Jisung dio varias vueltas frente al espejo.

— Luces bien Jisung. — Se alago a sí mismo dándose palmaditas en su espalda.

Su outfit consistía en unos pantalones de cuero negro muy ajustados que realzaban sus piernas, un cárdigan color crema dejando sin abotonar los tres primeros botones, mostrando levemente su pecho y peinó su cabello hacia atrás.

— Estas ardiente. — Se guiño el ojo mirándose por última vez en el espejo.

El peliazul bajó a la cocina por su desayuno. Su madre al verlo se sorprendió de ver a su lindo hijo vestido de una manera ¿Como decirlo? Provocadora. Aunque admitía que su hijo lucia bien.

— Vaya, hijo te ves mi guapo. — Dijo si madre haciendo que Jisung sonriera feliz.

— Gracias mamá. — El menor cogió su desayuno metiéndolo en su bolso.

— ¿A que se debe el cambio? — Jisung miro a su madre dudando en decirle. Si su madre se enteraba que lo hacía por un chico, le daría un gran sermón.

— Solo quería experimentar. — Se encogió de hombros colgándose su bolso en el hombro. — Adiós mamá. — Se despidió besándose su mejilla saliendo rápidamente de su casa.

— A ver regálame otra vuelta. — Dijo Félix. Jisung avergonzado giró por sexta vez desde que llegó a la universidad. — Te ves comestible Sung. — Jisung se puso rojo hasta las orejas golpeando a su amigo. — Solo digo la verdad.

— Lixielix me haces sonrojar. — El peliazul puso sus manos en sus mejillas recalentadas por los cumplidos de su amigo. — No digas esas cosas.

— Bueno guapo ahí está tu presa, buenas suerte. — Félix le guiño el ojo seguido de una nalgada. ¿Félix al fin estaba aceptando su plan? Jisung no pudo sentirse más avergonzado y más aún con Minho acercándose a él.

La reacción de Minho fue ¿Encantadora? ¿Graciosa? El pelinegro casi se atraganta con su propia saliva. Se acercó a Jisung timándolo por los hombros. Jisung se sintió nervioso, Minho estaba tan cerca.

Quería besarlo.

— Hannie ¿Qué... — Fue interrumpido por Changbin y Hyunjin que al ver a Jisung quedaron embobados.

— Hola Jisung. — Saludo Changbin al menor.

— Hola muñeco. — Dijo Hyunjin con un evidente coqueteo en su voz.

Hwang Hyunjin, estaba coqueteando con Han Jisung. Ni siquiera eran amigos, casi ni se conocían.

— Hola. — Saludo algo tímido. Minho pasó sus brazos por los hombros del menor acercándolo a él. Esta era su forma de demostrar que lo estaba cuidando.

— Está noche haré una fiesta en mi casa, estás invitado. — Hyunjin sonrió ladino ganándose una mala mirada por parte de Minho.

— No lo creo Jinnie, el no va a ir. — Jisung negó rápidamente sorprendiendo a Minho.

— Claro que voy. — Dijo el menor haciendo que Changbin y Hyunjin sonrieran. Minho solo lo miro serio.

— Hasta la noche muñeco. — Dijo Hyunjin muy cerca de su oído, provocando que Jisung se estremeciera.

Cuando Changbin y Hyunjin los dejaron solos, Minho se acercó a Jisung jalándole el brazo dirigiéndolo al salón vacío más cercano.

— ¿De verdad piensas ir? — Preguntó Minho bruscamente ausentando al menor.

— Hyung... Yo si quiero ir, será divertido. — Minho frunció el ceño, su bebé no iría a una fiesta como esa. Esas fiestas no eran del tipo de Jisung.

— No Hannie, no es tu ambiente. — Ahora fue Jisung quien se enojó.

— Pero lo será, quiero ir, quiero divertirme, conocer personas, Minho. — Soltó Jisung con evidente enojo en su voz.

— No es lugar para un bebé.

— ¡No soy un bebé! Deja de tratarme como uno.

Minho estaba sorprendido por la actitud del menor. Era obvio que su pequeño bebé estaba enojado, pero el solo quería protegerlo.

— Bien, iremos a la fiesta. — Los ojitos del menor se iluminaron y se abalanzó sobre el mayor, abrazándolo.

— Lo amo Minho hyung. — Los ojitos de Jisung se abrieron cómicamente al escuchar sus propias palabras.

Mierda.

— También te amo Hannie. — Dijo Minho sonriendo mientras lo abrazaba más fuerte.

Para Minho, Jisung era como un hermanito menor. Uno que tenía que cuidar mucho.

Triste ¿No?

Jisung y Minho se conocieron cuando tenían 14 y 15 años. Su amistad fue casi inmediata, ambos conectaron muy bien.

Minho era hijo único y una de las cosas que más deseaba era tener un hermanito. Pero su madre tuvo unas complicaciones que le impidieron tener más hijos. El pequeño Minho devastado tuvo que aceptar que tener un hermanito no sería posible.

Minho siempre fue una persona sobreprotectora y cariñosa, hubiese sido un buen hermano mayor. Cuando conoció a Jisung le pareció el niño mas tierno que sus ojitos hayan visto. Era precioso, bueno lo sigue siendo. Algo dentro de él quiso cuidarlo de todo aquel que quisiera lastimarlo.

— Hyung, le he dicho que no le llame así.

— ¿Así como? Solo digo lo que veo y veo que eres muy tierno.

Jisung rodó los ojos sonriendo.

Desde que Minho entro en su vida lo ha llamado tierno, adorable, lindo, bebé. Al Jisung de 14 años parecía no molestarle, tampoco al de 16, ni el de 17 y mucho menos el de 18 años; pero el Jisung de 19 años no quería ser llamado así. A el le gustaba ser el bebé de Minho, amaba que lo cuidara y lo ayudara siempre, eso significaba que lo apoyaba y sobretodo lo amaba, aunque no de la manera en al que el quiere.

Jisung quería ser algo más para Minho. No se sentía bien siendo el hermanito pequeño de Minho. Jisung estaba enamorado de él, era una tortura diaria:

"Eres mi pequeño bebé, Hannie"

"Eres el hermanito que nunca tuve"

"Te quiero mucho, Hannie"

"Eres adorable y solo mío"

"Hannie quiero que estemos juntos siempre"

Minho solo sentía amor fraternal por el. Pero Jisung no se rendiría tan fácil.

Jisung creía que no le gustaba a Minho porque era demasiado infantil y tierno. Si Jisung cambiaba un poco, quizá Minho lo vería con diferentes ojos.

Quiero que me llames bebé... quiero que me digas que soy lindo, que soy tuyo... que soy tu lindo, adorable y tierno novio... tuyo Minho.