Yo sé quién eres.
Renuncia de derechos, ninguno de los personajes utilizados aquí son de mi propiedad.
-¿Qué estarán haciendo los demás? -murmuró caminando por la catedral de la ciudad apaciguado, no tenía nada en específico que hacer ahora.
Claro que tenía algunas cosas que arreglar, como su anuncio de regreso, en todo momento llevaba un traje con capucha que apenas dejaba ver parte de su rostro.
Estaba ansiando ya decir "Estoy aquí" solo para poder deshacerse del vestuario, aunque claro, no era posible hacerlo así.
Luego de la cena con Diluc, la tarde cayó, regreso a su casa y paso todo el día. Quería saber cómo le iría a Lumine con sus cuantiosos encargos ahora como caballera de Favonius, sabía que le darían bastante trabajo y no era sorpresa.
Lo que más le importaba era el tipo de desempeño que tendría, no vio ninguna de sus habilidades en combate así que estaba algo preocupado.
Que extraño, no tenía mucho que la conocía. Probablemente sea una especie de lazo que no tuvo problemas para fortalecer en poco tiempo, y, ahora que recordaba, ella junto a Paimon tendrían una aventura por el continente de Teyvat.
Su segundo viaje. Tenía tantas ganas de ver a todas las maravillosas personas que conoció, Inazuma era uno de los sitios que más anhelo tenía de visitar, quería su segunda oportunidad.
Quería demostrar que su esfuerzo no había sido en vano...
-¿Uh? ¿Esa no es Lumine? -salio de sus pensamientos cuando vio la curvilínea figura de la chica, parada frente a frente a un pequeñito hombre de una estatura similar a la de ella.
Por alguna razón parecía estar algo sería, el chico se veía despreocupado y bastante alegre así que sería mejor asegurarse de que no hubiese algún inconveniente. Después de todo incluso él oyó de los acosadores.
-¿Ese tipo no es el mismo que estaba con Stormterror? No es solo eso... Soy incapaz de sentir su energía, es como si no existiera.
Indagó sobre ello un poco mientras más se acercaba, llegando a una distancia considerable había notado eso. Estaba completamente seguro de que ese Joven estaba con el dragón.
Era extraño que algún civil intentará tranquilizar a Stormterror, después de todo lo que hizo, la mayoría corrían despavoridos para evitar algún daño, que claro era lo mejor para todos, no querían muertes inesperadas.
Apenas iba a alzar la mano cuando el muchacho se dio cuenta de su presencia, giro su rostro hacia a él y por consecuente tanto Lumine como Paimon también se voltearon.
-¡Goku! -la chillona voz de Paimon sonó más alegre que de costumbre cuando su vista captó la figura inusual del Son, con una velocidad considerable voló hacia él y se coloco al lado.
-Hola Paimon, Lumine.
Por alguna razón los ojos de la chica también tomaron cierto brillo cuando Goku entro en escena y de forma curiosa también se acercó a él.
-Al fin nos vemos otra vez -dijo como si hubieran pasado semanas sin verse -¿Cómo te fue con tu amigo?
-Muy bien. De hecho me apoyo con dinero, así que tenemos para nuestro viaje... Por ahora -musitó Goku y Lumine lució sorprendida, como si ella misma hubiera olvidado sus palabras.
-¿D-De verdad me acompañarás?
-Tengo muchos amigos alrededor de todo Teyvat, verlos luego de tanto tiempo no estaría mal, han pasado cinco años desde el viaje y bueno, seguramente la noticia de mi supuesta muerte llegó a todas partes.
-¿Tan famoso eres?
-Pues soy considerado el humano sin visión más poderoso de todo el mundo. No sabes cuan conocido soy.
No era mentira, incluso mucho antes de que se le concediera el nombre oficialmente que fue justo en su primer viaje, en cada zona le reconocían.
Cuando llegó a Liyue, Ninguang le invito al día siguiente a su famosa morada flotante, donde muy pocas personas tienen el honor de entrar, sin tener idea de eso, él ingreso apenas piso la ciudad.
Conocio a varias personas y animales parlantes, estos últimos recordaba que eran importantes pero no socializó mucho con ellos y ni siquiera sabía cómo los llamaban, sin embargo, eran protectores de Liyue.
Ahora que recordaba, tenía una especie de descuento del cincuenta porciento cuando muriera y me hicieran su funeral. Gracias a una mujer extravagante que acostumbraba a desear muerte para dar ese tipo de descuentos.
Y bueno, en ese tiempo, tuvo un amorío con una de las secretarias. Fue la primera pareja formal que tuvo, aunque claro, no duraron prácticamente más que un mes. Ella era alguien ocupada y él se iría.
Memoro con cariño los cuernos y el pelo celeste que tenía, lo delgada que era, su palidez. En el fondo de su corazón, sabía que le guardaba bastante cariño y le ansiaban poder verla, ¿Cuál sería su reacción?
Tuvo bastantes insinuaciones mientras estuvo ahí, incluso por parte de la mismísima Ninguang, de una mujer pelimorada, otra peliblanca, de la misma que deseaba su muerte y una extravagante capitana.
Aunque a final de cuentas eligió a la secretaria.
No era tan tonto para este entonces, ya tenía una amplia experiencia y la mayoría la obtuvo en los mismos viajes que tuvo, todos le conocía y su suerte con las mujeres siempre iba en ascendencia.
En Inazuma ocurrió algo parecido, en cuanto llegó, Thoma junto a la Princesa Garza recurrieron a él para intentar auxiliarse y acabar con la asfixiante eternidad de la Shogun.
Goku no accedió al instante, después de todo quería comprobar que tan ético era lo que ella hacía, sin embargo una vez lo vio con sus propios ojos se puso en marcha y cargo con el peso de toda una nación en sus hombros.
Entabló una ardiente amistad con Yae Miko, la mano derecha de la Shogun. Aunque eso sería historia para otro momento.
Eso era lo que recordaba, o por lo menos serían las dos naciones que más pronto visitarían, seguramente él iría a la cabeza así que Lumine le seguiría. Claro que todavía quedan Fontaine y Sumeru, aunque las cosas fueron más complicadas en ambos sitios.
-I-Increible...
-Tambien me dicen el humano más cercano a un Arconte, y creo más que nunca que hoy esa frase podría cambiar -comentó Goku con una sonrisa desafiante, cosa que fue vista por el Joven que estaba ahí con con confianza.
-Los Arcontes pueden ser mucho mas poderosos de lo que la gente piensa -él se metió en la conversación y los presentes le miraron -Aunque, yo también eh oído de ti, si eres muy, muy famoso.
-No nos hemos presentado aún, ¿Cierto? ¡Mucho gusto! ¡Soy Son Goku! -exclamo de la común forma que tenía para presentarse, curveando con alegría la comisura de sus labios.
-Soy el bardo Venti, es un placer Goku. Pero como dije, ya te conocía -respondió afable el susodicho, cosa que logro hacer a Goku rascar su nuca con nerviosismo.
-¿Interrumpía algo importante? Solo venía de paso a saludar a mis amigas. Pero si hay algún problema me encantaría ayudar.
-¿Puedo contarle?
-Oh, si. Él es de confianza.
-Tenemos planeado robar una Liria Sagrada que está en la iglesia. Venti dice que puede tranquilizar a Stormterror si la conseguimos -hablo Lumine y Venti asintió, de alguna forma buscaban la autorización de Goku.
-¿Robarla? ¿Por qué no la piden prestada? -pregunto el Son, no creía que fuera buena idea, si estaba en la iglesia estaría custodiada por un buen puñal de soldados.
-Pues, no creo que nos quieran dar algo así a nosotros... Pero... -Venti dio algunas pausas largas para no acompletar su frase, no era necesario ser muy inteligente para saber a qué se refería, pero Goku no estaba realmente dispuesto a ofrecerse.
Supondría hacer más rápido la noticia de su regreso, después de todo se haría presente en la iglesia frente a varias monjas, seguramente el rumor se correría como pólvora.
-¿Crees que me la quieran dar a mi? Había oído de la Liria Sagrada y recuerdo que Bárbara dijo algo de ser de suma importancia y un símbolo -dijo sin estar convencido.
-¡Por favor! Si tú eres un verdadero símbolo aquí en Mondstadt -confeso Venti como si lo sintiera de corazón, era evidente que solo lo chantajeaba igualmente -Esto te lo agradecerán todos. Terminarán con el problema y Stormterror volverá a ser pacifico.
-Sigo sin saber cómo es que estás tan seguro de poder hacer algo así solo tocando. Que extraño -el pelipunta le miro con los ojos entrecerrados y Venti solo sonrió con un poco más de inquietud.
-Solo confía en mí. Pregúntale a tu amiga, yo sé más de Dvalin que todos en esta nación.
-Hace mucho que no escuchaba que alguien le llamara así.
No se había dado cuenta pero el ambiente de Mondstadt se había vuelto normal, probablemente era porque Lumine debió cumplir con la petición de Jean, lo hizo en un día. Fue bastante eficiente.
-¡Anda Goku! ¡Ayúdanos! -clamo la pequeña chica mirando a Goku fijamente, él solo le miro por el rabillo unos segundos y luego pensó un poco más.
Igualmente debía hacer saber su regreso, entones le diría a Jean, esperaba que si le otorgarán la Liria, sería un desperdicio que se revelará ante todos y aún así no obtuviera la Liria.
Si esto salía bien, Mondstadt viviría en paz. Tal vez él no tuvo tantas complicaciones porque los últimos años vivió aislado, pero no conocía con detalle como era la situación.
No obstante era bastante fácil saber que no era algo muy sencillo de digerir, la esquizofrenia y pánico de la gente, las precauciones inmediatas que tenían.
Le molestaba que ya era algo generalizado, de verdad que los caballeros de Favonius parecían no hacer bien su trabajo, por más mal que sonara. Después de todo ahí estaban muchos de sus conocidos.
-No pierdo nada. Eso quiero creer -discurrio y sin decir nada inhaló profundamente para dejarlo soltar todo en un muy pesado suspiro -Vayamos a la iglesia entonces.
-¡Gracias Goku! ¡Vamos viajera! -chillo Paimon que revoloteo en el aire con alegría yendo con velocidad hacia el destino esperado, siendo seguida por una pobre Lumine que tenía que correr.
Una vez ambas se distanciaron de Venti y Goku, los dos se pusieron lado a lado y sin verse intercambiaron palabras.
-¿Quién eres?
-Un bardo. ¿Ya lo había dicho no? Si no es así, al parecer tengo problemas de memoria a tan corta edad.
-No estoy muy convencido.
-¿Qué quieres que te diga entonces?
Era imposible que conociera tanto acerca Dvalin, la parte de tocar algo exactamente con la Liria Sagrada también parecía extraño, ¿Quién se supone que sabría que podía calmar a Stormterror con aquello?
Sin contar que estaba bastante seguro de que él fue a quien vio en el bosque junto al dragón, el mismo día que se topo con Lumine. Que ahora que lo pensaba, sería buena idea preguntarle a Lumine.
Quizá ella lo recordaba también y no era parte de su imaginación.
-¿Seguro que no tienes nada que confesar? -insistio, después de todo tampoco se quería ver tan idiota y soltar sus pensamientos de golpe para que al final todo fuera erróneo. Aunque el simple hecho de no sentir su energía era extraño.
Era como la energía de cada Arconte que conoció, era incapaz de detectarla. ¿O es qué había una especie de divinidad de la que nadie le habló?
Venti dejo de mirar directamente hacia la nada y está vez miro el rostro de perfil del Son, quién si no le dedico la mirada y continuo observando a la nada.
-Creo que tú ya sabes muy bien quien soy. No tiene caso rebuscar, ahí tienes tu respuesta -musitó Venti sonriendo de una forma pacifista, sin despegarle la mirada seguramente esperando cuáles serían sus reacciones.
-¿Un bardo?
-Exactamente, eres más inteligente de lo que creí.
Seguía sin convencerle de todas formas, aunque esa afirmación se podía malinterpretar. Tal vez era mejor dejarlo así, era una información clasificada que era mejor no conocer aún.
-¡Vamos bardo de pacotilla! ¡Tu también Goku! -a la lejanía se oyó la voz reconocible de Paimon animando al duo. Sin decirse nada más comenzaron a caminar en el completo silencio del lugar.
-Sentir la energía de las personas, es algo muy útil...
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Fin del capítulo.
¿Qué les pareció?
Quiero avanzar rápido para ir a lo bueno, yo creo que unos cuatro capítulos más y salimos de aquí.
No quiero darle tanta vuelta al Lore, me inventaré unas cosillas y otras si las dejaré como son, la verdad hace mucho que jugué las primeras tres naciones y apenas me acuerdo de lo que pasó.
Supongo que está mejor porque me da más libertad creativa y se siente más fresco.
10009 votos y se sube otro capítulo.
Gracias por leer.
¡Sayonara!
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