Tres años... Es lo que Steve llevaba solo viajando sin rumbo alguno por medio país. Cuando se separó de sus amigos, viajo durante 3 largos meses desde Nueva York hasta llegar a Georgia, donde se encontraba su padre asentado, tenía la esperanza de encontrarlo con vida pues su padre, que también era un soldado, sabia cuidarse muy bien y dudaba que algo malo le hubiera pasado, pero cuando llego a la base de este, se topó con la terrible noticia de que su padre había muerto a causa de una granada perdida durante una lucha contra un gran número de zombis para poder proteger a unas personas y llevarlas a unos refugios. Fue enterrado junto a otros soldados en la parte trasera de la base. Llevaba un par de semanas muerto, pero aun así Steve pidió llevar el cuerpo a Nueva York para enterrarlo junto a su madre y hermana, no quería que se quedara solo en aquel lugar. Los soldados le dijeron que no les parecía buena idea viajar tres meses con un cadáver, por lo que le recomendaron que lo cremara y se llevara las cenizas a lo que Steve acepto. Al igual que con su madre y hermana, guardo un poco con él y enterró el resto. Ahora su familia completa estaba junta, se permitió llorar nuevamente frente la tumba de su familia, pues se había quedado solo. Un par de días después, mientras caminaba por las calles de Nueva York, paso por lo que alguna vez fue una Indumotora de motocicletas, fue en aquel lugar cuando obtuvo su moto a la cual llamo Harley debido a que era una Harley-Davidson, la cual se convirtió en su fiel compañera y con quien recorrió parte del país durante esos tres años.

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Iba arriba de su moto, Harley, viajando por las solitarias calles de la Ciudad de Nueva York, hacia casi un año que no volvía. Dio varias vueltas y cruzo media ciudad hasta llegar a una calle que daba al sur de la ciudad a un lado de Central Park. Se detenido un tiempo para dar una vuelta por el museo Solomon R. Guggenheim, el cual era un museo de arte moderno y contemporáneo, le encantaba el arte, le gustaba mucho dibujar y pintar cuadrados, por un momento pensó en dedicarse a la pintura en vez de entrar al ejército, pero descarto esa idea y en aquel momento lo agradeció, pues gracias a todo lo aprendido en el ejercito es que seguía con vida. Dio vueltas un par de horas admirando los distintos cuadros y pinturas que estaban expuestos en aquella maltratada estructura, aprovecho que había llega temprano a la ciudad para darse aquel lujo. Salió feliz del museo llevando consigo un par de recuerdos que saco de la tienda del museo los cuales guardo en su mochila y se apuró en seguir su viaje en su moto, quería encontrar un lugar donde pasar la noche antes de que oscureciera por ende ahora iba con dirección fija hasta el puente Williamsburg para poder cruzar y llegar a lo que alguna vez fue su antiguo hogar en Brooklyn, cada cierto tiempo le gustaba volver a casa en especial cuando estaba cerca de alguna fecha importante como lo era el cumpleaños de alguno de sus familiares.

Estaba tranquilo sintiendo el viento en su rostro cuando se detuvo, tenia ganas de orinar. Se detuvo cerca del Empire State, se quitó sus gafas protectoras y busco un lugar para esconder su moto, quería aprovechar la oportunidad para recorrer aquellas calles, pues nunca habían estado tan desocupadas, las recordaba siempre llenas de tráfico y caos junto al griterío de las personas por que iban tarde a quien sabe dónde, río para sus adentros por aquel pensamiento, esas calles llevaban 3 años totalmente desiertas a excepción de algún grupo de zombis. Escondió su moto, se ajusto su mochila, su arma y emprendió su camino a orinar. No tardo mucho en llegar a una estación del Subway y paso al baño. Una vez listo y mientras estaba subiendo las escaleras tranquilamente pensando a donde podría dirigirse ahora, quizás podría pasar por Time Square nuevamente, esta repleto de tiendas y ahí fue donde había conseguido la increíble chaqueta de cuero que llevaba puesta, pero aun así le urgía conseguir ropa nueva, en especial interiores y calcetines. También podría conseguir algo para la cena de más tarde y algo para comer en el momento. Se dio cuenta que dar una vuelta por el Time Square le tomaría bastante tiempo. Siendo sincero con el mismo aun no quería ir a casa, una casa llena de recuerdos y la vez vacía.

Aun conservaba en aquel tarro un poco de las cenizas de su familia, pero aquello no podía evitar que se sintiera solo, solía extrañar estar en compañía de su familia o de amigos, pensó que quizás la soledad le estaba empezando a afectar a pesar de escuchar la radio todas las noches para evitar que aquello sucediera.

Estaba divagando en esos pensamientos cuando se detuvo en seco y los escucho, una horda de zombis. Abrió enormemente sus ojos y apunto en la dirección en la que los escucho, pero le sorprendió que no iban hasta él, voltearon en una esquina para ir en la dirección contraria. Aquello le llamo la atención y no pudo evitar seguirlos, aunque siempre escondido y manteniéndose alerta.

Llego hasta donde se estaban reuniendo aquella pequeña horda, eran aproximadamente entre 20 a 30 zombis por ahora y muy probablemente se sumarían más pronto, con ese pensamiento decidió que lo más sensato sería largarse por donde había llegado, se había volteado cuando escucho un grito, pero no el típico grito de los zombis, este era de terror puro.

Quiso ignorarlo, lo lamentaba por aquella alma desdichada, pero no arriesgaría su vida por un desconocido o eso es lo que quería hacer, pues su instinto le decía que fuera a auxiliar a aquella persona, rara vez su instinto le indicaba que salvara a alguien, por lo general le servía más para sobrevivir, nunca para ayudar a un desconocido y menos en aquellas circunstancias. Estaba casi decidido por marcharse e ignorar sus instintos cuando nuevamente escucho aquel grito acompañado de un intenso aroma, la persona estaba liberando feromonas de terror, por lo que esta vez no fue su instinto de supervivencia el que le indicaba actuar, era su instinto alfa, pues el aroma de aquella persona en apuros era un omega.

Se maldijo enormemente por lo que iba a hacer, saco un par de granadas de un de sus bolsos de su cintura, eran las ultimas que le quedaban y se dirigió en dirección a los zombis mientras disparaba desde una distancia prudente.

Disparo con gran precisión eliminando a varios y así llamando la atención del resto, la cual obtuvo rápidamente, en una fracción de segundo es cuando lo vio, una persona sobre una gran camioneta la cual lo miraba con suplica por ayuda, conecto su mirada celeste en la castaña, quedo como hipnotizado por unos segundos admirando esos grandes bellos ojos y luego desvió su mirada a los zombis, se detuvo un segundo y preparo una de sus granadas quitando el seguro, espero a que se acercaran un poco más cuando la lanzo quedando relativamente cerca del vehículo, le grito al omega que se sujetara de la parrilla de la camioneta y unos segundos después estallo la granada eliminando a la gran mayoría, quedaron algunos los cuales elimino a disparos.

Sabía que todo el ruido que había producido atraería a más zombis, debían moverse rápido, por lo que corrió hasta la camioneta y cuando llego al lado de esta el omega salto sobre él y se aferró fuertemente a su chaqueta mientras temblaba completamente a causa del pánico que sentía, aquella acción le tomo totalmente desprevenido pues no sabía cómo actuar frente a un omega asustado, le causo un poco de rechazo el contacto repentino del abrazo pues hacia mucho que no estaba tan cerca de otro ser humano, el aroma de alivio que desprendía lo relajo eliminando al instante toda incomodidad. Él chico era más bajo que él y que temblaba como gelatina, obviamente no era una amenaza ni nada parecido, sentía que debía cuidarlo y protegerlo de todo en aquel infierno, lo cual le pareció extraño tener una necesidad de ese tipo.

Estaba en aquel totalmente extraño momento, al parecer de Steve, cuando escucho un rugido que no había escuchado hace ya mucho tiempo, pero reconocería siempre y en cualquier lugar "un corredor", así se le denominaba a un tipo de zombi en específico, los cuales se distinguían por correr mucho más rápido que el resto, eran más ágiles, más listo a la hora de cazar y una gran molestia, pues costaba mucho más matarlos porque eran más resistentes y sabían esquivar las balas los malditos, aquello alerto a Steve, no se podía ni quería enfrentar a aquella cosa. Tomo la mano del castaño y corrió con todas sus fuerzas, sentía que en cualquier momento aparecería aquel maldito corredor y si aparecía acompañado, lo cual era muy probable, seria su fin.

Ya había visto uno antes, hace bastante tiempo atrás conoció a unos idiotas que quisieron demostrar que eran invencibles y se enfrentaron a un corredor. No se percataron que no iba solo, varios zombis corrientes lo acompañaban los cuales rodearon a los idiotas. Tan concentrados estaban en el corredor que para cuando se dieron cuenta que estaban rodeados ya era demasiado tarde y fueron devorados completamente, jamás olvidaría aquel suceso.

Volviendo al momento actual, corría con todas sus fuerzas arrastrando al omega, iba sujetando fuertemente su mano sin aflojar en ningún momento su agarre, sintió como a este le costaba seguirle el paso y como tropezó en varias ocasiones, aunque en ninguna alcanzó a caer hasta que ocurrió, tropezó con una piedra y Steve solo le jalo fuerte su mano y así logro estabilizarlo y seguir huyendo, pero tiro tan fuerte del omega que este dio un quejido de dolor, se sintió mal lastimar al omega, pero sus vidas corrían peligro, ya se disculparía luego si se acordaba.

Ya habían corrido varias cuadras cuando nuevamente escucho el rugido del corredor, volteó su rostro rápidamente en dirección de donde provino el rugido cuando lo vio, se veía enorme, casi de su altura y parecía ir completamente erguido a diferencia del resto de zombis que siempre se encontraban encorvados y corría muy rápido en su dirección. Steve sintió la adrenalina resurgir en su organismo y acelero aún más el paso tirando muy fuerte del omega, el cual ya estaba casi en su límite y se estaba esforzando lo máximo que podía para seguir adelante y Steve lo sabía, ese omega cedería pronto al cansancio.

Fue entonces cuando lo vio, un callejón, podrían perderlos por ahí, giro y se adentró en aquel callejón, pero rápidamente se arrepintió, era un callejón sin salida, estaban perdidos. Miro la salida del callejón y supuso que el corredor ya estaba muy cerca, salir y seguir corriendo no serviría de nada, los atraparía en cosa de segundos. Apretó la mano del pequeño omega mientras miraba por todos lados buscando una forma de salir de aquella situación, el omega solo sollozaba mientras se apegaba a él y se aferraba de su chaqueta, sin soltar en ningún momento su mano, la cual ya le dolía a causa del fuerte agarre del alfa. Ya casi se daba por perdido cuando lo vio, su forma de sobrevivir, una ventana abierta en un tercer piso.

Corrió hasta ella y utilizo lo que alguna vez fue una escalera de emergencias, la cual estaba pegada a un lado del edificio, le ayudaría para poder subir. Hizo que el castaño subiera primero y lo empujaba bruscamente para que subiera rápido, mientras el subía detrás de él. En la parte la escalera que conectaba el segundo piso con el tercero estaba en muy mal estado, eso los beneficiaba y a la vez los afectaba. El beneficio era que los zombis no podrían subir hasta el tercer piso sin que el se diera cuanta, lo cual les daría tiempo para huir de ser necesario. Los afectaba en que les tomaría mas tiempo poder seguir subiendo la escalera. Tomo al castaño de la cintura lo ayudo a subir, este se aferró temeroso de los fierros de la escalera para poder subir, Steve lo sujeto en todo momento para evitar que cayera o se hiciera daño, a la vez que lo incitaba a que lo hiciera rápido. Una vez que el omega estuvo arriba vino el turno de Steve quien se apoyó en una parte de la baranda para darse impulso y de un salto llego al siguiente nivel de la escalera. Ya estando arriba se apuró en empujar al omega para que entrara por la ventana que tenían al frente, luego se metió él por la ventana y la cerro rápido, justo en ese momento apareció el corredor, junto las cortinas y miro por entremedio de ellas, efectivamente el maldito corredor era tan alto como él, se notaba que tenía más masa muscular, caminaba casi completamente erguido y miraba furioso por todos lados, los estaba buscando, rugió fuerte por frustración pues se le habían escapado sus presas.

Steve no pudo evitar pensar que aquel zombi parecía ser una especie de alfa, no solo por su forma física sino también porque las veces que se había topado en estos, solían estar rodeados por otros zombis y había escuchado por la radio, que estos corredores siempre estaban acompañados y era muy raros verlos solos o en compañía de otro corredor.

No le quiso dar más importancia, se giró mirando por toda la habitación, inspeccionando que fuera seguro hasta que encontró la puerta, el omega nuevamente estaba aferrado a él, pero esta vez si hizo que lo soltara, este no quería soltarse por lo que estuvo que usar su fuerza y ser brusco para que lo soltara dejándolo sentado en el suelo, quería acercarse a la puerta para poder cerrarla con seguro, una vez hecho miro nuevamente por la habitación en la que se hallaba y diviso la otra puerta, se acercó y se dio cuenta que daba al baño, cerró la puerta y se acercó nuevamente a la ventana, miro entre las cortinas hacia el callejón, aun habían zombis deambulando y quizás no se irían pronto. Maldijo para sus adentros, tendría que pasar la noche en aquel apartamento con un desconocido el día antes del cumpleaños de su hermana menor, perfecto.

Suspiro agotado, al menos seguía vivo, ya buscaría una forma de salir de aquel lugar, se apoyo en un muro y se deslizo por este hasta quedar sentado en el suelo, se percató del aroma a miedo que empezaba a invadir la habitación por lo que miro al omega que seguía sentado donde lo había dejado minutos atrás, tenía la mirada clavada en el suelo, temblaba mientras se abrazaba así mismo y se notaba que estaba tratando de contener su llanto, suspiro nuevamente, a veces no se entendía el mismo y se odiaba por ello.

- Oye. – lo llamo con una voz gruesa haciendo que el chico se sobresaltara. – Ven aquí. – el omega obedeció y se paró frente él. – Ya puedes estar tranquilo, estamos a salvo por el momento. – le dijo con la voz más amable que podía poner, realmente estaba perdiendo la costumbre de hablar con otro ser humano. – Lamento haberte tratado mal hace un momento, no quis... – no pudo terminar de hablar, el omega se había lanzado sobre él abrazándolo con fuerza mientras temblaba y trataba de contener su llanto, Steve soltó otro suspiro. – Llora. – le dijo firme mientras le correspondía el abrazo y acariciaba suavemente su espalda. – No te alejare esta vez lo prometo, solo llora y deja que todo salga, estamos en un lugar seguro y nada te pasara. – fue entonces que el omega lloro y soltó todo el dolor, sufrimiento, miedo y desesperación que tenía por dentro. Mientras Steve acariciaba su espalda suavemente mientras liberaba de sus feromonas para hacerlo sentir seguro.

Steve no puedo evitar reprenderse internamente un par de veces mientras sostenía al omega en sus brazos, se repitió en su mente una y otra vez. – ¿Que es lo que hice? –

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Disculpen la demora, soy algo perfeccionista y me costo lograr que quedara bien. 

Una cuantas aclaraciones:

- Invente el tiempo que demora entre NYC y Georgia.

- Harley-Davidson existe y es una famosa marca de motocicletas, por si alguien no lo sabia.

- Un pequeño adelanto muy a futuro, Steve le pondrá a uno de sus hijos Harley por la moto.

- El museo Solomon R. Guggenheim, también existe se encuentra en NYC frente Central Park, es un museo de arte moderno temprano y arte contemporáneo.  Vía Wikipedia. 

- El puente Williamsburg, es un puente colgante en la ciudad de Nueva York que cruza el río Este y conecta el Lower East Side de Manhattan en la Calle Delancey con el barrio Williamsburg de Brooklyn en Long Island en Broadway cerca de la Brooklyn-Queens Expressway. Vía Wikipedia. 

- Empire State, es un famoso rascacielos de NYC.

- Subway, así se le dice al metro en USA en los cuales existen baños públicos por lo que tengo entendido, desconozco si en todos. 

- Time Square, es una intersección de calles en Manhattan. Recibió su nombre actual por las oficinas de The New York Times, que se encontraban en el edificio One Times Square. Se ha convertido en un ícono mundial y símbolo de la ciudad de Nueva York que se caracteriza por su animación y por la publicidad luminosa. Vía Wikipedia.  

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Eso seria todo por ahora, espero que les haya gustado.

Cualquier duda, acotación, etc. Díganmelo en los comentarios.

Gracias por leer.