I: Snow is good

—Jinnie, ven a comer cielo— había pasado media hora y el pequeño seguía encerrado en su habitación.

No se escuchaba ningún ruido, usualmente la casa se llenaba de la bella risa o los gritos del niño, pero no había nada, podrías escuchar hasta una aguja al caer y eso le preocupaba.

Apagado el fuego de la cocina para que la comida no se sobrecosiera y camino hacia la habitación de su hijo.

—¿Estas bien, Jin?— tocó suavemente la puerta color azul cielo y con dibujos de copos de nieve, sonriendo un poco al escuchar pequeños sonidos del otro lado —Se que estas enojado, pero tal vez podríamos jugar juntos en el ático, se que siempre quieres ir o podemos ver la película que tu quieras mientras comemos, prepare los fideos que te gustan— pero no había respuestas del menor, solo los extraños sonidos que no era capaz de describir, así que entro, su mirada vago por todos los rincones y se detuvo al ver la ventana de su hijo abierta de par en par, se estaba imaginando lo peor hasta que escucho una ligera risa y unos mechones de cabello asomándose por el marco.

—Mami, mira, mira, la nieve no le hace daño a mi cuerpito. ¡NO SE ROMPE! ¡JIN ESTA BIEN EN LA NIEVE!— Jin comenzó a dar saltitos con sus manos apoyadas en el borde de la ventana y sonriendo en grande.

—Si es en el patio y solo en el patio... ¿Jin puede jugar afuera? Cuarto es aburrido y el Señor Barrigon ya no quiere jugar con él— dijo señalando con su manito un oso de tamaño mediano en una esquina de su cama, uno de sus peluches, con los cuales, al no tener piesas de plástico, metal o algún otro material aparte de la tela, podía jugar sin miedo a que se golpease.

Lo medito un poco, había muchas ventanas en la casa, podría vigilar que nada malo ocurriera, su patio estaba cercado, así que era difícil que alguien entrara o saliera. Sin embargo, el miedo seguía presente, aunque no era fácil tomar una decisión cuando su hijo la miraba con ojos de cachorrito.

—No puedes jugar afuera sin ropa adecuada— se acercó despacio y se agacho un poco para quedar a la altura del infante y cargarlo, dejándolo de pie dentro de su habitación.

Podría jurar que los ojos de Jin brillaban tanto que parecía haber toda una constelación dentro de ellos.

—¿Jin puede usar su abrigo nuevo?—

—¿Cómo sabes que tienes un nuevo abrigo?—

—Santa me lo dijo—

Definitivamente no fue Santa, la mujer sabia que cierto niño de mejillas rosas había hurgado entre los regalos bajo el árbol de navidad. 

—Santa debió darse cuenta de que eres un muy buen niño para decirte cual es tu regalo antes de tiempo, ve con cuidado a traerlo— 

Al escuchar eso, sus pies dieron saltitos llenos de emoción, yendo directamente a traer aquella bolsa con un lindo diseño de bastones de dulce y campanas.

—Escúchame Jin, a la primera grieta vuelves a casa o me llamas para traerte— le indicó su madre mientras arreglaba su abrigo y colcaba unas orejeras para proteger sus orejitas del frío, Jin no era muy fan de los gorros, siempre lo despeinaban y se quejaba mucho cuando trataba de cepillarse el cabello solito y sin ayuda.

—Si, Jin promete que tendrás cuidado y volverás sano y salvo— se le formó un nudo en la garganta por las lágrimas que estaba conteniendo.

—Prometido—Acaricio el cabello rubio del pequeño y lo vio alejarse, yendo al patio trasero para jugar con la nieve.

"No te rompas por favor"
Pensó, implorándole a quien sea que cuide a su pequeño angelito.

Por otro lado, el niño con nariz respingada se encontraba mirando hacia arriba con la lengua afuera para que algún copo le cayera en esta.
—¡Ah! ¡Frío!— solto un gritito debido al frío que sintió que un copo se posó en su lengua.

Jugo por un par de horas, haciendo pequeñas figuras en la nieve con sus manitos protegidas por unos guantes.
Se tumbo para tratar de hacer los angeles de nieve que veía hacer a los personajes de las caricaturas.
Entro a la casa a pasos rápidos a traer sus juguetes de construcción, tal vez nunca iría a la playa para poder usar su pala y cubetas en forma de castillo que le regaló la señora que vivía al lado, así que aprovecharía para hacer un hermoso y gran castillo de nieve.

—¡Jin! ¡Esta haciendo más frío, entra pronto o se enfriaran las galletas—

Galletas... ¡GALLETAS!, esa palabra hizo que Jin dejara su trabajo como arquitecto a medias y se adentrará rápidamente en su cálido hogar, dónde su madre lo esperada con los brazos abiertos y ojos vidriosos al ver que su niño estaba bien, no se había hecho daño, no se había roto, tenía la nariz y mejillas un poco rojas debido al frío, pero nada que no alivie un té de naranja.

—Mami, Jin está bien. ¡No se rompió! Nieve es buena, no hace daño—dijo el menor abrazando con delicadeza a su madre, frotando ligeramente su mejilla contra la de ella, un acto que hacía desde que era muy pequeño.

—Nieve es buena, mi amor. Nieve es buena— su madre se separó un poco y acaricio las mejillas de Jin.

—¿Significa que puedo salir a jugar afuera?— pregunto, haciendole ojitos de cachorro a su mamá.

—Si, puedes salir afuera, pero siempre que yo esté aquí el casa. Ahora ven, hay que bañarte y cambiarte para que estés calientito y puedas comer galletas— lo tomo de la mano dirigiéndose a la puerta azul cielo y con copos de nieve.

Jin contaba con baño propio en su habitación, uno que se adecuará a todas y cada una de sus necesidades.

—Vamos rápido, las galletas se enfriaran—el menor tironeaba el brazo de su madre para que acelerarán el paso al baño.

Y así, fue el primer día de Jin en la nieve, ese manto blanco que era como una cama de plumas que lo mantenía seguro.

Esa gran nube de algodón que hacía que sus pies de hundieran ligeramente y su cabello tuviera pequeñas estrellas escarchadas cuando jugaba a tirar grandes esferas en dirección al cielo.

En la nieve no se hacía daño.

En la nieve no tenía esas marcas moradas feas que se hacía cuando jugaba a las luchas con el señor barrigón y accidentalmente golpeaba sus brazos o piernas en las paredes o el suelo.

En la nieve no se agrietaba.

En la nieve no se rompía.

Porque la nieve era buena.

Hola! Aquí AgustXVQ.

Se me hace tierno que los niños hablen en tercera persona, así que quise agregarlo aquí con Jin.

Espero que Snowman les guste mucho.

Se que lo dejé abandonado por mucho tiempo pero, en mi defensa, estaba con muchas tareas y estrés por los exámenes finales.

Pero ya terminó todo y descanse, así que estoy bien y lista para arrancar con un mini-maratón de Snowman.

Así que nos vemos/leemos mañana.

AgustXVQ❄

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