XI. CEREZO: Efímero y Renacimiento

DISCLAIMER: Demon Slayer pertenece a Koyoharu Gotōge, publicado por la revista Shonen Jump y animado por el estudio Ufotable. / Este One-shot pertenece al reto #FebruaryFlower creado por Princess_Saremi, el cual ya terminó el 29 de febrero, pero yo deseo acabarlo, aunque me tome todo el año

TEMÁTICA: Sakura / Lluvia rosa

PAREJA: Kyojuro x Mitsuri - Iguro x Mitsuri (mención)

NOTA DE AUTOR: A parte de la temática de este reto dada por la autora, quise utilizar "Lenguaje de las flores" para encaminar mi trabajo. En internet hay muchísimos significados para la misma flor por lo que utilicé el más formal que encontré que pertenece al libro: "El lenguaje de las flores" de Kate Greenaway / Esta entrega era demasiado larga, de forma en que fue dividida en dos partes. Es un Two-shot.

XI. CEREZO: Efímero y Renacimiento

Lloraba como una niña pequeña a la cual le habían arrebatado su juguete preferido.

Frágil, inocente e intensa.

Y la sonrisa permanecía firme en su rostro a pesar de estar desgarrándose por dentro.

Kyojurou secó sus lágrimas que se deslizaban por sus mejillas y acarició por última vez los lunares simétricos y coquetos que la marcaban. Deseó lograr algún día ser tan auténtico como ella, deseó besarla.

Pero nunca más la tocaría de nuevo.

A partir de ese momento, Mitsuri no volvería a depender jamás de él, ni volvería a llamarle "Maestro". Se marchaba a las montañas Fujikasane junto a Obanai para rendir su examen de Selección Final y si sobrevivía a los siete días que debía permanecer allí, se convertiría en una cazadora de demonios.

Estaba seguro que lo conseguiría. Ambos adolescentes estaban más que preparados y denotaban un talento innato en sus habilidades como espadachines. Llegarían lejos.

-Entrega lo mejor de ti, Kanroji- la animó.

El viento agitó las ramas del cerezo a cuya sombra, reposaban. En plena primavera, su floración hermosa y tupida se balanceó y centenares de pétalos pálidos se mecieron en el aire hasta caer sobre la pareja. Una lluvia rosa de tan solo unos segundos.

Así había sido su pasión; tan solo de segundos.

- Volveré pronto Rengoku-san.

La muchacha besó la mejilla de su mentor y sacudió sus cabellos rebeldes para sacar de ellos los restos de las flores antes de marcharse. Frotó su carita con la manga de su haori para deshacerse de las últimas lágrimas que se columpiaban de sus largas pestañas y salió corriendo, enérgica y ruidosa; como si huyera.

Iguro esperaba a que terminara de despedirse recargado en la entrada del hogar de la familia Rengoku. No le gustaba la relación tan cercana que Kanroji compartía con el pilar de la flama, pero no tenía derecho a reclamarle o interrogarle. Solo podía vigilarlos con recelo, sobre todo desde que ella fue echada de esa casa por el jefe del hogar. No permitiría que nadie volviera a tratarla mal ni a humillarla.

Se sintió aliviado cuando una nube rosada pasó veloz por su lado y le tomó de la muñeca, obligándole a seguirla. Sintió que había ganado algo muy especial.

"Cuando regreses, no me necesitarás más. Habrás florecido y ahora seremos iguales".

...

- Quiero que te marches inmediatamente de mi casa.

Las secas palabras resonaron en el jardín interrumpiendo el entrenamiento de la joven. La tomaron por sorpresa cuando blandía una katana de madera contra un tronco. Giró sobre sus talones y, Shinjurou Rengoku la asustó, en pie detrás de ella, severo y cruel. ¿Desde hace cuánto estaba allí?

- ¿Rengoku-sama?

- Ya me escuchaste Kanroji. Vete. - bajó su tono para no sobresaltar más a la chica. - Escoge un cuarto donde más te guste, nosotros lo pagaremos hasta que recibas tu primer salario como cazadora.

- Yo me iré, p- pero cuando mi maestro esté presente.

La muchacha tenía agallas, eso le gustaba. Razones de más para hacer lo que había decidido.

- Hasta donde sé, esta sigue siendo mi casa y aquí se hace lo que yo digo... Mira tú cuello Kanroji-san. - señaló el mayor. - ¿Es lo que quieres para el resto de tu vida? ¿Revolcarte a escondidas con Kyoujurou y ser su querida?

Los moretones, los había olvidado por completo. En la mañana, se había puesto una bufanda para esconderlas, pero producía demasiado calor y se la quitó mientras entrenaba, creyendo estar sola.

Mitsuri estaba sumamente avergonzada sus mejillas enrojecieron de vergüenza al sentirse descubierta. Fueron besos intensos y caricias vehementes, pero se detuvieron, él no la vio ni la tocó de más. Con esfuerzo, logró hilar su defensa.

- No... No es lo que usted imagina. Nosotros no hicimos nada incorrecto.

- Querida niña... - la voz paternal del hombre la hizo desconfiar más. Era rarísima y jamás escuchó que se dirigiera de ese modo ni siquiera a sus propios hijos. -Si no lo hicieron ayer, terminarán haciéndolo en algún momento. Si eso pasara, Kyojurou jamás podrá responderte ni casarse contigo. Él es un pilar y heredero de esta familia, desde que nació ya se escogió a la chica con la que debe desposarse. Hay mucho dinero de por medio, sabes. ¿Y que fue lo primero que tu maestro te enseñó?

- ...A cumplir siempre con mi deber.

Una sonrisa diminuta pero triunfal se formó en la faz de Shinjurou. La chiquilla no tenía argumentos para refutarle. Eligió continuar son su cizaña.

- Si al volver de su misión, te busca; sabrás que sus sentimientos son sinceros y que eres importante para él.

Mitsuri es tan dulce que llega a sentir en ella a una hija, y hará lo necesario para alejarla de Kyojurou y privarle de la vida solitaria e infeliz que las esposas de los cazadores llevan, muriendo de pena y abandono. Él lo sabía, lo sabía muy bien...

La estudiante asiente derrotada y llena de dudas. Quería mucho a su maestro y con el tiempo, seguramente llegaría a amarle profundamente. Rengoku era todo lo que siempre había soñado en un marido: fuerte, amable, cariñoso, apasionado; pero, ¿estaba dispuesta a renunciar a sus sueños de casarse y tener un hogar y conformarse con ser su concubina? ¿Estaría el dispuesto a desconocer sus obligaciones para estar a su lado?

Se retira del lugar, apagada y meditabunda, dirigiéndose a su habitación para recoger sus cosas. Shinjurou da su último ataque.

- Cuando eres tan joven es común enamorarte de alguien que nunca te corresponderá, lo idealizas y lo adoras, pero jamás será para ti. El amor sincero, en cambio; te escucha, cuida de ti, te protege y jamás te deja sola... ¿Sabes quién siempre está pendiente de todas las cosas que dices y haces?

La joven voltea y le observa unos segundos, esperando una respuesta.

- Iguro-san.

...

- Kanroji-san, ¿puedo pasar? - llama Kyojurou a la puerta de su habitación.

La noche del incidente en la biblioteca, deseaba hablar con ella y aclarar tantas cosas, pero tuvo que marcharse a una misión muy temprano. Apenas tuvo tiempo de llevarla a su recamara para que concluyera su descanso antes de que alguien los encontrara durmiendo en la puerta de la casa y se tergiversaran las cosas.

Había permitido que sus instintos le dominen, pero no quería que su discípula creyera que sus intensiones eran sólo pasar un rato de placer con ella... Bueno, en parte su fueron así al inicio, pero tampoco planeaba burlase y olvidarle después. Por ello se había detenido en aquel momento.

La apreciaba muchísimo y se sentía contento cuando estaba a su lado, llegando incluso a olvidar sus problemas familiares y como cazador. Eso era cariño, ¿Verdad? Y cuando pudiera conocerla mejor, podría ser capaz de amarla, de cuidar de ella y esforzarse por cumplir con sus anhelos.

Estaba tan entusiasmado con la idea que quería verla de inmediato y decírselo. Pero seguía sin responder. Nadie en la casa tenía idea de donde estaba -o no querían decirle- así que supuso que el único lugar donde podía estar escondiéndose era en su habitación.

Tocó la puerta y nuevamente, no hubo respuesta.

Así que decidió entrar y ver si todo estaba bien.

La habitación estaba completamente vacía.

- La chica se fue de la casa hace dos días. - susurró su padre a sus espaldas, ingresando en el cuarto y cerrando la puerta tras de sí. Estaba ebrio. - Podrás seguir entrenándola aquí si quieres, pero siempre habrá alguien acompañándolos.

- ¿Por qué se fue? ¿Dónde está?

- Yo se lo ordené.

El pilar, por primera vez, quiso golpear a su padre. Jamás lo había juzgado ni culpado de nada, pero esta vez, era simplemente malvado.

- Si no agrada, me iré con ella.

- ¿Vas a dejar a tu hermano solo?

El silencio comenzó a exasperarlo.

- ¿Porqué la corriste? Ella no hizo nada malo - protestó.

- Kanroji no, fuiste tú el que se equivocó. - Shinjurou entrecerró los ojos meditando cada palabra que diría. Había llegado al momento cumbre de sus maquinaciones. -No dejaré que destruyas la vida de esa muchacha.

Kyojurou cerró su puño izquierdo, sus impulsos le decía que se los estampara a su padre en plena quijada, pero sus valores le hicieron girar. El golpe impactó contra la pared, desgajándola.

- ¡No estoy jugando con ella! La convertiré en un pilar, padre. Cuando ese día llegue, nos casaremos...

- Y luego te vas a morir y la dejarás completamente sola. Será una viuda muy bonita.

Era eso, toda la conspiración del líder de los Rengoku era por el camino que había elegido. Claro, desde el deceso de su mamá, el antiguo pilar de la flama se aferraba con uñas y dientes a que dimitiera en su oficio como cazador, utilizaba esta vez una artimaña muy baja.

Sin embargo, había verdad en sus palabras. Tan solo el par de día que duró la misión, estuvo cerca de fallecer y se había salvado por los pelos.

- Sólo tienes dos opciones hijo. Abandona a los cazadores y cásate con esa niña. Les pagaré una boda magnifica y les compraré una casa enorme. Tengan muchos hijos y sean felices. O... - pausó encolerizando su voz. - Déjala ir con otro que, si pueda cuidarla y continúa con tu egoísta decisión, muerte solo para que no haya nadie que te llore cuando ya no estés.

Rabia, ira, frustración y resentimiento en sus propias elecciones, aunque intentara hablar como un padre sabio; en sus palabras estaban firmemente arraigadas las que creía sus propias equivocaciones. Jamás debió casarse con Ruka, jamás debió tener hijos y jamás debió permitir que sufrieran la soledad a la que los orilló.

- ¿Qué vas a escoger, hijo?

Kyojurou respiró hondo antes de proseguir.

- No es sólo lo que yo quiero, padre. Mitsuri no solo desea casarse, también a elegido ser una cazadora y proteger gente. Si yo renuncio, la obligaría a dejar sus propias metas. No puedo hacer eso.

Y se retiró de la habitación. Shinjurou exhaló satisfecho, manipular las emociones de los jóvenes era relativamente sencillo y aunque las cosas no salieron tal como las planeó, al menos había impedido que ese apasionamiento floreciese.

Dolía, cada palabra dolía, pero no podía negar la razón en ellas. Un hombre como él, con deberes estrictamente planteados, una mujer como ella, con tanto amor para ofrecer, no podrían llegar a unirse, sus objetivos no eran compatibles.

Podía ser felices, sí. Pero no juntos.

No la buscó. No regresó por él.

Cuando se volvieron a ver, fue como si hubiesen borrado el recuerdo de esa noche de sus mentes.

Tan efímero como si jamás hubiera pasado.

Ella se enamoraría de otro, con el tiempo. Él cumpliría con todas sus obligaciones, libremente, como siempre ansió

FIN

Holaa!!

Aquí se cierra esta historia de dos capítulos 😊

Espero haber sido conmovedora y haber podido expresar lo apasionado y tierno que puede ser el amor de adolescentes, pero también lo frágil y maleable que es. Me los planteé con 17 (Rengoku) y 16 (Mitsuri), todos ingenuos y cambiantes. Y también quería expresar al amor de otro modo, como algo que no es para siempre, que puede cambiar sus formas y acabarse, y su belleza está en los momentos que se puede compartir mientras existe.

Lamento todo el OCC, son personajes complejos la verdad, pero también creo que a partir de una experiencia similar pudieron ir formando su carácter al que conocemos hoy.

En fin. Espero que les haya gustado.

Aquí ando toda resfriada y cansada, la vida de los asalariados mediocres ☹ pero escribir esto me relaja un montón.

Nos vemos en la siguiente entrega, que será pronto :D

Agradezco a las personas lindas que se molestan en votar y comentar. Parece que el Kyotsuri no es tan popular, pero para mí son lindos juntos y aprecio mucho su apoyo :D

Bye bye

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