Sei.

El sol de la mañana entraba por las ventanas, iluminando el suave pelaje de Twilight, la gatita de cinco años que dormía cómodamente en el sofá. Sana estaba sentada en la alfombra del salón, hojeando un libro mientras JiHyo, la omega, la observaba desde la cocina. Con una taza de té caliente entre sus manos, JiHyo se acercó con una expresión pensativa, lista para abordar un tema que había estado rondando su cabeza durante días.

—Shiba, ¿puedo preguntarte algo? —dijo con un tono dulce mientras se sentaba junto a su alfa, apoyando la cabeza en su hombro.

—Claro, mi amor, lo que quieras —respondió Sana, dejando el libro a un lado para prestarle toda su atención.

JiHyo jugueteó con los bordes de la taza, un leve rubor en sus mejillas. —Estaba pensando... Twilight ha estado con nosotras mucho tiempo, ¿no crees que tal vez le gustaría un compañero? Otro gatito con quien jugar y no estar sola cuando estamos ocupadas.

Sana ladeó la cabeza, observando a Twilight, que ahora se estiraba perezosamente, como si entendiera que estaban hablando de ella. —No suena mal, creo que sería bueno para Twilight. Pero... —Sana arqueó una ceja, sospechando que había algo más detrás de la propuesta—. ¿Eso es todo?

JiHyo sonrió nerviosa y miró hacia otro lado. —Bueno, también pensé que podríamos tener un... hámster.

Sana parpadeó, procesando lo que acababa de escuchar. —¿Un hámster? JiHyo, Twilight es un gato. ¿No crees que podría... ya sabes, verlo como un bocadillo?

—¡No sería así! —protestó JiHyo, haciendo un puchero mientras tomaba la mano de Sana—. Twilight es muy dulce, nunca le haría daño a nadie. Además, siempre quise un hámster cuando era pequeña, pero nunca tuve la oportunidad. ¿No sería lindo tener una bolita de pelo tan pequeñita con nosotras?

Sana suspiró, observando los ojos brillantes de JiHyo, llenos de ilusión. Sabía que su omega no se rendiría fácilmente, y aunque no estaba completamente convencida, tampoco podía resistirse a verla tan emocionada.

—De acuerdo, pero con una condición —dijo finalmente, levantando un dedo—. Si adoptamos un hámster, tú serás la encargada de cuidarlo. Y si Twilight muestra el más mínimo interés en convertirlo en su juguete, tendremos que ser muy cuidadosas.

—¡Prometo cuidarlo bien! —exclamó JiHyo, abrazando a Sana con fuerza antes de dejar un beso en su mejilla—. Eres la mejor, Shiba.

Al día siguiente, ambas se dirigieron al refugio local, donde habían visto algunos gatos y hámsters en adopción. La emoción de JiHyo era palpable mientras caminaba de la mano con Sana, hablando sin parar sobre nombres posibles para las nuevas mascotas.

—Si adoptamos un gatito, tal vez podríamos llamarlo Pinkie, para que haga juego con Twilight —sugirió JiHyo—. Y al hámster... ¿qué te parece Spike?

—Pinkie suena bien, pero Spike... —Sana rió suavemente—. Bueno, supongo que es mejor que "Pelusa" o algo parecido.

Cuando llegaron al refugio, una voluntaria los recibió y las llevó a la sección de gatos primero. Allí, una pequeña gatita de pelaje gris y ojos brillantes captó inmediatamente la atención de ambas. Era juguetona, pero tenía un aire tranquilo que les recordó a Twilight.

—¿Qué opinas? —preguntó Sana mientras observaba a JiHyo interactuar con la gatita.

—Es perfecta —respondió JiHyo, acariciando suavemente al animalito que ronroneaba bajo su mano.

Después de firmar los papeles para la adopción de la gatita, se dirigieron a la sección de pequeños roedores. JiHyo casi dio un pequeño salto de emoción al ver a los hámsters en sus jaulitas, moviéndose con energía o acurrucados para dormir.

—¡Mira este! —dijo JiHyo, señalando a uno de pelaje marrón claro con manchas blancas—. Es tan pequeño y adorable.

Sana se agachó a su lado, observando al diminuto animal. Aunque aún tenía sus reservas, no podía negar que JiHyo parecía inmensamente feliz. Eso era suficiente para ella.

—Está bien, Spike será entonces —dijo Sana con una sonrisa, rindiéndose por completo.

Cuando llegaron a casa, Twilight las recibió en la puerta con su característico maullido. JiHyo colocó la transportadora del gatito en el suelo y se sentó junto a Twilight, hablando con ternura.

—Twilight, quiero presentarte a Pinkie, tu nueva compañera. —Abrió la puerta de la transportadora lentamente, permitiendo que la pequeña gatita saliera y explorara el espacio.

Twilight observó al nuevo miembro con curiosidad, acercándose con pasos cautelosos. Sana y JiHyo las miraban desde el sofá, esperando ansiosas el primer contacto. Para su alivio, Twilight simplemente olfateó a Pinkie antes de sentarse tranquilamente a su lado, aceptándola con gracia.

Luego, JiHyo sacó a Spike de su pequeña caja de transporte y lo colocó en su nueva jaula, asegurándose de que estuviera cómodo. Twilight observó al hámster con cierta curiosidad, pero no mostró señales de agresión.

—Creo que todo salió bien —dijo Sana, abrazando a JiHyo desde atrás mientras ambas miraban a sus nuevas mascotas.

—Gracias, Shiba. Eres increíble —susurró JiHyo, girándose para besarla suavemente.

Sana sonrió, dejando un beso en la frente de su omega. —No hay nada que no haría por ti, JiHyo. Ahora tenemos una familia un poco más grande, pero igual de perfecta.

Pasaron el resto del día disfrutando de sus nuevas responsabilidades, compartiendo risas y momentos tiernos mientras sus mascotas comenzaban a adaptarse. JiHyo no podía evitar sentirse más enamorada de Sana, agradecida por todo el amor y cuidado que siempre le daba.

10 votos, 5 comentarios y actualizo <333

Me encanta My Little Pony y que

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top