[38] HAWK'S NEST

Usaron el HMS Pogue para llegar a la casa de John B, amarrando el barco en el muelle, y sentándose a solo unos metros de la orilla.

June se acomodó en el suelo, mirando el horizonte, mientras el sonido suave de las olas rompía contra la orilla. La brisa fresca comenzó a calar en su piel, y su cuerpo temblaba levemente, inconsciente de lo evidente que era.

Pope lo notó enseguida.

Sin decir una palabra, se dirigió hacia donde había unas ramas apiladas y comenzó a armar una hoguera, encendiéndola rápidamente con el encendedor que tomó prestado de JJ. El fuego comenzó a tomar fuerza, iluminando la noche de forma cálida.

Una vez que se aseguró de que el fuego permaneciera vivo, se sentó junto a June, quien le sonrió agradecida mientras el calor de la hoguera la rodeaba.

—Gracias —susurró June, apoyando su cabeza en su hombro.

Pope le dio un beso en la frente—. Cualquier cosa por ti.

—Bien, bien —dijo JJ, sentándose junto a Pope—. Mucho amor por esta noche.

June puso los ojos en blanco mientras observaba a John B y Kiara sentarse a su alrededor. Pope entrelazó sus dedos con los de ella antes de mirar a sus amigos.

—Bueno, mi papá me va a matar. ¿De qué se trata esta reunión obligatoria?

John B compartió una rápida mirada con los hermanos Maybank. JJ suspiró—. Díselo antes de que nos claven un gancho.

—¿Están listos para esto? —preguntó John B.

—Sí —respondió Kiara.

—Bueno... el oro nunca se hundió con el Royal Merchant.

—Dios, otra vez con esto —se quejó Pope.

—No, muy bien, espera —dijo JJ—. Escúchalo, ¿sí?

John B asintió—. Ha estado aquí siempre —miró a Kiara—. Está en la isla.

—¿En serio? —preguntó Kiara—. Dios mío.

—Quisiera expresar mi escepticismo —dijo Pope.

—Estoy seguro que sí, Pope —dijo John B, levantándose—, pero ¿puedo presentarle mis pruebas, señor?

—Adelante.

Se paró frente a ellos—. Muy bien. En la mochila —se agachó y sacó un papel—, tengo una carta de Denmark Tanny.

—¿Quién diablos es? —preguntó June.

—Denmark Tanny fue un esclavo que sobrevivió al naufragio del Merchant —explicó John B, desdoblando el papel—. Mira esto.

—¿Qué? —dijo June, tomando el papel.

—No mencionaron a los esclavos como tripulantes del barco, pero papá encontró el manifiesto completo —continuó John B—. Su gran descubrimiento. Tanny usó el oro del Merchant para comprar su libertad —June le pasó la carta a Pope—. Después de eso, compró su granja. Redoble, por favor, porque esa granja es...

Los Pogues hicieron un redoble exagerado, esperando que John B continuara.

—La plantación Tannyhill.

—¿Tannyhill? —repitió Kiara, sorprendida.

John B asintió—. Sí. Así que, después usó su dinero para liberar más esclavos y vendió un montón de arroz, lo que enfureció a los dueños blancos y, entonces, decidieron lincharlo.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de June—. Cielos.

—El día que van a buscarlo —continuó John B, acercándose a Kiara—, le escribe una carta a su hijo como despedida y, en la última oración, deja un mensaje codificado sobre dónde encontrar el oro.

—¿Dónde? —preguntó ella.

—"Cosecha el trigo en la parcela nueve cerca del agua" —recitó John B—. Excepto que no hay trigo. Verán, el trigo es el código para el oro. Mira esto —se acercó a Pope, que sostenía una linterna para alumbrar la carta—. El oro está en la parcela nueve cerca del agua.

June sonrió mientras Pope decía—: Mierda.

—Solo necesitamos un mapa original de la propiedad y encontramos el oro —dijo John B, parándose junto a Kiara.

—Bueno —dijo Pope, mientras JJ se levantaba—, esto podría tener una pequeña posibilidad de ser cierto.

—Es como el Rey Tut —murmuró Kiara.

—Soy un genio —dijo John B mientras JJ se acercaba a él y lo abrazaba, levantándolo del suelo—. ¡Oye, espera!

—¡JJ, ten cuidado con el fuego! —exclamó June—. Están muy cerca. Se van a quemar.

—Estoy tan orgulloso de ti —le dijo JJ a John B.

—Gracias —respondió John B—. Eres muy dulce.

Pope rió—. Bien, chicos. ¿Cuál es el plan?

John B lo señaló—. Buena pregunta —se acercó a ellos—. Sarah Cameron vendrá esta noche. Traerá un mapa original...

Oh mierda, pensó June, observando la expresión de Kiara cambiar rápidamente.

—Espera —murmuró Kiara—. ¿Sarah? ¿Por qué Sarah?

Kiara miró a su alrededor antes de posar sus ojos en John B, y June sintió a Pope inclinarse ligeramente para mirarlo.

JJ se sacó la gorra y se pasó los dedos por el cabello—. Esto será bueno.

—Sarah me metió en los archivos de Chapel Hill ayer —explicó John B con nerviosismo—, y ahí conseguí la carta.

Kiara frunció el ceño—. ¿Estuviste en Chapel Hill con Sarah Cameron?

—Sí —respondió John B.

—Coqueteó con ella —añadió JJ.

June se agarró la cabeza con ambas manos—. Dios mío, JJ.

—No le coqueteé.

JJ asintió—. Claro que sí.

—No le coqueteé, ¿sí? —repitió John B—. La usé para tener acceso.

—Había acceso, bien —murmuró JJ.

Pope le susurró a June al oído—: ¿Sabías de esto?

—Sí.

—¿Le contaste sobre el tesoro? —preguntó Kiara.

—Intentaba entrar en los archivos —respondió John B exasperado.

—¿Es un sí?

—Omití los detalles claves.

Kiara no podía creerlo—. Oye, ¿qué? ¿Le contaste a una Kook nuestro secreto? ¿Y la vida Pogue? ¿Y la empresa de camisetas, bro?

—La usé para obtener información.

—¿Por qué no te creo? —dijo Kiara.

—Intento enriquecernos —respondió John B, mirando a su alrededor—. Para que podamos pagar un barco —señaló a Pope—, o para enviarte a la escuela de autopsias a estudiar cadáveres. Miren, me conocen. ¿Parezco el tipo de persona que se enamora de Sarah Cameron?

Pope lo miró—. ¿Quieres que respondamos eso?

—Sí, John B —dijo June—. Lo siento, pero definitivamente pareces ese tipo de persona.

—Alto —les dijo John B.

—Mira, aún no la conoces —exclamó Kiara, furiosa—. ¡Yo sí! No puedes confiar en ella.

Pope asintió—. Su hermano me golpeó con un palo de golf.

—E intentó estrangularme —añadió June, sintiendo a Pope tensarse ante la mención de dicho momento.

—Rafe y Sarah son diferentes.

JJ miró a Kiara—. ¿Qué te hizo exactamente?

—Es como una cobra que escupe —espetó Kiara—. Primero, te deja ciega...

—Esa es una mala analogía —dijo Pope.

—¡Escúchame! —gritó Kiara—. Lo que sea que obtengamos, ella intentará tomarlo.

—¿Cómo estás tan segura? —preguntó John B—. Tal vez cambió. Hace años no se hablan.

—Kie, creo que John B tiene razón —dijo June, llamando su atención.

—¿Qué?

—Mira, antes de que me mates por decir eso, estoy de tu lado —dijo June—. Pero creo que el hecho de que confíe en John B es una ventaja que podemos usar.

Kiara no parecía convencida—. No lo sé, June. No me gusta esto.

—Bueno, creo que June tiene un punto —dijo JJ.

—Yo también —añadió Pope. Luego miró a Kie—. Solo piensa en el oro, ¿sí? Eso es lo único que importa.

John B chequeó la hora en su celular—. Tengo que encontrarme con Sarah en quince minutos. Tenemos que irnos ahora mismo.

Sin esperar a los demás, se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la Twinkie, con JJ siguiéndolo de cerca. Pope ayudó a June a levantarse, y ella le dedicó una sonrisa antes de dirigirse hacia Kie y obligarla a ponerse de pie.

Condujeron hacia el punto de encuentro, Hawk's Nest, tan rápido como pudieron. Al llegar, John B estacionó la furgoneta y Pope abrió la puerta.

—Muy bien —dijo JJ, mirando a Pope, que estaba sentado frente a él—. ¿Reconocimiento?

John B los detuvo—. Oigan, creo que lo haré yo solo... esta noche.

Kiara puso los ojos en blanco, y June frunció el ceño—. ¿En serio?

—¿Qué?

—Nada.

—No quiero asustar a Sarah con mis amigos —explicó John B.

—Vaya —murmuró June.

Kiara suspiró—. No entiendo por qué la involucramos.

—Kie, no la involucramos, ¿sí? —le aseguró John B—. Es como una reunión de negocios —JJ fingió besar su dedo, y Pope rió al verlo—. Cuando tengamos lo que necesitamos, la dejaremos, ¿sí? Y necesitamos el mapa.

—Jura que no pasa nada entre ustedes —dijo Kiara, mirándolo.

—No pasa nada, Kie.

—Hablo en serio.

—¡Bueno!

—No se trata de ti ni de nosotros —dijo Kiara—. Se trata de ella. Amigo, se meterá en tu cabeza. Prométeme que no pasa nada entre ustedes.

—Lo prometo.

Incluso cuando lo dijo, June no le creyó. Había algo en el temblor de voz y en la forma en que evitaba mirar a Kiara a los ojos que lo delataba.

—Eso fue muy creíble —dijo JJ.

Pope asintió—. Cien por ciento creíble.

—Me encargaré del asunto.

—Te encargarás de ese asunto tan bien —dijo JJ.

—Nos quedaremos en este auto mientras relampaguea —añadió Pope.

John B los ignoró, tomó su mochila del asiento del pasajero y salió de la camioneta, dejándolos solos. El aire estaba cargado de tensión; June podía sentir la ira emanando de Kiara y no sabía qué hacer para calmarla.

—Kie, todo estará bien.

Kiara negó con la cabeza—. No confío en ella. No confío en ella para nada.

—Bueno, creo que deberías hacerlo —comentó JJ—, porque John B definitivamente está coqueteando con ella.

—Es muy obvio —dijo Pope, asintiendo.

Kiara soltó un suspiro pesado y se agarró la cabeza con las manos. June los miró—. ¿Pueden callarse? Juro que los hombres tienen cero tacto.

—Lo siento —murmuró Pope.

—Sí, yo también lo siento —dijo JJ, aunque su sonrisa demostraba lo contrario.

—Si John B quiere arruinar esto por ella, que lo haga —murmuró Kiara—. Pero cuando todo salga mal, yo estaré ahí para decirle: "Te lo dije".

Kiara se quedó en silencio mientras miraba un punto fijo e ignoraba a sus amigos. June, intentando cambiar el foco de la conversación, miró a su hermano.

—¿Por qué desapareciste en la fiesta?

—Rafe y Kelce me vieron y comenzaron a seguirme —respondió JJ, encogiéndose de hombros—. Esos idiotas volvieron a golpearme.

—¿Otra vez? —preguntó Pope, la ira evidente en su tono.

—Sí —respondió JJ—. Y luego...

—¡ALGUIEN, SOCORRO!

June frunció el ceño al escuchar aquella voz lejana, casi imperceptible, y miró a Kiara. Mientras tanto, Pope y JJ seguían hablando sobre lo sucedido.

—Shhh —dijo June.

—¿Oyeron eso? —preguntó Kiara.

Dejaron de hablar y dijeron—: ¿Qué?

—¡POR FAVOR, SOCORRO!

—Mierda —dijo Pope, saliendo de la camioneta.

Los demás lo siguieron, corriendo por el lugar para llegar al origen de la voz. June sabía que tenía que ser Sarah, ya que era la voz de una chica, y rezaba para que no hubiera ocurrido nada demasiado grave.

Su respiración se entrecortó cuando se detuvo, viendo a Sarah arrodillada frente a un John B completamente inconsciente.

—¡Sarah! ¿Qué pasó? —preguntó Pope.

—No sé qué hacer —sollozó Sarah—. Necesita ayuda. Topper lo empujó.

—¿Qué? —susurró June, llevándose la mano a su boca.

Levantó la mirada y observó lo alto que estaba Hawk's Nest, y la distancia a la que John B había caído. Su corazón comenzó a latir más fuerte, y sintió las lágrimas acumulándose en sus ojos. Kiara se paró a su lado y le agarró la mano con fuerza.

—¿Dónde diablos está? —gritó JJ, mirando a su alrededor.

—Por favor, busca ayuda —le imploró Sarah a Pope—. No me importa quién. Llama a alguien.

JJ miró a Pope—. Ve por ayuda. ¡Vamos!

Pope asintió y salió corriendo desesperadamente hacia donde estaba estacionada la Twinkie para llamar a una ambulancia.

—¡POPE, APÚRATE! —gritó June antes de dejar que la angustia la consumiera por completo.

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