Capitulo Diez.

 —¡Alejate de mi cocina!

Riendo suavemente, Liam elevó las manos cuando Zayn blandio una cuchara de madera, sucia de salsa, en su dirección. Él solo habia intentado ayudar al moreno y esto era lo que recibia, lo admitia, no deberia haber intentado besar a Zayn mientras este cocinaba, además de que conocia muy bien la tolerancia cero del chico a tener a alguien más cerca de él cuando estaba preparando la comida, pero no habia podido resistirse a acercarse al ver al chico actuando tan casero. Extrañaba ver esa imagen.

Colocando su mejor expresión de inocencia, esperó hasta que el moreno bajo su arma impovisada y se movió hacia él, robando un beso con rapidez antes de salir huyendo. Escuchó los gritos de Zayn pero no se detuvo hasta llegar al sofá y sentarse a un lado de su hijo. Eros quitó su mirada de la televisión y lo miró, chupando distraidamente uno de sus juguetes.

Zayn apareció en la puerta, dandole una mirada, que pretendia ser enojada pero solo causo que Liam se riera, y señaló a su hijo—. Eros, es hora de ir a la cama, apaga el televisor.

—No, papi —Eros hizo pucheros en su dirección.

El moreno suspiró con cansancio—. ¿Tenemos que pasar por esto todas las noches?

Teniendo piedad del joven, Liam se inclinó y tomó a su hijo del suelo—. Aun no he visto tu habitación, cariño, ¿me la enseñas?

Eros lo miró con alegria y apunto hacia el pasillo. Liam le lanzó un beso sobre el hombro a Zayn, logrando que este le enseñara la lengua como un niño pequeño. Riendo, siguió las direcciones de su hijo pero no le fue dificil encontrar la habitación ya que esta tenia un gran cartel que decia "Eros" en azul y habia varios patitos de hule dibujados alrededor.

La habitación era espaciosa, según lo que habia visto, era la más grande de la casa. Una de las paredes estaba cubierta con estanterias que contenian libros y todo tipo de juguetes, Un armario espacioso que tenia varias puertas abiertas enfrentaba la puerta, Liam sonrió al ver que Zayn le habia dicho la verdad y gran parte de las cosas dentro eran disfraces. Juguetes esparcidos por todo el lugar, una alfombra colorida y paredes blancas, menos en la que se encontraba la cama, la cual tenia una pintura realizada a mano de una especie de parque con su laguna, arboles y animales.

—A dormir, cariño —lo dejó sobre la cama pero Eros rapidamente se levantó, dedicandole un gran ceño.

—Jamie —saltó y corrió fuera, volviendo un momento despues con el pato de peluche bajo el brazo. Miró a Liam con una sonrisa y se acercó a el armario, jalando una prenda que estaba colgada—. P'ama.

Acercandose, Liam sacó la prenda, sonriendo al ver que era un pijama entero, celeste con la cara de Stitch al frente—. Ya tienes puesto un pijama, cariño —señalo a la camisa de ositos que Zayn le habia puesto.

Eros miró hacia abajo con el ceño fruncido antes de volver a verlo—. Papá no oner —señaló al otro—. Papá.

La sonrisa no pudo ser evitada al darse cuenta de lo que sucedia. Su hijo queria el proceso completo y estaba seguro de que no se conformaria con menos. Sacando la prenda del armario, le quitó el pijama de ositos con cuidado y le colocó el de Stitch, recibiendo una gran sonrisa como recompensa. Doblando la prenda que habia sido quitada, la guardo cuidadosamente antes de voltearse a esperar que era lo siguiente.

—Ibro —Eros saltó en la punta de sus pies, señalando la estanteria con los libros.

Liam se acercó y revisó los titulos, no le sorprendio que la mayoria se trataran de patos, su hijo tenia una gran obsesión con esos animales. Sacó varios, enseñandoselos a Eros pero ninguno parecia ser el que él queria. Levantandolo del suelo, le indicó que buscara el que deseaba. Para su sorpresa, el pequeño ignoró los libros de cuentos apilados y sacó uno que tenia las tapas pintadas artesanalmente.

—¿Quieres este? —preguntó, mirando el libro con curiosidad. Eros asintió efusivamente. Mirando la portada, Liam sonrió antes de leer:— "Sobreviviendo a Eros".

Curioso, llevó a Eros a la cama y ayudo al pequeño a acomodarse, lo cual derivo en él sentado contra las almohadas y el pequeño recostado contra su pecho, aferrando a Jamie con un brazo mientras chupaba el pulgar de la otra. Palmeo el libro, diciendo sin palabras que estaba listo para su historia.

Dejando un beso en su cabello, Liam abrió el libro y comenzó a leer, no se sorprendio al reconocer la caligrafia de Zayn sobre las paginas—. Habia una vez, en un lugar muy, muy lejano, un reino magico donde vivian aquellas criaturas que eran especiales. Habia principes y princesas de todo tipo caminando por las calles, habia sirenas, elfos, duendes y... patos —Liam se mordió una risa al ver que esa palabra habia sido agregada luego, sobre lo demás. Aclarandose la garganta, siguió leyendo:— Allí existia un joven principe que estaba que estaba en espera del amor de su vida. Dias y noches solitarias eran las compañeras de Zayn.

—¡Papi! —Eros aplaudio, señalando con un dedo humedo la pintura de un joven de oscuro cabello que observaba con la mirada perdida a través de la ventana. La pintura era hermosa y perfectamente creada.

Pasando la hoja, Liam siguió:— Él no estaba solo, no realmente, tenia a su mejor amigo, el bufón de la corte, llamado Louis, quien le hacia compañia.

—Titi Lou —Eros chilló.

La risa no pudo ser contenida al ver que Zayn habia retratado a Louis como un verdadero payaso, con pintura en su rostro y haciendo malabares, en la parte baja de la hoja. Paso a la siguiente:— Aunque su amigo lo hacia reir constantemente, Zayn estaba esperando a aquella persona que luchara contra dragones para obtener su corazón. Él estaba perdiendo las esperanzas cuando el principe más hermoso de todos llegó a su vida en medio de la celebración de su cumpleaños numero dieciseis.

Esta vez, Eros sonrió, su mano abarcó una porción del dibujo de un joven de castaño cabello, utilizando sus mejores galas, entrando por unas puertas dobles de oscura madera. La luz que venia desde afuera le daba un aspecto impresionante, eso sin contar con todos los pequeños detalles que habian sido colocados en el dibujo—. Papá —la voz de Eros fue un susurro, sus deditos acariciando la pintura.

Parpadeando varias veces para aclarar su ahora borrosa visión, Liam abrazó a su hijo, besando su cabello antes de seguir con el cuento—. El principe era todo lo que Zayn habia soñado, era valiente y fuerte, pero tambien era amoroso y tierno con él, siempre pendiente de sus deseos —en esta pagina los principes estaban abrazados—. Ambos se enamoraron rapidamente, se amaban muchisimo y juraron estar siempre juntos. Pero el reino del principe proclamó su presencia y este tuvo que marchar, dejando a Zayn detrás...

La pintura ocupaba la mitad de la hoja. El principe de cabello oscuro estaba de rodillas, llorando frente a las mismas puertas de antes pero ahora, en la luz brillante, se podia ver a una figura oscura alejandose. Esa imagen rompió su corazón, se notaba que habia sido hecha con tristeza, los trazos no tenian el mismo esfuerzo.

—Papi tiste —Eros puso mala cara, cambiando de hoja—. Más.

Zayn lloró mucho, días y noches, sufrió por su amor pedido. Ni siquiera los chistes del bufón Louis lograban que volviese a sonreir —siguió—. Pero cuando pensó que todo estaba perdido para él, una noticia increible le fue dada. ¡Tendria un bebé! Un hijo del amor de su vida.

—¡Bebé Eros!

Liam copio el gesto del dibujo de Zayn, quien sonreia con lagrimas en los ojos desde el papel—. Estaba tan contento, tendria un hijo, un bebé al que amaria muchisimo y a quien le daria todo lo que estaba en su poder. —en la siguiente hoja, el principe lucia una barriga prominente, su mano sobre la misma, como si protegiera al ser que crecia en el interior—. Lunas y soles brillaron a través de su ventana mientras esperaba por su hijo. Su pequeño principe Eros.

Su hijo grito con la siguiente pintura de un pequeño bebé envuelto en una suave manta—. ¡Eros!

—Ese eres tu, cariño —afirmó antes de seguir con la historia—. Su hijo era hermoso, perfecto en todos los sentidos. El principe amo a su bebé desde el primer momento, fue amor a primera vista. —pasó al siguiente texto—. El pequeño principe Eros creció y cada vez se parecia más a su papá, el principe que habia marchado a su reino y no habia vuelto aun. Zayn intentaba no pensar en ello, pero aun así sabia que seguia amando a su principe a pesar del tiempo en que no habia visto. Y mientras su hijo descanzaba, se pasaba las tardes, observando la ventana en busca de una señal del amor de su vida.

La pintura era parecida a la primera pero aquí, el principe observaba por la ventana con una sonrisa, una cuna a su lado representaba a su hijo durmiendo. Eros no dijo nada, solo observó las hojas con los parpados entrecerrados.

Liam siguió—. Eros creció y cada día fue más y más travieso, ocupando todo el tiempo del principe Zayn.

Habia varias hojas con pinturas y sin texto más adelante. Habia una de Eros en pañales dibujando las paredes, en otra parecia haber volcado la comida en el suelo y estaba comiendo de ella, la tercera era de un Eros detruyendo una pequeña ciudad de cartón disfrazado de dinosaurio, Eros en un tutú corriendo por la calle, con la cabeza atascada en una reja, sentado en un charco de barro, empapelando la sala con papel higienico, dibujando el rostro de Louis con un marcador negro. La última, era solo Eros sonriendo.

Eros fue su pequeño milagro, su alegria y sus sonrisas pero algo seguia faltando en la vida del principe Zayn, su principe aun no habia regresado a él. —cambió la hoja y se dio cuenta de que la pintura era fresca, como si hubiese sido pintada hacia poco tiempo—. El amor verdadero siempre se mantiene vivo sin importar las distancias y un día, cuando el principe apareció en su puerta, Zayn supo que seguia amandolo como el primer día y que no importaba el tiempo o las razones que los habian separado, ellos habian nacido para estar juntos —el principe castaño entraba por las puertas nuevamente con una gran sonrisa mientras las siluetas de un hombre y un niño lo esperaban—. El principe estuvo sorprendido ante la noticia de que Zayn habia tenido un hijo de ambos pero amo a Eros desde el primer momento, viendolo como lo que era, la representación de su amor.

El dibujo de esa pagina no estaba terminado pero era visible que se trataba de Liam sosteniendo a un Eros dormido en su disfraz de osito. Las demás paginas estaban en blanco, como si esperaran ser llenadas pero para ese momento, Eros ya estaba casi dormido. Cerrando el libro, Liam lo acuno cerca, observando su bonito rostro, una combinación del suyo propio con el de Zayn.

—Te amo, cariño —susurró, besando su mejilla con suavidad.

Eros entreabrio esos preciosos ojos ambar y lo miró—. Eros ama a papá, tamben. —dijo con voz adormilada antes de acercarse a su lado, Jamie apretado entre sus bracitos.

Liam tarareo suavemente una canción de cuna sosteniendo a Eros cerca hasta que su pequeño estuvo totalmente dormido. Poniendose de pie, lo arropó con cuidado.

—Debes ponerle las barandillas —Zayn susurró, entrando a la habitación y enseñandole como hacerlo, ambas estaban decoradas con animalitos y acolchonadas, asegurandose de que el pequeño estaba seguro en la cama. El moreno tomó el libro abandonado y lo observó por un momento antes de dirigirse a la estanteria y colocarlo en el mismo lugar que habia estado—. Pensé que te haria leer uno sobre patos.

—No quiso ninguno —le dio una última mirada a Eros antes de acercarse a Zayn y rodearlo con sus brazos desde atrás—. Es una historia hermosa.

—Aun no la termino. —susurró—. Pero a Eros parece encantarle.

Liam observó los juguetes en las estanterias por un momento antes de susurrar—. Gracias, Zayn.

El moreno lo miró confundido sobre el hombro—. ¿Por qué?

—Por ser tan maravilloso.

Girandolo con suavidad, lo besó suavemente. La gratitud por haberle dado tanto, por haberlo mantenido en sus vidas a traves de sus pinturas, por ser amable con él a pesar de todo lo que habia hecho y por seguir amandolo sobre el daño que él mismo le provoco. Zayn era todo lo que habia deseado y más, él no volveria a dejar a su principe atrás nunca más. Jamás se separaria de su familia ahora que habia regresado a sus vidas. 

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