3. Pesadilla🎪

¡Hey! Solo venía por aquí para decirles que hay escenas un poco delicadas en este cap, así que, como dirían en las películas: se recomienda discreción. Disfruten la lectura 🖤
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Domingo 24 de Octubre del 2011. 4:58 AM.

«- Diablos. Es virgen. Y yo me la follaré toda -dice una voz que desconozco...

-Yo voy primero, idiota -contesta otra voz...

-Vamos.

Dicen otras cosas, no entiendo, no puedo notar sus caras, todo es tan confuso, siento manos en mi cuerpo, donde no deberían de estar, pero no puedo moverme, algo me lo impide...

-Eres una belleza, Sara...»

Sara, despierta...

Sara, despierta...

¡Sara, despierta!

Pego un pequeño brinco, ocasionando que me duela todo el cuerpo.

Abro los ojos viendo borroso, parpadeo tratando ver mejor y una pequeña punzada en la cabeza hace que los cierre de golpe de nuevo.

«- Mi bella Sara, no debiste decirle a mis padres que se fueran... -dice... dice...»

Abro los ojos de nuevo de golpe, analizando a mi alrededor. Lo primero que sé es que estoy semi-sentada en una cama, es un cuarto, estoy en un cuarto. Tiene paredes color crema y está casi vacío.

Es la habitación de huéspedes de los Hernández.

Bueno, sé que no estoy en un lugar desconocido al menos. Sigo mirando lentamente, en el suelo hay ropa.... ¡Mi ropa! Sigo mirando y veo dónde están mis bragas, mi sujetador...

Observo mi cuerpo, estoy totalmente desnuda, grito por la sorpresa, obteniendo otra punzada, instintivamente me tapo con las sabanas.

Cuando me siento bien cubierta, noto que las sábanas ya estaban desordenadas, sigo mirando y veo hay un ligero color rojo por la orilla de ésta, es... ¡Es sangre!

Respiro pesado, no encuentro respuesta a lo que estoy viendo, lo último que recuerdo fue... fue...

-El beso... -susurro tocándome los labios temblando. No sé por qué, pero lágrimas empiezan a caer en mi rostro, empezándome a nublar la visión.

Me las seco temblorosamente y trato de moverme, mas un intenso dolor proveniente de mi entrepierna me lo impide.

Alzo un poco las sabanas para ver mi cuerpo y noto que... noto que... la sangre... ¡La sangre proviene de mi cuerpo!

De mi zona privada...

Con toda la fuerza que tengo, con el dolor casi haciendo que grite salgo de la cama quedando parada en medio de la habitación, desnuda, voy al cuarto de baño que tiene la habitación cojeando por el dolor y en cuanto llego reviso bien mi cuerpo adolorido.

Quedo en shock cuando me miro en el espejo. Tengo el cabello totalmente desordenado, mi cuerpo... tiene como chupones en el área de la cintura y pechos, mis... mis piernas tienen sangre de mi zona íntima y en la espalda tengo algo escrito que no distingo desde lejos por el resto de lágrimas en mi cara.

Me acerco al espejo para ver mejor el escrito.

Bella

Está escrita la palabra "bella" en mi espalda...

Y el único que me dice bella es...

-Nathan... -digo en el hilo de mi voz.

No, no. Esto no puede estar pasando, Nathan no me hizo esto, es imposible, es...

Salgo lo más rápido que puedo del baño entrando al cuarto de nuevo.

Y Quedo en el umbral cuando lo veo...

Las sábanas están más movidas, hay un brazo que sobresale en una esquina y también una pierna.

Me acerco a la cama despacio y quito la temblorosa hasta ver la espalda con un... con un pie en ella...

No, esto no puede estar pasado, es un mal sueño, tiene que ser una pesadilla...

Quito la sabana por completo y ahogo un grito al ver dos cuerpos de hombres con solo bóxer... el primer cuerpo que veo es... es del amigo de Nathan y el segundo... el segundo es el de él.

Me alejo ferozmente de la cama, volviendo al baño y cerrando la puerta casi de sopetón, aguantando fuertes sollozos cubriendo mi boca.

Las piernas me tiemblan, siento un pequeño frío por todo mi cuerpo por no cargar ropa, me dejo caer en el suelo, cubriendo ahora mi rostro, dejando que las lágrimas mojaran mis manos.

No creo que esto esté pasando, no puede ser lo que yo estoy pensando... Nathan no pudo haberme... no pudo haberme violado

-Esto tiene que ser una pesadilla... -hablo entre un sollozo.

Tengo que salir de aquí, no puedo estar aquí.

Abro la puerta y busco mi ropa colocándomela lo más rápido posible, tratando de no hacer ningún ruido para no despertar a mis supuestos violadores.

Tal vez es solo una pesadilla en la que no he podido despertar...Pienso al terminar de colocarme los shorts.

Veo que mis zapatillas están en una esquina del cuarto, es lo único que me falta para marcharme de la habitación -y de la casa entera-, me agacho para que no me duela mi zona íntima, gateo hacia ellas y llego hasta donde están.

Pero en cuanto las veo me detengo, tienen algo adentro. Tienen... tienen...

-No, no -digo por lo bajo sintiendo de nuevo las lágrimas recorrer mis mejillas- uno... dos... tres... -suelto un sollozo.

Cinco, he contado cinco condones.

Y están usados.

Ya es un hecho...

Ya no soy virgen...

Y mi primera vez... fue una violación.


🎪🎪🎪


Domingo 24 de Octubre del 2011. 03:50 PM.

-Sara, vamos a hablar -dice Natalia a través de la madera de la puerta de mi habitación-. Te fuiste a no sé qué hora de la casa, no contestas mis llamadas, no te he visto desde anoche que Nat te llevó a la cama.

-No digas esa palabra -le grito cubriéndome las orejas con la almohada.

-¡No sé de qué estás hablando! -se desespera- Abre esa puerta o te juro que la derrumbo.

-Haz lo que se dé la gana -hablo más bajo, haciéndome un ovillo.

No he salido de mi habitación desde que llegué a mi casa, ni siquiera he comido, no me han dado ganas de siquiera desplegar las cortinas, estoy a plena oscuridad, con una pijama, los ojos hinchados y sin ganas de hablar con nadie, menos, con la hermana de uno de mis violadores.

-¡Arg! -toca fuerte la puerta- ¡Sara! ¡Maldita sea. Abre la puerta! -vuelve a tocar más urgente

-No quiero ver a nadie -pronuncio

Y menos a ti....

Los golpes en la madera cesaron, relajo un poco el cuerpo -porque ya me duele estar en esa posición- y tomo una respiración profunda para tratar de dormir un poco.

Pero entonces, escucho como se abre la puerta y al abrir los ojos veo que alguien ha prendido la luz.

Giro de inmediato en la dirección de la puerta. Natalia está en el umbral con una sonrisa de satisfacción.

-Nunca pensé que lo que hacen con la tarjeta de crédito en las películas me funcionaría en la vida real -dice mirando la tarjeta.

-Sal de aquí -me volteo de nuevo esperando a escuchar la puerta cerrarse.

-Oh, sí. Toqué un millón de veces hasta cansarme, hice una maniobra de las películas para abrir la puerta y ahora que te veo con los ojos rojos y apagados me voy como si nada -responde con sarcasmo en su voz-. Sí, eso suena mucho a una mejor amiga.

-Déjame, Natalia. No quiero ver a nadie.

Sin sentir sus pasos siento como trata de quitarme la almohada de mi cara, forcejeo para que no vea mi cara en cuanto me la quita pero estar en una esquina de mi habitación - porque no quería estar en la cama- me lo hizo más difícil.

-Sara, por favor dime qué te pasa -la miro de reojo, tiene expresión de preocupación-. Te fuiste demasiado temprano. Ayer ni siquiera disfrutaste de la fiesta cuando te dormiste.

-Yo no me dormí -le digo por lo bajo.

-Claro que si dormiste -contradice-. Nathan te llevó a la habitación de huéspedes

Donde me violó. Pienso pero no lo digo.

-Dime qué ha pasado -exige con preocupación Natalia-. Soy tu mejor amiga, sabes que me puedes contar todo.

-¿Pero por donde empiezo? -pregunto con ganas de llorar.

-Por el principio...

-Ese es problema -la interrumpo gélida y quebrada-. No puedo empezar si no recuerdo el principio -una pequeña lágrima escapa mi ojo izquierdo, cierro los ojos- el principio de mi pesadilla.

-Sara, me tienes al punto del colapso -ella me abraza sin que yo le corresponda, agarra mi rostro obligando a que la vea, abro mis ojos encontrándome con su mirada cristalina-. Te lo suplico, dime qué pasa, ¿Qué es lo que tienes?

Me quedo en silencio mirándola a los ojos, esos ojos... tan parecidos a los de su hermano, al que en la noche le entregué mi corazón confesando que también me gustaba.

¿Cómo decirle que su hermano y su amigo me violaron en la noche, que tal vez le echaron algo a mi bebida para que durmiera y aprovechando el ruido de la fiesta abusaron de mí? ¿Cómo le digo que su hermano además de romperme el corazón me ha quitado algo tan preciado?

-Sara, por favor -se le sale una lágrima de un ojo-. Habla, grita ¡Pero habla! Por favor Sara, dime qué te pasa.

Tomo una dificultosa respiración y abro la boca para decir:

-T-tu -tartamudeo- tu-tu

-¿Yo? -me interrumpe.

-N-no. T-tu her-hermano

-¿Nathan? Él también está preocupado, dijo que venía en camino pero puedo llamarlo para-

-¡No! -exclamo esta vez haciendo que ella suelte mi rostro.

-Voy a llamar a Nathan -anuncia

-¡No lo hagas! -exclamo de nuevo.

-¡¡Maldición!! ¡¿Qué pasa con Nathan, Sara?! -se exalta esta vez ella.

Sin pensarlo más, lo suelto:

-¡¡Tu hermano y su amigo me violaron!! -grito tan fuerte que desgarra mi voz al hacerlo, suelto un sollozo- Me violaron, Natalia. Tu hermano me violó en la noche, y su amigo también.

Silencio.

Lo único que hay de su parte, es un espeso silencio, lo único que se escucha son mis sollozos, lo que son causado por algo que no tiene solución, que no puede remediarse con un simple abrazo.

Lo que me quitaron fue mi virginidad, algo muy importante para mí, algo que no se puede recuperar por arte de magia...

Cuando ya está cesando mi llanto, lo único que se escucha es una carcajada, una carcajada de Natalia.

¿Qué mierda...?

-Está muy buena la broma -dice ella con una sonrisa en el rostro.

-¿Qué broma? -pregunto incrédula- Natalia esto es en serio, tu hermano con su amigo me han violado, ¿Y tú lo que haces es reírte?

-Oye, mi hermano puede ser lo que sea, pero no llegaría a esos límites -emite otra risa.

-Esto es la verdadera broma, ¿verdad? -ella hace una mueca, rio con amargura- ¡desperté esta mañana desnuda! Con dos -le muestro dos dedos de mi mano- hombres con solamente su ropa interior durmiendo plácidamente mientras yo estaba que no entendía nada ¡ni siquiera recuerdo el momento en que quedé dormida! -me exalto, suspiro en frustración- solo recuerdo ese maldito beso.

-¿Ves? Tú y mi hermano se besaron y tú dices que te ha violado. Ya está bueno, Sara -dice ella como si fuera un verdadero juego-. Ahora dime que te pasó en verdad.

-¡Esa es la verdad! -repito.

Otro silencio, no dice nada, solo se queda mirándome, parpadeando de vez en cuando.

-Me voy -dice por fin, levantándose.

-Espera, ¿Qué?- me levanto también- vienes aquí toda preocupada por mí, te digo de una vez por todas qué es lo que pasa, ¿y no te vas sin decir nada?

-Mi hermano no es un violador.

-¡Claro que sí!

-¡No! -grita ella, mirándome con algo que no describo- Mi hermano no es así, él no pudo haberlo hecho.

-Sí lo hizo, Natalia -me acerco un poco- me usaron -pronuncio con dolor y rabia- me usaron como muñeca de trapo, y no solo lo hicieron una vez, Natalia. lo-

-¡Basta! -grita ella callándome-. No te creo nada, ¡Él no fue!

-¡Sí fue, Natalia! ¿Tú crees que jugaría con algo tan delicado? ¡tu hermano me ha violado, esa es única verdad!

-Cállate -se voltea a la salida alcanzando la puerta

-¡Natalia! -le grito, cierra la puerta estruendosamente- ¡Natalia! - grito pero ya no puede escucharme- ¡Arg! -me desordeno más el cabello con rabia.

No sé por qué tengo tanta rabia, era obvio que no me iba a creer, pero creo que yo aun tenía la esperanza de que me creyera.

Escucho como la puerta vuelve a abrirse.

Natalia después de todo me creyó... pensé un poco aliviada, pero fue más que un error.

-¿Qué demonios haces aquí? -pregunto con rabia, dando un paso atrás.

-¿No te alegra verme, bella? -pregunta Nathan con una sonrisa sínica.

-Lárgate -exijo firme.

Sé que lo que debería sentir ahora es miedo, pero ahora mismo lo que predomina mi cuerpo una rabia intensa y asco.

No voy a tenerle miedo.

-Pero si vine a ver cómo te sentías, ¿no ves que me tienes-

-¿Qué no escuchas? ¡Fuera! -le lanzo una almohada que tenía cerca, el solo se ríe en el umbral de la puerta-. Voy a ir a la policía a denunciarte.

-No van a creerte -dice entre risas.

-Ya veremos -digo firme dando pasos a la puerta pero, al tratar de salir él me lo impide- ¿Qué? ¿tienes miedo? -ladeo la cabeza, vuelve a reírse haciendo que me estremezca.

Trato de salir de nuevo del cuarto, mas Nathan con un brazo cierra el paso.

-Muévete -digo despacio, pero él ni se inmuta, le empujo el pecho con la fuerza que me queda- ¡Muévete! -lo vuelvo a empujar

Creo que fue mala idea empujarlo, ¿Por qué lo digo? Bueno, por esto:

Nathan en un ágil movimiento quita la mano de la puerta y agarra mi cuello, apretándolo un poco.

-Suéltame -ordeno, diciendo las palabras lento.

-¿Por qué? -pregunta con falsa ingenuidad, ladeando la cabeza-. Si ayer no te quejabas que te agarrara así, bella -agarra mi cabello, enrollándolo un momento con su dedo y lo vuelve a soltar-. Cuanto me gustaba colocarte el cabello en el mismo cuello... -se muerde el labio y me acerca un poco a su oído- ¿Nunca mencioné que adoro tu cabello? -susurra, haciendo que sienta un asco por mi propia cabellera. Me aleja de su oído dejándome ver su repulsiva cara.

-Tú y tu amigo van a pudrirse en una maldita cárcel por haberme violado -él aprieta ligeramente una parte de mi cuello, entorna los ojos con un poco de confusión, rio débilmente por su mano- ¿Qué? ¿Pensaste que te tendría miedo? ¿Qué temblaría? ¿Qué lloraría porque me sueltes?

-Sé que estas temblando de miedo, bella -dice seguro, vuelvo a reír.

-Estoy temblando, pero de la rabia -le digo entre dientes- No te tengo miedo, ¿sabes lo que si te tengo? -sin previo aviso le escupo en el ojo, haciendo que lo cierre y en un movimiento (que no sé cómo lo hice) le doy entre las piernas para que suelte mi cuello.

Caigo sentada pues me había levantado un poco del suelo, cuando me levanto le propino una patada en el estómago. Le agarro el cabello y le susurro de la misma manera que lo hizo hace unos momentos:

-Lo que yo siento por ti, es un desprecio que no me cabe en el pecho, un asco -controlo mi respiración por lo de mi cuello- un asco... que de solo mirar tu inmundicia cara me dan ganas de vomitar.

-Pero sí que te gustaba antes de hacerte mía -dice con una pequeña sonrisa de suficiencia.

-Yo no soy tuya -le aclaro con una marga sonrisa-. Y antes es pasado, al igual que ese sueño de creer que en verdad te gustaba.

-Yo nunca dije que fuera mentira.

-Ya no me importa lo que pienses -interrumpo sabiendo a lo que se refiere.

Con la fuerza que puedo juntar en el momento -además de la adrenalina- golpeo su estómago de nuevo y agarro una buena cantidad del cabello de Nathan y lo saco de la habitación y, por si acaso -y por la rabia- le propino un puñetazo cerrando la puerta.

-Intenta todo lo que quieras, mi bella... -dice en el otro lado de la puerta- pero con el dinero que tengo nunca te creerán y si empiezan una investigación no encontrarán nada.

Maldita sea, tiene razón. En Paez el servicio de la justicia nunca ha servido para nada, siempre dejan los casos a la primera y cuando investigan nunca llegan a nada.

-Bella... -vuelve a hablar- yo no habría hecho esto, pero sabía que no ibas aceptar estar conmigo...

-¡Yo no estuve contigo! -exclamo golpeando la puerta- ¡Tú me violaste! ¡Abusaste de mí! Preferiste quitarme algo importante para mí que dejarme claro que no te gustaba, solo querías mi cuerpo. Solo... solo querías desgraciarme la vida -se me quiebra la voz en lo último, flaqueo pero trato de no caer de rodillas, las lágrimas están amenazando por salir pero tampoco dejo que salgan en ese momento.

-Sólo lo hice porque tú no ibas a querer -miente-. Además, tú me provocaste vistiendo ese sensual esco-

-¡Cállate! -le digo agitada- Largo, ¡fuera de aquí! -golpeo de nuevo la madera de la puerta- ¡Lárgate! -inhalo con la dificultad de estar aguantando las ganas de llorar, pero se me escapan lagrimas- Lárgate... -susurro por lo bajo- Solo... solo lárgate.

He perdido la batalla de la poca calma que tenía, mi respiración ya está entrecortada por el agite, mis piernas me tiemblan y caigo de rodillas y para sumarle a mi estado la entrepierna todavía me duele.

Escucho la puerta principal cerrarse, suponiendo que es Nathan que se ha ido.

-Eres un maldito desgraciado -insulto en el aire-. Te odio... ¡Te odio, te odio! -grito ya dejando caer unas cuantas lagrimas que me limpio con rabia. Suelto un sollozo frustrado, pataleando, gritando, llorando- Lo peor es que no puedo hacer nada -menciono con una risa amarga-. Me desgraciaste la vida... y no puedo hacer... no puedo hacer nada

En serio quisiera que esto fuera una maldita pesadilla, que en verdad me he quedado dormida y me despertara en la cama de Natalia porque su fiesta estuvo hermosa, que me contaría lo qué pasó con los chicos que bailó, que yo hubiera cantado las canciones a todo pulmón y ver que cómo ella fue que apagó las velas.

Es una pesadilla para mí, yo soy la que está sufriendo.

Lo que no me cabe en la cabeza es que me han... me han violado, y tengo una tristeza y rabia que no me puedo quitar.

¿Y si esto en realidad si ha sido mi culpa? ¿En verdad habré provocado de alguna manera a Nathan para hiciera esto?

No, no. No me puedo echar la culpa. No es mi culpa.

Lo peor no es el dolor que tengo en corazón, es decir, pensé que en verdad le gustaba a Nathan pero viendo las cosas bien, veo que solo me drogó para llevarme a la cama.

Hubiera preferido que me hubiera rechazado...

Lo que más me duele es lo estúpida que fui por haberle creído de una vez que realmente tenía sentimientos por mí, fui una ilusa de catorce años pensando que su sueño se volvería realidad como en las películas o telenovelas. Él se aprovechó de mi maldita inocencia, de la ingenuidad que tenía en estas cosas. Y lo odio por eso, lo odio porque supo jugar y yo caí redondita.

Al final Natalia tenía razón en una cosa: Nathan era un cazador de conejos buscando en la pradera, y yo fui la presa que creyó que me cuidaría, cuando al final o único que hizo fue lastimarme.

Mejor dormiré un poco -si es que puedo-, si no me desconecto del mundo real la pesadilla me pesará más que ahora.


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09:59 PM

«- Sara, estás deliciosa -comenta...

-¿Por qué no hiciste esto antes si le tenías tantas ganas a la mejor amiga de tu hermana?

-Esperaba que estuviera más madurita -le responde Nathan-. Pero valió la pena.

-¿Recordará algo? ¿Nos estará escuchando?

-No lo creo, le di mucho de esa droga en el último vaso.

-Déjame disfrutar a mí -protesta la voz que reconozco como lo de Fabrizio.

-Ya te la dejo... solo déjame follarla por detrás.

-¿Qué está pasando? -pregunto moviéndome, siento una legua en mi boca.

-Shh, mi bella durmiente -dice entre mi boca.»

No, no. Tengo que moverme, pero no puedo, estoy paralizada...

Sara...

Sara...

-¡SARA!

Me levanto rápido haciendo que me pegue con algo en la cabeza.

-¡Ay! -grito sosteniendo la parte en donde me golpeé

No me he recuperado del todo, cada vez que cerraba los ojos he tenido pesadillas -mejor dicho recuerdos de lo que pasó- y no me dejan en paz, siento manos en mi cuerpo, me dan fuertes punzadas en la cabeza y los ojos me pesan.

-¡¡Sara!! -abro los ojos a más no poder al escuchar el llamado y me paralizo al verlo tan de repente.

-¡Papá! -exclamo alzando los brazos en petición de un abrazo, pero él solo se acerca hacia mí con una mirada... con una mirada... que no sé describir y bajo los brazos de nuevo.

Él camina lento y con unos cuantos tropiezos. Y en cuanto veo como se acerca a donde estoy noto la botella que tiene en la mano.

Empieza a decir algo entre dientes, mas lo dice en balbuceos y no logro entender.

-Papá -le llamo temblorosa al ver que me fulmina con la mirada- ¿Qué... Qué te pasa?

-Eres... -empieza a decir con voz de borracho, ya estando muy cerca de mí- eres... ¡Eres una maldita perra! -de manera rápida, se abalanza a mí ocasionando que grite- ¡Arruinaste mi puta vida! -exclama al sostenerme de las muñecas, soltando la botella, haciendo que esta se quiebre en mil pedazos en el suelo - ¡Todo esto es tu culpa!

-¡¿De qué estas hablando?! - grito, forcejeando para que me suelte- ¡Suéltame!

-¡¡ES TU MALDITA CULPA!! -repite eufórico, su aliento alcoholizado choca directo a mi boca, haciendo que me den ganas de vomitar- ¡¡Desgraciaste mi vida cuando te acostaste con ese muchacho!! - al escuchar eso me defiendo diciendo:

-¡No me acosté con él! ¡él me violó! -trato de zafarme o moverme a otro lado, pero papá me supera en fuerza- ¡¡No tuve culpa de nada!!

-Por ser tan perra te violó, siempre enseñabas las piernas ¡¡Por andarte de una puta perdí mi trabajo!! ¡¡estoy sin dinero por tu culpa!!

-¿De qué estas hablando? -le pregunto desconcertada

-Que la familia Ramírez al enterarse que ya no eres virgen me despidieron -dice con la voz áspera

-¿Qué? ¿Por qué? -pregunto, aún sin entender nada.

Al hacer esa pregunta, papá me aprieta más las muñecas, ocasionando que me duelan un poco.

-El Señor Ramírez y yo teníamos un trato -dice con voz gélida. Abro los ojos como platos imaginando sus planes, él continua:- tú ibas a ser novia de su hijo y yo sería el nuevo jefe de la compañía -en un gesto rápido, me levanta del piso, obligándome a pararme- ¡Yo iba a ser rico! -exclama con una sonrisa de loco, (y no en el buen sentido)- ¡Iba a ser millonario! -suelta una risa amarga y, sin previo aviso, me empuja hacia la cama-. Pero... todo se arruinó. Porque se enteraron de lo hiciste anoche ¡Porque fuiste una inmunda puta!

-¡Papá, yo no-

-¿Papá? -pregunta incrédulo- yo no soy tu padre -se ríe.

Quedo en shock, lo único que puedo pronunciar es un sonoro:

-¿Qué? -él vuelve a reír.

- Es increíble que Clara jamás te lo dijo -vuelve a reírse y me mira de arriba debajo de una manera que hace que vuelvan las náusea-. Como ya dije, yo no soy tu padre. Tu verdadero padre las abandonó al momento que supo que venías en camino, solo se acostó con tu madre y se fue.

Me quedo un momento sin hacer nada, procesando lo que pasa, lo que acabo de escuchar.

¿Christian no es mi padre?

¿Mi verdadero padre me abandonó?

¿dejó a mi madre porque no se quiso hacer cargo de algo que hizo?

¿Él solo... se fue?

-Debí haberte cuidado mejor -dice después de un pequeño silencio aquel que creía mi padre, suelta una de mis muñecas y me agarra la barbilla, obligándome a mirarlo- saliste igual de puta que tu madre.

-¡Mi madre no era ninguna puta! - rujo al escuchar que la insulta, me vuelve a agarrar la muñeca- ¡Suéltame! ¡Maldita escoria!

Insultarlo no me favoreció, porque en cuanto me traté de zafar otra vez este -ahora para mí- desconocido me tomó del cuello, empezando a ahorcarme, colocándose a horcadas en mi cuerpo en la cama, haciendo que tosa en busca de aire.

-Suel... -toso- suéltame.

-Pídeme perdón -dice al acercar a mi oído, sintiendo su aliento en este- ¡Pídeme perdón -grita.

-Per... perdón -le digo, y al hacerlo puedo ver una pequeña sonrisa, una sonrisa que no me gusta.

-¿Sabes? -dice al dejar de apretar mi cuello (mas aún lo sostiene)- Creo que sé por qué Nathan -aprieto la mandíbula al escuchar su nombre- te hizo lo que hizo. No puedo culparlo del todo -el tipo se muerde los labios, empezando a verme de una manera que no me gusta, suspira-. Bueno... para negocios ya no me sirves -ladea la cabeza mirando mi cuerpo- pero creo que para otras cosas sí.

-No, por favor -ruego al ver que una de sus manos va mi pecho, lo empujo pero al instante me agarra de nuevo las muñecas, colocándolas arriba de mi cabeza, grito al sentir su lengua en mi cuello- ¡No! -vuelvo a gritar, siento las lagrimas en mi rostro- ¡Suéltame!

-Sí... Sí ¡Muévete así! ¡no te quedes quieta! ¡muévete que así me gusta!

-Suéltame -digo entre sollozos.

-Tengo que cobrarme lo que me hiciste perder, Sarita -dice cuando siento que una mano va mis pechos-. Además, así sabré que tanto te desfrutó Nathan.

-No... ¡No! -exclamo tratando de soltarme de su agarre, pero él lo único que hace es reír como un desquiciado borracho- ¡Asqueroso animal! Suéltame.

-Insúltame -grita al desabotonar los botones de mi pijama, trato de voltearme y no puedo- Sarita, eres hermosa, Sarita.

-¡Nooo! -se me desgarra la voz, grito, me remuevo sin lograr zafarme.

Escucho sus risa mientras lame mis pechos, mi vista esta borrosa por las lagrimas, grito, rogando que me suelte, porque en este momento sí tengo miedo, tengo repulsión por cada toque y cada mordida.

Ahora me doy cuenta que no recordar nada y saber de mi violación no es la pesadilla más grande y horrible. La parte más horrible es cuando estás consciente de las acciones de tu violador, sentir sus manos en tu cuerpo sin tu permiso. Los dos son horribles, espantosas, pero peor es cuando estás consciente de este acto tan vil que le hacen a muchas personas.

Christian, el que pensé que era mi padre todo este tiempo, hace una ligero movimiento para acomodarse en mi cuerpo y siento las manos menos apretada. Sabiendo lo que va a hacer, miro un poco hacia abajo y se desabrocha el cinturón, las respiración se me acelera al ver que se sacará su miembro y ahí, con todo el miedo a ser violada otra vez, al presenciar ese acto, veo la oportunidad perfecta para escapar.

Cuando el miembro de ese asqueroso hombre está por salir de su ropa interior, miro mi situación y de un calculo que espero que funcione, rápido subo un poco hacia arriba de la cama y no sé cómo, pero gracias a cielo Christian no se sorprende tanto, pero sí se desequilibra y al hacer eso logró propinarle un golpe con mis dos rodillas a su miembro con todo la fuerza que tuve en ese momento. Lo siento caliente y me dan ganas de vomitar pero le propino otro golpe ocasionando que el grite y al momento que sé que caerá encima de mí giro mi cuerpo completo zafándome del agarre en mis muñecas, volteándolo y quedando ahora yo en horcadas sobre él.

Con toda la rabia acumulada, le doy un puñetazo en la cara, luego otro y otro más aprovechando el dolor que siente en su entrepierna. Respiro rápido por la adrenalina y al ver cómo se retuerce me bajo rápido de su regazo y salgo corriendo de la habitación, al llegar a la cocina, veo un celular y pienso en llamar una policía pero entonces recuerdo las palabras de Nathan:

-Intenta todo lo que quieras, mi bella... pero con el dinero que tengo nunca te creerán y si empiezan una investigación no encontrarán nada.

Christian ya no tiene dinero, pero estoy segura que los policías no van a hacer nada y yo terminaré otra vez violada.

-No, eso no puede pasar -me digo a mí misma.

-¡Puta perra! -escucho que grita Christian haciendo que pegue un salto- ¡La pagarás desgraciada!

Mi reparación no se ha controlado, estoy agotada y agitada, me siento débil y me duele el cuerpo. Pero no me quedaré en esta casa, no puedo estar aquí y mucho menos con él.

Podré quedarme callada, pero no quieta en este lugar.

Escuchando pasos titubeantes del pasillo, salgo corriendo en a la sala en dirección a la puerta, la abro con manos temblorosas, y cuando escucho otro insulto de su parte, la cierro de sopetón y le pongo cerrojo por si intenta seguirme.

Salgo corriendo con el frío de la noche, abrochándome los botones del pijama para abrigarme aunque sea un poco, en el camino me tropiezo con una piedra y me esguinzo el tobillo, pero aun con el dolor punzante busco un refugio o algo en dónde esconderme.

Dificultosamente cruzo una esquina donde hay una tenue luz, y descanso un poco ahí

Fue un gran error.

-Chicos... -escucho que dice una voz, al voltearme veo un borracho horrendo que me mira como lo hizo Christian- ¡Miren! -se lame los labios- tenemos carne fresca.

De pronto, veo que aparecen más siluetas detrás del borracho, asustándome.

Trato de levantarme, pero el tobillo no me ayuda, trato de nuevo y no puedo. Veo que se son tres con cuando al fin se muestran y me paralizo por lo horrendos que están, mi respiración todavía está entrecortada por correr y ahora se acelera más, el corazón lo siento en la garganta, la boca la tengo reseca...

Los borrachos se acercan sin prisa, lo más probable porque vieron que no pude moverme o hacer un movimiento. Pero veo que uno se está acercando más rápido y lo único que hago en gritar.

Ellos se acercan más, mis ojos me arden y empiezan a humedecerse de nuevo.

-Disfrutarás mucho de esto, linda -dice el que se esta acercando más a mí.

-No, por favor -digo entre el llanto.

Sé que esas personas no me harán caso, que no me tendrán piedad y hasta puede que quede embarazada o muerta sabiendo que esos hombres no usarán protección conmigo, respiro ya muy pesadamente.

Mi pesadilla es peor de lo que llegué a imaginar, ahora estoy casi al borde del colapso, tendida en el piso, esperando el destino que no puedo cambiar. Estoy que no puedo con mis propias emociones, respiro tan pesado y rápido a la vez, no distingo nada, y las voces de esos hombres son puros murmullos para mis oídos ahora.

Ya no puedo más, todas la fuerzas se me van, ya ni quiera siento el tobillo sabiendo que está herido.

Ya siento al hombre cerca de mi, y lo único que hago es abrazarme a mi misma porque ya no sé qué hacer, siento mi cuerpo tambalearse como cuando vas a dormir.

Sé que me voy a desmayar en unos momentos así que solamente cierro los ojos y, antes de irme a no sé dónde, digo como último respiro, en un débil susurro:

-Te veo en el cielo, mamá...

¡Hey! ¿Qué tal todo?

¡Uff! Capítulo un poco fuerte y largo🥵. De ante mano les pido una disculpa si hay unos errores ortográficos 🙏🏻.

Bueno... Ya supimos qué le pasó a Sara 🥺, ay mi Sara, me duele tanto verte así 💔.

Descarguen la rabia con Nathan, Christian y los borrachos aquí ( )

Debo admitir que esta es la primera vez que hago algo así, siempre me ha llamado mucho la atención estos temas, sobre todo porque sin que nosotros sepamos le puede estar pasando a alguien cercano o que conozcamos.

Quiero decirles a todos los que me leen, que nunca espero que esto le pase a alguno de ustedes, y para l@s que estén pasando por algo así o parecido, no deben quedarse callad@s, puede que dé miedo, que dé rabia, impotencia porque muchas veces la justicia tampoco ayuda mucho y la mayoría se quedan callados al saber que no funcionará confesar, pero solo... Inténtalo, ¿Sí? busca ayuda,apoyo ¡Lo que sea! Porque así, sabrás que no estás sol@

Hoy con este capítulo le digo: No a la violación. Hay que hacer justicia

No callen, sea hombre o mujer, no callen, hablen, y a aquellos que lograron salir de esto, les mando un fuerte abrazo, son mi mayor orgullo

Y este capítulo va dedicado a las personas que han superado estás u otras cosas puede que peores💪

Ay, no. Ya me puse sentimental 🙈. Mejor ya los dejo o puede que me ponga a llorar.

Déjenme un comentario sobre lo que opinan de el capítulo, prometo que los contestaré 🙏🏻

Y como dice el dicho: lo prometido es deuda👌🏻

Bueno, ahora ya me voy...

Hasta la próxima función🎪

Los quiero mucho 💙

R🌹

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