Minho

Idiota, soy un completo idiota.

Caminaba directo a la cafetería en donde había citado a Jisung, hoy hablaría con ella, le diría lo que pienso de su comportamiento y sin duda terminaría con nuestra relación.

Mientras Ilegaba a la entrada del lugar pensé en Jisung, ¿Que estará haciendo?, ¿Acaso sigue odiandome? Si yo estuviera en su lugar también me odiaría.

¿Como no me di cuenta antes?

Lo amo demasiado.

Sus besos.

Sus besos eran lo mas delicioso y exquisito y que una vez creí que besarlo seria asqueroso y sentiría como si estuviera basando a un hermano. Vaya que me equivoque.

Solo quiero ir con el, abrazarlo y besarlo. Aunque para eso, primero tendría que rogarle que me perdonara y no seria fácil.

— Hola amor. — Me saludo acercándose para besar mis labios. Yo aleje mi rostro y me senté en una de las mesas. Ella copio mi acción algo confundida por mi actitud. — ¿Pasa algo?

— Dahyun, podrías decirme, ¿Por que mierda hablas mal de Jisung? — Dije yendo al grano, ella me miro con falsa inocencia.

— No se a que te refieres, bebe.

— No me llames bebe Dahyun y responde a mi pregunta, ¿Por que hablas mal de Jisung con mis amigos?, ¿Quien te crees?

Dahyun alzo una ceja y su rostro se torno rojo.

— Lee Minho, si viniste a hablar de Jisung, me iré. No quiero perder mi tiempo.

— No se diga mas. — Mire a Dahyun con una sonrisa torcida. — Terminamos Dahyun.

— ¿Que?, No puedes estar hablando enserio. — Dahyun cuestiono sorprendida.

— Hablo muy enserio. No voy a permitir que me sigas manipulando, ya no mas. No eres la persona que creí que eras.

— Es por el, ¿No es cierto? — Salto cabizbaja. — Estas enamorado de el... Lo sabia Minho. — Ella alzo su rostro sonriendome. — Sabia que tarde o temprano te darías cuenta.

Dahyun se levantó y me miro.

— Pero no pensé que iba a ser mas temprano que tarde. Lo siento Minho, si actúe de mala manera contigo y con Jisung. Es solo que yo enserio creí que tu eras el indicado, pero ya veo que no.

— Dahyun por favor, no sigas.

— Minho tengo que decirlo. — Dahyun suspiro. — Estoy enamorada de ti y creo que me volví un poco loca... De verdad lo lamento, actúe como una arpía. Y merezco que tu, Jisung y tus amigos me odien.

— No te odio, sólo estoy decepcionado.

— Y lo merezco. — Ella se acerco a mi abrazandome. — Ve por el, yo prometo no entrometerme mas. Hacen una linda pareja.

Me sonroje por sus palabras.

— Gracias, pero creo que me odia por lo que dije.

Dahyun frunció el ceño pensativa.

— Si hay algo que pueda hacer, solo dímelo y lo haré. Solo para compensar mi error.

Sonrió dejando un pequeño beso en su frente.

— Estoy seguro que un día encontraras a tu media naranja. Solo es cuestión de tiempo. — Le giño el ojo a lo que ella sonrió.

— No pierdas tiempo aquí y ve por Jisung. — Ellos se puso de puntitas para susurrarle al oído. — El no esperara siempre por ti.

— Lo se.

Me despedí de ella antes de dirigirme a la casa de Jisung. Necesitaba hablar con el, aclarar las cosas y si es necesario arrodillarse rogando que me perdonara por ser tan ciego.

Félix

— Si Hwang. — Sonríe mientras hablaba por teléfono con mi casi novio. — Te dije que ahora no, estoy en casa de mi amigo recogiendo unas cosas, ¿Te parece esta noche? — Mordi mi labio inferior esperando una respuesta. — Hasta la noche.

Colgué la llamada dando saltitos. Poco a poco Hyunjin caía en mi red.

Seguí con mi trabajo, recogiendo algunas de las pertenecías de Jisung. Hace dos días que se había ido a casa de su abuela, estaba triste y desesperado tanto que olvido llevarse sus cosas por lo que me ofrecí a recogerlas y llevárselas, como buen amigo que soy.

Termine de empacar la última maleta y sali de la habitación, me sentía muy mal por Sung, el idiota de Minho tenia que pagar por lastimarlo tantas veces. En eso recibí un mensaje de Jeongin diciendo que venia a ayudarme con las cosas de Jisung, le respondí que se apresurara por que mis bracitos se cansarian de tantos bolsos que llevaba.

En menos de 5 minutos la puerta comenzó a sonar, baje con algo de dificultad para encontrarme con una desagradable sorpresa.

Lee Minho.

Iba a cerrar la puerta en su cara, pero fue más rápido y entro.

— ¿Que quieres?, Voy de salida, además no eres bienvenido en este respetable hogar.

— Por favor Felix, se que debes de estar odiándome, pero enserio necesito hablar con Jisung.

— No, vete. — Intente sacarlo, pero era muy fuerte. — Minho, vete o llamo a la policía.

Minho me miro con el ceño fruncido.

— No llamarias a la policía, no estoy haciendo nada malo.

— ¡Claro que si! Acosas a mi mejor amigo y entraste a esta casa sin ser invitado.

¿Quien se creía este? Venir aquí a seguir lastimado a Jisung.

— Félix por favor, tengo que decirle algo muy importante. — Pidió Minho.

Lo mire con el ceño fruncido.

— No te creó, solo le traes problemas a Jisung.

— Me gusta, Félix. — Dijo sorprendiéndome al instante.

Hasta que al fin este tonto se daba cuenta de sus sentimientos por Jisung.

— Te tardaste mucho Minho, por eso no puedo ayudarte y te repito que te vayas.

Iba a responder cuando un Jeongin apareció viendo a Minho con el ceño fruncido.

— ¿No crees que ya le has hecho suficiente daño? — Preguntó Jeongin molesto cruzándose de brazos.

— Se que lo he lastimado, por eso vine a arreglar todo.

Jeongin río con amargura antes de contestar.

— Y todo se arregla así de fácil, ¿No?

— Minho ya vete. — Le pedí lo más amable que pude.

— Eso significa que no me dirán donde está Jisung, ¿Cierto? — Preguntó cabizbajo.

Admito que me sentí algo mal, pero eso no se compara con como se sintió Jisung.

— Si enserio te gusta Jisung, debes de hacer hasta lo imposible para ganarte su confianza de nuevo Minho. El ha estado muy deprimido y como sus amigos si tenemos que ponernos de un lado obviamente estaríamos en el de Jisung. — Coloque mi mano en su hombro. — Minho me agradas y el mejor consejo que te puedo dar es que pelees por el y si tienes que rogarle de rodillas, lo hagas, solo no te rindas por que nosotros no te queremos decir donde esta. No te lo vamos a poner fácil, ahora es tu turno de buscarlo. — Palmee su hombro antes de salir de la casa de Jisung.

Jeingin lo fulminó con la mirada antes de pasar por su lado golpeando su hombro con el de Minho.

Ahora es tu turno de sufrir por el, Minho.

Jeongin y yo nos fuimos a mi casa, dejando a Minho con la mirada perdida sin saber que hacer.

Se lo tenía merecido por hacer sufrir a mi mejor.

— ¿Crees que Jisung hyung lo perdone?

Mire a Jeongin con una pequeña sonrisa.

— Me gustaría decir que no, pero lo conozco demasiado bien.

¡Sorpresa! ¡Cualquier error no duden en avisarme!