Nayeon dio varias vueltas frente al espejo.

─Luces bien, Nayeon. ─Se halagó a si misma dándose palmaditas en el pecho.

Su outfit consistía en unos pantalones de cuero negros muy ajustados que realzaban sus piernas, un cárdigan color crema dejando sin abotonar los tres primeros botones, mostrando levemente el comienzo de sus pechos y peinó su cabello hacia adelante.

─Estás ardiente. ─Se guiñó el ojo mirándose por última vez en el espejo.

La castaña bajó a la cocina por su desayuno. Su madre al verla se sorprendió de ver a su linda hija vestida de una manera ¿Cómo decirlo? Provocadora. Aunque admitía que su hija lucía bien.

─Vaya, hija, te ves muy linda. ─Dijo su madre haciendo que Nayeon sonriera feliz.

─Gracias, mamá. ─La menor cogió su desayuno metiéndolo en su bolso.

─¿A qué se debe el cambio? ─Nayeon miró a su madre dudando en decirle. Si su madre se enteraba que lo hacía por una chica, le daría un gran sermón.

─Sólo quería experimentar. ─Se encogió de hombros colgándose su bolso en el hombro. ─Adiós, mamá. ─Se despidió besando su mejilla saliendo rápidamente de su casa.

[...]

─A ver regálame otra vuelta. ─Dijo Chaeyoung. Nayeon avergonzada giró por sexta vez desde que llegó a la universidad. ─Te ves comestible Nayeonnie. ─Nayeon se puso roja hasta las orejas golpeando a su amiga. ─Sólo digo la verdad.

─Chaeng, me haces sonrojar. ─La castaña puso sus manos en sus mejillas recalentadas por los cumplidos de su amiga. ─No digas esas cosas.

─Bueno, guapa, ahí está tu presa, buena suerte. ─Chaeyoung le guiñó el ojo seguido de una nalgada. ¿Chaeyoung al fin estaba aceptando su plan? Nayeon no pudo sentirse más avergonzada y más aún con Jeongyeon acercándose a ella.

La reacción de Jeongyeon fue ¿Encantadora? ¿Graciosa? La pelinegra casi se atraganta con su propia saliva.
Se acercó a Nayeon tomándola por los hombros. Im se sintió nerviosa, Jeongyeon estaba tan cerca.

Quería besarla.

─Nayeon, ¿Qué... ─Fue interrumpida por Jihyo y Mina que al ver a Nayeon quedaron embobadas.

─Hola, Nayeon. ─Saludó Jihyo a la menor.

─Hola, muñeca. ─Dijo Mina con evidente coqueteo en su voz.

Myoui Mina, estaba coqueteando con Im Nayeon. Ni siquiera eran amigas, casi ni se conocían.

─Hola. ─Saludó algo tímida. Jeongyeon pasó sus brazos por lo hombros de la menor acercándola a ella. Esta era su forma de demostrar que la estaba cuidando.

─Esta noche haré una fiesta en mi casa, estás invitada. ─Mina sonrió ladina ganándose una mala mirada por parte de Jeongyeon.

─No lo creo, Miguri, ella no va a ir. ─Nayeon negó rápidamente sorprendiendo a Yoo.

─Claro que voy. ─Dijo la menor haciendo que Jihyo y Mina sonrieran. Jeongyeon sólo la miró seria.

─Hasta la noche, muñeca. ─Dijo Mina muy cerca de su oído, provocando que Im se estremeciera.

Cuando Park y Myoui las dejaron solas, Jeongyeon se acercó a Nayeon jalándole el brazo dirigiéndola al salón vacío más cercano.

─¿De verdad piensas ir? ─Preguntó Jeongyeon bruscamente asustando a la menor.

─Unnie... Yo sí quiero ir, será divertido. ─Jeongyeon frunció el ceño, su bebé no iría a una fiesta como esa. Esas fiestas no eran del tipo de Nayeon.

─No, Nan, no es tu ambiente. ─Ahora fue Nayeon quien se enojó.

─Pero lo será, quiero ir, quiero divertirme, conocer personas, Jeongyeon. ─Soltó Nayeon con evidente enojo en su voz.

─No es lugar para un bebé.

─¡No soy una bebé! Deja de tratarme como una.

Jeongyeon estaba sorprendida por la actitud de la menor. Era obvio que su pequeña bebé estaba enojada, pero ella sólo quería protegerla.

─Bien, iremos a la fiesta. ─Los ojitos de la menor se iluminaron y se abalanzó sobre la mayor, abrazándola.

─La amo, Jeongyeon unnie. ─Los ojitos de Nayeon se abrieron cómicamente al escuchar sus propias palabras.

Mierda.

─También te amo, Nayeonnie. ─Dijo Jeongyeon sonriendo mientras la abrazaba más fuerte.

Para Jeongyeon, Nayeon era como una hermanita menor. Una que tenía que cuidar mucho.

Triste ¿No?

[...]

Nayeon y Jeongyeon se conocieron cuando tenían 14 y 15 años. Su amistad fue casi inmediata, ambas conectaron muy bien.

Jeongyeon era hija única y una de las cosas que más deseaba era tener una hermanita. Pero su madre tuvo unas complicaciones que le impidieron tener más hijos. La pequeña Yoo devastada tuvo que aceptar que tener una hermanita no sería posible.

Jeongyeon siempre fue una persona sobreprotectora y cariñosa, hubiese sido una buena hermana mayor. Cuando conoció a Nayeon le pareció la niña más tierna que sus ojitos hayan visto. Era preciosa, bueno lo sigue siendo. Algo dentro de ella quiso cuidarla de todo aquel que quisiera lastimarla.

─Unnie, le he dicho que no me llame así.

─¿Así cómo? Sólo digo lo que veo y veo que eres muy tierna.

Nayeon rodó sus ojos sonriendo.

Desde que Jeongyeon entró en su vida la ha llamado tierna, adorable, linda, bebé. A la Nayeon de 14 años parecía no molestarle, tampoco la de 16, ni la de 17 y mucho menos la de 18 años; pero la Nayeon de 19 años no quería ser llamada así. A ella le gustaba ser la bebé de Jeongyeon, amaba que la cuidara y la ayudara siempre, eso significaba que la apoyaba y sobretodo la amaba, aunque no de la manera en la que ella quiere.

Nayeon quería ser algo más para Jeongyeon. No se sentía bien siendo la hermanita pequeña de Jeongyeon. Nayeon estaba enamorada de ella, era una tortura diaria:

"Eres mi pequeña bebé, Nabong"

"Eres la hermanita que nunca tuve"

"Te quiero mucho, Nayeonnie"

"Eres adorable y sólo mía"

"Nan, quiero que estemos juntas siempre"

Jeongyeon sólo sentía amor fraternal por ella. Pero Nayeon no se rendiría tan fácil.

Nayeon creía que no le gustaba a Jeongyeon porque era demasiado infantil y tierna. Sí Nan cambiaba un poco, quizás Jeongyeon la vería con diferentes ojos.

Quiero que me llames bebé... Quiero que me digas que soy linda, que soy tuya... Que soy tu linda, adorable y tierna novia... Tuya, Jeongyeon.

Y el capítulo 4 también osiosi