Capítulo 11.
Debo confesar que casi lloro escribiendo parte de este capítulo.
Hace tiempo que no era tan puntual para publicar.
Disfrútenlo.
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Después de pasar varios minutos llorando y consolándose, sintiendo los aromas del otro y reconfortándose un poco, estuvieron que separase del agradable abrazo. No por que quisieran, sino porque a Howard lo dio un ataque de tos. Puso una de sus manos para alejar al menor y evitar ensuciarlo con sangre.
Steve no lo pensó dos veces, corrió a ayudar al mayor. Le pidió a Tony que le indicara la habitación de sus padres para llevar al alfa. Ya dentro del cuarto del matrimonio Stark recostó a Howard y le pidió al pequeño omega que fuera por papel desechable para que su padre se pudiera limpiar mientras acomodaba al mayor en la cama, Tony no respondió solo hizo lo que le habían pedido.
Ya estando a solas Steve decidió hacer una pregunta muy importante y a la vez delicada.
- Señor Stark, necesito que sea sincero conmigo. Entiendo que es un tema delicado, pero debo preguntar. Que es lo que le ocurre y cuanto es que le queda. – fue directo y el mayor solo sonrió de lado. –
- Creo que es una infección en todo mi sistema. – dijo a la ligera como si no fuera la gran cosa. – Empeoro debido a las malas condiciones en las que eh vivido el último tiempo. Esto se agravo por mis lesiones, mi adorable habito de beber y bueno, por mi mala salud mis lesiones empeoraron aún más. – no era capaz de mirar a los ojos del más joven, se sentía patético pues los alfas solían tener un muy buen sistema inmune. – Respecto a cuanto me queda, quizás un par de días o semanas, no estoy muy seguro. – miro al ojiazul de reojo. –
Steve lo miraba con una gran pena y lástima, no solo dirigida al alfa sino también por el pequeño omega. En eso llega Tony con un rollo de papel higiénico y se lo entrega a su padre el cual le agradece y utiliza un poco para limpiar sus manos y cara.
- Le preparare el baño, lo necesita señor Stark. – le dijo Rogers. –
- Esta bien, pero me bañare solo, no necesito que un par de cachorros me aseen. – les dio una sonrisa burlona a ambos y solo pudieron soltar una pequeña risa. –
- Talvez le gustaría que lo hicieran un par de enfermeras sexys, no es así señor. – comento el rubio simpático. –
- Quien se puede resistir a algo como eso niño. – le respondió Howard con un gesto de sus hombros. –
- Pues yo creo que a mamá no le gustaría nada que te dejes tocar por otras mujeres – comento Tony mirando burlón a su padre. –
- Cierto. – respondió con una fingida cara de terror. – Conozco a tu madre y es capaz de volver solo para cortarme mi hombría. – todos rieron a causa de los gestos del mayor, era una charla muy tonta, pero muy entretenida. –
- Bueno, voy a preparar el baño. Tony tú puedes buscar unas toallas mientras. – dicho eso el rubio desapareció por el baño. –
- Lo hare. – le respondió fuerte el menor. – Papá, sabes donde rayos Jarvis guardaba las toallas. – le pregunto a Howard con genuina curiosidad. –
- Hijo, yo ni siguiera sabia donde guardaba mis calzones. – le respondió divertido. – Diviértete buscándolas por mi parte yo me relajo viéndote sufrir, suerte. – dicho eso se recostó y paso su mano buena detrás de su cabeza mientras veía a Tony ir de un lado a otro por el cuarto de sus padres buscando toallas. Después de dar vueltas por toda la habitación decidió salir y buscar en otra parte de la casa. –
Howard disfruto bastante ver a su hijo revisar cada cajón y armario del cuarto viendo con desilusión que no estaban las malditas toallas, además este le lanzaba comentarios para fastídialo aún más, decía cosas como "Estoy seguro que ahí no es", "En ese cajón solo hay zapatos, te lo dije", "Esas son cosas de tu madre, no lo habrás", "Busca por otro lado"," Ya revisaste en ese cajón". "Encontraste donde se guardan mis calzones, felicidades", entre otros.
A los segundos que Tony salía de la habitación. Steve lo hacía desde el baño. – Creo que encontré las toallas. – le dijo con una sonrisa burlona, pues escucho toda la rabieta de Tony mientras el sostenía las toallas dentro del baño. –
- Aprovechare que mi cachorro está perdiendo los estribos en una búsqueda inútil para hablar. – borro su sonrisa y puso una cara sumamente seria que logro intimidar un poco a Steve. – Ahora hablaremos como alfas. – le dijo mirándolo a los ojos. – Trae esa silla y siéntate frente a mí. –
Steve obedeció la orden sin discutir, se hallaba frente a un alfa imponente y dominante, no quería admitir que bajo otras circunstancias se sentiría sumamente intimidado y aterrado, aunque en ese momento también lo estaba.
- Ya que te gusta ser directo, lo seré también contigo muchacho. – cruzo sus manos apoyándolas sobre sus rodillas, su espalda recta, mirada fija en el otro alfa y desplegando sus feromonas para dejar en claro que él era más dominante a pesar de su deplorable condición, logrando con éxito su cometido pues vio en los ojos azules como este se incomodaba. –
- Lo escucho señor Stark. – por más que trato no pudo evitar bajar la mirada al sentirse intimidado. –
- Cuales son tus intenciones con mi hijo. – firme y directo, demostrando con su aroma porque era el gran Howard Stark. – Puedo sentir tu olor sobre mi hijo, pero claramente no lo has tocado de manera indebida y eso te deja una muy impresión de ti. – miro fijo al joven alfa y levantaba el mentón. – Responde cachorro. – hablo con una voz potente e intimidante. –
Steve dio una respiración profunda antes de contestar para que su voz saliera firme. – Yo me siento atraído por su hijo, de manera romántica. No es mi intención lastimar o denigrar a Tony. Solo deseo cuidarlo, protegerlo y hacerlo feliz. – trago saliva con dificultad, ya que esta parte lo ponía algo incomodó por no entender del todo su sentir. – También siento que mi aroma y el de Tony su combinan de una manera armónica y perfecta. Como si debieran estar así siempre. El lugar donde debo estar. – dijo lo último algo apenado. -
- De eso mi di cuenta, sus aromas combinan bien. Sabes lo que significa todo ese sentir que tienes chico. – le pregunto serio. –
- No estoy muy seguro señor, solo sé que mi alfa se siente muy a gusto con la presencia y cercanía de Tony. – hablo nervioso y con la vista baja. – Solo quiero protegerlo. Es así desde que percibí el aroma de Tony por primera vez en la calle, dejé que mi alfa me guiara y hasta ahora no me eh arrepentido de mi decisión. – lo último lo dijo firme mirando a los ojos del mayor. –
- Eso me parece muy bien. – respondió con una sonrisa. – Creo que ya lo intuyes, pero te daré la respuesta de todos modos. Ustedes son compañeros de aroma. – dijo orgulloso y divertido con la cara de asombro del menor. – No suele ser muy común encontrar a tu compañero. Casi todos viven su vida sin encontrarlo. Son muy pocos los afortunados como ustedes. Cuando son compañeros el alfa puede rastrear a su pareja en cualquier parte al igual que a sus cachorros, no importa donde se encuentre o escodan. – dijo mirando el techo. -
Steve estaba algo aturdido, apenas era capaz de procesar la idea de que él y Tony fueran compañeros de aroma. Aunque si era sincero con el mismo ya lo sospechaba, pero era diferente cuando tu ¿Suegro? Te lo confirmaba. Después empezó a hablar sobre cachorros y eso lo puso más nervioso. Siempre adoro la idea de la paternidad, pero la veía algo lejana y el señor Stark lo hablaba como si fueran a tener bebes pronto. No. Primero quería cortejar Tony, después que pasara su luto y dolor. Según como fueran pasando las cosas entre ellos es como iría avanzando.
Howard noto a Steve algo distraído y nervioso, al parecer algo de lo dicho lo dejo aturdido y se perdió en medio de sus pensamientos. Le pareció algo infantil de parte del rubio, pero tenía sentido, era joven.
- Ahora que lo pienso, no me has dicho como te llamas. – le dijo serio para sacar al rubio de su nebulosa mental. –
- Lo siento mucho señor, mi nombre es Steven Grant Rogers y tengo 22 años. Era miembro activo del ejército. Soy un buen soldado y eh sido reconocido en más de una ocasión por mis superiores debido a mis hazañas en el campo de entrenamiento y de batalla. Mi meta a futuro era llegar a ser Capitán de mi unidad y después formar parte de operaciones especiales. – le respondió serio y firme. Sabía que debía decir cuáles eran sus metas a futuro si quería pedirle al padre del omega que te interesa, el permiso para poder cortejarlo, pues debía demostrar que sería un buen proveedor para su hijo.
Digamos que así eran las cosas antes del apocalipsis, pero Steve quería ir en serio con Tony por ese motivo debía ser claro con Howard. – Señor Stark. – miro sus manos un segundo antes de ponerse de pie y eliminar todo temor para mirar fijo al hombre frente él. – Quiero solicitar su autorización para cortejar a Tony. – no demostró ni miedo ni inseguridad ni dudas en sus palabras. –
Howard lo miro serio y lo desafío con la mirada, el alfa más joven acepto el reto, pues el mayor estaba probando si era un buen y digno alfa. El duelo no duro mucho, pero fue suficiente para el castaño. El joven parado frente él era un perfecto candidato para ser le alfa de hijo menor. Además, tampoco es como si tuviera muchas opciones y este chico cuido de su hijo durante algún tiempo y no le había dañado.
Lo que más valoraba es que respetara a su hijo y le enorgulleció que le pidiera su autorización para iniciar un cortejo. Ese chico era perfecto para su pequeño Anthony.
- Por las condiciones en las que veo a mi hijo, el cómo lo has respetado y como tuviste el valor de aceptar mi desafío. Te doy mi consentimiento para que puedas cortejar a mi hijo, si es que él lo desea. – le dijo firme para luego relajarse en la cama poniendo un gesto en su rostro más tranquilo y amistoso. – Steven, no se cuanto más dure en este mundo. Realmente espero que puedas cuidar y proteger a mi pequeño Anthony. Cuando yo muera solo te tendrá a ti, pues desconozco el paradero de mis hijos mayores. – hablo con una voz neutra. –
Steve se encontró en una encrucijada en ese momento, de si contarle o no, sobre lo ocurrido con los hijos mayores de Stark, pero no fue necesario pues Tony apareció abriendo la puerta de golpe con una gran sonrisa y unas toallas limpias en sus manos.
- Encontré las malditas toallas. – no se percató hasta que entro a la habitación el despliegue de feromonas agresivas que su padre había liberado, eso lo preocupo, pero antes de que dijera algo su padre le hablo. –
- Tranquilo pequeño, solo fue una cosa de alfas, nada de que tengas que preocuparte. –
- Seguro? – los miro con algo de recelo a ambos. –
- Estaba probando a Steve, quería saber cuánto valía como alfa y vaya que lo vale. – le guiño un ojo a su hijo con una gran sonrisa. –
- Él es muy genial papá, prometió enseñarme a usar armas y a pelear. También me salvo de una horda de zombis, luego me dio de comer y prepara un muy buen café. Además, me consoló cuando... pues... - en ese momento el semblante del menor cambio a uno inexpresivo. - Oye, hay algo que debo decirte y no es para nada bueno. – mientras Tony hablaba se fue acercando a la cama y ya con lo último, se subió a la cama y se sentó a un lado de su padre apoyando la cabeza en su hombro y sosteniendo su mano. –
- Tony, porque mejor no dejamos que tu padre se dé un baño y luego cuando ambos estén algo más relajados hablan de "eso" – intervino Steve. Sabía que le contaría a su padre, el problema es que este no estaba en condiciones de recibir otro impacto emocional. Claro es su derecho enterarse, pero Steve solo quería alargarlo un poco en beneficio de la salud del señor Stark. –
- Me parece perfecto, no huelo muy bien y por muy mal que me sienta no puedo dejar de lado mi belleza marca Stark, no crees hijo. – Tony los miro dudoso un segundo y asintió. –
Vio como Steve ayudaba a Howard a entrar al baño. Ya dentro le ayudo con los vendajes y a aflojarse la ropa, con eso listo lo dejo solo en el baño.
- Acomodemos la cama para cuando tu padre esté listo, te parece. – nuevamente Tony asintió y ayudo al rubio con la cama. -
En todo momento Tony estuvo callado y Steve respeto eso, pensaba ir a la cocina por algo de comer para el señor Stark cuando el menor le hablo.
- Steve. – no era capaz de mirarlo a la cara debido al debate mental que tenía. – Como le contare a mi padre lo ocurrido con mis hermanos. – vio como unas lágrimas cayeron por sus ojos. – Fue mi culpa lo que les paso. Muy probable mi padre se enfadará conmigo por ser el causante de sus muertes. – iba a ponerse a llorar cuando Steve le dio un ligero golpe en la frente con dos de sus dedos y le dedicaba una tierna sonrisa. –
- En primer lugar, no fue tu culpa. En segundo cuéntale todo, desde que huiste de casa con el señor Jarvis hasta la conversación que tuvimos con el señor Malik. – Tony le miro con temor en su mirada y Steve le dio un suave beso en la frente. – Tú puedes, estoy seguro que tu padre entenderá. – con eso dicho, Howard llamo desde el baño avisando que estaba listo y necesitaba ayuda para salir de la ducha. – El deber llama. – le dijo sonriente antes de ir al baño. –
Mientras Tony pensaba en las palabras correctas para hablar con su padre, Steve ayuda a Howard con algunos asuntos como limpiar correctamente las heridas, desinfectarlas y colocarles vendajes nuevos y limpios. Lo ayudo a mantenerse de pie para que se pudiera afeitar y colocarse loción. La cabeza la daba un poco de vueltas pues la resaca lo empezaba a atacar.
- Dime Steven, lo que mi hijo me quiere hablar es sobre sus hermanos, ¿verdad? – le pregunto mientras terminaba de arreglarse el cabello sin mirar al rubio. –
- Me temo que sí señor. – le respondió apenado desviando la mirada. –
- Debo suponer que no será nada bueno, creo que lo mejor será dejar esa conversación para después. – soltó un suspiro y miro al rubio por el espejo. – Lo cierto es que me siento algo cansado y quiero mantener un poco la compostura. –
- Lo entiendo señor. – lo ayudo a dirigirse hasta la salida del baño. – Sinceramente pienso que es mejor que lo escuche ahora, Tony no se encuentra bien en relación a esto, lo supimos hace apenas unos días y el aun no logra asimilarlo. –
- No lo culpo. – suspiro cansado. – Déjame en la cama y déjanos a sola. Espero no te moleste. – lo miro fijo, en su mirada no demostraba que le estuviera pidiendo un favor, sino más bien era una exigencia y Steve la entendió a la perfección. –
- Para nada. – le contesto con una sonrisa apenada y nervioso. –
Tal como se dijo, recostó a Howard y le paso ropa para que se vistiera. Howard no quiso ayuda para vestirse y no tardo demasiado. Ya vestido se acomodó en la cama y se cubrió solo. En eso aparece Tony entrando llevaban consigo un plato con sopa, que había preparado Steve hace unas horas y el castaño solo la calentó un poco.
- Supuse que tendrías hambre y te traje algo de comer. – le comento apenado, pero orgullos de su logro de calentar la comida el solo. –
- Un poco, gracias. Ven siéntate al lado mío para que me hagas compañía. – palmeo la cama al lado de él, le dirigió una mirada a Steve indicándole que los dejara y este solo asintió. –
- Iré a la cocina, me llaman si necesitan algo. – salió casi corriendo del cuarto, si la comida iba caliente significa que Tony la había calentado lo cual estaba bien, pero temía que hubiera quemado el resto de la comida por quizás haber olvidado apagar los quemadores. –
Ambos castaños vieron salir al rubio y el mayor le dio un sorbo a la sopa, le gusto, estaba bastante decente, pero no se comparaba a la comida de Jarvis.
- Debo suponer que Rogers preparo esto. – le dijo a la vez que seguía tomando de su sopa. –
- Supones bien. Yo apenas se prender los quemadores y creo que olvide apagarlo. Tranquilo Steve lo solucionara. – dijo cuando vio a su mirándolo con reproche. –
- Supongo que tienes un nuevo mayordomo, ¿no? – le dijo con una sonrisa y una ceja alzada. –
- Supones bien. – respondió con una sonrisa y a los segundos ambos rieron. – Te duele? – pregunto dirigiendo su mirada donde estaban los vendajes cubriendo las heridas. –
- Solo un poco, no te preocupes soy un alfa, toleramos bien el dolor y sanamos rápido. – le dedico una sonrisa tranquilizadora y libero de sus feromonas para relajar a su cachorro. – Como te a tratado Rogers. – le pregunto mientras seguía comiendo. –
- Ya te había dicho que bien, me a cuidado y protegido todo este tiempo. – le dijo sonriendo. –
- No me refiero a eso. – suspiro, no sabía cómo preguntar aquello. Claro que ya sabía que Rogers no había tocado a Tony, pero quería saber si ya tenían una relación o aun no. – Lo que quiero saber es si ustedes, pues... ya sabes. – Tony se empezó a colocar rojo imaginando a donde quería llegar su padre. – Ya se han besado? – pregunto mirando fijo a su hijo y pensando en cómo torturaría al rubio si ya había besado a su pequeño. –
- Que?! ¡No! ¡Nada de eso! Solo me a tomado la mano y me abraza al dormir, pero solo dormimos, nada más. No pienses cosas raras por favor. – le dijo rápido y abochornado, le atraía el alfa rubio, pero aún no formalizaban nada, de hecho hace apenas unos días Steve le había confesado su deseo de cortejarlo. – Él solo me comento que quiere iniciar un cortejo. – menciono apenado jugando con sus manos. –
- Eso está bien, pero para aquello primero me debe pedir mi autorización. – le dijo serio, Steve ya había solicitado su permiso, pero quería fastidiar un poco a su cachorro. –
- Ya lo sé, pero... pero... yo estaba mal y no quería nada, entonces me dijo que deseaba cortejarme, porque yo le atraía y pues eso me hizo feliz en ese momento. Dijo que no quería mencionarlo aún, pero yo estaba muy triste y decaído y sin ganas de seguir viviendo. – se quedó callado, temía que su padre le preguntara el motivo de su depresión, para su sorpresa no dijo nada de eso y solo lo sintió acariciar su cabello. –
- Para tu tranquilidad, ya le eh dado mi autorización. – le dijo con una sonrisa y luego se puso serio para seguir. – Solo si es lo que tu deseas, no quiero que vayas a confundir tus sentimientos y creas que debes aceptar solamente porque te protege y te salvo la vida, ¿entiendes? – Tony miro sorprendido a su padre y luego le sonrió. –
- Él si me gusta, en especial su olor. Me gusta mucho como se mezcla con el mío. – su rostro se sonrojo y una tierna y encantadora sonrisa adorno su rostro.
Howard estaba satisfecho con la respuesta de su hijo. Encontró un alfa perfecto. Su sonrisa se convirtió en una triste y pues, tenía los días contado.
Sabía que pronto se iría con su amada María y no le molestaba. Pero el que Tony siguiera con vida y que se encontrara sano y salvo junto con su compañero de aroma, le hicieron querer seguir viviendo, para protegerlo y cuidarlo, guiarlo y resolver sus dudas. Obligar a Rogers a casarse en un par de años más y entregar a su cachorro en el altar, muy probablemente en una ceremonia improvisada, ya que dudaba poder hallar vivo a algún sacerdote. Quería luchar y seguir viviendo, lamentablemente para aquello necesitaría de medicina y doctores que ya no existían.
Dejo el plato vacío a un lado y abrazo a hijo, ya no tenía nada más que perder y se permitió llorar. Era una mezcla de sentimientos, aunque ganaban los tristes y de arrepentimiento. Pronto ya no podría estar con su pequeño y no le pareció justo. Le alegraba al menos saber que estaba bien, que no estaba solo y que se podrían despedir adecuadamente.
Mientras lloraba abrazando a su hijo, imagino como pudo ser el encuentro con Rogers si tan solo los bastados de Hydra no hubieran creado aquel maldito virus.
"Se imaginaba al joven rubio parado en su oficina pidiendo su autorización para cortejar a Tony. Él lo miraría con odio desde se escritorio y desplegaría sus feromonas para intimidar al joven alfa, muy obviamente lo lograría, pero este resistiría y aceptaría el desafío del otro con el fin de demostrar que era digno de la mano de su hijo.
Muy probable aceptaría al joven rubio y dejaría que cortejara a su Anthony. Lo amenazaría de todas las formas posibles si llegaba a lastimar a su pequeño y lo castraría si tocaba a Tony antes de este cumpliera los 18. Quizás llamaría a Gregory y Arno para que los vigilaran en sus citas, estos también amenazarían de muerte al rubio, Rogers sabría que lo vigilaban y se limitaría a solo tomar la mano de Tony el cual en algún momento explotaría por que el rubio no lo besaba y este le terminaría contando de las amenazas y que los mayores los estaban vigilando. Luego llegaría a gritarle en su despacho por no dejarlo en paz con su novio y les daría el pase para que se besaran, pero el rubio debería controlar sus manos.
Rogers debería cumplir con sus metas mientras Tony iba a la universidad y después de que este se haya graduado les dejaría casarse, quizás lo harían de inmediato o se tomarían un tiempo. Se imaginaba a su pequeño con un bello traje blanco hecho a la medida con el cual se vería hermoso y luego se imaginó a él entregándolo a Steven en el altar."
Si, eso habría sido muy bello. No le interesaría el origen de Rogers. Si ellos eran compañeros de aroma debían estar juntos. No le interesaba casar a su hijo con algún alfa heredero de alguna otra empresa menos exitosa que solo buscarían el beneficio propio, muy probable ese sería un alfa sin inteligencia que no sabría valorar al menor de los Stark. Su deseo siempre fue que el omega encontrara a alguien que lo valorara por quien era y sus capacidades, no por su apellido ni los beneficios que obtendría. Para eso tenia a Gregory y Arno, planeaba comprometer al mayor de sus hijos con la hija de un empresario con quien le interesaba hacer negocios. Sinceramente no obligaría a Greg a casarse, pero si le recomendaría a la chica, era linda y encantadora, también seria claro por qué le interesaba que se casara con ella. Solo lo obligaría para que se conocieran, luego el mayor decidiría si aceptaba o no. Si, esa habría sido una muy bella vida.
Quien sabe que más pudo pasar. Quizás casaba antes a Tony con Steven porque en una de esas les ganaba la calentura y su pequeño terminaría en cinta, amenazaría a Rogers de muerte y de castrarlo, siendo apoyado por sus hijos mayores y Jarvis, talvez Tony solo se reiría de la situación y pediría que no dejaran a su hijo huérfano y sin hermanos, de cierta manera hubiera sido muy divertido. Aunque, si era sincero con el mismo, pensaba que aquello sucedería primero con Arno, solía ser algo despistado y ya habían pasado por un par de sustos a causa de su irresponsabilidad cuando era adolescente. Esos hubieran sido bellos momentos.
Como deseaba poder seguir viviendo. Sanarse y vivir para acompañar a los muchachos, eran jóvenes y muy inexpertos en muchos ámbitos, al menos Tony lo era. Por lo que pudo apreciar de parte de Steve, también era un niño, uno que sabía cuidarse, pero un niño a final de cuentas.
Después de llorar un rato abrazando a su hijo, se recostó en la cama con Tony a su lado. No quería soltarlo, quería abrazar a su cachorro hasta su último aliento y hacerlo sentir seguro, querido, contenido, que supiera que su padre estaba ahí con él y lo más importante, que aquello no fuera un sueño. Dios, cuantas veces soñó con algo parecido. Tener a alguno de sus hijos con él, cualquiera que fuera y poder abrazarlo, sentir su aroma y calor. También soñó con su amada María, que la volvía a abrazar y besarla.
En medio de sus pensamientos y ensoñaciones se quedó profundamente dormido abrazando al pequeño cuerpo de hijo, sin aflojar su agarre y liberando su aroma. Después de semanas, al fin tenía un sueño reparador y en paz
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Eso seria todo por ahora.
Espero que les haya gustado.
Cualquier, duda, acotación, error de redacción, etc. Díganme en los comentarios.
Gracias por leer.
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