XV. ORQUÍDEA: Perfección

DISCLAIMER: Demon Slayer pertenece a Koyoharu Gotōge, publicado por la revista Shonen Jump y animado por el estudio Ufotable. / Este One-shot pertenece al reto #FebruaryFlower creado por Princess_Saremi, el cual ya terminó el 29 de febrero, pero yo deseo acabarlo, aunque me tome todo el año.

TEMÁTICA: Orquídea /  Tomaré tu mano hasta el final de mis días... Como ahora.

PAREJA: Giyuu x Shinobu

NOTA DE AUTOR: A parte de la temática de este reto dada por la autora, quise utilizar "Lenguaje de las flores" para encaminar mi trabajo. El significado que utilicé pertenece al libro: "El lenguaje de las flores" de Kate Greenaway. / Esta entrega está basada en la canción de Vocaloid "The 13th Apocalypse", interpretada por Rin y Len Kagamine que es una adaptación del cuento de "La bella durmiente". Esta entrega será un three-shot.

XV. ORQUÍDEA: Perfección

Dormía profundamente con una expresión de paz absoluta en su dulce rostro. Su palidez era extrema como la de un cadáver, pero sus labios húmedos y la casi imperceptible elevación de su pecho al respirar les permitió confirmar que estaba viva aun si su letargo se había extendido, según calcularon los médicos, por casi 100 días.

Giyuu abandonó la habitación de su compañera y se coló en su estudio. El lugar que Shinobu había utilizado para experimentar diferentes sustancias de orígenes diversos, era enorme y estaba plagado de libros gruesos, pergaminos, frascos pequeños y otros insumos de uso científico de los cuales no tenía ni la más mínima idea de como se usaban.

Tampoco se le ocurría por dónde empezar y de por si estar en un sitio tan cerrado y saturado de objetos le hizo sentir mareado. Decidió que era importante que se relajara y revisara las notas del diario de sueños que había recolectado para ir descifrando poco a poco la situación.

La primera palabra que escribió adormilado era "carne blanca", aludiendo a la escena en un restaurante, ¿por qué la muchacha no le dejaba comer?

Los pocos espacios que solía respetarle eran precisamente esos, sus almuerzos.

También protestaba por el precio. Lo más caro que había comido junto a Kochou...

Era pez globo.

Fue unos meses antes de que Kanae falleciera, si no mal recordaba; cuando se encontraban realizando un trabajo en una ciudad costera.

...

Jamás había probado algo tan exótico y tan costoso. Su dieta diaria era mucho más austera pero la curiosidad finalmente venció a su tacañería. Se animó a pedir un plato de pez globo.

Que decepcionante fue cuando la mesera del local le trajo una miserable porción de una especie de sashimi de pescado blanco acompañado de cebolla. Eran láminas escazas y translucidas.

¿Para esto había gastado una buena parte de su salario?

Su compañera se atragantó intentando disimular una carcajada burlona.

— Voy a reclamar. — afirmó indignado. — Esos peces pueden alcanzar el tamaño de un temari hasta donde sé.

— No puede comerse más de eso. — le regañó Shinobu.

— Pero es muy costo. — reprochó él.

La muchacha le respondió con una risita suave quitándole sus palillos.

— Si comes más; podrías morirte, Tomioka-san. La mayor parte del cuerpo de un pez globo es venenoso. De hecho, la ponzoña extraída de un solo ejemplar sería suficiente para matar a 30 personas. Incluso, esa pequeña porción, si no fue preparada por un experto, podría causarte una muerte por parálisis muy dolorosa.

Miró la comida, luego a la adolescente y nuevamente el plato.

— ¿Por qué no me dijiste antes, Kochou?

— No me preguntaste. — finalizó empezando a comer su propio pedido con total seguridad.

...

Tetrodotoxina, le comentó después que se llamaba la sustancia extraída del cuerpo de ese pez. Que incluso en la literatura inglesa había una historia donde dos enamorados se matan juntos pero la mujer, había fingido su muerte antes tomando un compuesto que simularía su muerte. Se creía que la sustancia que empleó era una variante de esa esencia.

Tenía sentido si consideraba el detalle de que cuando traía a Kochou de regreso, Obanai comentó que percibía un olor a mar y a algas. Él también lo notó, pero creyó que lo imaginaban.

Un extracto tan letal como aquel obviamente debía formar parte de la colección de una investigadora tan apasionada como Shinobu. Empero, por más que rebuscó todos los contenedores etiquetados. no encontró ni pisca del componente. Concluyó en que ella se lo había llevado a su última misión.

Revisó también sus libros para entender más sobre la tetrodotoxina. No había cura conocida para sus efectos.

Prosiguió, con las siguientes palabras de su lista: corazón sangrante y brachicome.

Le llevó algo de tiempo, pero encontró que la segunda especie era inofensiva a diferencia de la primera; cuya floración habían descubierto que escondía en su puño. Aquella planta no era comida por conejos o ciervos pues les causaba una hinchazón en los pulmones impidiendo la circulación sanguínea e inducía a paro cardíaco. Sobre sus efectos en seres humanos no decía nada, pero era suficiente.

Dedujo que alguien la había obligado o a comer flores de corazón sangrante o a beber tetrodotoxina; y de algún modo extraño, seguramente porque su cuerpo había desarrollado alguna inmunidad a lo tóxico no había muerto, pero si llegó a causarle daño tales sustancias tan fuertes.

Inmediatamente buscó a Aoi y le explicó sus teorías.

La chiquilla le interrogó sobre como había obtenido toda esa información.

— Sólo lo sé. — respondió el pilar avergonzado de confesar que se trataba de suposiciones derivada de sueños que terminaron siendo recuerdos.

Quiso sacarle más información, pero al analizar se dio cuenta de que lo que el hombre postulaba, no era tan incoherente. Después de todo, ningún doctor había planteado ninguna posibilidad hasta ahora y esta era la única esperanza a la que aferrarse

— Intentemos algo, Tomioka-san.

Se dirigieron nuevamente al laboratorio, y Aoi repasó por varios minutos las enseñanzas de su maestra para elegir algunos antídotos.

Mientras la chica pensaba, Giyuu meditaba el resto de lo cuadros de sus alucinaciones. Jamás había visto a la dama de negro junto al río rodeada de demonios. No podía tratarse de Muzan, él era un hombre joven de aspecto occidental, según Tanjiro les había descrito.

¿Era un recuerdo suyo o pertenecía a Kochou...? ¿Fue eso lo último que vio antes de entrar en coma? ¿Fue atacada por los demonios? Pero su cuerpo no tenía herida alguna.

Y finalmente estaban sus encuentros, aquel donde la asesinaba y donde ella lo abandonaba.

"La próxima vez, ignoraré el amanecer y pasearé contigo."

Lo tengo. — brincó Aoi contenta. — Utilizaremos carbón activado para hacerle un lavado gástrico y absorber el veneno base en su organismo, y un concentrado de orquídea como desinflamante. Si sus pulmones están hinchados y no dejan que su corazón lata, con él vamos a descongestionarlos. Tengo el presentimiento de que es una combinación perfecta.

— ¿Crees que funcione después de tantos días?

— Aun está viva, ¿no? Si no hay daño cerebral es muy probable que haya alguna reacción.

Rápidamente la aprendiz de médico preparó una solución de agua tibia y carbón activado molido, a la que integró la aromática esencia de orquídea. Cuando estuvo listo, retornaron a la habitación de la paciente.

Con ayuda de las niñas, lograron sentar su cuerpo apoyado contra la cabecera de la camilla sostenido por varias almohadas rechonchas, con el rostro ligeramente inclinado hacia arriba. Y entre sus labios sutilmente abiertos vertieron el medicamento a su boca.

— Hay problemas. — murmuró la mayor de las chicas. — No está bebiendo.

Apretó su garganta y presionó su pecho, pero no lograron el reflejo de trasegar.

— Peor aún, el agua no deja pasar aire por su laringe, si no hacemos algo pronto la asfixiaremos.

Las pequeñas empezaron a entrar en pánico y la adolescente, nerviosa no sabía cómo proseguir.

Tomioka, por su parte, sereno como de costumbre, apartó a la chica y se acercó a la mujer, tomándola de las mejillas. Respiró profundamente y juntó sus labios con los de Shinobu, soplado aire lentamente dentro de la cavidad.

No era un beso, solo primeros auxilios.

No era un beso, se negaba rotundamente a reconocerlo como tal. Pero para el resto de los espectadores, la pareja de pilares estaba compartiendo un tierno ósculo.

Continuó por varios minutos y ejerció presión en medio de las costillas de Kochou como había visto hacer a Aoi.

De pronto hubo un movimiento.

Ella tragó.

El cazador se apartó y la descubrió despierta y atónita. Sus grandes y lindos ojos completamente abiertos y llenos de lágrimas.

Una felicidad inmensa de apoderó de los presentes. Las niñas se abrazaron a las faldas de la mayor y echaron a llorar de alegría ante el prodigioso despertar de la joven.

Estiró sus brazos delgados rodeando el cuello de su compañero y escondió su rostro en su hombro. Giyuu jamás espero de ella un acto de cariño semejante pero su cordialidad le enterneció. Sintió por unos momentos que sus sentimientos anónimos hacia ella eran correspondidos y entregándose a su apasionamiento, la estrecho contra él, deseando no separarse.

Todo era perfecto e ideal.

— Bien hecho, Tomioka-san. Ahora... — murmuró Shinobu escondida en su clavícula. —Por favor, mátame.

"Por favor, sálvame."

¿Qué caraj...?

Se alejó de ella sorprendido por la macabra petición.

Varias lágrimas resbalaban por sus pómulos. Entre sus labios húmedos y rosados unos mortales colmillos crecían. Su ojo izquierdo había cambiado. La esclerótica se tornó negra, como un agujero profundo y el iris violeta varió en un eléctrico tono dorado cuya pupila alargada igual a la de un felino feroz le observaba aterrada.

De su espalda brotaron seis enormes extremidades con articulaciones, semejantes a las patas de un insecto. Desgarraron la parte posterior de su vestimenta para salir y extenderse, derrumbando varios arreglos florales contra el suelo en el proceso.

...

El combate con el grupo de demonios en Tokio resultó fatal para ella. Entregó en él todas sus habilidades y estrategias, pero en un descuido de tal solo un par de segundos, quebró su nichirinto.

Sin el arma, era indefensa; más se resistía a enfrentar su suerte de resignarse a ser devorada... debía encontrar alguna salida.

Esta mujer es uno de los nueve pilares. — chilló una de las criaturas intentando hacer reflexionar a sus secuaces. — Si se la entregamos al amo, es probable que nos considere para formar parte de las Lunas Menguantes. No podemos comerla aún.

...

— ¡Salgan de aquí! — ordenó Giyuu a las asustadas niñas que con pavor contemplaban la transformación de su maestra en una criatura aberrante.

Aoi reaccionó a su estupor y condujo a las pequeñas fuera de la habitación. Si el hashira fallaba en detenerla, debía huir para salvar a las tres chiquillas.

Mátame ahora, Tomioka-san. Antes de que este cuerpo maldito despierte.

...

Olvidó la cuenta de la cantidad de días que permaneció prisionera de aquellos demonios. Intentó escapar en cada oportunidad que se le presentó, pero había fracasado en cada una de ellas. Cada día estaba más frustrada y su miedo crecía, ni siquiera pudo enviar un mensaje pidiendo ayuda pues habían matado a su cuervo.

Finalmente acabaron en un descampado junto a un río donde una misteriosa dama de cabellera negra les esperaba en la puerta de una cabaña aparentemente abandonada. Vestía un fino kimono negro con flores bordadas en él. Creyó que era una casualidad. Que la atacarían en cualquier momento más cuando la mujer les dirigió la mirada, su terrible y cruel mirada roja comprendió que estaba perdida.

Si bien las características que Tanjiro les había dado eran todo lo contrario a la persona frente a ella, no tenía dudas. Estaba ante Muzan Kibutsuji.

Sus captores, arrodillados y espantados por la turbia presencia femenina, la ofrecieron como un regalo para su maestro y afirmaron que se trataba del pilar de los insectos.

— En ese caso, será una buena sierva si logra sobrevivir. — exclamó el demonio y con el filo de sus garras, se cortó la muñeca izquierda.

Shinobu retrocedió negándose a las siniestras disposiciones, pero fue inmovilizada por las criaturas. Una de ellas la tomó firmemente del mentón obligándola a abrir la boca.

Y el terrible líquido metálico resbaló por su faringe por segundos eternos.

Cuando Muzan consideró que era suficiente, se marchó junto a sus vasallos dejando abandonada a la joven en plena agonía.

Jamás, ninguno de los venenos con los que había experimentado en su propio cuerpo le produjo un dolor tan penetrante y desgarrador como la sangre de ese bastardo. Sus viseras se retorcían dentro de su tórax y su ritmo cardíaco aumentaba aceleradamente generándole un terrible ardor de garganta.

No había marcha atrás. O se moría allí mismo o se convertía en un depravado ser antropófago como el que mató a su hermana y a sus tsugakus. Nunca aceptaría ese destino, prefería morirse, aunque eso significaba jamás volver a estar con sus seres queridos... entrenar a Kanao, platicar con Tanjiro, enseñar medicina a Aoi, jugar con Sumi, Naho y Kiyo, fastidiar a Tomioka y disfrutar de las graciosas caras que ponía cuando se ofendía...

Estaba dispuesta a renunciar a todo ello.

Antes de que la ponzoña de Kibutsuji surtiese efecto en su cuerpo, arrancó un puñado de flores corazón sangrante que crecía al lado del río y se aseguró bebiéndose completamente el frasquito del veneno más fuerte que tenía, tetrodotoxina.

Si esa porción tan pequeña podía acabar con treinta hombres en algunos minutos, sin duda podría darle fin a ella.

Sintió que los retortijones mermaban, su transformación se estaba deteniendo. Pero también le costaba cada vez más trabajo respirar y moverse y un sueño irresistible la invadió.

Pronto todo acabaría.

Se arrastró como pudo al interior de la decrepita vivienda para esconderse de los animales salvajes que podía merodear en la zona y poco a poco, perdió la conciencia.

...

Si no lo haces, heriré a las personas... Tienes que hacerlo. — rogaba Shinobu

Más Giyuu era incapaz de reaccionar a la petición. Se negaba a perderle nuevamente. No podía simplemente tomar su katana y encajarla en el vientre de la mujer para asesinarla antes de que la transformación concluyese.

Él no era un hombre piadoso. Había matado a decenas de demonios, ella sería sólo una más. Ese era su deber.

Sin embargo, descubrió que la amaba más de lo que imaginaba y no estaba dispuesto a dejarla ir... sola. No otra vez. No la había recuperado de su sueño para renunciar ahora.

Arrojó su arma y se acercó a su compañera. Tomando su mano derecha, entrelazaron sus dedos. La diferencia entre ellos era notoria. La abrazó sin contener su fuerza y ella gimió por el dolor de la presión en sus costillas. Podría quebrarle la caja toráxica si no lo alejaba, pero se aferró a él.

— Tomaré tu mano hasta el final de mis días... Como ahora.

La fatalista pareja caminó hacia la ventana abierta y se dejaron caer.

Fue cuestión de unos instantes. Cuando llegaron a la tierra, impactaron al lado de un árbol de orquídeas blancas. La transformación de Shinobu se había detenido.

FIN

Hola!!!

Chispas, este es el capitulo más largo que he escrito pero por fin terminé con esta historia, haciendo sufrir a nuestra OTP de nuevo (Por qué soy así :s?) Waa espero que les haya gustado y los hechos hayan quedado claros porque pues si está medio rebuscado.

Shinobu intentó suicidarse antes que convertirse en demonio, pero las cosas le salieron mal y terminó entrando en coma, lo que detuvo la transformación. Las veces que le pidió a Giyuu que la salvara no era para que la despierte si no para que la mate. Y la frase de "La próxima vez, ignorare el amanecer y pasearé contigo", se refería a una siguiente vida, cuando no fuese un demonio que huye con el sol para estar a su lado. y la frase final, pues pudo haberla dicho cualquiera de los dos, lo dejo a su criterio.

Nuevamente, está basado en la canción "The 13th Apocalypse" de Vocaloid y utilicé varias frases de la letra en la redacción de los tres episodios que componen esta historia. Además de que es mi versión empoderada (quiero creer que es empoderada :D) de "La Bella Durmiente".

Ah, y lo de la Tetrodotoxina lo saque de Kuroshitsuji. Aunque los datos dados si son reales.

Bueno, cosas así pasan cuando me tienen encerrada por casi dos días :V si comer salchipapas ni mi comida chatarra, me vuelvo loquita.

Cuídense amigos, nos vemos en la siguiente entrega que más bien será un capítulo especial, sin temática de flores, pero quiero compartirlo con ustedes.

BYE BYEE

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