Problema

Baz llevaba toda la mañana intentando soportar un fuerte dolor de cabeza. Había terminado recién las clases, y estaba subiendo las escaleras de la torre con cansancio. El chico sabía que era mucho pedir, pero de verdad esperaba no encontrarse con Simon en la habitación. Eso era lo único que podía empeorar la situación por la que estaba pasando. Lamentablemente, no tenía tanta suerte.

Tan pronto cerró la puerta después de entrar, Simon lo acorraló contra ella. No lo tocó, porque el Anatema tomaría represalias al instante. Tan sólo se colocó frente a Baz y le impidió el paso.

—¿Ahora qué quieres, Snow? —preguntó Baz mientras rodaba los ojos. Intentó moverse, pero Simon apoyó rápidamente un brazo en la pared, cerrándole el camino. Baz resopló con enojo—. Así que hoy estás agresivo...

—Tú sabes qué es lo que quiero, Baz —contestó Simon, ignorando lo último que había dicho su compañero.

Baz entrecerró los ojos y fingió pensar, inclinando la cabeza. Al final negó con desinterés.

—No. No tengo idea de qué quieres. Ahora, si me permites —dijo con sarcasmo y quitó el brazo de Simon para poder pasar.

—No te hagas el inocente, Basilton —reclamó, y el aludido se sorprendió de escuchar su nombre completo viniendo de los labios del chico que ama desde los quince años—. Sé que tu escondiste mi varita.

Ah, pensó Baz. Así que eso es.

El chico de ojos grises no sabía nada sobre ese asunto. Había estado ocupado todo el día, y no tenía la energía suficiente para jugarle una broma a Simon. Seguro, con lo torpe que era, el elegido simplemente había perdido su varita.

—Yo no la tengo —dijo Baz con indiferencia y sacó su pijama del armario. Quería irse a dormir de una vez para calmar el dolor de cabeza.

—No mientas, sé que tú eres el único que pudo haberla escondido —insistió Simon, mientras seguía a Baz por la habitación.

—¿Es en serio, Snow? Me sorprendería que nadie más te odiara con esa actitud insoportable que tienes. Cualquiera podría haber tomado tu varita —dijo el chico de ojos grises, pasándose una mano por el cabello, más estresado que nunca.

Simon miró de reojo a un costado, parecía estar sin palabras. Baz sonrió con sarcasmo y se dio la vuelta para ir al baño, pero su compañero habló.

—¿Por qué eres así siempre?

Baz se detuvo, curioso por saber lo que le diría Simon.

—¿Así cómo? Explícate.

Simon bufó.

—Desde el primer día en Watford me has tratado mal, Baz. Siempre me insultas, siempre buscas pelear conmigo, e incluso has intentado matarme. —Simon rodó los ojos cuando vio a Baz sonreír con sorna—. Y no lo niegues, porque una vez intentaste darme de almuerzo a una quimera. ¡Incluso quisiste quitarme la voz!

La respuesta del vampiro no se tardó en llegar.

—¿Y? —preguntó el chico mientras cruzaba sus brazos.

Simon parecía indignado.

—¿Y? ¿Eso es todo lo que vas a decir? ¿Por qué no puedes ser como cualquier otra persona? No tienes razón alguna para odiarme —el chico reclamó mientras se acercaba a Baz, quien intentó no ponerse nervioso con la cercanía a la que estaban.

—La tengo —contestó, tragando saliva e ignorando su migraña mientras se disponía a elevar la voz—. Tu querido Hechicero fue quien reemplazó a mi madre y deshizo todo su trabajo, por si no lo sabías. Y luego apareces tú, reclamando ser el mago más poderoso cuando ni siquiera puedes sostener bien una maldita varita.

—Yo no...

—Así que —continuó Baz, golpeando el pecho de Simon con su dedo índice—, discúlpame si no te trato como a un puto príncipe, su majestad.

Baz pensó que quizá había ido demasiado lejos con esas últimas palabras, pero era muy tarde para arrepentirse. Trató de mantener una expresión neutra mientras se dirigía al baño para cambiarse, aunque realmente, estaba perdido en sus pensamientos. Se había sentido bien poder descargarse sobre Simon, pero al mismo tiempo, muy en el fondo, Baz sabía que el chico de ojos azules no tenía la culpa de nada. Además, Baz no le había dicho la verdadera razón por la cual lo odia tanto.

Teniendo un debate interno, el vampiro entró al cuarto de nuevo. Se dio cuenta de que Simon seguía en el mismo lugar donde lo había dejado, y se veía dolido. Baz lo ignoró y caminó a su cama. Por fin había terminado el día.

—Oye...

La voz de Simon fue tan solo un murmullo que intentaba hacerse notar. Sin embargo, en el silencio de la habitación, Baz lo escuchó perfectamente.

—¿Qué quieres ahora, Snow? —siseó con fastidio.

Mierda, pensó Baz. Trataba de controlarse, pero aparentemente no podía dejar de tratar mal a su compañero de cuarto.

—Yo sólo... —comenzó Simon nervioso—, yo sólo quería intentar arreglar esto. De verdad. Pero no sé qué hacer, Baz. —Simon lo miró expectante, pero él se limitó a suspirar y desviar la mirada.

—Déjalo así, Simon —dijo con un poco más de delicadeza—. Quiero irme a dormir.

—Por favor, Baz —insistió el chico—. Sé que tú tampoco quieres seguir peleando. ¿Acaso nunca te cansas de eso?

Baz bajó la mirada, y eso lo delató ante Simon.

—Está bien, Snow —dijo, dándose por vencido—. ¿Qué es lo que quieres que haga?

Simon resopló y apretó los labios. Se acercó a Baz indeciso y habló.

—Sólo quiero que me escuches, ¿sí? ¿Puedes hacer eso?

El pelinegro rodó los ojos.

—¿Qué me queda? —dijo con sarcasmo, dejándose caer sentado en su cama.

—Lo que quiero decirte es que todos los insultos que me dices son realidad. Ser el elegido no es nada fácil, Baz. ¿Crees que yo no sé que soy un fracaso? —dijo Simon, y se notaba que estaba haciendo un gran esfuerzo para poner en orden sus palabras—. Todo el mundo lo sabe, y la verdad es que no me importa.

—Snow... —murmuró Baz, quien no sabía exactamente qué decir. Simon siguió hablando.

—Lo que sí me afecta, es que tú pienses eso. Oír que te burlas de mí me duele, porque tu opinión me importa más que la del resto de gente en Watford. Así que perdóname si solo soy un inútil y un problema para todos los magos. Lo intento, pero no puedo ser mejor, Baz.

El vampiro se quedó completamente callado. Tenía claro que la forma en la que había fastidiado a Simon todos estos años estaba mal, pero nunca había pensado en que le haría tanto daño. En especial, jamás había creído que ver a Simon así le dolería tanto. Baz se sentía terriblemente mal por eso.

Al ver que su compañero de cuarto no hacía nada al respecto, Simon le ofreció una sonrisa triste y se dispuso a acostarse en su cama, pero Baz lo detuvo, levantándose rápidamente y colocando una mano en su hombro. Simon se volteó, y Baz aprovechó para soltar las palabras que sabía que no diría otra vez en su vida.

—Mira, Simon, perdón —comenzó, y cerró los ojos para no ver la reacción del otro—. En verdad, yo soy quien es un problema para ti, porque mis críticas no te ayudan, y lo siento por eso.

Baz se pasó una mano por su cara, aún sin creerse lo que estaba haciendo.

—Y la cosa es que —siguió—, no sé por qué me estoy disculpando exactamente, ni por qué estoy dejando mi orgullo de lado, pero siento que debo hacerlo, así que perdón. Perdóname por tratarte así desde un principio, y no creas en todas las cosas feas que te he dicho. La magia no es todo lo que tienes, Simon. Eso es lo de menos. Lo importante es que eres una gran persona, y que estás dispuesto a hacer lo que sea por proteger a todos. —Baz bajó la voz, y recordó aquella vez que Simon había explotado, salvando a ambos de la quimera—. Incluso a mí.

Y antes de abrir los ojos, sucedió algo que Baz no esperaba: Simon lo abrazó. El chico de ojos grises tardó en procesarlo, porque su mente estaba haciendo corto circuito y su corazón latía tan fuerte que sentía que se le iba a salir del pecho.

—Gracias —murmuró Simon, y Baz correspondió al abrazo, volviendo a la realidad. Tendría que disculparse más seguido, pensó, si eso significaba que podría estar en los brazos de Simon Snow.

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*se esconde detrás de una pared* hola de nuevo :'v hace tiempo que no actualizaba uwu.

Este fic está basado en la canción I'm Just your Problem, de Hora de Aventura, aunque no sé si me desvié mucho o sí quedó parecido xD @coraline34 te lo dejo a tu opinión, y espero que te haya gustado <3 y perdón por demorar tanto ;U; 

Hace unos días me di cuenta de que nunca les he dado las gracias por las vistas y eso :'v así que muchísimas gracias por las casi 28k vistas y los 3.3k votos 7U7 lxs amo muchoooo.

*c va y no actualiza en 84 años*

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