XIV. BRACHICOME: Sueño Rojo

DISCLAIMER: Demon Slayer pertenece a Koyoharu Gotōge, publicado por la revista Shonen Jump y animado por el estudio Ufotable. / Este One-shot pertenece al reto #FebruaryFlower creado por Princess_Saremi, el cual ya terminó el 29 de febrero, pero yo deseo acabarlo, aunque me tome todo el año.

TEMÁTICA: Brachicome / Rojo

PAREJA: Giyuu x Shinobu

NOTA DE AUTOR: En esta ocasión no utilizaré lenguaje de las flores pues en particular, no encontré significado alguno para esta especie en ningún diccionario de floriografía. Esta entrega está basada en la canción de Vocaloid "The 13th Apocalypse", interpretada por Rin y Len Kagamine, que es una adaptación del cuento de "La bella durmiente". Esta entrega creo que será un two-shot o un three-shot.

XIV. BRACHICOME: Sueño Rojo

Dormía profundamente con una expresión de paz absoluta en su dulce rostro. Su palidez era extrema como la de un cadáver, pero sus labios húmedos y la casi imperceptible elevación de su pecho al respirar les permitió suponer que estaba viva. La imagen de Shinobu reposando en el suelo de aquella cabaña seguía estancada en sus recuerdos tal y como la encontró.

Lentamente las formas del cuerpo de su compañera inconsciente y los colores apagados se fueron mezclando en nuevos matices más encendidas y en ellas pudo distinguir el río fluyendo pacífico en plena mañana rodeado de las flores rojizas con forma de corazón y otras más pequeñas, de color lila con centro morado y de varios pétalos alargados.

Escuchó jadeos y gruñidos lastimeros de agonía, pero no distinguió a la víctima que profería los ruidos. En un parpadeo se hizo de noche y junto al acuífero distinguió a una mujer de cabellos oscuros recogidos y vestida con un kimono negro con bordados de flores blancas, rojas y doradas. Estaba rodeada de varias criaturas horrendas; eran demonios. Pero no parecían tener intenciones de devorar a la desconocida... de hecho era como si le tuvieran miedo.

Los engendros voltearon sus cabezas y le miraron fijamente por unos segundos antes de abalanzarse sobre él abriendo sus fauces. Buscó su katana en el fajo de su cinturón para defenderse, pero estaba completamente desarmado. El miedo se apoderó de Giyuu ante la amenaza y solo alcanzó a cruzar sus antebrazos sobre su rostro para protegerse. Sus instintos le hicieron cerrar los ojos.

Pero el peso y los ataques jamás llegaron a caerle encima.

- No puedes comerte eso. - le regañó Shinobu, juguetona.

Separó sus brazos despacio y se encontró dentro de un restaurante frente a un plato donde apenas había unas delgadas tiras de carne blanquecina.

- Pero es muy costo. - protestó él. La muchacha le respondió con una risita suave quitándole sus ohashi / palillos.

- Si comes más, podrías morirte; Tomioka-san.

Desde su asiento, se estiró lo mas que pudo para alcanzarle, cubriéndole la visión con la palma de su mano izquierda. Por varios segundos la oscuridad y el silencio le rodearon.

- To-mi-o-ka-san. - un aliento cálido y cantarín le causó cosquillas detrás del oído. Entró en alerta y se alejó girando su cuerpo para encontrar a su acompañante recostada a su lado, vestida con una ligera prenda blanca, reposando en completa serenidad. - Despierta.

El pilar de los insectos se levantó para quedar iguales, rozado su frente contra la suya.

- Estás aquí. - murmuró Tomioka y se atrevió a acariciar su mejilla para corroborar que la joven adelante, tan cerca y viva, no fuese una alucinación. Era muy suave y sofocante. Ella asintió con la cabeza. - ¿Puedes quedarte?

La tristeza se apoderó de los ojos de su compañera.

- Sabes que no.

- Kochou... De verdad que lo siento.

- Lo sé.

El ambiente comenzó a girar a su alrededor de nuevo y se hizo pesado, como una premonición de que pronto la perdería.

- No voy a hacerte daño. - susurró el hombre intentando aferrarse a ella, siendo correspondido con su acercamiento. Los labios ardientes de la cazadora se acercaron a su oído.

- Demasiado tarde...

Bajó la mirada y con horror contempló la grotesca escena. El filo de su nichirinto estaba completamente alojado en el vientre de Shinobu y sus ropas claras eran rápidamente teñidas por la sangre que emanaba de la profunda herida.

Sus manos y el mango de su espada estaban cubiertas también por el espeso liquido rojo.

- ¡No! ¡Kochou, no! - gritó desesperado tratando de retirar el arma. La chica sin embargo permanecía serena enredando un mechón del cabello negro de su aliado entre sus dedos.

- Por favor, sálvame. Date prisa.

- ¡KOCHOU! - despertó exasperado, saltando bruscamente de su futon. Sudaba frío y apenas podía controlar su respiración debido al pulso demencial que hacia arder su pecho. Un sabor metálico le causó repugnancia y le dolía la cabeza de manera tortuosa.

Frotó sus ojos para corroborar si por fin la pesadilla había terminado y pudo recuperar la calma cuando estuvo seguro de que así era. Se encontraba a salvo en la realidad.

¿Por qué desde que la encontraron todas las noches se repetía aquel desagradable sueño? Podían cambiar algunas escenas sin sentido, pero el final era el mismo: Él asesinando a su compañera, encajándole su arma en el abdomen rodeados de un charco sanguinolento.

En un inicio, la mañana siguiente no recordaba los detalles de sus quimeras, pero pequeños deja vus le hicieron descubrir que algo no andaba bien con sus descansos. Así que comenzó a dormir con materiales de escritura al lado de la cama donde anotaba inmediatamente las escenas vistas al despertar alterado y así comprender cara horrible palabra que habían compartido.

Pero por más que lo revisase, no tenía idea del mensaje.

Así que intentó convencerse de este desequilibrio era consecuencia de la impresión del estado en el que se encontraba Shinobu, un juego cruel de su perturbado subconsciente.

Ya había pasado casi un mes desde que, junto a Kanroji y Obanai, la trajeron de vuelta y continuaba sin reaccionar a ningún estímulo.

"Coma", lo llamaban los doctores que la atendieron.

Que no estaba muerta, pero tampoco era consciente de los hechos que pasaban a su alrededor.

Que podía despertar en cualquier momento, así como podía suceder en varios años.

Le pareció descabellado; como un cuento que su hermana Tsutako solía narrarle cuando era pequeño, sobre una mujer bella que durmió por cien años embrujada.

Pero la brujería y las pociones no existían.

Sólo la farmacología en la que Kochou solía trabajar. Si fuera otra persona la que hubiese caído ante ese mal extraño; seguramente ella sería capaz de salvarlo. Pero por desgracia, era Shinobu la paciente esta vez.

Anotó en un trozo de papel las vagas escenas que logró recordar antes de volver a dormirse. Mañana tenía el día libre e iría a visitar a su colega.

...

A las niñas de la Finca Mariposa ya no se les hacía extraño la presencia del pilar del agua allí. No entendían su insistencia por pasar sus días libres acompañando a su maestra siendo que ella era ajena a todo lo que sucedía, pero agradecían su voluntad por cuidarla en las mañanas mientras ellas estaban ocupadas en las labores de la estancia.

Era un hombre muy extraño y reservado, severo hasta cierto punto; pero parecía tener sinceridad en sus acciones y un secreto aprecio por la líder del hogar.

Cuando llegó muy temprano, Sumi lo acompaño hasta la habitación donde la joven continuaba su descanso.

Tomó asiento en una silla que habían instalado al lado de la cama.

- Por favor, cuide mucho a Shinobu-san, señor pilar del agua. - le pidió la tierna niña antes de dejarles a solas. - Si despierta, avísenos de inmediato.

La devoción de la pequeña le pareció conmovedora. Le respondió asintiendo con la cabeza, silencioso.

Era raro estar en la misma habitación con Kochou en completa quietud, casi nostálgico y odioso. Sin su bulla y sus juegos maliciosos de los cuales era el objetivo preferido.

Las misiones en solitario no eran lo mismo tampoco. Cuando ella lo acompañaba en el pasado podía estar seguro de algo: ella cumpliría con su trabajo eficientemente y tener la total confianza de que cubriría sus espaldas.

No le gustaba reconocerlo pero fueron un buen equipo.

La habitación estaba llena de jarrones atiborrados de flores. Muchas personas enviaban arreglos muy llamativos a la Finca Mariposa desde que se supo del milagroso regreso del pilar de los insectos. Tanto civiles como cazadores le tenían un aprecio especial por la labor médica desinteresada y amable que había entregado durante muchos años.

De la gran variedad de especímenes vegetales que había, pudo reconocer uno compuesto por las ramas de flores "corazón sangrante", como las había llamado Mitsuri. Supuso que era un presente de la cazadora.

Otro, más humilde y sencillo, era conformado por varias flores lila de múltiples pétalos alargados. Eran las flores que aparecían en su sueño.

"Brachicome", le dijo Aoi que se llamaban.

Nadie le había llevado esa variedad de planta hasta ese momento, a casi tres meses y algunas semanas desde que cayó en ese letargo. Rosas, orquídeas, crisantemos... ¿Tenía esa flor tan simple algo que ver con este lío?

Volvió su atención a la durmiente. Aunque inadecuado y quizás, irrespetuoso; tomó una de sus manos entre las suyas. Eran muy diferentes a las propias: pequeñitas, de dedos largos y delgados y muy tersas. Eran aparentemente tan frágiles que parecía que podrían romperse ante el esfuerzo físico, y muy agradable al tocarlas.

- Vuelve. - le pidió sin respuesta alguna.

"Por favor, sálvame."

La mala noche y la quietud del entorno comenzaron a adormecerle en cuestión de algunos minutos de reflexión de aquellas palabras en particular.

Giyuu se quedó dormido.

...

La luz blanca le encegueció por breves momentos. Parpadeó varias veces para poder acostumbrar su vista al curioso fenómeno.

- To-mi-o-ka-san. - cantó la traviesa voz de Shinobu muy bajito, como una niña juguetona intentando que no atrapen sus pillerías.

Estaban acostados de lado, en un lecho de sábanas claras, mirándose frente a frente. Hacía mucho que no compartían un ambiente de tanta paz.

Aunque avergonzado por estar en una situación tan comprometedora, Tomioka no se alejó.

La mujer pestañeó. Sus ojos violetas le parecieron más hermosos que nunca luego de no poder verlos después de tanto tiempo. Y la pequeña sonrisa que le obsequió era inusualmente genuina y verdadera.

- Por fin estás aquí. - musitó melancólica. - ¿Te quedarás?

- No puedo...

- Si puedes. - hizo una pausa. - Es lo que tu querías antes.

El joven negó ... ¿Qué era lo que él había querido en el pasado?

- Ya no.

Su respuesta sorprendió a la pilar.

- Me siento muy sola... ¿Tú me sacarás de aquí?

- Si no lo hago herirás a las personas... Tengo que hacerlo, Kochou.

Suspiró con resignación y se levantó de la cama dedicándole un último vistazo antes de perderse entre la luz blanca.

- ¿No es hermosa la luna, Shinobu? - alcanzó a decirle, llamándola por su nombre por primera vez. Ella afirmó silenciosa.

- La próxima vez, ignoraré el amanecer y pasearé contigo.

Despertó súbitamente, comprendiéndolo todo.

Cada escena, cada cuadro... No eran sueños, eran recuerdos.

Abandonó la habitación de su compañera y se coló en su estudio, donde estaba seguro que encontraría el modo de traerla de regreso.

CONTINUARÁ...

Hola!!

Wooh, mucho dolor de cabeza, pero prometo que en la siguiente entrega todo tendrá sentido por fin, ya que será la parte final de esta locura intento de subrealismo. Espero que les haya gustado. Se que hay mucho OCC pero pues la mayor parte del capitulo son sueños y cuando uno sueña, no tiene control sobre sus acciones ni actua como lo haría regularmente, ¿No?

Quiero aclarar que los diálogos que comparten en sueños Giyuu y Shinobu son adaptaciones de los diálogos entre Logan y Jean en la película Wolverine Inmortal de 2013. Es que eran escenas tan lindas y desgarradoras a la vez que quería recrearlas dentro de esta historia. Gracias a Arckned por traducirlas por que sólo las encontré en inglés y pues de eso yo no entiendo ni papa.

Por otro lado, aclara la ambigüedad del titulo "Sueño rojo", un sueño relacionado a la sangre como en el primer momento y un sueño de pasión y declaración de amor como en el segundo, era un detalle que quería compartirles: p

Chicos, en Perú con esto del coronavirus las cosas se han puesto bien complicadas. Me siento tristona por no poder salirme a la calle y a pesar de que mi pareja viene a visitarme, quiero callejear. Jamás creí decir esto, pero extraño ir a mi oficina, aunque este en la punta de un cerro, la extraño :S

Se que muchos deben de sentirse igual en estos momentos, pero es un esfuerzo que necesitamos hacer como país para enfrentar esta situación. Así que bueno, solo queda respirar hondo y calmarnos. Solo serán unos días más y luego todo volverá a ser como siempre. Escuché que en China ya encontraron una vacuna y eso definitivamente aliviara las cosas :D

¡¡¡Animo!!!

En estos días aprovechando la cuarentena, publicaré nuevas ideas bien locas y zukulentas y espero que puedan leerlas y disfrutarlas tanto como yo me la pasé bien escribiéndolas!!

BYE BYEE

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