capitulo 31

Kalika

Hace un tiempo, una señora se me acercó para hablar y me dio unas palabras que hasta el día de hoy siguen resonando en mí mente, me dijo: "conocerás a tu alma gemela aquella con la  cual tendrás muchas cosas en común solo, aquella que sabrás desde el primer instante que es lo que siempre necesitaste pero jamás buscaste. Será todo lo que soñaste y a la vez más, pero habrá un problema, no podrán estar juntos" por una vez creo que es cierto y eso solo ataca mí mente con preguntas¿Y si no estamos destinados? ¿Y si un día descubre lo rota que estoy y se va? ¿Si alguna vez lo veo con otra siquiera podré aguantar las ganas de no romperme?

La situación actual no ayuda a calmar mí mente.

Nicolas: ¿Entonces cariño ? ¿Pensaste en mi propuesta? -Su voz sonaba tan tranquila como siempre-

Un gruñido broto de lo más profundo de mí ser.

Kali: Vete a la mierda y déjame en paz, métete tu propuesta donde no te da el sol.

Su risa se escuchó al otro lado de la línea y la ira no hacía más que crecer en mí, teniendo que recordarme que no debía romper el pobre aparato, él no tenía la culpa de que me haya follado a un idiota.

Nicolas: Creo que eso va a estar algo complicado cariño, ya que por si lo olvidas, me perteneces, tu cuerpo, tu ser, todo eso es mío.

Antes de responder la llamada se colgó.

Mire el teléfono como si así pudiera estrangularlo, odiaba esto, odiaba lo que me hacía. Tenía que haber una forma de deshacerme de él, pero lamentablemente ahora no se me ocurrió ninguna así que seguí caminado hacia la cocina, tal vez robar unos pastelitos cambie mí humor.

Pero una voz me detuvo a medio camino.

—Ya esta hecho. -La voz hablo suavemente, y me hizo enfocar mí audición-. Solo espero que ya no vuelva a molestar más, ya no la aguantaba.

Que carajos acaso ¿Hablan de mí? ¡Yo soy un amor de persona! Un poco loca ¡Pero un amor!

Seguí escuchando tratando de no hacer ni el más mínimo sonido.

—Si lo sé, Blake no lo sabe, pero es por su bien aunque no quiera admitirlo, ella solo quiere aprovecharse de él.

Me acerque hacía donde venía la voz, por un pequeño espacio de la puerta pude ver a la madre de Blake, con el cabello mojado y vistiendo nada más que una bata, mientras hablaba por el celular.

Su expresión me asustó, era fría y agresiva, ahora entiendo que lo hermoso no oculta siempre todo.

Seguí camimado hacia la cocina ignorando lo que había pasado, ya tenía demasiados problemas para meterme en lo que no me llaman y más con una mujer de mirada loca.

Llegue a la cocina y me senté a jugar con mi teléfono, solo para comer una manzana ya que incluso desde que nick comenzó a llamarme mi apetito disminuyó y mí amor por la chatarra también, podía disimularlo muy bien frente a Killian y su familia

— es que no lo entiendo Leah, por más que me lo pidas no puedo entenderlo  ¿Por que quieres dejarme? ¡Estábamos bien! –escucho la voz de Blake a mis espaldas quien entra con una chica la que supongo es su novia.

Al parecer no notaron mí presencia porque el caos siguió armándose.

— yo...lo...siento Blake ya no te amo. –Su voz era suave, pero su mirada estaba carente de emociones.

Eso hizo retroceder a Blake, como si le hubieran dado un golpe que lo dejo desequilibrado. ¿Era su novia? ¿Su juguete? Aunque por como Blake parecía alterado, no creo que lo sea.

— Mientes, tú me amas –Gruñe claramente molesto–. ¡Así que deja de decir mentiras!

Su voz tronaba como relámpagos, llenos de ira. Pero la chica solo negó.

— no es cierto, Blake eres un mujeriego, ves a cualquier chica y se te encienden los ojos. Eres una desastre, tanto que tus padres tienen que arreglar siempre tus problemas, jamás te haces responsable de lo que haces y le hechas la culpa a los demás. –Noto como sutilmente toca su estomago, pero después simplemente se aleja unos pasos de Blake.— yo no quiero eso en mí vida Blake, ya no. Estoy harta amo a alguien más, alguien que debo cuidar y proteger como mí pareja, no como a un niño. Blake lo siento no puedo seguir con esto

Puedo ver con Blake se contrae se nota que sus palabras le dolieron, por más que trataba de no mostrarlo, él era bastante expresivo y el dolor estaba en todo su rostro, pero no dice nada simplemente se limita a dejar a la chica sola en medio de la cocina. Estoy por levantarme cuando su voz me detiene.

— yo no quería hacerlo —la mire — pero es mejor que sea yo la mala de esta historia, lo superara. –Murmura.

Veo a los ojos de la chica que están empañados por las lágrimas y es entonces que la recuerdo.

Es la chica que vi con Blake hace unos días aquella que lo hacía sonreír.

Quise decir algo que la reconfortara, pero la verdad es que jamás he sido buena en ello. Aunque al ver la tristeza en sus ojos me hizo sentir un deja vu, de mí misma hace un tiempo. Anhelante de amor, triste y sola, sin nadie que la abrazara o siquiera la consolara.

Pero no pude decirle nada, pues la chica se fue a paso rápido de la casa y yo, yo al menos me fui a ver a Blake.

Lo encontré rápido, pues las llamas ardían casi en todo el gimnasio mientras golpeaba un saco sin misericordia. Y para variar, sin camisa ¿Acaso los Black no saben que es la decencia?

Peor aún ¿Todos están tan buenos?

–Sea lo que sea que te hizo el saco, ya lo pago.– digo entrando al gimnasio donde se encontraba todo destrozado.

Él no se detuvo y solo golpeó más y más fuerte.

— ¿Qué quieres? No estoy de humor. –Escupio entre los golpes.

— ¿Estás bien? –De inmediato quise golpearme la frente.

— lo estaré ¿acaso quieres consolarme? –Pregunta burlón–. Yo no soy Killian, que llora por cualquier cosa. Solo fue una relación más, una que calentó mí cama, la reemplazare al final del día. -
–El saco estalló en llamas.

Suspiré acercándome a él.

— sabes Blake a veces las personas nos lastiman por que creen que es lo mejor para nosotros – Doy un paso hacia él haciendo que me mire sus ojos estaban dorados como si una llama se encendiera en sus pupilas tan parecido a  Killian, pero al mismo tiempo tan diferente.

—No puedes estar segura de esos tienes al hijo perfecto, el favorito de papá. –Rie sin diversión en su rostro–. Yo soy el que tiene más control, el que más tiempo paso con Landon desde que nací y aún así no soy suficiente, para él ni para nadie.

No sabía porque me estaba acercando había aprendido de primera mano que amenos q le  caigas bien  a un sabueso no te acerques.

—Blake, eres suficiente para cualquiera y te aseguro que Killian no es perfecto ni tu padre pero, quizás Leah tenga sus razones dale tiempo a veces las mujeres nos asustamos y en vez de hablar huimos de lo que sentimos.

Blake se me quedo viendo un par de segundos.

–¿Quieres ayudarme?

Simplemente asiento, y antes de que pudiera advertirlo sus labios se estamparon con los míos.

*_Killian_*

No sabia para que Landon me había sacado de la cama de los brazos de Kali. No sabía porque quería pasar tiempo conmigo.

Sigue siendo raro que se comporte como....bueno un padre, pero al fin después de horas llegamos a casa y lo único que quería era abrazar a kalika, aunque me tarde en encontrarla por la casa.

Revise en la habitación y no estaba, en la bañera y tampoco, incluso en la cocina para ver si estaba comiendo algo y nada.

Cuando estaba pasando por el gimnasio para revisar, mí mente se detuvo al ver la escena que mis ojos presenciaban. Mí novia, estaba besando a Blake.

No me considero un hombre violento y menos celoso, jamás he sido alguien que explote por algo así. Pero cuando se trata de Kalika siempre soy lo que no sabía que podía ser, justo ahora no respondía de mis acciones, no tengo ni idea de donde saqué la fuerza para golpear a Blake y alejarlo de ella.

Ninguno de los dos noto mi presencia hasta que Blake recibió el el golpe haciéndolo caer y rodar por el suelo.

—Aléjate de mí mujer. —Hasta mí voz sonaba diferente, llena de rabia e ira.

Blake se levanto lentamente, y lo primero que hizo fue mirar a kalika quien no se ha movido de su lugar y una sonrisa se formó en sus labios.

—tu mujer besa muy bien hermanito quien sabe que más pueda hacer con ella.

Todo se volvió negro y al mismo tiempo todo ardió.

*_Kalika_*

¿Qué carajos acaba de pasar?

Blake me beso.

¿Lo disfrute?

Ni loca

¿Besa bien?

Los Black parece que fueron hechos para tentar a cualquier mujer.

¿Por que no podía moverme?

Un estruendo de unos cristales rotos hicieron que levantara la mirada Blake y   Killian estaban peleando ambos eran envueltos por unas llamas.

En otro momento diría que era hermoso tener a dos hombres peleándose por mí. Sería buen material para una novela, pero ahora  no podía pensar en eso así que me levanté como pude.

—Killian –lo intente llamar, pero mí voz sonaba rasposa, y de todos modos Killian estaba tan furioso que no me escucharía.

Di un paso a ellos, pero una mano en mí hombro me detuvo. Al girarme me encontré con Landon, quien estaba con una mirada seria viendo la pelea.

—No intervengas

— pero ¿Cómo quieres que no lo haga? ¡Se están matando!

La pelea era hermosa y sangrienta, tanto Blake como Killian no tenían camisa, lo que permitía ver sus torsos marcados por el ejercicio, peleando tan cerca y tan brutalmente que solo eran un embrollo de brazos y piernas.

—Que te metas entre ellos no hará que se detengan, diría que solo avivaras el fuego

— no me importa al menos lo habré intentado

Me alejo de él metiéndome entre los dos sabuesos que ne doblan la altura. Ambos estaban por golpearse pero se frenaron de golpe.

— Basta. – dije tratando que no me temblará la voz, alzando las manos entre ellos.

Ambos se vieron con una ira que jamás podría desearle ni a mí peor enemigo, era una ira ardiente, capaz de quemar mundos y hacerlos cenizas.

— Killian por favor escúchame eres mejor que esto, sé que todo se ve mal, pero te juro que....

Caí en cuenta tarde, los ojos de Killian estaban brillando, sí. Pero no de la misma forma cuando Fury estaba presente.

Killian dirigió la mirada hacia mí no era él, ni siquiera era Fury ya no había esa chispa en su mirada, solo había fuego dorado más no del que me gustaba, era como si no fuera ninguno de los dos. Y abrió la boca un instante antes de caer en el suelo, extinguiendo las llamas.
Ver a Killian en el suelo sin moverse me paralizó.

—Entonces sucedió — hablo landon a mi espalda.

Caminaba a lado lento, tranquilo y sereno. Como un dios poderoso que desciende a ver a la insignificantes humanos.

— ¿Qué cosa? ¿Que le está pasando? –Pregunte desesperada.

— Ambos quieren quedarse. –Hablo seriamente

— ¿Que quieres decir? — lo miro

Sin embargo algo frío recorrió mí espina.

—Significa querida nuera. –A pesar de sus palabras, su voz estaba cargada de una ira contenida, como si estuviera a punto de atacarme–. que debes elegir entre Fury como lo llamas y Killian, cuál de los dos debe morir.

—¿Qué?

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