— No puedo creer que seamos amigos. — Dijo Félix mirando a su amigo. El peliazul llevaba un suéter de cuello alto color celeste, unos jeans algo sueltos y unas gafas. — ¿Desde cuándo usas lentes?

Jisung se dejó caer a su lado recostando su cabeza en el hombro del rubio.

— ¿Me veo inteligente?

— Te ves tonto. — Jisung golpeó el brazo de su amigo. Se había visto varias veces en el espejo y no se veía mal. Solo algo diferente. — No me refiero a como luces, sino tu forma inmadura de conquistar a Minho.

— No soy inmaduro. — Felix lo miro alzando una ceja.

Jisung bufó.

— Tal vez solo un poco, pero lo hago por amor. — Jisung suspiro, todo esto lo hacía por Minho. — Apóyame, mal amigo.

Félix río, pensando que quizá Jisung tenía un problema. Uno pequeño.

— Sabes lo que pienso, no lo repetiré.

Jisung gruño. Odiaba que Félix lo viera como un chico inmaduro y dramático. Como si el nunca se hubiera enamorado.

— Iré a la biblioteca después de clases, si ves a Minho ¿Puedes decirle que lo espero allá? — Félix suspiró asintiendo. — ¿Qué estás tramando?

— Minho necesita un tutor que lo ayude en matemáticas.

— ¿Y eso en que te incluye a ti?

— Me voy a ofrecer como su tutor. — El rubio no pudo evitar reírse. Jisung era pésimo en matemáticas — ¿Que es tan gracioso?

— Estas demente, pero te ayudaré.

Jisung sonrió dando leves saltitos.

— Espero no comportarme como tú cuando me enamore. — Musitó Félix para si mismo.

Ambos chicos entraron a su clase de matemáticas. Para sorpresa de Félix, Jisung presto atención a la clase, alzando su mano si tenía alguna duda, incluso paso al pizarrón a resolver los problemas matemáticos que puso el profesor. Félix sabía que Jisung odiaba las matemáticas, era pésimo y huia cada vez que le profesor colocaba un problema. Su amigo se había tomado muy enserio esto de ser un chico "nerd"

Jisung salió de clases y se dirigió a la biblioteca justo como le había dicho a su amigo. Acomodó sus gafas y comenzó a revisar los estantes en busca de un buen libro.

Jisung no era un amante de la lectura. Leía de vez en cuando pero no lo hacía con regularidad.

— Ahora a esperar. — Jisung escogió un libro que le llamó mucho la atención.

Era una serie de romance "Harlequin"

Tomó el libro y se sentó en una de las mesas.

— Interesante. — El peliazul ojeó el libro. Y no pudo evitar suspirar, era una historia algo similar a la suya.

Leyó el libro por media hora, olvidándose de todo a su alrededor.

— Vamos Becky, no te puedes rendir tan fácilmente. — Ánimo Jisung a la protagonista. — No dejes ir a tu hombre. — Lloriqueó adentrándose cada vez más a la historia. — Están destinados a estar juntos... Pelea por ¡Ahh! — Gritó espantado ganándose un regaño por parte de la bibliotecaria. Minho estaba sentado a su lado y recién lo había notado.

— ¿Que les Hannie? — Preguntó Minho con una sonrisa que hacía que sus ojos se volvieran una sola línea.

— H-Hyung me asustó. — Dijo Jisung arrojando el libro debajo de la mesa. — Leía un libro de matemáticas.

Minho lo miro sorprendido. Su pequeño odiaba las matemáticas, era muy difícil para el aprenderla.

— ¿De verdad? — El peliazul asintió. — Félix me dijo que me estabas esperando.

— Si hyung, es que quiero ofrecerme como su tutor de matemáticas.

Minho quería reír, pero el menor lo había dicho tan seriamente, que tuvo que morderse la lengua.

— Bebé. — Comenzó a decir Minho. — Te lo agradezco, pero las matemáticas no son lo tuyo.

— Pero hyung... — El mayor lo interrumpió.

— Hannie, ya tengo un tutor, es Seungmin.

Jisung tuvo una punzada de celos.

— ¿Quieres ir a comer algo? — preguntó Minho dulcemente.

Jisung asintió.

— Te vez muy tierno hoy, Hannie. — Soltó Minho repentinamente mientras se dirigían a la cafetería.

Jodido seas Lee Minho.

— Gracias. — Dijo Jisung a regañadientes. — ¿No crees que me veo inteligente y maduro? — Sonrió Jisung.

— No. — Su sonrisa se esfumó cuando escuchó las palabras del mayor. — Pareces un bebé. — Minho apretó una de las mejillas de Jisung. — Los lentes te quedan muy bien, pero te prefiero sin ellos, así puedo ver tus hermosos ojos.

Las mejillas de Jisung se tiñeron de rojo y su corazón empezó a latir fuerte.

¡Minho hyung cree que mis ojos son hermosos!

Mentalmente bailaba de la emoción. Había logrado de que Minho le dijera un cumplido. Tal vez no le gusten los chicos nerds y maduros.

¿Qué tipo de chico le gustará a Minho hyung?

— Hola mamá. — Saludó Jisung besando la mejilla de su progenitora.

— Hola amor ¿como te fue en la universidad? — Le preguntó a su hijo sin despejar los ojos de la televisión.

— Muy bien. — Soltó con un suspiro recordando el cumplido del mayor. — Iré a mi cuarto, tengo mucha tarea que hacer.

Jisung subió a su habitación tumbándose en su cama.

— ¿Porque haces edit tan complicado Minho? — Gruño sobre su almohada.

Minho era un hueso duro de roer.

El peliazul se levantó de la cama sentándose en su escritorio. Cogió una de sus notitas celestes y leyó el nombre que había escrito.

— Hwang Hyunjin.

El chico más deseado de la universidad. Guapo, coqueto y sobre todo sexy.

— Todo un playboy. — Jisung se dirigió a su armario buscando el atuendo que dijera por todos lados "Soy sexy"

Jisung se había considerado sexy algunas veces. Félix era una de las personas que lo llamaba así, diciendo que tenía una mandíbula bien marcada y buenos muslos que lo hacían ver sexy.

Jisung sacaría provecho de eso.