el contrario, sintiera cada penetración hasta lo profundo.

Bajaba y aumentaba de ritmo según como escuchara al rubio: Si gemía lento y más pausado, subía su velocidad y lo mantenía casi estático para tocar una y otra vez su punto. Si gemía más agitado y empezaba a soltar gritos altos, disminuía su ritmo y lo elevaba más para que el miembro saliera y entrara con más libertad.

Taehyung amaba jugar así con la resistencia de Jeon, adoraba ver cómo ponía los ojos en blanco y escuchar su nombre dicho entre gemidos y gritos cortos.
Jungkook por supuesto que estaba disfrutando como nunca, no podía poner queja sobre nada.

—Mmgh... Me encantas demasiado...—dijo Kim mientras volvía a embestirlo con rapidez.

—¡Oh dios!—el rubio soltó un grito de placer, aferrando sus manos al asiento.

—¿Quieres que te deje como una dona rellena, mi amor?—preguntó con una sonrisa ladina el peli negro, usando su antes acostumbrada referencia interna.

"Dona rellena", era para referirse a correrse dentro de Jeon. Algo como el conocido creampie, pero dándole un nuevo nombre con su pareja.

—S-si... Sí por favor amor...—respondió el rubio como pudo, entre gemidos que apenas podía controlar.

—Lo que mi precioso quiera...—y entonces Tae cambió la posición.

Frenó sus embestidas por un momento, tomando a Jungkook de la espalda y poniendo una mano detrás de su cabeza para sostenerla; sin salir de él, lo recostó sobre el asiento del auto, quedando finalmente encima suyo como buen dominante que era.

Mientras Jeon subía sus manos hacia la puerta del vehículo para recargarse y evitar un golpe futuro, Taehyung lo tomaba por los muslos, subiéndolos sobre sus hombros para así llegar nuevamente lo más profundo posible.
El peli negro se acercó a su rostro, y al hacerlo, la cercanía de sus cuerpos aumentó, por lo que su pene entró por completo en Jeon y le hizo sacar un gemido agudo.

Comenzó a embestirlo de nuevo, primero lento y profundo, al mismo tiempo que le besaba desde la mandíbula hasta el pecho, dejando pequeñas marcas y leves mordidas a su paso.
También marcó sus muslos como suyos, y con sus manos apretó el trasero de Jeon con firmeza, dejando un poco enrojecida la zona.
Y cuando sintió que pronto se correría, aumentó su ritmo.

Taehyung posicionó sus manos en el cuello de Jungkook sin llegar a presionarlo, y con ello tomó impulso para subir la velocidad de sus embestidas; lo hacía fuerte y duro, causando un sonido de aplauso en el ambiente, y haciendo que Jeon comenzara a gritar de puro placer. Incluso soltó un par de lágrimas por tal estimulación y sus ojos se ponían en blanco entre cada embestida.

Kim era definitivamente el mejor para cogerlo como a él le gustaba.

—¡Oh dios mío, Tae!~—gritó con los ojos bien abiertos, rasguñando la espalda de Kim y gimiendo a más no poder.

—Correte conmigo~—pidió el peli negro entre un gemido ronco, moviéndose rápido y duro en el interior del rubio.

Penetraba su entrada hasta su punto dulce, una y otra vez, dejando su miembro adentro por completo y solo sacándolo un poco; el auto se movía a su ritmo de un lado a otro, haciendo que los rechinidos del vehículo se mezclaran con los "aplausos" que provocaba Taehyung; las ventanas ya se encontraban empañadas debido a la temperatura de ambos y a sus respiraciones agitadas, por lo que desde afuera era difícil verlos claramente.

Ni siquiera la música de la radio se escuchaba ya, pues el ambiente estaba lleno de gemidos, gritos, jadeos, gruñidos y sonidos de "clap" que tenían un tono acuoso.
Jungkook no podía contener ninguno de sus gemidos y a duras penas seguía hablando coherentemente, de hecho, solo lo hacía para decirle "Dame más duro, mi amor" a Taehyung —con evidente dificultad claro— y para responderle como podía a sus preguntas.

Y después de algunos minutos más, finalmente ambos llegaron al climax.

Con un gemido grueso y ronco, Taehyung advirtió sobre su orgasmo, corriéndose dentro de Jeon en una buena cantidad.
Jungkook se corrió tan sólo un par de segundos después, como si se tratara de una botella de champagne abriéndose, dejando su esencia entre los torsos de ambos y soltando un último gemido sonoro y agudo.
Hasta ese momento, los dos detuvieron sus movimientos, y Kim salió del interior del rubio, lento y con cuidado.

El líquido blanco y espeso escurrió por el trasero de Jeon hasta caer sobre el asiento, y aún habían quedado residuos visibles sobre el miembro de Tae.
Y ahora el peli negro tenía una preciosa vista de su "donita rellena", con las mejillas completamente rojas y lleno de su corrida.

Pero que buena reconciliación habían tenido en aquel Subaru en medio de la lluvia.



Dudé en sí incluir este capítulo de smut o dejarlo solo con breves menciones de ello, pero realmente necesito mejorar y practicar el género, y quedaba bien con el fic, así que aquí está.

Díganme si les gustó o no.
Los amo🍹

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top