Durante la tarde Perú se despertó bostezando sonoramente sintiéndose mejor por lo que se bajó de la cama envuelta en algunas mantas en busca del albino al cual encontró limpiando sus rifles sentado en la sala junto al cuadrúpedo que revolvía su tazón con comida en busca de las bayas que le gustaban.

-¿Qué haces fuera de la cama?, Dioses.. siéntate aquí -Habló el rubio levantándose para ir en dirección de la más baja y llevarla hasta el sofá bajo su confundida mirada- Dormiste un día entero.

-Un.. qué.. -Balbuceó sorprendida pues ella lo había sentido como una noche normal, pero sabía que él no tenía motivo para decirle algo falso por lo que quedó pensativa aferrándose a sus mantas mientras lo oía calentar comida para ambos- Suomi.. ¿Y si algo malo está pasándome?..

-Por favor no digas cosas así, lo que rayos sea, lo solucionaremos. -Le dijo frunciendo un poco el ceño con preocupación, el que ella se asustara también lo ponía nervioso a él y era necesario que mantuviesen la calma en todo momento- No pienses en eso, ahora come porque le puse mucha carne y condimentos como te gusta..

-Te quiero.. -Murmuró ella apoyándose en el hombro ajeno tras recibir el plato humeante de guiso, el albino le frotó la espalda con cuidado y le dejó un pequeño beso en la coronilla haciéndola sonreír un poco, realmente lo quería bastante, se había vuelto muy atento y detallista haciéndola suspirar por él como si fuese una niña-.

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-Меня не волнует, умрут ли они как мухи, они защищают эту территорию любой ценой! -Vociferó el gran ser sangría golpeando con fuerza la superficie de su escritorio asustando notoriamente a sus oficiales humanos quienes habían entregado reportes sobre la cantidad masiva de bajas en combate, obteniendo clara y obviamente una reacción agresiva de su guardián-.

(No me importa que se mueran como putas moscas, ¡Defiendan este territorio cueste lo que cueste!)

-Может, ему стоит перестать отправлять их на бойню, если он хочет так много заработать.. -Dijo entre dientes lo más bajo que pudo el pequeño ruso de pie en el pasillo esperando a que los mortales salieran, si lograban sobrevivir, para comunicarle al mayor los planes para la reconstrucción lenta de Moscú-.

(Tal vez deberías dejar de mandarlos al matadero e ir tú mismo si tanto quieres ganar..)

Apenas habían logrado empujar a los alemanes fuera de la capital en Diciembre y gran parte del territorio Báltico que tomaron a la fuerza tiempo atrás había sido capturado por el Eje, no sabía cuál de las dos fuerzas opuestas era peor.. pero no quería que los fascistas pisaran su tierra más tiempo. Había perdido a cinco de sus hermanos ya y se sentía enojado por la cadena que lo ataba a la capital bajo las botas del salvaje que lo entrenó para segar vidas desde que a penas pudo dar un paso en la vida, mientras lo niños humanos en otros lugares jugaban con cosas coloridas y divertidas, ellos eran arrojados al bosque para intentar sobrevivir durante semanas y cazar humanos para mejorar su puntería... habían ocasiones en la que ninguno de ellos lograba conciliar el sueño y buscaban el abrazo del más cercano para confortarse, ahora solo lloraban en silencio para no ser escuchados por el mayor y que no descubriese sus escondites para dormir.. era todo una pesadilla. Los niños se aterraban de estar en su propia casa por las cosas que sucedían allí y acababan durmiendo bajo la barra de un bar o almacén de alguien que se apiadase de ellos por esa noche, la dura calle formaba a los pequeños con mano de hierro siendo ignorados por el resto del mundo... no eran los únicos y los humanos solían pasarla peor porque su mortalidad los hacía más sensibles al frío y al hambre. Rusia y Kazajistán esperaban con ansias el regreso de la americana sonriente que en un inicio los había cohibido con su personalidad tan amable y buena para tratarlos siendo también la única que podía mantener a raya a URSS con su presencia por lo que su estadía en la nación representaba seguridad y una buena comida.

La mexicana cuidaba a esos niños bajo el recuerdo de lo que habían pasado ella y sus hermanos bajo el yugo de Hispania durante sus infancias de esclavitud colonial, aunque era consciente de que lo que pasaban los eslavos llegaba a ser peor porque jamás tuvieron una madre que les diese el cariño para crecer correctamente pero la aliviaba un poco el hecho de que a pesar de la adversidad hubiesen podido mantener un poco su chispa de niñez. Los Imperios eran malos para criar niños y usualmente les acaban arruinando la vida a sus descendientes o a quien tomase el relevo, como en el obvio caso del germano y el soviético que carecían de cualquier rastro de piedad o moral con quienes los rodeaban.

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-No puedes quedarte todo el día acostada en cama, necesitas al menos un poco de ejercicio para que tu cuerpo no se entuma luego de tantas horas quieta -Repitió el de orbes ámbar sentado estirando las extremidades de la bicolor que bostezaba con frecuencia acostada en el suelo jugueteando con Lumi y el gran cascabel rojo que habían encontrado para él-.

-Suomi basta, haces que me duelan las piernas así -Se quejó ella de manera infantil ya que sus huesos estaban algo sensibles por el frío y le quitaban las ganas de moverse, solo quería beber chocolate caliente y refundirse en la cama hasta olvidar que día era-.

-... Si te aguantas 5 minutos más, te doy un premio.. -Murmuró el finés quedando sobre ella apoyándose sobre sus palmas y rodillas quedando a la altura de los labios ajenos que besó suavemente para tentarla, cosa que funcionó ya que la castaña enrojeció y desvió su mirada hacia el reno diciéndole que cerrara los ojos, cosa que lo hizo reír-.