Y h d e k s ä n t o i s t a.

-Suomi muévete más rápido... pero, auch, ten cuidado -Se quejó ella alzando un poco la voz al sentir el dolor, sus dedos eran delicados por lo que cualquier cosa le dolía el doble y más si era por alguien tan grande como el finés-.

-Agh si, discúlpame.. -Dijo rápidamente el mencionado cambiando de posición para intentar no lastimarla nuevamente, aún le era muy complicado hacer algo así pero sabía que con el tiempo se acostumbraría y le saldría más natural-.

-Ya ya, ni estoy llorando -Se burló la castaña rodeándolo con sus brazos y estirándose para darle un beso en la mejilla, sabía que estaba esforzándose pero aún tenía mucho que aprender para hacerlo correctamente- Mueve más esas caderas por favor, los europeos no pueden ser tan lentos.

-Nosotros no acostumbramos bailar estas cosas.. -Si bien los humanos escandinavos tenían muchas danzas movidas, sólo requerían mover las piernas y ésta en particular lo hacía mover todo el cuerpo por lo cual no podía seguir el ritmo de la bicolor que se la pasaba riendo-.

-Como mis hermanas te vean bailando así se van a burlar hasta el final de los tiempos, los europeos deben tener algo de ritmo escondido por ahí, mi padre nos enseño a bailar y no era tan rígido.... aunque ahora si está bien tieso. -Perú sabía que eso ultimo no era un tema para reír, pero admitía que cuando su hermana mayor lo decía nunca podía evitar reírse, ya llevaban buen rato intentado bailar por lo que decidió que lo mejor era tomar un descanso porque se notaba que el menor realmente lo necesitaba-.

• • •

-Se supone que íbamos a descansar.... siento que me muero.. -Jadeó el rubio dejándose caer sobre la alfombra frente al fuego, su pecho subía y bajaba evidenciando su cansancio a pesar de haberla pasado bien minutos atrás-.

-Es tu culpa, nadie te mandó a quitarte el suéter... antojas -Rió la bicolor por lo bajo mientras los cubría con una de las mantas que habían en el sofá cercano, apoyó su cabeza en el pecho ajeno y suspiro abrazándolo-.

-Me sobre explotas.. -Dramatizó el albino en tono lastimero para luego tomarla entre sus brazos apretándola un poco hasta que se quejase y tras ello le besó ambas mejillas sintiendo esa felicidad que le provocaba oírla reír- Pero ni modo, me toca tener que sacrificarme..

-Cuál sacrificarte oye, soy yo la que luego acaba con dolor d.. -Se vio sorprendida ante una nueva ronda de besos por parte del más alto por lo que olvidó lo que iba a decir y rodeó con sus brazos el cuerpo ajeno sintiendo el roce de pieles cálidas, pasar tiempo con el de cruz azul era lo mejor que tenía en la vida-.


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-Oh si, estoy hecha de acero -Se pavoneó la de ojos café mientras cargaba leña sin hacer mayor esfuerzo, pero algo que sólo notaba Finlandia es que cuando ella se superaba en algo le aparecía un pequeño mechón arco iris entre sus hebras chocolate-.

-Claro que si, ahora, por favor deja de jugar con eso y déjalo donde te indiqué -El de gorro de lana rió leve ante la actitud infantil de su pareja, observándola desde fuera del cobertizo puesto a que él ya había acabado con su parte del trabajo y solo la esperaba a ella-.

Al terminar sus deberes del día volvieron a su ya usual sofá de dos plazas frente a la chimenea bebiendo chocolate caliente recién hecho para confortar sus cuerpos cubiertos por una suave manta y apegados uno al otro, el de ojos ámbar la rodeaba con su brazo con tranquilidad sintiendo su suave respiración contrastar con la suya y el ligero ruido que hacían los maderos al quemarse generando un ambiente de comodidad. 

-Oye Perú.. ah.. eres lo mejor que tengo desde el día de mi creación, realmente agradezco con todo de mí a la madre tierra por haber hecho posible que nuestros caminos se cruzaran y.. bueno.. sé que no tengo nada en físico ahora y este momento no es el más indicado pero.. -El nórdico tomó tímidamente las manos de la bicolor entre las suyas acariciándolas un poco con sus pulgares luchando para que no se le fuese la voz por los nervios que sentía- Me.. me gustaría que fueses mi esposa...

Ella sintió que su boca se abría mas no pudo articular alguna palabra en lo absoluto para cortar el silencio posterior a la importante declaración del rubio que estaba a nada de temblar ante la incertidumbre de su respuesta y casi entra en pánico cuando la mayor comenzó a llorar con fuerza, sin embargo tras un momento prácticamente saltó sobre él escondiendo el rostro en su pecho sintió como asentía rápidamente mientras su suéter se humedecía un poco.

-¿Porqué lloras?, ¿Tan malo es imaginar una vida conmigo?.. -Dijo él en tono bajo mientras acariciaba su cabello intentando ser gracioso para que su castaña dejase de llorar aunque fuese felicidad la razón, no había tenido mucho tiempo para planear algo ya que solo sintió el impulso de que debía decirlo en ese momento pero no se esperaba una reacción así de extrañamente memorable-.

-Es que no me esperaba que dijeses algo así.. si quiero -Lloriqueó ella frotándose la cara para secar las cataratas que bajaban por sus mejillas enrojecidas, cuando lo logró centró su vista en el más alto que la veía con una sonrisa enternecida casi con el "corazón" en la mano- Te quiero mucho.. 

-Yo igual, ya no llores preciosa.. -Finlandia la tomó de las mejillas y le dio algunos besos en la frente acunándola sobre su pecho, mañana le haría un gran desayuno y le regalaría la rosa más bonita del huerto. Ahora no podría imaginar su vida sin ese rayo de sol que llegó para iluminar su alma cegada por la niebla densa de sus errores y los de quienes lo rodeaban-.

Ella había llegado a su vida en el momento indicado para remendar poco a poco todo lo malo que había en él con pequeñas pero significativas costuras de amor que nadie le supo dar antes, un ángel en todo el sentido de la palabra humana para alguien desinteresado lleno de bondad y salvación que ofrecer. Perú era una verdadera farola de guía para la oscuridad en la que vivía y de la que poco a poco iba saliendo siguiendo su voz y el dulce sonido de su risa feliz por las pequeñas cosas de la vida, nunca antes se había detenido a pensar en alguna persona con la que al menos considerara compartir tiempo.... pero ahora podría dar su vida por ella sin dudar un instante.

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