Capítulo 15.


Apuesto que no se esperaban que actualizara tan pronto, jejeje.

La verdad es que yo tampoco, pero me inspire y salio rapido xD

Solo dire una cosa antes de que empiecen a leer. 

Preparense.


ADVETENCIA: MUERTE DE UN PERSONAJE. 


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Después de ese beso, ambos solo se abrazaron sin decir nada más y se durmieron, al amanecer sus sonrisas eran de felicidad al haber despertado en los brazos del otro. Steve volvió a besar a Tony, pero no en sus labios, sino en la comisura. No debía seguir besando los labios del otro, o al menos no hasta que fueran novios.

Se levantaron y recogieron todo en la sala. Tony miro por la ventana y noto que nevaba afuera, por lo que no podrían salir hasta que esta se detuviera. No veía problema con eso. Ya tenía planes para el día y todos consistían en estar acurrucado con el alfa rubio.

Steve fue a la cocina a preparar el desayuno y Tony subió a despertar a su padre. Este le hizo varias preguntas sobre la noche anterior y el menor solo se limitaba a decir que no había sucedido nada de nada. Claro que el alfa castaño no le creía nada, pues el sonrojo del omega era demasiado evidente y su aroma estaba ligeramente mezclado con el del alfa, por lo que decidió dejar las cosas hasta ahí, por ahora.

Desayunaron en la habitación de Howard y este les dijo que dormiría todo el día. No se sentía con energías para nada. Los chicos entendieron y se llevaron todo a la cocina para dejar las cosas limpias, bueno Steve es el que tenía que lavar, mientras Tony fue a la sala de televisión y la preparo para que ambos pudieran ver películas todo el día. Y así se la pasaron, viendo maratones de Star Wars y otras series de películas. Solo se detenían para ir al baño o para comer y ver de vez en cuando al Stark mayor.

Al terminar el día, cada uno se fue a su respectivo cuarto. No es quisieran dormir separados, pero Howard les había dicho durante la cena (exigido) que durmieran cada uno en su cuarto, y bueno, su tono de voz para nada amistoso fue suficiente para convencerlos.

El tiempo siguió de curso. Steve había iniciado su cortejo. Le daba pequeñas muestras de cariño y regalos, como poemas y dibujos. Los cuales el menor aceptaba con gran emoción. No le habían dicho nada a Howard, pero no había sido necesario, se había dado cuenta por como actuaban los más jóvenes, las sonrisas, los sonrojos y las risas tontas eran una clara señal. Se dio cuenta que solo estaban en la etapa de cortejo, pues había visto a Tony admirando un dibujo o leyendo y releyendo poemas que el otro le dedicaba.

No dijo nada, ya sabía que eso sucedería y él lo había autorizado desde hace mucho y la verdad era que le encantaba ver así de feliz y emocionado a su hijo.

Siguieron pasando los días y entonces llego la fecha de año nuevo. Tony preparo con materiales caseros unos pequeños explosivos para hacer de pirotecnia en la noche para recibir el nuevo año.

Howard en esos pocos días solo había empeorado cada vez más y más. Ya no tenía como ocultarlo, por lo que ya no se maquillaba ni nada, solo se dedicaba a escuchar las verborreas de su hijo y dormir. De vez en cuando le daba pequeñas clases de cualquier tema o hablaban sobre la guía que había escrito.

La noche de año nuevo, Steve junto a Tony prepararon la cena y cada uno preparo por su lado las diferentes tradiciones para tener buena suerte el siguiente año.

Llego la noche y celebraron, los mayores bebieron champaña y Tony solo se estuvo que conformar con jugo. Ambos alfas habían sido tajantes al decir que Tony aun no tenía edad para beber. A pesar de que no pudieron bailar, beber y cantar hasta altas horas de la madrugada, si se divirtieron bastante, pero lo más importante, es que aquella noche frente al Stark mayor, Steve le pidió formalmente a Tony ser su novio, el cual respondió con un gran sí. No se besaron, pues la mirada de Howard no se los permitía, pero si se abrazaron con fuerza.

Llegada la hora de dormir, Tony se escabullo a la habitación del alfa, estaba emocionado por lo que había olvidado que el rubio dormía armado, así que cuándo se acercó rápido el alfa le apunto desde bajo de las mantas. Tony se sobresaltó y cuando Steve se despejo un poco, dejo el arma sobre la cómoda. El pequeño castaño salto encima del rubio para besarlo, el mayor se sorprendió al inicio, pero casi al instante abrazo al menor por la cintura apegándolo más a su cuerpo y correspondiendo el beso.

Steve había tenido parejas en el pasado, por lo que es más experimentado besando a diferencia de Tony, quien tenía cero experiencias. Al cabo de unos segundo Rogers, ya no le bastaban sutiles besos y caricias de labios, a pesar de querer comerle la boca a besos al menor decidió controlarse, no quería asustarlo ni parecer un imbécil necesitado.

Al cabo de unos minutos besándose, se separan para mirarse a los ojos del otro. Estaban cómodos, se acariciaban el rostro del otro, se volvían a dar suaves besos y terminaron juntando sus frentes.

- Sabes, desde hace un tiempo que quiero hacerte algunas preguntas, emh como decirles, quizás personales o intimas. No es algo relevante o muy importante para llevar nuestra relación, pero si es mera curiosidad y yo... - Tony siguió balbuceando un poco cuando le interrumpe la risa de Steve. –

- Po favor Tony, que no te de pena y solo pregunta. – dijo mientras le acariciaba una mejilla. –

- Quería saber si has tenido relaciones pasadas. – dijo al fin algo cohibido y esperando que el otro no se fuera a molestar por ese tipo de pregunta. –

- Estas seguro de que quieres saber eso? – no estaba muy seguro de hablar sobre ese tema. – No es que me moleste ni nada, pero no es tema que te vaya a agradar mucho. –

- Estoy seguro. – respondió rápido. Ni el entendía, pero era importante saber sobre las parejas anteriores de su alfa. -

- De acuerdo. – suspiro resignado. – Más te vale no enojarte más tarde. – le dijo serio y el menor solo asintió. – Solo he estado con dos personas antes. – se recostó y Tony se apoyó en su pecho. – La primera era una alfa castaña que conocí en la secundaria. Salimos por tres años y después terminamos nuestra relación. Yo entraría al ejército y ella tenía planes para ir a la universidad. Ella no quería una relación a distancia. Además, al ser ambos alfas solíamos tener encuentros no muy agradables, en especial durante nuestros estros. Fue lo mejor terminar aquello. La segunda era una beta rubia que conocí en el ejército, aunque jamás llegamos a algo muy formal, salíamos a comer y dábamos paseos, pero la mayor parte del tiempo nos juntábamos para acostarnos y al otro día seguir con nuestra vida. – hizo un gesto restándole importancia. – Estas bien. – se fijo que el menor se había quedado algo pensativo. –

- Tranquilo, solo era curiosidad. – no quiso demostrar que al enterrase de las parejas anteriores del alfa le surgirían un montón de inseguridades. – Hey, vuelve a besarme. – después de eso, se besaron otro rato, con caricias sutiles por los hombros contrarios hasta que se quedaron dormidos. –

Al menos el alfa se durmió, pues Tony se tardó un rato en conciliar el sueño, pensando en las parejas anteriores de Steve, realmente quería saber sobre aquellas por curiosidad, pero ahora vaya que se arrepentía. Se deba cuenta de la gran diferencia de experiencia entre ellos. Tony jamás había tenido pareja antes, sin olvidar la diferencia de edad entre ambos. Recordó el brindis de año nuevo el cual hizo con jugo. Rayos, no quería seguir siendo tratado como un niño, no al menos por parte de Steve, eso significaba que quizás jamás llegaría al siguiente nivel de su relación o quizás Steve trataría de dar el paso, pero como no tenía idea de nada quedaría como un tonto. Eso pensamientos le dieron vueltas por la cabeza hasta que sintió como el alfa acariciaba su cabello.

- Sabía que era una mala idea que te hablara de mis parejas anteriores. – escucho al rubio con voz suave. – Que es lo que te angustia y no digas que nada, te siento tenso. – Steve lo miro somnoliento, pero con gran cariño. –

- Solo pensaba en la brecha de experiencia que nos separa. – dijo con voz suave y un ligero rubor en sus mejillas. –

- Tu jamás has tenido pareja, entiendo porque te puedas sentir inseguro. – se acomodó a Tony a su costado y poder abrazarlo mejor. – No tiene que sentirte inferior por algo como esto, estar con una persona es diferente a estar con otra y las cosas nunca se repiten, entiendo que eso te pueda llegar a molestar. Pero quiero que al menos tengas la total seguridad de que jamás pensare mal de ti ni me burlare de ti. – beso su frente, su nariz y termino en sus labios. – Todo se puede aprender y se puede avanzar. –

Al terminar lo volvió a besar en los labios y para entonces Tony ya se sentía mejor y más seguro. Se volvieron a acurrucar y esta vez el moreno si pudo conciliar el sueño.

Los días pasaron lentamente ya que no tenían mucho que hacer. Los jóvenes pasaban todo el día juntos, ya sea besándose o acariciándose o jugando. En ocasiones Tony se ponía a estudiar algún libro y a su lado Steve se disponía a dibujar, siendo Tony su inspiración y siendo retratado en muchos de los dibujos del rubio. También pasaban varias horas en el taller del menor y mientras este jugaba con sus herramientas e inventos, Steve se disponía a ejercitarse. Howard por su lado, se la pasaba todo el día en cama sin mucho que hacer más que dormir. Hasta que una mañana despertó con una extraña sensación y tenía la sospecha de que podría ser. Por lo que tomo una hoja y pluma y se dispuso a escribir su última voluntad. Una vez terminado, la guardo bajo su almohada y espero que el día pasara lo más lento posible.

Paso todo aquel día con los chicos, hablando con ellos, jugando, estudiando, entre otras cosas. Ambos jóvenes no sospecharon nada, solo les agradaba que el mayor tuviera energía para pasar tiempo con ellos, después del almuerzo había dormido una larga siesta con Tony. Steve no quería entrometerse en ese momento en familia, pero el mayor prácticamente lo obligo a dormir con ellos, se acostó a un lado del omega y se abrazó a su menudo cuerpo mientras este se abrazaba a Howard. Cuando estuvo seguro de ambos dormían profundamente les acaricio el cabello a cada uno. No les diría nada, talvez se enterarían de la peor forma posible, pero prefería eso a tener que arruinar el día.

Después de la siesta, siguieron unas clases avanzadas para Tony, pues debía saber cómo cuidar el reactor en su pecho y si quería saber más sobre la energía que lo hacía funcionar debería ir hasta Boston, pues ahí tenía todos sus conocimientos documentados, pero le dijo algo muy claramente "Solo estarás limitado por tu imaginación". Aquello emociono mucho a Tony, llevaba tiempo queriendo estudiar los limites el reactor Arc, pero su padre jamás se lo había permitido, en parte porque por haberse inmiscuido donde no debía es que había terminado con fragmentos de metal en su pecho que casi lo matan hacía unos años y fue precisamente por meterse con la energía del reactor que tenían en casa. El día llego a su fin, era hora de dormir. Tony se despide de su padre y le pide que al otro día también lo pasen juntos para poder seguir estudiando el reactor Arc.

Ya solo en su habitación, se levantó apenas y se cambió de ropa, pero no por un pijama nuevo, sino por uno de sus mejores trajes, se lavó lo mejor que pudo, se vistió y perfumo. Estando listo dejo la carta con su última voluntad sobre su mesa de noche y se recostó.

Esperaba que fuera algo rápido en indoloro y mientras caía en el sueño escucho una voz, una voz que no escuchaba desde hace meses. La dulce voz de su amada María. Abrió los ojos de golpe y se sentó en la cama y fue ahí que la vio, en el tocador arreglando su maquillaje y poniéndose perfume.

- Al fin te levantas, Jarvis nos está esperando. Es hora de irnos. – le hablo dulcemente mirándolo por el reflejo. – Porque pones esa cara tan rara amore mio. – ella se giró y lo miro de frente. –

No podía ser verdad. No podía tener a su amada omega frente a él. La vio completa y se fijó en cómo iba vestida. Siempre amo ese vestido, le hacía relucir lo hermosa que era su amada. Trato de recordar cuando fue la última vez que vio aquel bello vestido. Se puso de pie y se percató que sus heridas y dolencias ya no estaban, miro de nuevo a su esposa y recordó lo ocurrido con aquel vestido.

- Se lo que estás pensando Caro mio. – se levantó de su asiento y camino hasta llegar donde su esposo. - Es el vestido con el que me cremaron ustedes. –

Howard puso una cara de miedo, pensando que su mujer se enfadaría con él por haber quemado su amado vestido. Pensó que iba a castigar o algo parecido, pero todo aquel miedo se esfumo cuando María lo tomo por las mejillas y lo beso dulcemente.

- No estoy molesta y nada, me gusta que hayas elegido este vestido. – mientras hablaba, le iba arreglando un poco la ropa a su esposo y le reacomodaba el cabello. – Lo que si me molesta es que hayas usado mi maquillaje de manera tan terrible. – ya con eso Howard rompió a reír y María solo le sonreía feliz. –

- Ya me decía que esto no podía ser un sueño. – y con eso abrazo a su esposa y ella le devolvió el gesto. – Debo suponer que vienen por mí. –

- Chiaramente, è quello che ti ho detto prima. (Claramente, es loque te dije antes.) –

- Solo tengo una inquietud. – le dijo mirándola a los ojos. – Tony. –

Ella le dedico una sonrisa triste. – Il mio bambino. (Mi niño), yo tampoco quiero dejarlo, pero tranquilo. Ya nunca estará solo. – le acaricio el rostro al alfa antes de continuar. – Ahora esta con su alfa destinado y sé que él nunca lo abandonara ni lo lastimara. –

- Como puedes estar tan segura. – le pregunto aun inquieto. Confiaba en Rogers. Se lo había demostrado, pero siempre le quedaría sus reservas, pues estaban hablando de su pequeñito. –

- Por que conocí a sus padres. – aquello desconcertó al castaño. – Y créeme, te llevaras bien con el señor Rogers, ellos criaron a un excelente alfa. En caso de que vaya a hacer alguna tontería, Joseph bajara a darle una paliza a su hijo por lastimar a Tony. –

Howard solo volvió a reír, ya se sentía más calmado. Si, su esposa tenía razón. Rogers era un buen alfa que cuidaría a su hijo. De eso no tenía dudas. Se volvió al espejo y noto que se veía bien y arreglado. María lo molesto un poco con ponerle maquillade si quería verse mejor y este se negó. Ya había tenido demasiado con esas cosas.

María se arregló un poco más el cabello y pudo notar por el reflejo a su esposo que la miraba con un amor infinito. Howard la volteo con delicadeza, puso una mano en su cintura y con la otra le beso la mano y luego en los labios. Se sentía feliz. Se sentía en paz. Se sentía acompañado por su compañera de vida.

- Te extrañe tanto. – le dijo mirándola a los ojos. –

- Yo también. – le devolvió una mirada dulce. -

Howard le ofreció su brazo y ella lo tomo, se sentía como una jovencita enamorada nuevamente y eso la ponía feliz.

- No hay que olvidar pasar a ver a nuestro retoño. - dijo María, fue entonces que el cerebro de Howard hizo clic. –

- Espera amore. – se detuvieron en medio del pasillo y ella lo miro curiosa. – Me dijiste que solo Jarvis nos espera y que has pasado tiempo con los Rogers. – ella asintió sonriendo. –

- Vaya padre que eres Howard, menos mal que Jarvis se encargaba de los niños junto con las niñeras, sino quien sabe dónde los hubieras perdido. – le pellizcó el brazo a su esposo y este solo atino a sonreír a manera de disculpa. – Y para aclaran tu duda, sí. Greg y Arno aún viven y se encuentran bien. Están dando vueltas por Europa. – sonrió algo triste y continuo. – Al menos ellos están juntos y se están cuidando el uno al otro. A diferencia de Anthony. Al menos no paso tanto tiempo solo, pero mi partió el corazón verlo solito, triste y desamparado. – Howard le acaricio el brazo para tratar de calmarla. –

- Afortunadamente ya no lo está. Ahora está bien, a salvo y seguro. – María volvió a sonreír y se dirigieron al cuarto de Tony. –

- Eso me calma mucho y me hace feliz. –

Entraron a la habitación de su hijo y pudieron ver las siluetas de ambos jóvenes, dormidos y abrazos. Howard se puso furioso, pues les tenía prohibido el volver a dormir juntos. Quería castras a Rogers. La rubia volvió a reír suavemente cubriéndose los labios.

- Caro Mio, sabias que esta pasaría. Tony no quería seguir dejando de lado a su alfa. –

- Pero María, que no ves. Ese bastardo de metió en la habitación de nuestro Tony y... – María le cubrió los labios sutilmente para que dejara de hablar. –

- Crees que Steve te hubiera desobedecido. – Howard lo miro dudoso unos segundos y suspiro. – Tony es quien le pide dormir juntos. –

- Este niño... - volvió a suspirar y luego salto una carcajada. – Te imaginas, si nada de esto hubiera ocurrido. Tony metería a Rogers por la ventaba de su habitación. – María lo miro y se rio al imaginarlo. –

- De seguro desactivaría todos tus sistemas de seguridad para poder meter a su alfa, hasta que un día te dieras cuentas, los descubrieras besándose en su cuarto y corretearas a Steve con una escopeta por toda la mansión y la ciudad. -

Ambos volvieron a reír y después posaron sus miradas en los jóvenes. Luego de unos minutos, se acercaron y besaron la frente de hijo. María acaricio el cabello de Steve y Howard le golpea la nariz haciendo que este hiciera una mueca. María solo negó la cabeza con resignación. Howard siempre sería algo infantil y sobreprotector con Tony, sin importar la edad que tenga. Salieron del cuarto, dando antes una última mirada a los que dormían y cerraron la puerta. Tony en sueño llamo a sus padres con una sonrisa.

Bajaron la escalera y en la parte inferior se encontraron con su siempre leal Jarvis. Howard noto que el mayordomo también llevaba puesta la ropa con la que lo había cremado. Jarvis al verlos, les sonrió amable, como siempre lo había hecho.

- Señor, me da gusto volver a verlo. –

- Lo mismo digo Jarvis. – Howard no pudo evitar estrechar las manos del mayordomo. – Gracias por todo amigo mío. – Jarvis solo sonrió y asintió. –

- Fue un placer Howard. – era la primera vez que lo llamaba por su nombre y aquello solo hizo feliz al alfa. – Sera mejor irnos pronto o llegaremos tarde. –

- Tarde a donde. – pregunto curioso Howard a su esposa mientras seguían al beta hasta la entrada principal. –

- Los Rogers quieren conocerte, así que vamos para juntarnos con ellos. – le respondió feliz María, ella siempre fue muy sociable y poder pasar las tardes tomando el té con los padres de las parejas de sus hijos fue siempre un pequeño deseo que tubo. – Tiene una hija de casi la misma edad de Tony. Es muy encantadora. La vas a adorar. –

- Pues andando, no podemos llegar tarde. Los Stark debemos siempre dar una buena impresión. –

Con su esposa tomada de su brazo y Jarvis abriendo la gran puerta de la mansión es que se fueron, siendo envueltos por una gran luz blanca en la cual se esfumaron.

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Al amanecer, Tony despertó sintiendo que algo no andaba bien. Pues había soñado con sus padres. Un sueño feliz. Ambos se acercaban y le besaban la frente como cuando era pequeño. Toco su frente recordando a sus padres que lo besaron en el sueño. Le pareció que se despedían o algo así. Fue cuando tuvo un mal presentimiento. Se levanto de un salto de la cama, asustando de paso a Steve quien cuando lo vio correr fuera de la habitación, no espero nada y lo siguió rápido, lo vio entraron al cuarto de Howard y al asomarse vio al terrible panorama.

Howard había muerto durante la noche.

A pesar de eso, tenía una gran sonrisa en su rostro. Una la cual Tony no noto, pues este solo pudo abrazar a su padre y llorar a causa de su perdida. Oficialmente había perdido a su ultimo miembro de su familia. O al menos eso creían.

Steve también lloro mucho y abrazo a Tony un largo rato. Después de lo que parecieron horas llorando, es que Steve noto la carta escrita por Howard. La leyó en silencio mientras Tony volvía a abrazar a su padre y llorar.

La carta resulto ser una última voluntad. Era algo simple, pero igual le destrozaba el corazón. Quería ser cremado tal como estaba, solo pedía que le quitaran sus anillos y el collar, así no se dañarían por el fuego y luego que estos fueran enterrados juntos sus cenizas y las de su esposa y mayordomo. Había dejado el collar que había pertenecido a María al lado de la carta para que este también fuera enterrado junto al otro.

Steve mostro la hoja al castaño y este la leyó a medias, y lo único que había entendido es que su padre, sabía que aquello ocurriría y no había dicho nada. Estaba triste y enojado, no logrando entender porque su padre había callado aquello. El rubio lo estuvo que contener y sujetarlo firme para que lo mirara y escuchara.

- Esta claro que tu padre suponía que esto pasaría, pero tal vez no quería preocuparnos de alguna manera innecesaria, eso también debió ser el motivo del porque ayer quiso pasar tanto tiempo con nosotros, para poder disfrutar al máximo lo que sería su ultimo día. – le limpio las lágrimas al menor y continuo. – Tony, sabíamos que esto pasaría tarde o temprano, pero no te quedes solo con este mal momento, trata de recordar los buenos días que pasamos juntos, como en navidad o año nuevo. O antes de eso, cuando lo encontramos o como era tu vida antes con tu familia. – Tony miro al alfa, ya no se sentía enojado, pero si muy triste. Abrazo al alfa y lloro otro rato. –

Steve sabía que no podían dejar al mayor ahí mucho más tiempo, así que busco alguna sábana para poder envolverlo la cual encontró en la silla al otro lado de la habitación. Al parecer, Howard había dejado todo listo.

Lo envolvieron con cuidado en las sábanas y lo dejaron ahí mientras Tony encendía la camioneta y Steve buscaba combustibles y acelerantes. Mientras el alfa cargaba la camioneta, le pidió al castaño que buscara comida, agua y mantas, pues pasarían la noche afuera.

Ya con todo listo, partieron rumbo a Central Park, llegaron al mismo lugar donde habían cremado a la madre y mayordomo del omega, por lo que no tuvieron que cavar tanto.

Pusieron al alfa castaño en el hoyo, Steve lo roció con los combustibles y acelerantes al igual con la madera. Ya con eso listo el entrego unos fósforos al menor y entre ambos encendieron el fuego que consumiría lo que alguna vez fue el gran Howard Stark.

Pasaron la noche ahí hasta que se consumió todo y solo quedaron cenizas, las cuales recogieron y las pusieron en una urna. El cielo era de un color naranjo cuando volvieron a la mansión. Enterraron las cenizas de Howard donde se hallaban las de María y Jarvis. Al igual que estos, Tony dejo un poco en el altar y se quedó con otro poco con él.

Comieron algo liviano, se dieron un baño y fueron a dormir. Al estar acostados y abrazos juntos, Tony volvió a llorar. Steve lo abrazo fuerte dejando que el menor se desahogara.

Cuando el llanto se volvieron sollozos, Tony recordó su sueño de la noche anterior.

- Anoche soñé con mis padres. – soltó de repente. Steve solo lo miraba sin decir nada. – Ellos me daban un beso en la frente y se iban. Se que solo fue un sueño, pero casi se sintió real. – abrazo un poco más al alfa, ya no quería seguir llorando, más que nada porque se sentía cansado. –

- Es como si hubieran venido a despedirse. – le dijo y menor asintió. – Entonces tu padre no debe estar muy feliz conmigo. – al decir aquello soltó un suspiro y Tony lo miro curioso. –

- A que te refieres. –

- Bueno, tu padre no le agradaba la idea de que durmamos juntos. Así que, si vino a verte, de seguro me vio aquí también y se debió haber molestado mucho. – termino con una sonrisa y Tony le correspondió, la primera de aquel día. –

- No te preocupes, si estaba con mamá, entonces ella debió contener su ira. – le dijo con burla. –

Rieron un poco por eso, no era tan malo reír un poco después de un día como ese. Se volvieron a abrazar esta vez dispuestos a dormir, pero antes de que cayeran en el sueño Steve pregunto.

- Crees que Howard pueda venir de alguna manera a golpearme por incumplir sus órdenes. – le pregunto a Tony. Este pensó que era una broma hasta que vio la cara de espanto del rubio, por lo que sonrió burlón antes de contestar. –

- Es Howard Stark, es posible. – Tony se volvió a acurrucar junto al alfa y se quedó dormido después de unos minutos.

Steve en cambio le costó el poder conciliar el sueño, pues se estuvo preguntando si Howard sería capaz de volver del más allá solo para matarlo o peor aún, castrarlo. Solo espero que la señora María, pudiera apaciguar la ira del mayor. Después de pedirle a la señora Stark que no dejara que su esposo fuera por su pellejo es que al fin se durmió.


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No mentire, me dio pena escribir este capitulo. :'(

Pero despues me dio risa jajaja


Eso seria todo por ahora.Espero que les haya gustado.Cualquier, duda, acotación, error de redacción, etc. Díganme en los comentarios.Gracias por leer.

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