PRIMER ESPECIAL
DISCLAIMER: Demon Slayer pertenece a Koyoharu Gotōge, publicado por la revista Shonen Jump y animado por el estudio Ufotable.
TEMÁTICA: Escolar
NOTA DE AUTOR: En esta ocasión, esta entrega no estará incluida dentro del reto. Simplemente tenía ganas de escribir esta historia loca. Sin embargo, no tengo ni idea de cómo estén enfrentando el coronavirus en Japón, de forma que las políticas que se mencionen como la cuarentena y/o toque de queda esta inspirado en como lo vivimos en la mayoría de países latinos.
PRIMER ESPECIAL
-¡VAMOS A MORIR!
Maestros y estudiantes pusieron su atención ante los escandalosos berridos que provenían de una mesa donde tres muchachos tomaban su almuerzo. Uno de ellos; el rubio, repetía a gritos la misma frase mientras lloraba amargamente.
-Por favor tranquilízate, Zenitsu. No va a pasarte nada -decía Tanjiro dándole golpecitos suaves en la espalda, intentando reconfortar a su pobre amigo. Lo conocía y sabía perfectamente lo exageradas que podían llegar a ser sus reacciones, pero en esta ocasión; realmente estaba asustado.
-Dale un buen golpe, a ver que pasa -propuso Inosuke sin comprender exactamente el causal de semejante berrinche.
Al ver su idea negada con la cabeza por el muchacho luego de dirigirle una mirada desaprobatoria, decidió hacerlo él mismo. Después de todo, si algo había aprendido de su convivencia con su cobarde secuas era que la mejor forma de distraerlo de algún tema que lo perturbara era golpearlo y comenzar a discutir. ¿Lograba que dejase de llorar y preocuparse? Por supuesto.
Extendió la mano hacia atrás para tomar impulso acertarle un manotazo... cuando fue sorpresivamente detenido por el profesor Rengoku.
-¿Porqué no dejaste que lo hiciera? Yo también quería saber que pasaba con el chico luego del golpe. Apuesto que hubiese sido extravagante. -reclamó Tengen; el docente de Arte, insatisfecho.
-¿Qué le sucede? -interrogó el maestro de Historia ignorando a su excéntrico colega.
Tanjiro suspiro cansado, no era su intensión que el escándalo de su amigo hubiese llamado la atención de tanta gente.
-Estaba viendo su móvil cuando se enteró que el presidente acaba de declarar Estado de Emergencia por 15 días.
-Está prohibido el uso de aparatos electrónicos dentro de la escuela. -intervino el profesor de Educación Física que sabe Dios cuando llegó. Tal vez siempre estuvo allí y nadie lo notó porque todos los involucrados se sobresaltaron cuando su voz severa les recordó la normativa escolar.
-No es momento para eso Tomioka-san -lo cortó Kyojuro poniendo las manos sobre los hombros del olvidado y aun desesperado Zenitsu, sacudiéndolo suavemente. -Pero me encanta tu apasionamiento por defender el reglamento escolar, bien hecho. En cuanto a ti, joven Agatsuma, te aseguro que nada te pasará si tomas las precauciones del caso.
Pero las amables palabras, tanto del docente como de su compañero no tenían efecto sobre él. La impresión de la noticia acompañado de una lectura de las altas estadísticas de contagiados y muertos registrados como consecuencia de la pandemia lo habían quebrado.
De por sí, meses atrás cuando se supo de la enfermedad, había investigado sobre ella y vivía con un temor frecuente a su expansión. Con el paso del tiempo, sus pronósticos se fueron cumpliendo hasta llegar a ese extremo.
Simplemente colapsó. No podía dejar de llorar, aunque lo intentase, sentía nauseas, el corazón le ardía de lo rápido que latía y no lograba comprender lo que la bola de chiflados a su alrededor decía, solo era un interminable "bla bla bla".
Cada vez había más gente y menos aire...
-Por favor, ¡muévanse! -dijo Shinobu acompañada de Nezuko tomando parte del asunto. Fue obedecida por el grupo de curiosos.
Ambas chicas tomaron asiento junto al adolescente y la más joven de ellas lo rodeó con sus brazos y lo abrasó.
-Estoy aquí contigo, Zenitsu-kun. -murmuró muy despacio. Genya tuvo que agarrar a Tanjiro para que no interviniera.
Al sentirse acompañado por su amiga, el adolescente se sintió ligeramente mejor y continuó su llanto por varios minutos más pero poco a poco fue apaciguándose.
-¿Te siente mejor, Agatsuma-san? -preguntó la joven de grado superior acariciado los cabellos del chico cuando se separaron. El asintió, pero aun gimoteaba.
-Es cierto que la situación es un poco complicada. Pero eres Agatsuma Zenitsu, un chico muy valiente y capaz de sobrevivir a esto. -le consoló la menor de los hermanos Kamado dándole suaves golpes en la cabeza
-¡Mentira! -gritó Inosuke desdé muy atrás, pero fue reprendido con un manotazo en la cabeza por parte del profesor Tomioka.
Algunos de los presentes rieron entre dientes, incluyendo al muchacho rubio.
-Sabes Agatsuma-san, la prensa habla tanto sobre el tema que están causando que la gente se vuelva loca y se lleve todo de los supermercados, sobre todo papel higiénico, quien sabe por qué. -Sanemi, quien escuchaba todo desde lejos se sintió ligeramente culpable por su saqueo de la otra noche, aunque fue más porque le pareció divertido que por prevenir. -Pero nadie habla de información positiva al respecto, ¿Tienes idea de cual es la probabilidad de que muramos con esta enfermedad?
-No lo sé
-Sólo es de 0,7 por ciento. Es decir que tienes 99.2 por ciento posibilidades de sobrevivir a este virus. Y eso es por que eres muy joven y saludable, en cuanto más mayores son las personas, las probabilidades aumentan, como en el caso de Tomioka-sensei.
-Sólo tengo 21 años. -protestó el aludido, ofendiéndose.
Nuevas risitas estallaron, incluyendo la de Zenitsu que por fin se había serenado.
-Y mira, todas las personas que te queremos estamos contigo y aunque no vamos a vernos por un buen tiempo, haremos video llamadas todos los días. Pronto estaremos todos juntos de nuevo. -añadió Nezuko entregándole un pañuelo para que pudiese secar sus lagrimillas.
- Pero recuerda que para eso debes prevenir lavándote bien las manos y usando un cubrebocas, pero de preferencia quédate en tu casa y evita salir. - intervino Mitsuri, quien acaba de llegar.
Finalmente, el muchacho estuvo en paz de nuevo y al poco rato las cosas en el comedor volvieron a su orden mientras terminaban sus alimentos pues; luego del comunicado presidencial, las labores se suspendieron para que tanto maestros como alumnos pudiesen volver a casa temprano y prepararse para el aislamiento voluntario.
Como no se verían en casi medio mes, los estudiantes hacían sugerencias de como permanecer en contacto con sus amigos sin restringir las normas.
-Ne, Tomioka-sensei -Shinobu picó con su anular la espalda del profesor para llamar su atención.
-Me llamaste viejo hace un rato. -protestó.
-Oh... ¿y sigue enojado? Si le hace sentir mejor, sigue viéndose atractivo para su edad.
Giyuu quiso golpearse contra la mesa harto de siempre perder contra esa muchacha.
-¿Qué quieres?
-Lo llamaré todos los días para confirmar que no se haya suicidado, sensei.
Suspiró resignado, llevaba tanto tiempo lidiando con ella que entendía que era su forma de decirle que se preocupaba por él.
-Estaré con mi hermana, no es necesario.
-Pero su pobre hermana se volverá loca si tiene que soportarlo todos los días, durante 15 días y con posibilidad de ampliación. -argumentó la chica y sacando su cuaderno y un lapicero escribió en un trocito de papel su dirección y teléfono. -Aunque sea un poco ilegal, venga a visitarme de vez en cuando. Veremos películas con mis hermanas e incluso puedo prepararle el almuerzo, pero use cubrebocas en el camino.
Shinobu estaba decidida a convencerle de reunirse al menos algunos días, o no podría aguantar el encierro de dos semanas, enloqueciendo del aburrimiento de no verl... molestarlo.
-No iré. - afirmó el docente a punto de romper el papel.
-Si no vienes, entonces iré yo a visitarte.
-No puedes salir de tu casa, te detendrá la policía.
-Exacto. -exclamó triunfal la muchacha. -Y tendrás que ir a sacarme de la comisaria por que daré tu número y mi hermana estará tan enojada contigo que...
-De acuerdo, tú ganas. -interrumpió Giyuu agotado; con lo de Agatsuma, el día había sido muy largo y solo quería irse a su casa y tomar una siesta antes de salir de compras con Tsutako. -Tal vez vaya a verte.
-Te esperaré, sensei. ¡Feliz Cuarentena! -canturreó la chica antes de escapar del lugar corriendo alegremente por entre las mesas.
Por esta vez pasaría esa infracción por alto. Y pesar que la misma chica tan madura que había manejado el ataque de pánico del delincuente rubio hace un rato era la misma que le deseaba una feliz cuarentena como si fuese Navidad o Año Nuevo.
Miró la nota que le había entregado con su dirección, era muy cerca de su propio departamento... Era papel de rayas negras escrito con lapicero de tinta seca azul claro, ¡Lo sabía!, siempre lo supo. Shinobu siempre estuvo detrás de los letreros contra el director y el de "Tomioka papasito" que tanta vergüenza le hizo pasar hace algunos meses atrás.
-¡Kochou, vuelve aquí!
FIN
Por fin una actualización de este libro que tan abandonado lo tenía. Todos los días me decía que lo iba hacer, pero nada, me dio faringitis y estuve enfermita y como un pollito moribundo llena de achaques en mi camita. Pero ya me recuperé y vuelo a las andadas.
Espero que les haya gustado esta entrega, con final GiyuuShino por que pues así soy :v
Por cierto, una de las formas de actuar ante una persona que sufre un ataque de pánico es la descrita acá. Denle su espacio para que respire, no lo juzguen ni intenten razonar con él hasta que se calme, abrácenlo y háganle sentir que siempre estarán para él, positivicemos sus miedos y traten de distraerlo con bromas o cambiándole de tema. Nunca esta demás saber.
Ah, y vi esto en el ali express
Sirven para satisfacer los deseo sado que no sabia que tenia hasta que los vi, Quería compartirlo por que no puedo ser la única loca a la que le gusten o si? :v
Bye byeee!!
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