K a k s i k y m m e n t ä.
-De todas las cosas que podrías haberme regalado... lo que menos me esperaba era un reno -Rió la de ojos cafés viendo al pequeño animal comiendo una zanahoria acostado tranquilamente sobre una manta roja en medio de la sala- Suomi, me está mirando...... Ay no puede ser, es tan lindo.
Antes de que el sol saliese completamente el albino salió en silencio de casa para volar rumbo al pueblo pues ya era la temporada en la que los granjeros recibían a las crías de su ganado y la noche anterior había pensado en que sería divertido tener una mascota, para cuando llegó los humanos ya habían empezado con su jornada por lo que fue bien recibido y lo guiaron por los establos para que escogiese lo que más llamase su atención tras enterarse de su idea. Las esponjosas ovejas se veían ideales para alguien como la bicolor pero cuando estaba a punto de escoger una del rebaño, un característico llanto atrajo su atención haciéndolo girar notando que se trataba de un pequeño reno semi albino que se encontraba solo en uno de los corrales y luego oír que éste había perdido a su madre en el parto hacía 3 días atrás no dudó en llevarlo consigo para alivio de sus cuidadores pues solo no hubiese sobrevivido más tiempo y no podían ocuparse de el. Cuando volvió a la cabaña le colocó una manta en el suelo y le dejó una zanahoria para luego ir a despertar a la castaña que al salir de la habitación quedó asombrada.
-Es un niño, ¿Qué nombre vas a ponerle? -Sonrió el de cruz azul acariciando el lomo del animal mientras que la mayor lo abrazaba a él mirando al cuadrúpedo desde el arco de su hombro-.
-No lo sé, tal vez se nos ocurra algo más tarde cielo, mejor desayunemos ya, tengo ganas de comer sándwiches -Bostezó ella estirándose, oyendo poco después una risa ahogada del rubio por lo que giró a verlo extrañada- ¿Ocurre algo?
-No, nada Enkeli, sólo una pequeña molestia en la garganta -Dijo rápidamente el más alto levantándose del suelo, nunca jamás y ahora menos, le diría la verdad de la carne. Si él casi llora cuando sus hermanos le dijeron de niño, a ella le darían tres infartos consecutivos-.
• • •
-Es precioso.. -Canturreó la bicolor viendo al pequeño reno saltar entre los montículos de nieve como si fuese un niño jugando a perseguir al de ojos ámbar, pero sin previo aviso se sintió un poco sofocada por lo que se agitó y decidió abrirse el abrigo para respirar mejor decidiendo ignorar la sensación molesta en su pecho a causa de su núcleo-.
-Creo que le buscaré un cascabel, se pierde mucho entre la nieve -Habló el menor arrodillado sobre la nieve moviendo sus manos en una seña para que el animal se acercara y comenzara a reconocer las distintas señales de comunicación como si fuese un can-.
Ambos ángeles pasaron el resto de la mañana jugueteando con pequeño reno quien se acopló rápidamente a la casa y Lumi parecía ser un fanático de la alfombra frente a la chimenea en la que solían dormir ellos, aunque aún les costaba un poco que dejara de masticar las revistas que tenía el finés al lado de los sofás, durante el almuerzo comieron guiso y el más pequeño escogía entre algunas hiervas y bayas que habían recolectado del invernadero para él. Y antes del anochecer la albirroja ya se encontraba en cama cómodamente acostada entre las mantas con el rangífero acomodado a sus pies irónicamente cubierto con una pequeña manta de lana.
-No va a dormir con nosotros -Señaló el escandinavo mirando con obviedad a la más baja que quitaba las mantas de su rostro lista para protestar por los derechos del nuevo residente de la casa-.
-¿Porqué no? -Dijo sentándose para mirar a los ojos del contrario que continuaba de pie junto a la cama con los brazos cruzados- Aún es un bebé.
-Porque se va a acostumbrar y cuando crezca no podremos poner una mano en nuestra cama sin que falte espacio -Continuó él, hasta que notó que la castaña hacía un puchero infantil y Lumi se quedaba mirándolo con esos enormes ojos suyos.... eran un par de chantajistas maestros- Sólo por ésta noche..
Dijo entre dientes flaqueando y acostándose junto a Perú que sonrió abiertamente y lo abrazó dándole algunos besos rápidos para después darle uno a su mascota y acomodarse a dormir apegada al menor para evitar perder temperatura durante la noche y como muestra de cariño. A la mañana la americana estaba tranquilamente abrazada de su reno mientras que Finlandia se encontraba en un espacio limitado sintiendo la luz solar en su rostro, sin mantas con que cubrirse y despeinado con expresión de cansancio que fue reemplazada por una sonrisa pequeña al verla tan pacífica así que sólo le dio un beso en la frente y tomó otra manta para ir en dirección al estudio para revisar sus pendientes y organizar las tareas del día.
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Pasaron algunos días más en los que el pequeño peludo continuó rompiendo las reglas para dormir junto a los ángeles que luego de un poco de sufrimiento encontraron las posiciones perfectas para que los tres pudiesen compartir la cama y descansar bien, aunque la de ojos café había estado sufriendo bajas de temperatura e incluso temblaba sintiendo como su núcleo rotaba más lento de lo normal preocupando al albino por verla tan agotada.. sin mencionar que su piel se había vuelto bastante fría, pero extrañamente habían ocasiones en las que sus malestares desaparecían por un rato para luego regresar y obligarla a volver a la cama con una dieta estricta de sopas calientes. El menor incluso había considerado en llamar a Imperio Japonés que al ser la mayor tenía más conocimiento sobre todo tipo de cosas que involucraban a la raza, como no tenía muchas noticias fuera del continente le aterraba que fuese algo relacionado con el gobierno humano o territorio de la peruana.. ninguno de los dos podía saberlo al estar tan lejos de la capital y con las enormes censuras informativas en el continente por culpa de Reich y su manía por atacar con sus U-bots cualquier cosa que se acercara a las costas y no fuese de su propiedad.
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