Jisung no tenía ganas de hacer nada, se sentía vacío. Una parte de él se había ido.

No había ido a la universidad en tres días con la excusa de que tenía un "resfriado" por suerte sus ojos rojos y sus mocos por tanto llorar le sirvieron de algo. Su madre se preocupó por el que quiso llevarlo al médico, pero Jisung se negó. No era la primera vez que se quedaba solo y enfermo en casa.

— ¿Cómo te sientes Jisung?

Félix se enteró de todo un día después, estaba furioso y quería golpear a Minho, pero Jisung se negó. Jeongin también estaba preocupado por el pelinegro, se sentía algo culpable porque él le había asegurado que Minho sentía más que amistad, al parecer se había equivocado, pero se negaba a reconocerlo.

— Igual que hace tres días. — Jisung suspiró poniendo el altavoz y recostándose en su cama. — Vacío, roto y sensible.

— Jisung no te pongas a sufrir, él no te merece.

— ¿Y Minho? — Preguntó Jisung ignorando las palabras de su amigo.

— ¿Para qué quieres sabes del idiota que te rompió el corazón? — Jisung rodó sus ojos.

Minho lo había lastimado y se sentía terrible, pero quería saber si Minho estaba igual o peor que él.

— Solo respóndeme Lee.

— Está igual que siempre, solo que ahora anda más pegado a Dahyun que antes.

Jisung sintió las lágrimas salir. Minho dijo una vez que si Jisung estaba triste él se sentiría igual o peor.

"Si te sientes triste, yo también lo estaré creo que mucho más triste que tú ¿Sabes por qué? Porque tú eres mi otra mitad, Hannie. Una mitad no puede ser feliz sin su otra mitad. Así que sonríe y sé feliz y así también lo seré".

Recordar las palabras que le dijo su hyung lo hizo sentir más triste.

— ¿Sung? ¿Me estás escuchando?

La voz de Félix lo hizo salir de sus pensamientos. Extrañaba tanto a Minho, pero tenía que ser fuerte.

— Sí, si te escucho.

— Te conozco Sung y sigues pensado en ese rompecorazones. — Aunque no viera el rostro de su amigo Jisung veía el fuego salir por los ojos de Félix.

— Lo siento, es inevitable.

— Cuando salga de la universidad iré con Jeongin a tu casa.

— Como quieran, no tengo nada que hacer.

En eso escucho como Félix reía a través de la otra línea.

— ¿Qué ocurrió? — Pregunté sin ánimo.

— Minho acaba de caerse en el pasillo.

— ¿Qué? Y ¿Está bien?

Aish ¿Porque se tenía que seguir preocupando por Minho?

— Por desgracia si, se levantó y siguió su camino. Bueno se tenía merecido eso y lo que le falta.

— ¿A qué te refieres?

— Jeongin le metió el pie.

Negué divertido.

— No hablas enserio.

— Muy enserio además estás de suerte. — Dijo Félix emocionado. — Jeongin dijo que le haría la vida imposible.

— Solo te pido que le digas una cosa.

— ¿Qué?

— Que no le rape el cabello, por favor.

Félix rió contagiando a Jisung, no había reído en días.

— No te preocupes, le daré tu mensaje.

Jisung y Félix siguieron hablando por 10 minutos más antes de que Félix se despidiera para entrar a su siguiente clase.

Jisung solo se quedó acostado en su cama deseando olvidar todo lo sucedido con Minho, pero era imposible borrar el pasado, lo único que tenía que hacer era concentrarse en su futuro.

Minho

Jisung me besó ¡Jisung me estaba besando! Sus labios se movían lentamente sobre los míos, mientras que yo simplemente estaba en shock. Pero en cuestión de segundos me encontraba moviendo mis labios igual. Sus labios eran suaves y dulces, me sorprendí cuando lamió mi labio inferior e introdujo su lengua.

¡Mi bebé era inocente!

¿Cómo era que sabía usar su lengua tan bien?

Comenzamos una guerra de lenguas, excitante.

Dios ¿Cómo me puedo excitar besando a mi bebé?

Nos separamos por falta de aire. Miré su rostro y se veía feliz, no podía hacerle esto no a él.

Jisung no se lo merecía.

Me sentía como la persona más horrible del planeta. Me había prometido cuidar a Jisung y no dejar que nadie lo lastimara.... Pero fui yo, el primero en hacerlo.

Una parte de mí quería ir con él y disculparme, abrazarlo y besarlo, decirle que todo iba a estar bien. Pero la otra parte pensaba que había hecho lo correcto, mi relación con Jisung seria extraña e incómoda debido a sus sentimientos.

¿Qué parte era la equivocada?

— Deja de torturarte hyung. — Dijo Seungmin viendo como me daba un dolor de cabeza pensando en el pequeño Jisung. — Si hiciste lo correcto ¿Porque te andas dando dolores de cabeza?

— Ese es el problema Seungmin, creo que lo que hice no fue del todo correcto.

— ¿Te arrepientes?

No sabía que responder a eso.

— Dahyun está feliz. — Contesté pensando en la reacción de Dahyun al enterarse de que mi amistad con Jisung había llegado a su fin.

— ¿Y tú?

Tampoco tenía respuesta para eso, pero joder extrañaba a Jisung.

— Soy un idiota por hacerlo sufrir de esta manera, pero es que Seungmin no le puedo corresponder.

— ¿Por qué no?

Lo miró como si estuviera bromeando, pero no había rastro de broma en su rostro.

— Y no digas porque tienes novia, dime algo mejor.

— Yo no lo sé, es que... Es difícil.

— No es difícil Minho, tú lo haces difícil.

— ¿Qué crees que deba hacer?

— Escucha a tu corazón, solo él conoce la respuesta. — Seungmin se levantó de la banca despidiéndose.

— Seguir a mi corazón, eh.

Estaba confundido, toda esta situación me hacía sentir mareado.

— Hola amor. — Dijo Dahyun besando mi mejilla sentándose a mi lado.

Aun no me acostumbraba a los apodos cariñosos entre ambos, si era sincero esos apodos me hacían sentir incómodo, llamar bebé, amor a Dahyun me hacía sentir raro a diferencia de cuando se lo decía Jisung. Los apodos con Jisung me salían naturalmente, sin esfuerzo alguno, mientras con Dahyun era diferente. Se sentían como obligación, porque sabía qué si no le decía amor o bebé a Dahyun, ella se enojaría y no quería tener más problemas de los que ya tenía.

— Hola bebé.