[M-N5]
—¡Ahí! —señalas una alcantarilla. No tienes idea de por qué, pero tu instinto te dice que es un mejor escondite que la florería.
Él te mira confundido, pero no duda de ti ni por un segundo. Con toda su fuerza, lo observaste retirar la tapa con cierta dificultad. Sin tiempo de pensarlo, saltaste dentro, y el detrás de ti.
La caída fue alta, duró unos segundos. Tus pies tocaron el suelo primero, doblándose de forma antinatural, acompañados de un chasquido óseo y un dolor intenso. Caíste de sentón al no soportar tu propio peso. Atrás, escuchaste la caída del hombre que te acompañaba.
—¡¿Estás bien, cariño?! —gritó él, al escuchar tu alarido.
—S-sí —mentiste, tratando de alcanzar tu tobillo con tus manos. Te dolía demasiado.
Él se te acercó y te revisó. Al pasar su mano por la zona de dolor, no pudiste evitar soltar un gemido.
—¿Te lo has roto? ¿Puedes caminar? —te preguntó.
No tenías idea de la respuesta. Sentías un fuerte dolor, acompañado de un entumecimiento en toda el área de tu pierna izquierda. No querías aceptarlo, pero puede que tuviera razón. Te habías convertido en una carga.
No respondiste, simplemente asentiste con la cabeza. Con la poca luz que había, él te miró con una sonrisa.
—Ven aquí, yo te llevaré.
Se reclinó y se posicionó para cargarte en la espalda. Sabías que lo retrasarías, pero no parecía haber otra opción. Con dificultad, subiste a su espalda y él te cargó. Era fuerte, y más cuando tú estabas en riesgo. Lo sabías, siempre había sido así.
Al levantarte del suelo, sentiste tu pie colgando, sin posibilidad de moverlo. Te dolía mientras se balanceaba, pero te parecía un precio justo por encontrarse a salvo. Afuera, el fuego se escuchaba devorando todo a su paso. Probablemente, la florería no lo habría resistido. Habías tomado la decisión correcta.
Caminaron por los túneles siguiendo su propio instinto. Se dirigían al norte, a la zona de evacuación. Y cuando creyeron que estaban lo suficientemente lejos de la zona afectada, decidieron que era momento de salir a orientarse. El único problema, era que tú no podrías subir por las escaleras verticales tan fácilmente.
—Tranquila cariño, espera aquí... iré a buscar ayuda —te dice él, con una gran seguridad en su voz.
Tú pensaste un momento la respuesta. ¿Qué harías?
a) —Ten cuidado. Estaré esperando Te amo.—le dices con cariño. -> Ve a [M-N7]
b) —¡No lo hagas! Podría ser peligroso —le dices, con una mirada que denotaba una gran preocupación. -> Ve a [M-N8]
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