— Creo que te verías perfecto con esto. — Félix arrojó a la cama el cuarto outfit. Jisung lo miro negando con la cabeza y siguió buscando en su armario.

Jisung había invitado a Félix a su casa para que lo ayudara a arreglarse para la fiesta de esta noche. Su amigo había aceptado gustoso, después de todo amaba todo lo relacionado con la moda.

Félix había escogido cuatro outfits, pero a Jisung no le había agradado ninguno.

— Por Dios Sung, no te gusta nada. — Soltó el rubio frustrado tumbándose en la cama de su amigo.

Los outfits escogidos por Lee Félix eran un tanto demasiado sexy. Y si, Jisung quería verse sexy como Hyunjin, pero tampoco quería verse como si se fuera a prostituir en un bar de mala muerte.

— No son mi estilo LixieLix. — Felix lo miro haciendo una mueca.

— Creí que estabas en tu fase "sexy" lo que significa que tienes que verte como tal. — El rubio se levantó cogiendo unos jeans ajustados que sin duda harían resaltar sus piernas y redondo trasero.

Volverá locos a todos. -Pensó Félix con una sonrisa ladina que asustó a Jisung.

— Que estás pensando Lix? — Preguntó Jisung alzando una ceja. El rubio lo miro inconscientemente negando con su cabeza. — Tengo una duda ¿Porque de pronto vienes a ayudarme? Creí que lo único que querías era que le dijera a Minho lo que sentía sin hacer estas cosas.

Félix suspiró y puso su mano en el hombro de su amigo.

— No quiero que cambies para que un chico te quiera Sung, pero como eres muy terco te ayudaré. Quiero que te veas bien ¿Acaso no quieres que Minho te vea con otros ojos? — Los ojos de Jisung se iluminaron y asintió frenéticamente. — Entonces escucha a tu sabio mejor amigo y usarás lo que te diga ¿Esta bien?

Jisung no reprochó y obedeció en todo a su mejor amigo.

Félix le dijo o más bien le exigió ponerse esos jeans ajustados y sacó de su bolso un pequeño estuche que contenía cremas faciales y maquillaje.

— Quedarás di-ví-no querido.

Félix comenzó a aplicarle algunas cremas, seguido lo maquilló. Delineó sus ojos y pintó sus labios de un rojizo suave para que se viera más natural.

Tenía que tener labios perfectos si quería ganarse algunos besos.

— Espero que sepas lo que estás haciendo. — Dijo Jisung con algo de dificultad a causa de su amigo que le estaba humectando los labios.

— Me ofendes Sung. — Felix se hizo el ofendido mientras que añadía una que otra sombra en los ojos del peliazul. — He visto miles de tutoriales en YouTube, soy un experto.

— Creí que habías tomado clases. — Soltó Jisung haciendo que su mejor amigo suspirara.

— Las tomé, pero nada mejor que aprender en la comodidad de tu hogar. — El rubio le guiñó el ojo y guardó sus cosas en el estuche. — Estas listo para matar.

— Me lo tienes que contar todo. Absolutamente todo. — Exigió Félix detrás de su amigo. Ambos esperaban por la llegada del mayor. Félix tenía que haberse ido desde hace una hora, pero el se negó. Quería ver la reacción de Minho al ver a Jisung.

— Sabes que lo haré o le molestarás el resto de mi vida.

— Me amas Sung, pero no más que a Minho. — Felix movió sus cejas ganándose un golpe por parte de Jisung. — Es verdad... ¡AH! ¡Llegó! — El peliazul se asustó por el grito repentino de su amigo. Sintió sus manos sudar y sus piernas comenzaron a temblar.

El pelinegro estaba del otro lado de la puerta. Jisung cerró fuertemente sus ojos y abrió, su hyung se veía demasiado guapo como siempre. Una sonrisa tonta se formó en su labios, Minho por otro lado lo miraba sorprendido, su pequeño estaba vestido como si fuera a un club a buscar pareja. Sintió una oleada de celos al percatarse que todos en al fiesta lo verían vestido así. No iba a permitir que unos idiotas pervertidos se le acercaran con malas intenciones.

Félix al darse cuenta de la situación en donde ambos chicos se miraban sin decir nada, golpeó el hombro de Jisung sacándolo de su trance llamado Lee Minho.

— Hola hyung. — Saludó al mayor quien le respondió con una sonrisa que hizo que Jisung se derritiera por dentro.

— ¿Listo para irnos? — preguntó Minho sin despegar sus ojos de su pequeño mejor amigo.

— Sip, vámonos. — Jisung miro a su amigo que lo miraba con una sonrisa pícara, le hizo una señal que solo pudieron entender el y Félix. El rubio asintió y Jisung salió de su casa con Minho a su lado.

Minho abrió la puerta del copiloto para que subiera al auto, acto que hizo sonrojar al peliazul, el mismo pudo abrir la puerta por dios.

En menos de una hora se encontraban en la dichosa fiesta organizada por el sexy playboy se la universidad. Jisung se tragó todo su miedo y nervios y entró ganándose la mirada de algunos invitados.

No pudo sentirse más expuesto.

— Minho amigo. — Lo saludo Hyunjin al mirar a Jisung sonrió ladino y se acercó depositando un beso en la comisura de sus labios. Las mejillas de Jisung se tiñeron de rojo y una risita nerviosa escapó de sus labios. — Hola muñeco, tú presencia aquí me alegro la noche. — Dijo guiñándole un ojo al más joven.

— Hyunjin podrías disculparnos un momento. — Soltó Minho tomando a Jisung de la mano alejándolo de su pervertido amigo.

El menor de ambos sonrió. Tenía que aprovechar el momento, le sacaría celos a Minho.

— ¿Pasa algo hyung? — Preguntó Jisung inocentemente.

Minho lo miro con el ceño fruncido.

— Si te sientes incómodo aquí puedo llevarte a tu casa, solo tienes que decírmelo. — El menor jugó con el borde de la camisa de Minho relamiendo lentamente sus labios.

— Te dije que quería divertirme, ya no soy un niño, tengo 19 años, Minho. — Dijo Jisung sorprendiendo al mayor.

El peliazul se alejó de Minho. Se acercó a la multitud que se encontraba bailando y se liberó. Tomando algunos tragos, bailando con cualquier desconocido, incluso uno de los amigos de Hyunjin le había ofrecido "pastillas felices" a todo el que quisiera, Jisung no era tonto por lo que no acepto y gracias a Dios que no lo hizo , sino Minho lo hubiera agarrado por las orejas arrastrándolo fuera de la fiesta.

— Te ves muy guapo, muñeco. — Susurro Hyunjin en el oído de Jisung.

Jisung se encontraba de espaldas por lo que Hyunjin no notó su segundo sonrojo de la noche provocando por el. Minho se encontraba en una esquina con un trago en sus manos miraba a ambos chicos. Solo esperaba a que el idiota de Hyunjin le hiciera algo a su Hannie. Lo mataría si no controlaba sus manos.

Jisung

Dios.

Hyunjin estaba demasiado cerca, puedo sentir su miembro en mi trasero. Esto se está poniendo muy incómodo, quiero alejarme, pero si lo hago Hyunjin podría molestarse y si no lo hago Minho podría molestarse... ¿Minho podría molestarse? ¡Minho podría molestarse!

Una sonrisa traviesa se formó en mis labios. Utilizaré a Hyunjin para poner celoso a mi hyung.

Giré mi cuerpo quedando frente a frente con Hyunjin.

Que guapo es.

Si no estuviera enamorado de Minho, lo estaría de Hyunjin. Aunque acabaría mal, Hyunjin es un playboy, terminaría botándome a la semana.

Me enfoqué en el plan. Mire al rubio frente a mi y le di mi mejor cornisa coqueta, Félix me había enseñado a hacerla y estoy seguro de que funciono porque sonrió igual.

— Y dígame Hyunjin hyung ¿Que le gustaría hacer?

Hyunjin me miró sonriente, debido a la música no lo podía escuchar muy bien y se acercó a mi oído, susurrando;

— Me gusta divertirme, tengo distintas maneras de hacerlo muñeco. — Hyunjin se alejó de mi, su mirada penetrante hizo que mis piernas temblaran y no en el buen sentido.

Estaba asustado.

¿Me metí en la boca del lobo?

— ¿Quieres acompañarme? Te mostrare algo que te encantará. — Cogió mi mano y me arrastro fuera de la pista de baile.

Quería zafarme, no quería ir con el. Le devorará como el lobo feroz que es. Está nervioso, mi garganta estaba apretada. Quería correr lejos de el, pero mis piernas no respondían, solo lo seguía a lo que parecía un pequeña habitación.

¡¿Una habitación?!

— H-Hyung debo ir al baño. — Dije nervioso al ver como este se acercaba a la puerta evidentemente para cerrarla. — ¿Q-Qué va a hacer?

El se acercó a mi, tomó mi rostro en sus manos y me miró con ojos lujuriosos.

Yo no quería ser eso. Pensaba mientras veía como se acercaba lentamente a mi.

— Eres tan bonito ¿Cómo no te había notado antes? Eres hermoso y tan lindo. — Gruñó provocando que mi piel se erizara.

¿Lindo?

— ¿C-Cree que soy lindo? — Me atreví a preguntar.

El me miró sonriendo y susurró en mi labios.

— Demasiado lindo aun vestido así.

No solo estaba asustado, nervioso e intimidado, sino que también me sentía estúpido y decepcionado.

Hyunjin me regaló una ultima sonrisa antes de tomar mis caderas fuertemente apegándome a él y unió sus labios a los míos en un beso sucio, muy sucio. Intente empujarlo, pero era muy fuerte.

¿Porque nadie me ayudaba?

— ¡Suéltalo idiota! — Escuche el grito de una voz familiar.

Era Minho.