🍹Capítulo 7: Confesiones
-Eh... Kookie.-llamó Kim con una voz suave, mirándolo de reojo en un intento de controlar su nerviosismo-¿No crees que nos falta algo?...
-¿Algo como qué, TaeTae?-Jeon mantenía una sonrisa leve en sus labios, sin quitar la vista de la carretera.
-Bueno...-el peli negro respiró profundo, y finalmente, tomó el valor suficiente para enfrentar aquellos sentimientos que se habían acumulado en meses-Algo como hablar sobre... Ya sabes, el porqué rompimos...
"El porqué te fuiste", quiso decir, pero no deseaba sonar tan acusatorio.
-Ah, sí... Eso es importante.-el rubio largó un suspiro y bajó el volumen a la radio. También disminuyó la velocidad del automóvil para así tener más oportunidades de mirar a Taehyung al menos de reojo-Con eso te refieres a... ¿Mis razones?
Kim asintió lentamente e hizo un sonido afirmativo.
En primera instancia estaba dispuesto a no tocar el tema, y es más, olvidarlo por completo, para así, permitir que el romanticismo invadiera por completo su reencuentro con Jungkook.
Sin embargo, en el fondo sabía que aquello no funcionaría, pues ya habían tenido la mala experiencia de las consecuencias de dejar los problemas sin hablarlos.
Las conversaciones "incómodas" siempre serán necesarias.
Así que sí, le hizo caso a sus adentros, y aunque quisiera perderse en los cálidos brazos de Jeon y ya, se forzó a tomar el tema con compostura. Era la única forma en la que aquella magia que había vuelto a aparecer entre ambos se quedara, y esta vez, no se quebrara.
-Vale... Escucha, pregúntame lo que gustes, todas las dudas que tengas... Prometo que las responderé con toda sinceridad.-habló Jungkook con aquel tono suave tan especial.
Quería inspirarle confianza, porque de verdad, tenía las intenciones completas de resolver las cosas.
"¿Qué fue exactamente lo que te hizo dejar de quererme?", fue la primera pregunta de Taehyung. Dolorosa, certera.
-No te dejé de querer, jamás lo hice ni lo haré. En realidad... Creo que fueron muchas cosas en cúmulo lo que me orilló a pensar que alejarme era lo mejor.-fue la respuesta de Jungkook. Corta, simple, sincera.
"¿Cuáles cosas acumuladas?, hasta donde puedo recordar, no fui tan mal novio contigo, ¿o si?", prosiguió.
-No lo fuiste... De hecho, me he quedado con la idea de que quizá yo sí fui un mal novio para ti. Pero, sobre lo que se acumuló... Me refiero a las peleas que nunca resolvíamos bien, a tus celos y a los míos que después de un tiempo ya no se sentían románticos, a cuando me dejabas de lado por tu trabajo en el Siddhartha... No lo sé... Creo que no pude soportarlo todo...
-Pero yo...-y todos los recuerdos regresaron a la mente de Kim-Nunca quise dejarte por mi trabajo, jamás fue mi intención...
-¿Y entonces por qué lo hiciste?
-Jamás pude explicártelo... Pero en realidad, solamente acataba instrucciones de mi jefe, el señor Wang. ¿Sabes?, él me pedía quedarme hasta muy tarde, me daba más trabajo del que podía manejar, e incluso todas las interacciones que veías entre el público y yo eran también órdenes de Wang...
Finalmente, lo había podido decir.
-Tenía que hacerle caso en todo aunque no quisiera, porque sino, me echaría del bar, no tendría dinero y acabaríamos sin el departamento ni comida ni absolutamente nada... Aunque suene como un pretexto, lo obedecía con tal de poder darte a ti todo lo que merecías...
Jungkook frenó en un semáforo, y en ese momento, aprovechó para mirar directamente a Taehyung.
Una lágrima recorría su mejilla, y sus ojos denotaban que había muchas más gotas esperando por salir; por fin tenía la explicación a uno de sus mayores conflictos mentales, el cual le había causado muchas crisis por las noches.
-¿De verdad no fueron decisiones tuyas?...
-Claro que no Kookie, te juro que si yo hubiera podido decidir, nunca habría hecho todo eso...-el peli negro acarició suavemente la mejilla de Jeon, limpiando su llanto-Y lamento no haberlo explicado desde el principio... De verdad lo siento, perdóname por todo lo que tuviste que pasar por culpa mía...
-Te perdono...-se comenzó a acercar más a Taehyung con el afán de darle un beso, aunque sea solo cerca de los labios.
Pero antes de que lo lograra, el semáforo se puso en verde, y tuvo que arrancar de nuevo.
-Y, sobre las discusiones y los celos... También lo lamento mucho, siempre intenté comunicarme mejor contigo y cambiar mis reacciones, pero no pude en su momento...-continuó Kim, sintiendo que sus recuerdos tristes se mezclaban extrañamente con los nervios que le había causado el intento de beso anterior.
-Te pido perdón igualmente, yo tampoco fui el mejor dando pie a que pudiéramos hablar las cosas y no explotar o guardarlo todo... Lamento no haberte escuchado lo suficiente, ni tampoco haber hecho todo lo necesario para que nuestra comunicación funcionara...
Taehyung sonrió levemente, sintiendo un poco de alivio al recibir las disculpas de Jungkook.
Colocó su mano sobre la contraria, la cual se mantenía sosteniendo la palanca de velocidades del auto; hizo un leve agarre en ella, y dió pequeñas caricias al dorso, haciendo que Jeon lo mirara de reojo por un momento.
-Te perdono Kookie.-dijo cuando sintió esa mínima mirada-Y prometo que he hecho cambios en mi, y que me esforzaré en no cometer los mismos errores del pasado.
-También lo prometo... Te juro que seré un mejor equipo y compañía para ti.-añadió Jungkook con una sonrisa dulce, tratando de no despegar la vista del camino.
Y con aquellas confesiones y explicaciones que finalmente habían llegado, ambos sintieron un peso menos en el pecho. Fue un alivio el hecho de resolver dudas que habían quedado estancadas desde hacia mucho tiempo, y además, formar promesas nuevas que esperaban poder cumplir.
Aunque, sí existía una pregunta más, o quizá un par.
"Entonces, ¿en realidad no querías irte?", cuestionó Kim, siendo esta la pregunta que más rondaba en su cabeza por las noches.
No había podido responderla él solo, y ahora, por fin tendría la solución a ella.
-No, un rotundo no... Tae, yo jamás quise alejarme, me despedí sin querer irme, me fui amándote con locura. Pero, llegó ese momento en que de verdad creí que tú estarías mejor sin mi... Y me obligué a hacerlo, por tu bien, y esperando que también yo pudiera seguir adelante al menos...
La confesión más esperada por Taehyung, y con sinceridad podía decir que ahora se sentía mucho mejor al saber la verdad.
-Kookie... Te juro desde el fondo de mi corazón, que yo jamás podría estar mejor sin ti, jamás. Mi vida eres tú, y si tú no estás, la vida simplemente se me va... Perdóname por no tener el valor para buscarte antes...
-No no... Perdóname tú a mí, por haberte dejado solo, y por no atreverme a llamarte de nuevo... Eres mi mundo, y no sabes cómo lamento haberlo perdido...
Taehyung entrelazó por encima sus dedos con los contrarios -aún sobre la palanca- y se atrevió a tener un nuevo contacto con Jungkook.
Dejó un beso en la mejilla del rubio, tomándolo momentáneamente del mentón para darle más acercamiento, y antes de alejarse nuevamente a su lugar, le susurró al oído:
-No lo hiciste, nunca me perdiste, ni lo harás.-ambos sonrieron con nerviosismo ante ello.
Y para finalizar aquella ronda de verdades, Taehyung tuvo que debatir consigo mismo por un par de minutos sobre si enserio quería saber ese dato faltante.
Por una parte deseaba al menos conocer algo sobre ello, y tal vez, recibir una respuesta positiva; y por otra parte, prefería quedarse con la duda.
Pero no, se mantuvo fiel a su promesa interna. No más asuntos sin resolver.
"Y dime... ¿Quien era ese chico en el bar?", preguntó Taehyung después de un corto silencio.
-Eso... Realmente es una larga historia...
Jeon tuvo que relatarle los hechos, aquella experiencia que fue obligado a vivir por un mes y poco más.
Le explicó que sus padres lo habían escogido como novio para él, sin siquiera haber conveniencia en ello, sino simplemente por un capricho; le explicó que, aunque realmente trató de evitarlo, no lo logró, y que por ello había estado encerrado en un noviazgo que jamás quiso.
Había buscado oportunidades de terminar con Yugyeom antes, pero siempre estaban sus padres para impedirlo, o en su defecto, el mismo Yug encontraba motivos para que la relación no acabara.
-Yo nunca lo quise, ni siquiera me atraía nada de él... Me quedé ahí porque tuve qué, y no fue hasta hoy, cuando discutimos y todo se descontroló, que pude ver una oportunidad irrepetible para librarme...-finalizó el rubio.
-Entonces... ¿No volverás a buscarlo?-cuestionó Kim, con el llanto amenazando con salir, pero a la vez, un poco feliz de haber escuchado ese "nunca lo quise".
-¡No jamás!-aseguró con firmeza, mientras comenzaba a estacionar el Subaru frente al departamento de Taehyung. Habían llegado por fin-Acabo de reencontrar a mi único amor... Y créeme que no volveré a cometer la estupidez de alejarme otra vez... Ya nunca lo haré.
Jungkook estacionó el vehículo, lo apagó y después de un largo recorrido, finalmente le dedicó toda su atención al peli negro.
Se acomodó mejor en el asiento, de tal modo que quedó recargado de lado en él, viendo a Taehyung de frente.
Y Kim, después de haber resuelto sus dudas, y sentirse mejor por haber respondido también las preguntas de Jeon, se creyó listo para un último cuestionamiento.
Uno que marcaría un antes, y un después en su reencuentro.
-¿Me quieres aún, Kookie?
El rubio lo tomó de las mejillas con suavidad, y mientras se iba acercando, respondió.
-No te quiero, te amo demasiado Taehyung. No tienes idea de cuánto amor siento por ti.
Y ahí, por fin se atrevió.
Jungkook cortó por completo la distancia entre ambos, y después de haber pasado dos meses sin hacerlo, nuevamente pudo sentir como era besar a Taehyung.
Lo besó suavemente, sin buscar una segunda intención y sin acelerar nada, solo, disfrutando de la dulzura y calidez que el peli negro despedía.
Por supuesto, Taehyung no se negó al contacto, pues era lo que más deseaba que sucediera aquella noche de tormenta.
Correspondió el beso con lentitud, pasando sus brazos por la cintura de Jeon, y haciéndolo apegarse más a él.
-¿Todavía eres mi niño?-preguntó Kim en un susurro coqueto sobre los labios de Jungkook, separándose muy levemente del beso y mostrándole una sonrisa ladina.
-Soy todo lo que quieras de ti, mi amor.-el rubio apegó su frente a la contraria, manteniendo el contacto visual y compartiendo la sonrisa-Absolutamente todo, soy tuyo.
Y ahí, la dulzura empezó a ser remplazada por el deseo que habían guardado el uno por el otro desde la última vez que compartieron una cama, y por supuesto que le harían caso a sus instintos.
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