Capítulo 10

Al fin pude publicar el capítulo. Disfrútenlo. 
Aparición de un personaje inesperado

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El primer día fue muy difícil, la tos y la fiebre golpearon a Tony fuerza que no lo dejaban descansar. La fiebre era tan alta que en ocasiones Tony deliraba llamando a su madre o Jarvis, Steve le sostenía las manos y le dedicaba palabras de consuelo. En más de una vez el castaño soltó un par de lágrimas a causa del dolor que le provocaba el toser.

Steve se esforzaba por cuidarlo, lo abrigo un poco pero no lo suficiente, pues la fiebre lo hacía sudar demasiado, tenía que procurar que no sufriera un enfriamiento o que se acalorara demasiado a causa de la ropa. Le daba agua cada cierto tiempo para evitar que se deshidratara y en una oportunidad, cuando el sudor era demasiado al igual que la fiebre le dio un baño de tina, el agua estaba tibia y el vapor ayudo bastante a que el castaño pudiera respirar mejor. Esta de más decir que baño a Tony en ropa interior la cual quitaba con una toalla en su cintura y le colocaba calzoncillos limpios también con una toalla encima, debía mantener la intimidad del menor lo mas que pudiera.

Quería darle de comer sopa de pollo o caldos parecidos que fueran muy nutritivos y con vitaminas para ayudarlo a sanar más rápido, el único problema es que no podía ir a un supermercado por pollo o medicinas, la otra idea que tuvo era fuera a cazar una gallina, pero no tenía ni la menor idea de donde podría encontrar alguna o quizás sí, pero tendría que viajar demasiado y no podía dejar solo al castaño, este en alguno de sus delirios podría salir y hacerse daño o aún peor que lo atraparan esos malditos zombis. No se arriesgaría. Solo le daba de beber abundante agua y baños esporádicos.

Durante unas horas la fiebre había bajado un poco, dando una pequeña tregua, por lo que pudo dejarlo solo un rato, no saldría de la mansión, solo quería buscar la cocina y medicinas.

La cocina fue fácil de hallar no así un botiquín, eso le costo un poco más lo bueno es que esta se hallaba bien abastecido con varias medicinas para el resfrió entre otras cosas, ya estaban caducas, pero decidió dárselas de todos modos, pues lo único malo de las medicinas caducas es que no cumplían bien su función.

Le dio un par de pastillas a Tony con un trago de agua, el castaño no fue muy consciente de lo que pasaba a su alrededor y obedecía a cualquier orden que le diera Steve sin protestar o preguntar.

En la cocina quiso preparar un caldo lo más nutritivo que pudiera con lo penosos ingredientes que cargaba, pero recordó haber visto algo parecido a un invernadero cuando llego, por lo fue a averiguar si encontraba algo útil. Grande fue su sorpresa al entrar a este, las verduras no eran muy variadas ni muy abundantes, algunas plantas incluso estaban muertas, pero los vegetales que encontró servirían para cocinar algo un poco más decente y nutritivo, saco unas cuantas espinacas, papas y zanahorias, esos serian sus ingredientes.

De vuelta en la cocina se puso manos a la obra y en unos cuantos minutos ya estaba subiendo con una bandeja con un plato caliente de sopa, al entrar al cuarto se percató que la fiebre había vuelto a subir, las cosas serian así por un par de días más, deseaba que esto acabara pronto.

Despertó a Tony lo mas que pudo, este abrió apenas sus ojos los cuales estaban vidriosos y rojizos, miro a Steve con dolor pues se sentía muy mal.

- Te prepare sopa, no es la gran cosa, pero te ayudara a sentir mejor muy pronto. –
- No quiero sopa, quiero comer hamburguesas con queso. – le dijo con dificultad. –
Steve solo una ligera risa, Tony le había comentado antes su pasión por las hamburguesas con queso.
- Si te tomas la sopa y te mejoras, quizás te consiga algunas. – le debatió, Tony lo miro nuevamente y asintió. –

Le ayudo a sentarse y le coloco unas almohadas tras su espalda, se sentó a su lado y le dio de comer hasta que se acabo todo el plato, Tony no dio mucha pelea por comer y una vez terminado, Steve lo acostó nuevamente y lo dejo descansar. A pesar de su vergüenza le canto una canción que su madre solía hacer cuando era niño y se enfermaba.

Al segundo día la fiebre ya era más baja, no fue necesario darle más de un baño aquel día, aunque si protesto un poco por la sopa, alegando que no le gustaban las verduras, pero las comió de todos modos. Steve le seguía dando las medicinas y unas vitaminas que había encontrado. A pesar de que el menor estaba mejor no se alejo de su lado y lo siguió cuidando mientras dormía. Esta vez no le canto, pero la tarareo.

Para el tercer día Tony ya se sentía mucho mejor, la fiebre era baja y fue capaz de comer por sí solo, aunque con mucho cuidado, pues la comida estaba caliente y él se encontraba débil. Ahora si le debatió a Steve del porque no quería ni necesitaba comer las espinacas, cada argumentó que le daba no tenia ni pies ni cabeza, parecía todo un niño mimado y berrinchudo, al final se las comió de todos modos debido a las amenazas que le dio rubio, que si no se la comía por la buenas lo haría por las malas y apoyo sus palabras con una mirada seria y su postura de soldado.

Durante el cuarto día no fue necesario las medicinas, solo le dio abundante agua y lo acompaño al baño, Tony ya era capaz de comer y bañarse solo, aún estaba débil por lo que paso el día entero en cama, durmió gran parte del día o cuando no dormía era para comer o ir al baño, quería salir y dar vueltas por la casa y estirar las piernas, pero no lo hacia por dos razones, la primera es porque Steve no se lo permitía, le decía que aún seguía algo débil y que lo mejor en ese momento era descansar, la segunda razón era por que se encontraba en su casa donde vivió toda su vida y la misma donde inicio su pesadilla, en esa misma habitación se sentía mal y no se refería a su salud, el hecho de recordar los momento que vivió en aquella habitación con sus padres, hermanos y Jarvis le traía recuerdos agridulces.

Quería llorar y a la vez no quería seguir haciéndolo, no quería ser débil ni patético y se detestaba cuando las lágrimas caían de todos modos a pesar de su intento por contenerlas, todos sus esfuerzos se fueron por el caño cuando el rubio lo abrazo y dejo salir todo su dolor.

- Esta bien llorar Tony, estas triste por tu perdida, si no sufrieras no serias humano. –

- Los extraño tanto, a todos. – lloro abrazando al alfa hasta quedar agotado y se durmió. -
- Descansa. – acomodo al menor y salió a dar una ronda. –

Sabia que si se mantenían dentro de la mansión estarían a salvo, recordaba que Tony le hablo sobre una explosión por lo que decidió investigar donde podría ser para cerrar de alguna manera el paso. No le agradaba la idea de que anduvieran zombis por la casa, desde que llego no vio ningún zombi cerca, es como si alguien ya hubiera hecho la limpieza.

Se dirigió al pasillo por donde Tony le había dicho que fuera el día que llegaron. Avanzo varios metros con cuidado, pues temía alejarse del pasillo principal y perderse por aquella inmensa casa, iba dejando su aroma impregnado por los pasillos mientras investigaba, con el fin de poder volver. Ya avanzado un buen tramo llego al que al parecer era el final del pasillo y no era por que se topara con el muro que daba final al pasillo, sino muchos trozos de estos. Encontró escombros, muchos en realidad con el cual se había hecho un muro improvisado bloqueando el pasillo y evitando la entrada a la casa. Alguien más había estado en la misión y cerro el pasillo por donde se hallaba la abertura de la explosión.

La pregunta que le rondaba a cabeza era, "¿quién rayos había cerrado el pasillo?", podía quitar las piedras y seguir avanzando, pero eso sería peligroso, dejaría un paso para los zombis y eso no iba a ocurrir. Decidió dar media vuelta y volver con Tony, le preguntaría si conocía alguna otra forma de llegar a esa parte de la casa sin la necesidad de quitar las piedras y exponerse.
Iba caminando devuelta por el pasillo cuando escucho un ruido viniendo desde uno de los pasillos aledaños por donde se devolvía, no podía ignorar aquel ruido, era claro que alguien o algo estaba en aquella dirección, avanzo con cuidado siguiendo el camino por donde creía que provino el ruido. Estaba en total alerta ante cualquier movimiento o ruido, fue cuando escucho de nuevo el ruido, solo que esta vez se oía más cerca, provenía de una puerta algo mas adelante, se acuclillo a un costado y empezó a escuchar y oler, descubrió que se hallaba una persona adentro, bien no era un zombi, pero aun así la persona podía ser hostil, abrió con cuidado la puerta tratando de ver a la persona. Por el olor descubrió que era un alfa, eso lo alerto más por lo que se decidió a entrar, abrió la puerta de golpe y busco al alfa apuntando con su arma.

Cuando piensas en un alfa, lo primero que llega a tu mente es de alguien grande y fuerte, imponente y agresivo, alguien peligroso si ponen en peligro a su manada, lideres nato y protectores, etcétera. En cambio lo que Steve vio no era nada de eso, aquel hombre quizás en otra época pudo haber sido alguien fuerte y respetado, pero lo que sintió al ver a aquel hombre tirado en suelo solo le inspiraba pena y lastima, estaba todo sucio y desaliñado, la mitad de rostro se encontraba quemada de una manera horrible, no se veía una herida bien cuidada, se notaba mal alimentado y del provenía un fuete aroma a alcohol, demostraba que había pasado el último tiempo bebiendo como un pez.

- Quien demonios eres tú mocoso, como demonios entraste a mi casa. – le grito aquel hombre desde el suelo intentando de manera inútil ponerse de pie. -

- Usted es quien bloqueo el pasillo? – pregunto incrédulo ignorando lo que decía el hombre borracho. –
- Claro que fui yo, es mi casa, debo de protegerla y a mi familia, eso se supone que hace un alfa. – el hombre grito con todas sus fuerzas tratando de no quebrarse. – Ahora habla, como entraste aquí y ¿Quién eres? –

Steve se le quedo unos instantes analizando al hombre que a duras penas se había logrado poner de pie y que buscaba algo por el piso. No sabia de a donde, pero el sujeto se le hacía familiar de algún lado al igual que su aroma, pero el olor del alcohol y la falta de higiene le impedían deducir del porque se le hacia familiar.

El hombre iba a decir algo más, un insulto muy probable, pero no pudo hacer nada pues una enorme tos lo ataco, perdió la fuerza de sus piernas y callo al piso, Steve lo miro con duda, no sabía quién era el hombre y aunque estaba lastimado, enfermo y fuera de forma, no se acercaría por precaución. No bajaría la guardia por nada ni por nadie, talvez solo por Tony. Se acerco con cuidado hasta el hombre tirado en el piso y vio como la mano con la que se había cubierto la boca estaba con una gran cantidad de sangre.

- Que fue lo que le ocurrió señor alfa? – pregunto con cautela sin bajar su guardia y apuntándolo siempre son su arma, ya había ideado un plan de acción en caso que el sujeto intentara hacer algo. –
- Que me paso? Que no vez imbécil, soy un ebrio que lo perdió todo. Pensé que era intocable e indestructible. Creí que nadie me podría vencer, pero no fue así. Descubrí de mala manera que era muy vulnerable y esos bastardos encontraron la forma de llegar a mi punto débil. Lo peor de todo es que yo se los entregue en bandeja de plata. – el sujeto tomo una botella de algún tipo de licor y se lo bebió todo de un solo trago. – En algún momento fui conocido como Howard Stark. – dijo lo ultimo mirando fijo al joven de ojos azules. –

- Que? – Steve quedo impactado, no podía creer que aquel repugnante ebrio fuera el poderoso Howard Stark, unos de los hombre mas ricos y poderosos del mundo, genio y millonario, el hombre que tenía contratos con el gobierno para vender armas al ejército del país y que gracias a eso su fortuna era increíblemente grande. – No puede ser verdad. – le dijo incrédulo. –

- Pues créelo niño, esa es la verdad. – le respondió con fastidio para seguir bebiendo. –
- Usted es, es... - balbuceo como tonto y el mayor solo lo miro molesto. – Es el padre de Tony. – soltó al fin. – Es por eso que se me hacia tan familiar, son idénticos. – sentía una pequeña emoción, cuando el castaño menor se enterará se pondría muy feliz. –
- Como conoces a mi hijo. – le pregunto molesto. –
- El fue el que me dijo como entrar, nos conocimos hace unos días. – si bien se sentía feliz por Tony, no era capaz de bajar su guardia ni dejar de lado su seriedad. –
- ¿Él está vivo?! – pregunto asombrado y emocionado. – Eso no puede ser cierto. – iba a decir algo mas mientras se ponía de pie, pero Steve con un gesto lo detuvo. –
- Esta vivo y se encuentra arriba, trate de calmarse un poco y lo llevare con su hijo. – Howard no se quejo ni refuto nada, ya no tenía nada de su orgullo alfa ni nada parecido, por lo que solo asintió y prometió seguir a Steve. –

Apenas se puso de pie y después de dar un paso cayo al suelo, Steve lo examino un poco y quedo sin habla al darse cuenta del estado del mayor, era mas grave si lo veías de cerca. Le faltaba parte de la pierna derecha y la pierna izquierda se veía muy dañada al igual que el resto del hombre, también pudo notar como tenía mal vendado el brazo izquierdo, el derecho se veía algo más sano. Steve no pudo evitar pensar ¿Cómo demonios hizo para sobrevivir este hombre hasta ahora? Y lo que era aun peor, cuanto le quedaba de vida, no se veía nada bien y por lo que pudo notar, este alfa se había quedado en aquella habitación ahogándose en alcohol hasta que llegara su fin.

Steve prefirió ayudar al mayor de esa forma llegarían más rápido, además de que el mayor estaba muy limitado en su movilidad. Caminaron por los pasillos y subieron las escaleras con dificultad hasta el frente de la puerta del cuarto del menor. Howard estaba nervioso y ansioso, no le agradaba la idea de que su cachorro lo viera en tan penosa situación, pero ya no lo quedaba nada de orgullo y lo mejor seria despedirse mientras pudiera y pasar tiempo con su hijo menor por lo que le restaba de vida, la cual no sería tan mala después de todo estando con su pequeño.

Steve abrió la puerta con cuidado. – Tony, encontré algo interesante mientras inspeccionaba. – al terminar de abrir la puerta divisa al castaño menor sentado en la cama restregándose un ojo. –
- De que trata? – dijo con un bostezo. – Espero que sean mis hamburguesas Rogers. –
Cuando vio a quien cargaba el alfa no se lo podía creer, tenia demasiados sentimientos encontrados, estos iban desde la tristeza absoluta hasta la felicidad máxima.
Salto de la cama y corrió donde su padre, abrazándolo con fuerza. – PAPÁ!!! –

Steve estuvo que hacer un gran esfuerzo para evitar dejar caer al alfa mayor debido a la fuerza que había hecho Tony al saltar sobre su padre, el menor solo podía llorar de felicidad al igual que el alfa mayor. Los dos estaban felices de encontrar una parte de su familia.

El joven alfa dejo con cuidado al mayor en el suelo para que les fuera mas sencillo estar abrazados. Se aparto un poco y dejo que los otros dos continuaran con su emotivo reencuentro. Pensó en la dicha que sentía ese par, el deseaba tanto el haber podido ver a su a padre una vez más, en eso sintió como sus ojos se cristalizaban, los limpió con tranquilidad, no creía que los castaños les importara si el soltaba un par de lágrimas.

- Como es que sigues vivo. – pregunto Tony un poco más calmado, pero con las lagrimas aun cayendo. – Después de la explosión... mamá se altero mucho, con Jarvis pensamos que se había puesto mal al romperse el vínculo. – al terminar de hablar se limpio un poco el rostro, pero no sirvió de mucho. Las lágrimas de felicidad seguían cayendo sin control. -

- Yo lo distancie cuando inicio la explosión, créeme que reconozco el sonido del mecanismo de una bomba a punto de estallar. La verdad me tarde un poco en reaccionar por que me preocupaban tus hermanos, pero no había tiempo, solo me quedo confiar en ellos. – relataba mientras acariciaba el cabello de su cachorro. – No estaba seguro lo que me pasaría, pero sí que debía proteger a los que tenia a mi alcance. En ese momento solo pude pensar en tu madre, sabía que la explosión seria pequeña, pero letal para mí, por lo que distancie el lazo mientras huía y buscaba donde refugiarme, cuando ya lo había distanciado lo suficiente fue cuando estallo la bomba y eso fue lo que sintió tu madre. –

- Ella grito y corrió a tu laboratorio, Jarvis me tomo y me llevo mientras ella volvía por ti. - dijo con una gran pena el recordar aquel acontecimiento. – Al menos ustedes se alcanzaron a ver? – Tony temía que ellos no se hubieran visto una ultima vez y que el ultimo acto de amor de su madre fuera en vano. –

- Claro que nos vimos, ella me quito los escombros que me cayeron encima después de la explosión y me ayudo con mi pierna. – palmeo un poco su pierna derecha. – Ella se encargo de mi y me regaño bastante por muchas de mis estupideces, logramos llamar la atención de la horda para darles tiempo a ti y Jarvis de escapar. Sabía que Edwin no regresaría, por lo que con tu madre decidimos buscarlos cuando yo estuviera mejor, solo pasaron unos días para decidirnos ir por ti, pero lamentablemente la horda seguía cerca, yo era incapaz de moverme rápido, por lo que ella trato de llamar la atención nuevamente. Pero... - se detuvo un momento antes de continuar. –

- Pero? – pregunto angustiado el menor. Aunque en realidad ya sabia el desenlace. Aunque era diferente saber cómo ocurrió. – Papá? – llamo a Howard pues este se había perdido en sus pensamientos y recuerdos. –

Howard al darse cuenta que se quedó callado agito la cabeza para alejar los malos pensamientos momentáneamente y continúo contando lo ocurrido. Una parte de él no quería que su pequeño cachorro supiera lo que había pasado, pero otra parte le decía que le contara, Tony estaba en su derecho de saber que sucedió con su madre.

- Apareció uno de esos corredores, no lograría escapar de eso. Ella... - el alfa castaño tomo una bocanada de aire para evitar quebrarse durante su relato. – Ella sabía que sería atrapada, por lo que solo me dio una ultima de sus bellas sonrisas antes de ponerse un tiro ella misma al tiempo que esas cosas la alcanzaban. – no pudo contenerse mas y abrazo a Tony con fuerza mientras temblaba y sollozaba. –

Tony no dijo nada más, estaba atónito con lo que había hecho su madre y lloro en los brazos de su padre. Se sentía triste y a la vez orgulloso, su madre fue una mujer muy valiente que protegió a su familia a costa de su propia vida, eso era algo que siempre atesoraría de ella.
- Mamá siempre fue muy valiente. – dijo entre lagrimas el menor. –
- Así es pequeño, mamá es la mas valiente. – Howard solo pudo abrazar con mas fuerza a su pequeño, pues era todo lo que le quedaba y lo protegía con lo que le restaba de vida y desde el mas allá. – 



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Eso seria todo por ahora.

Espero que les haya gustado.

Saben lo que es trastornó del obsesivo-compulsivo? Bien digamos que tengo un poco de eso. El capítulo estaba listo de hace tiempo, pero cuando lo estaba revisando para publicarlo, vi cosas que no me gustaba como quedaron, por eso borre algunas cosas y las cambie por otras. 

A grandes rasgos no hay mucha diferencia, pero esos cambios me dieron paz mental.

Este capítulo quedo algo mas corto, pero tiene lo necesario. Ya revise el siguiente capitulo y no le hare mas revisión o le cambiare algo de nuevo xD

El Domingo publicare el siguiente.

Cualquier, duda, acotación, error de redacción, etc. Díganme en los comentarios.

Gracias por leer.

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